EL EVANGELIO DE HOY
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

 

  


Domingo
IV ciclo A
Mt 5,1-12a



Las Bienaventuranzas


Lectura del santo evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Palabra de Dios


Gracias, Maestro divino,
por las Bienaventuranzas:
tu retrato y tus andanzas
pusiste en ese camino.


1. Un corazón como el tuyo
todo pobre y desprendido,
yo discípulo aprendiz
humildemente te pido;
un corazón como tuvo
el pobrecillo Francisco.


Gracias, Maestro divino,
por las Bienaventuranzas:
tu retrato y tus andanzas
pusiste en ese camino.


2. Gimiendo voy por la vida,
mas no triste y abatido,
mis lágrimas son plegaria
con todos los desvalidos.
Tú que ves el mal y bien,
Dios mío, ven en mi auxilio.


Gracias, Maestro divino,
por las Bienaventuranzas:
tu retrato y tus andanzas
pusiste en ese camino.


3. Yo no tengo ni ambiciono
ni reino ni poderío;
Dios reina y ha de reinar
y su gozo lo hago mío.
La heredad es de los mansos:
es la heredad a que aspiro.


Gracias, Maestro divino,
por las Bienaventuranzas:
tu retrato y tus andanzas
pusiste en ese camino.


4. Hambre y sed de la justicia,
hambre de Dios y su Hijo,
hambre que todos los días
alimenta mi apetito.
Cúmplase tu voluntad,
Padre nuestro, te pedimos.


Gracias, Maestro divino,
por las Bienaventuranzas:
tu retrato y tus andanzas
pusiste en ese camino.


5. ¡Misericordia! Más dulce
ninguna cosa se hizo,
misericordia, mi Dios,
en donde yo me cobijo.
Padre misericordioso,
por siempre seas bendito.


Gracias, Maestro divino,
por las Bienaventuranzas:
tu retrato y tus andanzas
pusiste en ese camino.


6. Limpieza de corazón,
alma y ojos, todo limpio;
sé mi verdad transparente,
mi Jesús, a quien yo miro;
traspásame dentro y fuera;
sea yo tu rostro vivo.


Gracias, Maestro divino,
por las Bienaventuranzas:
tu retrato y tus andanzas
pusiste en ese camino.


7. Será la paz mi trabajo
y mi tarea conmigo,
y entonces cosecharemos
la cosecha de buen trigo.
Paz, Jesús, la que trajiste
para el mundo redimido.


Gracias, Maestro divino,
por las Bienaventuranzas:
tu retrato y tus andanzas
pusiste en ese camino.


8. Y muy contento, si un día,
fuera por ti perseguido,
por ser tu amante discípulo
y tu valiente testigo;
con una danza de amor
danzará mi regocijo.


Gracias, Maestro divino,
por las Bienaventuranzas:
tu retrato y tus andanzas
pusiste en ese camino.


Puebla, enero 2011