23 de agosto
30 de agosto en América
Santa Rosa de Lima
(1586-1617)
Rosa de Santa María
He aquí de la “Liturgia de las Horas, Propio de la Orden de Predicadores”
(Roma 1988), la semblanza de Santa Rosa de Lima, Patrona de América.
“Isabel Flores Oliva, que por su belleza recibió popularmente el nombre de
“Rosa” (al que ella añadió “de Santa María”), nació en Lima en 1586. Fue
celebrada como la primera flor de santidad de América, insigne por la
fragancia de su penitencia y oración. Dotada de brillantes cualidades y
dones de ingenio, ya desde niña se había consagrado al Señor con voto de
virginidad. Sentía una profunda veneración por santa Catalina de Siena,
que luego fue una sorprendente afinidad con la misma y por ello decidió en
1606 inscribirse en la Orden seglar dominicana para darse más plenamente a
la perfección evangélica.
Era gran amante de la
soledad y dedicaba gran parte del tiempo a la divina contemplación,
deseando introducir también a otros en los arcanos de la “oración secreta”
y divulgando para ellos libros espirituales, o incluso animando a los
sacerdotes para que atrajeran a todos al amor de la oración. Recluida casi
siempre en una pequeña ermita en el huerto de sus padres, abría, sin
embargo, su alma a la obra misionera de la Iglesia: con un celo ardiente
por la salvación de los pecadores y de los “indios”, por los que deseaba
dar su vida y se entregaba a voluntarias y duras penitencias para ganarlos
a Cristo, “doliéndose de que como mujer no pudiera aplicarse al ministerio
apostólico.”
Durante quince años
soportó gran aridez espiritual como crisol purificador. Con profunda
conciencia de los males del pecado, “deseaba hacerse piedras y cal para
poder cerrar a todos las puertas del infierno.” También se destacó por sus
obras de misericordia con los necesitados y oprimidos.
Rosa ardía en vivo amor a
Jesús en la Eucaristía y en honda piedad para con su santísima Madre, cuyo
rosario se esforzaba en propagar con infatigable celo, estimando que todo
cristiano “debe predicarlo con la palabra y tenerlo grabado en el
corazón”.
Murió a los 31 años en
Lima el 24 de agosto de 1617. Su cuerpo se venera en la basílica
dominicana del Santo Rosario en Lima. Fue beatificada por Clemente IX en
1668 y canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671 y desde ese año
toda América Meridional y Filipinas la veneran como patrona”.
Rosa de Santa
María,
cándida Rosa de Lima,
América te celebra
como su flor escogida.
Una corona en tu frente
de bellas rosas y espinas,
tu penitencia retrata
y tu plegaria purísima.
Con el voto de ser virgen,
para un esposo ofrecida,
tu ruta dominicana
se hizo vida en tu familia.
Al abrigo de Domingo
fuiste luz contemplativa;
el monasterio en el mundo
en tu casa fue una ermita.
Y tus coloquios divinos
de cristiana enternecida,
en la Pasión de Jesús
tenían secreta cita.
Anhelante misionera
que ha de esta quieta y sumisa,
hay un amor poderoso
que en silencio fructifica.
Rosa de amor y dolores,
Rosa de la Eucaristía,
tu senda es contemplación
y el Rosario de María.
¡Honor sea a Jesucristo,
Camino, Verdad y Vida,
bella Pascua que en sus santos,
por su amada Iglesia brilla! Amén.
Puebla, 29 agosto 2010
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