RUT
DicTB
 

SUMARIO: I. Puesto en el canon. II. Análisis. III. Aspectos particulares: 1. Finalidad; 2. Ley del levirato.


I. PUESTO EN EL CANON. La Vulgata latina y la versión de los Setenta colocan el libro de Rut después de Jue; pero en la Biblia hebrea se encuentra entre los Ketubim ("Escritos"), después de Sal, Job y Prov, en la serie de los cinco Megillót ("cinco rollos"), a saber: Cant, Rut, Lam, Qo, Est. Además, en la liturgia judía se lee Rut tradicionalmente en la fiesta de Pentecostés (cf Lev 23,15-22 y Dt 16,9-12), quizá debido a los episodios narrados en 1,22-3,17, que se desarrollan en el período de la recolección de la cebada. Qué lugar ocupaba originariamente, si es que ocupaba alguno, no se sabe. El puesto que asignó al libro la versión griega, y luego la Vulgata, y que se mantiene aún en nuestras Biblias, se debe verosímilmente a las palabras iniciales: "En los días en que gobernaban los jueces..." (1,1).

II. ANÁLISIS. En un período de carestía, Elimélec abandona su ciudad, Belén, y va a establecerse en el "país de Moab" (en Trasjordania) con su familia, a saber: su mujer, Noemí, y los dos hijos Majlón y Kilión. Los hijos se casan con dos jóvenes moabitas. Entretanto, muere el padre, Elimélec. Unos diez años después mueren también los dos jóvenes, Majlón y Kilión, sin dejar hijos. Quedan, pues, tres viudas: Noemí y sus nueras, Orfá y Rut.

Sin marido y sin hijos, a Noemí le parece que no tiene sentido vivir lejos de su ciudad; por tanto, se pone en camino hacia Judea, camino de Belén. Al principio le acompañan las dos nueras sin hacer caso de sus protestas: "Ea, volveos a la casa de vuestra madre... Volveos, hijas mías..., me llenaría de pena por vosotras..." (1,8-13). Al final, Orfá besó a su suegra y volvió a su pueblo; Rut, en cambio, le dijo a Noemí: "No insistas más en que te deje, alejándome de ti; donde tú vayas, iré yo...; tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, yo moriré, y allí quiero ser enterrada..."(1,16-17).

Llegaron, pues, ambas a Belén en tiempo de la siega de la cebada, es decir, a principios del mes de abril.

Para satisfacer las necesidades de su suegra, Rut va a espigar a un campo que —según viene a saber luego—pertenece a un pariente próximo (en hebr., go'el) de Elimélec, llamado Booz. Este admira su virtud y la colma de atenciones (c. 2). Noemí ve la posibilidad de suscitar posteridad legal a su difunto marido y aconseja a Rut que haga saber a Booz que, siendo pariente suyo próximo, tiene el deber de casarse con ella. Booz no tiene dificultad alguna en cumplir su deber de go' el; pero advierte que hay un pariente más próximo que él; si éste renuncia a su derecho-deber, él está pronto a sucederle.

El innominado go'el renuncia solemnemente. Y Booz se casa con Rut: el hijo que nacerá de la unión será legalmente hijo de Noemí y heredero de Alimélec. "Noemí tomó al niño, lo puso en su regazo y fue su nodriza". Las vecinas decían que le había nacido un hijo a Noemí; ella fue la que le impuso el nombre de Obed; éste fue el padre de Jesé, padre de David (cc. 3-4).

III. ASPECTOS PARTICULARES. 1. FINALIDAD. Nos preguntamos con qué fin se escribió este delicioso libro sobre un tema de vida familiar fundada en la felicidad y en la entrega mutua, con rasgos de sobria grandeza y con la descripción de los personajes —Noemí, Booz, Rut— de forma precisa y viva, llena de simpatía. ¿Una página de historia hebrea escrita por un gran maestro o bien una novela?

La hipótesis de una pura novela es apriorista: Rut se presenta como un personaje real; no se comprende cómo un escritor hubiera podido presentar como histórico el parto de su fantasía y querer convencer a sus connacionales —en el período xenófobo en que escribió— de que por las venas de su rey más famoso y admirado corría sangre extranjera. Por otra parte, la afirmación del evangelio de Mateo 1,5-6 ... Booz tuvo de Rut a Obed; Obed fue padre de Jesé; Jesé, del rey David"— invita realmente a identificar esta Rut con la homónima de nuestro libro. Así pues, un cúmulo de observaciones muy convincentes induce a pensar que el libro se basa en un innegable núcleo histórico, y no sólo en sus líneas fundamentales. Después de todo, un novelista habría hecho más fidedigno su relato y más fácil su trabajo ateniéndose a las disposiciones legales del rescate y del levirato.

El escritor era un artista e imaginó las palabras de los personajes siguiendo la verosimilitud psicológica, de modo que responden a los sentimientos de una viuda, triste, pero llena de fe y de espíritu de sacrificio; a los impulsos generosos de las nueras, especialmente de Rut, y a la adhesión de la familia de Elimélec por parte de Booz. Al afirmar de un modo tan sereno y solemne que una moabita entró a formar parte del pueblo hebreo, el escritor no parece haber estado movido por propósitos puramente históricos. Mas aquí es necesario plantear la cuestión del tiempo de la composición.

Hay indicios favorables a una fecha preexílica: precisiones geográficas y cronológicas, estilo clásico. Otros motivos sugieren una fecha más reciente, a saber: el primer período de la época posexílica, en tiempo de las reformas de Esdras y Nehemías: aramaísmos y neologismos, concepción universalista de la religión, sentido de retribución y recompensa por los sufrimientos, y quizá también un vivo sentimiento de rebeldía y consciente reacción a la mentalidad hebrea, contraria al contacto con los extranjeros, y en particular a los matrimonios mixtos, tan claramente reprobados por Dt 23,3-6; Esd capítulos 9-10 y Neh 13,23-29. La datación posexílica parece la más verosímil. La glorificación de la dinastía davídica y la contraposición de un cuadro de su historia a normas xenófobas que iban tomando cuerpo es muy probable que estuvieran entre los motivos que impulsaron al autor a elaborar el núcleo histórico innegable de la familia de David.

Un argumento para dudar de la historicidad de Rut lo encuentra algún estudioso en los nombres de los personajes: Noemí significa "dulzura mía", "graciosa mía"; Majlón, "enfermedad"; Kilión, "aniquilamiento"; Orfá, "nuca", "la que vuelve la espalda"; Rut, "amiga", "compañera"; Elimélec, "mi Dios es mi rey". Sin insistir en estos significados, no se ve lo que pueden valer contra la historicidad en el sentido antes enunciado.

2. LEY DEL LEVIRATO. En la historia de la relación entre Neomí y Booz hay una cuestión de paso de propiedad inmobiliaria complicada con la cuestión matrimonial. Omitimos la primera, para detenernos en la segunda. Concierne a una ley que es designada con el término latino de "levirato" (del latín levir, cuñado), ley codificada en Dt 25,5-10 (cf Gén c. 38). Ella establecía que la viuda de un hombre muerto sin dejar hijos debía desposarse con el hermano de éste, para que el difunto tuviese descendencia. El primer varón que naciera sería considerado desde el punto de vista legal hijo del difunto, heredaría sus bienes y perpetuaría su nombre. La ley tenía como meta la conservación de una familia en Israel. Se le concedía al interesado la facultad de rehusar, pero esto debía manifestarse oficialmente ante testigos a la puerta de la ciudad. Mas el rechazo significaba un notable deshonor: la mujer escupía a la cara al que renunciaba y le quitaba la sandalia del pie, y se le transmitía el deshonor con la expresión "la familia del descalzo".

Se trata de normas corrientes en las civilizaciones del antiguo Oriente. En el libro de Rut las circunstancias son más bien diversas de las normas del Dt y de Gén 38,7-26. Ni Booz ni el otro pariente próximo no mencionado son cuñados de Rut ni de Noemí; no parece que exista una obligación grave, ni se censura al que renuncia. El mismo rito de la renuncia es diverso en Dt 25,5-10 y en Rut 4,7-8; además, si Noemí podía tener aún hijos, Booz hubiera debido casarse con ella para dar descendencia a Elimélec. A pesar de todo, el matrimonio de Booz con Rut está inspirado en la piedad para con un pariente difunto, en el deseo de conservar su nombre y la herencia en Israel (4,5.10.14); por ello es del tipo del levirato. Más que la ley sobre la materialidad, tenemos aquí el espíritu del levirato o un aspecto particular del mismo. Es interesante la actitud del historiador judío Flavio Josefo; él, que ciertamente leía el librito en el estado en que lo leemos nosotros, refiere el episodio de Rut uniformando el relato con las disposiciones mosaicas (Antigüedades judías V, 318-336).

BIBL.: CAMPBELL E.F., jr., Ruth. A new Translation with Introduction, Notes and Commentary, Anchor Bible, Nueva York 1975; CAVALLETTI S., Ruth, Ester, Edizione Paoline 19833; LEPRE C., Il libro di Ruth. Introduzione, traduzione e commento, D'Auria, Nápoles 1981; PENNA A., Giudici e Rut, Marietti, Turín 1963; RowLEY H.H., The Marriage of Ruth, en "HTR" 40 (1947) 77-99; THOMSON Th. y D., Some legal Problems in the Book of Ruth, en "Vetus Testamentum" 18 (1968) 79-99; VESCO J.L., La date du livre de Ruth, en "RB" 74 (1967) 235-247; WOOD G.E., Rut, en Comentario Bíblico San Jerónimo, AT II, 1971, 679-695; WURTWEIN E., Ruth, Tubinga 1969.

L. Moraldi