Por Enrique Pardo Fuster
Tratado XXII
1- Culto a los Ángeles y a los Santos
2- Intercesión de los Justos
3- Reliquias de los Santos
4- Las imágenes
1. Culto a los Ángeles y a los Santos
-Los ángeles y los santos deben recibir culto de la Iglesia
-Es lícito venerar a los ángeles y a los santos e invocar su intercesión
-Es beneficioso tributar culto a los santos
-La Virgen María, los ángeles y los bienaventurados del cielos deben
recibir el culto de la Iglesia.
En la Sagrada Escritura, consta de la Virgen María.
...por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán
bienaventurada,... (Lc. 1, 48).
Aclaración. La Virgen María, los ángeles y los santos tienen una
excelencia especial, inferior a la dignidad de Dios, pero superior a la
de los hombres. Los mismo que a los hombres que tienen cierta
excelencia, se les debe cierto honor, así a la Virgen María, a los ángeles
y a los santos se les debe honor tributado por el culto sagrado.
-Es lícito venerar a los Ángeles y Santos del cielo e invocar su
intercesión.
a) -A los ángeles.
También ahora me ha enviado Dios para curarte a ti y a tu nuera Sara.
Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presente y
tienen entrada a la Gloria del Señor (Tob. 12, 16).
Cuando tú y Sara hacíais oración, era yo el que presentaba y leía
ante la Gloria del Señor el memorial de vuestras peticiones. Y lo mismo
hacía cuando enterrabas a los muertos (Tob. 12, 12).
b) -A los santos.
Y por mano del Ángel subió delante de Dios la humareda de los perfumes
que representan a las oraciones de los santos (Apoc. 8, 4).
Aclaración. La legitimidad y provecho del culto tributado a los ángeles
y a los santos se deduce de la excelencia sobrenatural de unos y otros,
que radica de la contemplación de Dios de la cual ellos disfrutan.
...porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos ven continuamente
el rostro de mi Padre... (Mt. 18, 10).
Ahora vemos en un espejo, confusamente. Entonces veremos cara a cara (1
Cor. 13, 12).
Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejante a Él, porque Le
veremos tal cual es (1 Jn. 3, 2).
-Es saludable y beneficioso tributar culto a los Santos.
a) -Saúl tributó culto al alma de Samuel.
Comprendió Saúl que era Samuel y cayendo en tierra se postró (1 Sam.
28, 14).
b) -Los hijos de los profetas adoraron al espíritu de Elías que
reposaba sobre Eliseo.
Habiéndole visto la comunidad de los profetas que estaban enfrente,
dijeron: «El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo.» Fueron a su
encuentro, se postraron ante él en tierra, y le dijeron: «Hay entre
tus siervos cincuenta hombres valerosos; que vayan a buscar a tu señor,...»
Él dijo: «No mandéis a nadie...» (2 Reg. 2, 15-16).
c) -Dios mismo honra a los santos.
Al que me sirva, el Padre le honrará (Jn. 12, 26).
Aclaración. La alabanza se tributa a los santos no solamente por su
excelencia natural, sino por la sobrenatural que la Iglesia les concede.
2. Intercesión de los Justos
-Pueden interceder ante Dios para conseguir sus ayudas para los hombres
-Los bienaventurados interceden ante Dios en favor de los que viven en
este mundo
-Encomendarse a las oraciones de los justos de la tierra es lícito y
beneficioso
-Dios concede muchos bienes a los hombres por los ruegos de los justos
-Los Justos pueden interceder ante Dios para conseguir en favor de los
hombres las ayudas de Dios que necesitamos.
a) -Cristo.
De ahí que puedan también salvar perfectamente a los que se llegan a
Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor (Hbr. 7,
25).
b) -La Virgen María.
Y, como faltara vino, le dice a Jesús su Madre: «No tienen vino» Jesús
le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer?» Todavía no ha llegado
mi hora.» Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga»
(Jn. 2, 3-5).
c) -Moisés.
Entonces el pueblo fue a decirle a Moisés: «Hemos pecado por haber
hablado contra Yahvéh y contra ti. Intercede ante Yahvéh para que
aparte de nosotros las serpientes» Moisés intercedió por el pueblo (Núm.
21, 7).
d) -Job
Mi siervo Job intercederá por vosotros y, en atención a él, no os
castigaré por no haber hablado con verdad de mí, como mi siervo Job
(Job 42, 8).
e) -Los Justos.
...rogad por los que os persiguen para que seáis hijos de vuestro Padre
celestial... (Mt. 5, 44-45).
f) -Pablo a los Romanos.
Pero os suplico, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor
del Espíritu Santo, que luchéis juntamente conmigo en vuestras
oraciones rogando a Dios por mí, para que me vea libre de los incrédulos
de Judea (Rom. 15, 30-31).
g) -Andrés y Felipe.
Había algunos griegos entre los que subían a adorar en la fiesta. Éstos
se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: «Señor,
queremos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés: Andrés y
Felipe fueron a decírselo a Jesús (Jn. 12, 20-22).
h) -Unos por otros.
...orad los unos por los otros para que seáis curados (Sant. 5, 16).
i) -Los justos en general.
La oración ferviente del justo tiene mucho poder.
Sant. 5, 16.
Aclaración. Si la oración del justo en la tierra es eficaz, ¿Por qué
no habrá de ser también eficaz y poderosa la oración de santos en el
cielo?.
-Los bienaventurados del cielo interceden mediante sus oraciones ante
Dios, en favor de los que viven en este mundo.
Onías había dicho: «Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora
mucho por su pueblo y por la ciudad santa, Jerusalén, el profeta de
Dios» (2 Mac. 15, 14).
Aclaración. Hacía años que el profeta Jeremías había muerto; sin
embargo, seguía intercediendo por su pueblo mediante su oración.
-Encomendarse a las oraciones de los justos que moran en la tierra es lícito
y beneficioso.
a) -Job intercedió por sus amigos y Dios prometió no castigarles.
Mi siervo Job intercederá por vosotros y, en atención a él, no os
castigaré por no haber hablado con verdad de mí, como mi siervo Job
(Job 42, 8).
b) -Pablo pide a los romanos que pidan a Dios por él.
...os suplico, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del
Espíritu Santo, que luchéis juntamente conmigo en vuestras oraciones
rogando a Dios por mí, para que me vea libre de los incrédulos de
Judea, y el socorro que llevo a Jerusalén sea bien recibido por los
santos;... (Rom. 15, 30).
c) -Los Apóstoles se encomendaban a las oraciones de los justos.
Hermanos, orad también por nosotros (1 Tes. 5, 25).
Finalmente, hermanos, orad por nosotros para que la Palabra del Señor
siga propagándose...y para que nos veamos libres de los hombres
perversos y malignos;... (2 Tes. 3, 1).
d) -Santiago recomienda que los presbíteros oren sobre los aquejados
por la enfermedad.
¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la
Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor.
Y la oración de la fe salvará al enfermo,... (Sant. 5, 14).
Aclaración. Si es lícito y beneficioso invocar a los santos que aún
viven en este mundo, ¿cuánto más no será lícito y beneficioso
invocar a los que están con Dios en la bienaventuranza eterna?
-Dios suelo conceder muchos bienes a los hombres por los ruegos de los
Santos.
a) -Por Abraham.
Abraham rogó a Dios, y Dios curó a Abimélak, a su mujer y a sus
concubinas;... (Gén. 20,17).
b) -Por Job
Después Yahvéh restauró la situación de Job, porque había
intercedido en favor de sus amigos; y aumentó Yahvéh al doble todos
los bienes de Job (Job 42, 10).
c) -Por Pablo.
Pero os suplico, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor
del Espíritu Santo, que luchéis juntamente conmigo en vuestras
oraciones rogando a Dios por mí, para que me vea libre de los incrédulos
de Judea, y el socorro que llevo a Jerusalén sea bien recibido por los
santos; y pueda también llegar con alegría a vosotros por la voluntad
de Dios, y disfrutar de algún reposo entre vosotros (Rom. 15, 30-32).
3. Reliquias de los Santos
-Dios quiere que las veneremos
-Dios quiere que veneremos las reliquias de los Santos pues les concede
poderes milagrosos.
Tomó Elías su manto, lo enrolló y golpeó las aguas, que se
dividieron de un lado y de otro, y pasaron ambos a pie enjuto (2 Reg. 2,
8).
Tomó el manto Elías y golpeó las aguas diciendo: «¿Dónde está
Yahvéh, el Dios de Elías?». Golpeó las aguas que se dividieron de un
lado y de otro y pasó Eliseo (2 Reg. 2, 14).
Estaban unos sepultando un hombre cuando vieron una banda y, arrojando
al hombre en le sepulcro de Eliseo, se fueron. Tocó el hombre los
huesos de Eliseo, cobró vida y se puso en pie (2 Reg. 13, 21).
Entonces una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años,
y que no pudo ser curada por nadie, se acercó por detrás y tocó la
orla de su manto y al punto se le paró el flujo de sangre. Jesús le
dijo: «¿Quién me ha tocado?». Como todos negasen, dijo Pedro y los
que con él estaban: «Maestro, las gentes te oprimen y te aprietan.»
Pero Jesús dijo: «Alguien me ha tocado, porque he sentido que una
fuerza ha salido de mí» (Lc. 8, 43-46).
Dios obraba por medio de Pablo milagros extraordinarios, de forma que
bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o mandiles que había usado
y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos (Hch.
19, 11).
Aclaración. Si Dios quiso que las prendas de los santos hiciesen
milagros, cuanto más querrá que veneremos sus cuerpos que tanto
cooperaron a su gloria.
4. Las Imágenes
-Es lícito pintar imágenes de Dios y de los Santos
-Las imágenes sagradas están recomendadas por Dios
-Su adoración es lícita, como medio para adorar a los santos que
representan
-A los Judíos se les prohibió el culto a las imágenes por su
inclinación a adorar a los ídolos.
-Es lícito pintar imágenes de Dios y de los Santos.
No hay textos probatorios en la Sagrada Escritura, pero sí la alusión
siguiente:
Yo observaba: Se aderezaron unos tronos y un anciano se sentó. Su
vestidura, blanca como la nieve; los cabellos de su cabeza, puros como
la lana.
...Miles de millares le servían, miriadas de miriadas en pie delante de
él. El juicio abrió sesión y se abrieron los libros (Dan. 7, 9-11).
Aclaración. No se trata de un hecho histórico, sino de la visión que
Daniel tuvo en un sueño, que ofrece también la enseñanza doctrinal de
la licitud de la adoración del anciano representado en el sueño.
-Las imágenes sagradas están recomendadas por el mismo Dios.
Harás además, dos querubines de oro; los harás de oro macizo en los
dos extremos del propiaciatorio: el primer querubín en un extremo y el
segundo en el otro (Ex. 25, 18-19).
Aclaración. Por consiguiente, igual se ha de entender de las imágenes
de Cristo, de la Virgen y de otros santos, para tributarles la veneración
y el honor debidos.
-La adoración de las imágenes es lícita y justa en cuanto que son
medio para adorar a los santos que representan.
Dios determinó la adoración de:
a) -una serpiente de metal.
Hizo Moisés una serpiente de bronce y la puso en un mástil. Y su una
serpiente mordía a un hombre y éste miraba a la serpiente de bronce,
quedaba con vida (Núm. 21, 9).
b) -unos querubines.
Harás además, dos querubines de oro; los harás de oro macizo en los
dos extremos del propiaciatorio;... (Ex. 25, 18).
Hizo en el Debir dos querubines de madera de acebuche de diez codos de
altura...Colocó los querubines en medio del recinto interior;... (Ex.
6, 23 y 27).
En el interior de la sala del Santo de los Santos hizo dos querubines,
de obra esculpida, que revistió de oro (2 Cro. 3, 10).
Aclaración. Dios quiere la veneración de los santos representados por
las imágenes, pero no la adoración de éstas como si fuesen dioses.
-A los judíos se les prohibió el culto a las imágenes por su
inclinación a adorar a los ídolos.
No te harás escultura ni imagen alguna, ni de lo que hay arriba en los
cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las
aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás
culto (Deut. 5,8-9).
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