EL AÑO LITÚRGICO
EL CAMINO CUARESMAL

P. Rufino María Grández, ofmcap.

 

VI. Himnos para Pasión y Semana Santa
Común de Pasión


Llevaba roja la túnica
(Is 63,1)


El himno tiene tres partes: es la Pasión de Jesús (I), es la Pasión de la Iglesía (II), es la Pasión del mundo (III), terminando en una doxología.

La Pasión de Jesús es contemplada con la imagen profética del Lagarero. El poema de gran fuerza poética de Is 63,1-5, que habla de “El juicio de los pueblos” ha dado pie para una interpretación mesiánica (véase la nota de la Biblia de Jerusalén):

¿Quién es ése que viene de Edom,
de Bosrá, con ropaje teñido de rojo?
¿Ese del vestido esplendoroso,
y de andar tan esforzado?

- Soy yo que hablo con justicia, un gran libertador.

- Y ¿por qué está de rojo tu vestido,
y tu ropaje como el de un lagarero?

- El lagar he pisado yo solo;
de mi pueblo no hubo nadie conmigo.(Is 63,1-3).

El atardecer de la Cruz fue rojo, rojo de sangre; el amanecer fue blanco: surgirá Jesús como blanco lucero.



I
Llevaba roja la túnica
y sudoroso el cabello.
- ¿De dónde, con pies sangrantes,
avanzas tú, lagarero?
- Del monte de la batalla
y la victoria yo vengo.
Rojo fue el atardecer,
blanco surgirá el lucero.
Llevaba roja la túnica,
roja de sangre y de fuego.

II
También de rojo la vi,
rojo el vestido y el velo.
- ¿Por qué la Iglesia elegida
no viste su traje bello?
-De rojo mi cuerpo visto
como esposa del Cordero,
y perlas son las heridas
mientras camino gimiendo.
Llevaba roja la túnica,
roja de sangre y de fuego.

III
Por los cinco continentes
de sangre está el firmamento,
mas por la sangre preciosa,
precioso está el sufrimiento.
¡Oh Cristo de roja sangre
tú, el Redentor verdadero;
a ti el clamor de los hombres,
a ti la gloria del Reino!
Llevaba roja la túnica,
roja de sangre y de fuego.

Era el Pontífice santo,
era Jesús Nazareno.



(Nota. - El himno tiene como título “Llevaba roja la tunica” y junto al título tiene una anotación: Pasión del Señor. Fue compuesto en Miranda de Arga, Navarra (Ermita de la Virgen del Castillo) el 17 de enero de 1977. Luego musicalizado muy hermosamente por D. Cols, en Celebración cantada de la Liturgia de las Horas, fascículo 10, Editorial Regina, Barcelona 1978. Al ponerlo en el libro de la Liturgia de las Horas para América, II Vísperas del Domingo de Ramos, algún poeta, con bella poesía, ha hecho nueva composición par alas estrofas II y III. En la estrofa II desaparece la referencia a la Iglesia, y con ello queda modificado el sentido teológico original de la composición).