DONATISMO
DicEc
 

El donatismo, movimiento cismático del norte de Africa, que suele datarse entre el 308-310/311, tuvo su origen remoto en el edicto de Diocleciano que ordenaba entregar las Escrituras. A los que lo hicieron se les dio el nombre de traditores (de tradere: entregar). Un grupo de católicos se negó a aceptar como obispo de Cartago a Ceciliano, argumentando que había sido consagrado por un traditor, Félix de Aptunga. Los obispos numidios apoyaron a los objetores y consagraron a un rival que pronto sería sucedido por Donato, de quien tomó nombre el cisma. Sus partidarios fueron atacados tanto por el Estado como por los teólogos, especialmente Optato y san >Agustín. El movimiento se mantuvo en el norte de Africa hasta que desapareció cuando la Iglesia de esta región fue destruida por los árabes entre los siglos VII y VIII.

En el centro del donatismo hubo conflicto de personalidades, gente con deseos de escapar a la sospecha de haber sido traditores y muy pocas ganas de dialogar. Teológicamente, el donatismo se mostró tendente a restringir la pertenencia a la Iglesia únicamente a los >santos y, por consiguiente, a no reconocer el valor de los sacramentos administrados por los que eran considerados pecadores. San Agustín afirmó la validez de estos sacramentos y atacó la práctica del doble bautismo que los donatistas llevaban a cabo con todos los que se unían a ellos. Las cuestiones planteadas en este cisma vuelven a aparecer siempre que se adopta una actitud rigorista en relación con la >pertenencia a la Iglesia. (>Congregación para la doctrina de la fe; > Magisterio; >Disenso).