BALMES, Jaime (1810-1848)
DicEC

Nacido en Vic (Barcelona), fue filósofo, apologeta, periodista y político. Entre sus obras más significativas se encuentra El criterio (1845), El protestantismo comparado con el catolicismo (1842-1844), Cartas a un escéptico en materia de religion (1846), Filosofía Fundamental (1846) y Filosofía Elemental (1847).

Sobresale por su teoría del conocimiento que le ha valido el calificativo de ser el mejor filósofo del siglo XIX español puesto que quiere superar el materialismo y el agnosticismo filosóficos. La teoría crítica de Balmes se basa en la experiencia a partir de una aproximación al «sentido común», criterio rector para dirigir las facultades del espíritu humano en la búsqueda de la verdad, gracias al instinto intelectual que lleva a la certeza en los casos de realidades no evidentes. Con esta orientación J. Balmes se adelanta a algunas de las ideas más notables de J. H. Newman en 1870 con su método de argumentación basado en la convergencia de conocimientos probables fundados en la realidad de las cosas y recogido por el sentido ilativo (illative sense) de la conciencia1.

A nivel eclesiológico, Balmes, al intentar una «nueva demostración del origen divino de la Iglesia católica» (El protestantismo, Introducción), presenta una apología del catolicismo renovado y socialmente comprometido ya que atribuye al catolicismo haber configurado las sociedades occidentales hasta hacer de ellas expresión de la más avanzada civilización. Tesis que M. Weber medio siglo después confirmará en La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1904-1905), al subrayar que el catolicismo está históricamente marcado por un talante humanista y civilizador. Esta orientación apologética le ha valido a Balmes el calificativo de fautor de la llamada Vía empírica (-> Eclesiología fundamental), adelantándose al cardenal Dechamps (1810-1883) y al Vaticano I 2. Esta Vía empírica, conocida también como vía ascendente, método regresivo o analítico, presenta la Iglesia tal como existe y vive hoy y se la presenta como signo que muestra su credibilidad (->Credibilidad de la Iglesia).

NOTAS: 1 Paralelismo subrayado novedosamente por A. GONZÁLEZ MONTES, La apologética española entre 1850 y 1930, Diálogo Ecuménico 32 (1997) 251-275; M. SECKLER indica que el título de la Filosofía Fundamental de Balmes, traducida al alemán en 1855/ 1856, influyó para forjar la expresión «teología fundamental», cf Fundamentaltheologie, LThK' 4 (1995) 233. -2 J. THOMAS TSENG. De apologetica inetodo quae ,Via empirica» audit, Hong Kong 1960, 4; F. DE VIZMANOS, Teología Fundamental para seglares, BAC, Madrid 1975, 180-503; R. LATOURELLE, Cristo y la Iglesia, signo de salvación, Sígueme, Salamanca 1971, 133; A. DULLES, A History of Apologetics, Nueva York 1971, 180ss., 200ss.; S. PIÉ-NINOT, Teología fundamental en España e Iberoamérica, en R. LATOURELLER. F1SICHELLA-S. Ptí.-NINOT (dirs.), Diccionario de teología fundamental, San Pablo, Madrid 20002, 1455ss.; N. MIRACLE, L'Apologetica de J. Balmes, Tarragona 2000.

SPN