2 de octubre
Santos Ángeles Custodios
A los Ángeles los recordamos todos los días al celebrar la Eucaristía para
introducir el canto más importante de la misa, que es el “Sanctus”. La
asamblea aquí presente en la tierra se une a toda la asamblea celestial, a
los ángeles y santos, para entonar juntos un himno a Dios Santo.
No hacía falta una fiesta
especial para ellos, pero la devoción popular así lo quería, y por fin, en
nuestro rito latino-romano, pasó al Calendario universal esta fiesta del 2
de octubre en el año 1615 y desde entonces se ha mantenido. El título de
la fiesta es “Santos Ángeles Custodios”. Con ello queremos acentuar esta
verdad que sostiene la Iglesia: que los Ángeles entran en nuestra historia
de salvación y nos ayudan. Son, por lo tanto, Ángeles de la gloria y del
servicio, ángeles que alaban la gloria de Dios y que bajo la soberanía de
Cristo, unidos a su triunfo, sirven a Cristo, cuya soberanía es ejercida
sobre ellos, como nos dicen las santas Escrituras.
En el himno contemplamos
diversos momentos en que aparecen los ángeles en los Evangelios al
servicio de Jesús. A ellos rendimos veneración diciendo que son gozo de la
excelsa Trinidad y ayuda de la Iglesia peregrina.
Ángeles de la gloria y
del servicio,
que vivís junto a la fuente de la vida,
la santidad de Dios es vuestra estancia
y su divina faz es vuestra dicha.
Ángeles servidores de la paz
en Belén junto al Hijo de María,
ángeles que rendís adoración
en el desierto al vencedor Mesías,
Mensajeros de blancas vestiduras
para anunciar en Pascua la noticia,
la Iglesia reconoce vuestros pasos
y da gracias al Padre que os envía.
Ángeles invisibles y callados,
vuestra gracia supera fantasía;
sois gozo de la excelsa Trinidad
y ayuda de la Iglesia peregrina.
¡Honor y majestad a Jesucristo,
cuyo rostro los ángeles ansían;
honor y gratitud al Unigénito,
al que os dio su honor con su venida! Amén.
Año 1980
Nota. Este himno puede
verse musicalizado por el monje Juan José Domingo (del monasterio de San
Isidoro de Dueñas) en: COMISIÓN DE MÚSICA MONASTERIOS CISTERCIENSES S. O.
REGIÓN ESPAÑOLA. Santoral, Volumen II, 1996, pp. 143-144. En el mismo
volumen y por el mismo autor, En la hora en que Cristo resucita (Santos
Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael), pp. 127-130.
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