P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

FLOS SANCTORUM



25 enero

Conversión de S. Pablo


La fuerza luminosa del Vencido


La conversión de Pablo es referida tres veces en los Hechos de los Apóstoles. Pero es imprescindible acudir a las propias cartas paulinas para saber lo que se operó en el corazón de Pablo a partir de aquel día (cf. Ga 1,11ss).

En el presente himno, evocamos el acontecimiento narrado en Hechos y tratamos de unirlo con la totalidad del mensaje de Pablo, dentro del cual está su sabiduría y su amor ardiente. La conversión no fue el punto conclusivo del itinerario teológico de un fariseo, sino que fue un inmenso milagro como irrupción de Jesús Resucitado.

Fue, ella en sí misma, un imponente hecho teológico para la Iglesia (cf.1 Tm 1,12-17). Y un raudal inmenso de gracia por el vigor de pensamiento que de Pablo nos ha venido, al mismo tiempo que su figura fascinante es un estímulo para nuestra generosidad.

La síntesis de Pablo es Cristo, puramente Cristo, vida de su vida. Cristo es su saber, Cristo su pasión, Cristo su anuncio. Pablo es un esclavo de Cristo, como se autodefine en las cartas. Y su vida es "en Cristo Jesús".


1. La fuerza luminosa del Vencido
cayó del cielo sobre el ciego Saulo;
Que brille el Evangelio en la tiniebla
la luz de Pascua, y hágase el milagro.

2. Yo soy Jesús, le dijo el Nazareno
al luchador, camino de Damasco;
inútil proseguir ya tu combate
si sientes que Alguien te ama y te ha acosado.

3. Oh día memorable de la Iglesia,
aquel en que nació de Saulo Pablo;
celante fariseo cual ninguno,
ahora de Jesús rendido esclavo.

4. Se abrió toda la fe al verle al Hijo,
miró a la Ley gimiendo y vio el pecado,
y supo que de Adán al fin del mundo
la gracia es sólo Dios crucificado.

5. Viviendo en Cristo, vida de su vida,
no quiso otro saber que aquel escándalo,
ni tuvo otra pasión que aquella hoguera
ni nunca otra palabra fue en sus labios.

6. ¡Señor resplandeciente, gracia suma,
Señor Jesús, oh Dios manifestado,
sublime gloria a ti, que eterno vives
y estás junto a nosotros, tus amados! Amén.


(RUFINO MARÍA GRÁNDEZ, Himnario de los Apóstoles, en: Fovenda Sacra Liturgia. Mis celánea en honor del Doctor Pere Farnés. Barcelona, Centro de Pastoral Litúrgica 2000, pp. 339-356, véase p.342-343)