LA COMUNICACIÓN
El
tema de la comunicación se transforma en punto central y de trascendencia
capital en la convivencia social. Partamos del hecho de que en todo
comportamiento hay comunicación y de que toda comunicación es un vehículo de
información que genera lazos de relación entre los miembros de un sistema. Por
ello mismo, la comunicación es algo que permeabiliza la vida de relación entre
los humanos, hasta tales límites que la hace inevitable en cualquier situación.
Desde esta plataforma, la comunicación existe para el ser humano desde
el mismo momento de su nacimiento. La relación madre-hijo está cuajada de
mensajes. Parece, incluso, que el mismo amor materno es ya un producto de la
comunicación que se establece entre el niño y la madre que lo da a luz, máxime
si se tiene en cuenta que no sólo existe un lenguaje comunicativo expresado
verbalmente, sino que hay muchos códigos a través de los que se verifica la
transmisión de mensajes y la emisión y recepción de información.
Sin entrar en el tema de la comunicación profunda que acontece a lo
largo de los primeros meses de vida del niño, para lo cual la literatura científica
está suficientemente enriquecida (SPITZ, BOWLBY, HARLOW, LORENZ), interesa
destacar aquí que ya en el comienzo de la familia y en los entresijos
inconscientes de la misma elección de pareja, hay vinculaciones ocultas con lo
que han sido las primeras conexiones comunicativas del ser humano con la figura
representativa de la madre en las que, por supuesto, no hubo contenidos
traducidos en comunicaciones verbales, sino contenidos emocionales envueltos en
mensajes no-verbales que llegaron profundamente al mundo afectivo del recién
nacido.
Por estas razones, la comunicación es un verdadero encuentro que va
desplegándose a lo largo de la evolución del ser humano.
De ahí que pueda hablarse de la comunicación en un contexto en el que
tienen lugar varios tipos de "encuentros":
1.- Encuentro biológico.- el del recién nacido con la madre, que no se
limita a lo estrictamente biológico, sino que se convierte en camino hacia la
percepción de ciertas pautas ambientales y culturales.
2.- Encuentro personal.- del ser humano con el mundo interno del
"otro", según las distintas fases de desarrollo en que se encuentre y
realice. Entran aquí los "encuentros" con las figuras significativas
de la infancia, padres, adultos, modelos idealizados, etc.
3.- Encuentro cultural.- mediante la percepción de pautas y modelos que
facilitan la incorporación a las estructuras neuropsíquicas de lo que en el
mundo entorno constituye pautas de conducta, normas culturales, fidelidad a
modelos transmitidos, estilos de vida, valores, etc.
4.- Encuentro trascendental.- con realidades de tipo superior en las que
se armonizan estructuras ya aprendidas, pero siempre necesitadas de una más
adecuada integración con lo que se va adquiriendo progresivamente.
Sobre estos cuatro pilares se consolida la "confianza básica"
que, por su parte, va a convertirse en el germen del
5.- Encuentro consigo mismo.- en él se formará la propia identidad que
va a servir de apoyo para la seguridad personal (quien soy, qué quiero, de qué
soy capaz) que hará posible la apertura de vías de contacto con el mundo y con
los otros desde una cohesión interna que es fundamental para la madurez
personal y la madurez de las relaciones interpersonales.
Comunicación y encuentro se entrelazan así para reforzar el sistema
relacional que permite los contínuos intercambios y la emisión y recepción de
información que hará inagotable el perfeccionamiento del ser humano.
I.-
Tipos de comunicación.
Pueden distinguirse dos grandes tipos de comunicación que, a su vez,
abarcarán otros aspectos complementarios sobre los que es preciso tener algunos
conocimientos para su mejor utilización y puesta en práctica.
Estos dos grandes tipos son los siguientes:
-
Comunicación verbal.
-
Comunicación no verbal.
Cada uno tiene su dinámica, su contenido y sus peculiaridades. No
siempre van unidos, y de su discrepancia o de las posibles distorsiones que se
introduzcan en su empleo, pueden derivarse dificultades que afectan a la relación
o conflictos que amenacen la estabilidad en el mismo buen deseo de la práctica
de la comunicación.
La comunicación verbal: este
tipo se realiza de manera continua. También lo pone en juego la pareja que se
acerca a la constitución de un sistema familiar. Consiste básicamente en la
transmisión de información - del tipo que sea- mediante formas verbales, al
tiempo que proporciona al otro un conocimiento exacto de lo que se transmite,
aunque tal conocimiento es puramente intelectual y muchas veces está
desprovisto de elementos esenciales para el establecimiento de una verdadera
relación interpersonal.
Constituye un nivel primario de comunicación y se centra en "lo que
se dice". La base de este tipo de comunicación está en la utilización de
conceptos comprensibles para el receptor de la misma.
La dinámica consiste en que el contenido que se transmite se vincula al
objeto de la transmisión de manera clara y comprensible. Es una dinámica
semejante a la que en el lenguaje cibernético se denomina comunicación
digital.
Las características o peculiaridades pueden sintetizarse del modo que
sigue:
a)
Lo comunicado se vincula al objeto de modo
claro.
b)
Lo que se transmite se hace mediante palabras
inteligibles para el receptor.
c)
Utiliza conceptos.
d)
Los mensajes que envía son mensajes de
contenido.
e)
Es un vínculo de transmisión de cultura.
f)
Cuando se transmite un sentimiento o una emoción
se hace expresando el estado de ánimo con palabras.
La comunicación no verbal:
En este tipo de comunicación la información que se transmite viene
expresada en formas no-verbales, lo que obliga al receptor a traducir de algún
modo el lenguaje codificado que le llega.
Constituye un nivel de verdadera metacomunicación y su variedad es
amplia y diversa: el tono de voz, los gestos, la postura del cuerpo, el mismo
silencio que se adopta cuando se "decide" "no comunicarse",
la enfermedad, el "lenguaje sintomático", la agresividad, el deseo de
huida de un ambiente o grupo, el afirmar "no quiero saber nada de.."
Constituye un nivel secundario de comunicación y se centra en lo que se
dice con gestos o lenguaje corporal.
La base está en lo aprendido en las etapas preverbales de la maduración
personal, en las cuales aprendemos de nuestros padres -tal vez más de la madre,
aunque no exclusivamente- inflexiones de voz, tono, ritmo, cadencias, contacto
de las manos, movimientos del rostro, expresión del mismo, ruidos, etc.
La dinámica se centra en que lo que se transmite se vincula al objeto de
la transmisión de modo confuso y, por ello, necesitado de cierta traducción en
función del contexto en que se exterioriza tal comunicación. Equivale a la
comunicación analógica del lenguaje cibernético.
Las características o peculiaridades pueden reducirse a éstas:
a)
Lo comunicado se vincula al objeto de manera
no siempre inteligible.
b)
Lo que se transmite se hace mediante gestos,
posturas o movimientos que el receptor debe convertir en lenguaje interno que le
resulte comprensible.
c)
No utiliza conceptos, sino que emplea signos
(síntomas, corporeidad, etc).
d)
Los mensajes que se envían son mensajes de
relación.
e)
No transmite nociones ni cultura.
f)
Lo que se envía puede comprenderse de muchas
maneras, hasta tal punto que evoca distintas emociones según el receptor o el
contexto en que se encuentra este.
En la comunicación del sistema familiar esta doble manera de hacerlo
provoca sistemas sanos o sistemas complejos en los que los planos de relación
se entremezclan hasta situaciones complicadisimas.
A ello hay que añadir que la interferencia de ambos tipos en muchas
secuencias comunicativas provocan conflictos que, de ignorar esta óptica,
resultan inexplicables o incomprensibles. Muchos "malentendidos" a
nivel de pareja o de relación intrafamiliar se derivan de una mala traducción
del lenguaje "no verbal", asó como de una parte de mensajes que
llegan por el conducto "verbal" mientras que otra parte del mismo
mensaje viene en forma "no verbal". Aquí se oculta el fenómeno del
doble vínculo.
Fácilmente se adivina que estos tipos de comunicación dan lugar a una
serie de fenómenos que no pueden ignorarse para orientar bien el funcionamiento
de un sistema que comienza a funcionar. Por ello hay que detenerse en algunos de
los más importantes.
En el siguiente esquema quedan recogidos los más importantes:
COMUNICACIÓN
VERBAL NO VERBAL MENSAJES
De
contenido
De relación
Palabras
Símbolos, Gestos,
Signos, Símbolos
LENGUAJE DIRECTO
LENGUAJE CIFRADO
VERBAL
CODIFICADO
Siempre significa lo mismo
El significado depende del
"contexto"/receptor
LA COMUNICACIÓN ES
LA
COMUNICACIÓN SE HACE
EVIDENTE Y CLARA
"METACOMUNICACION"
No necesita traducción
Necesita traducción
CONFLICTOS Y MALENTENDIDOS
EL MENSAJE
Tiene
Una parte verbal
Una parte no verbal
EL MENSAJE ENCIERRA UN DOBLE VINCULO
Aquí se afirma algo
Aquí se niega lo afirmado verbalmente
EL MENSAJE
SE ACOMODA
Reconocidas
Implícitas pero no reconocidas
Explícitas
Secretas
Acordadas
"Metarreglas"
Se ve, pués como el fenómeno de la comunicación se apoya, para su sana
o inadecuada utilización, en otros fenómenos: tipos de "mensajes",
presencia o no de "dobles vínculos", así como "reglas".
II.-
Los niveles de comunicación.
Operativamente parece oportuno reducir a tres los niveles en que puede
establecerse la comunicación:
-
Comunicación informativa.
-
Comunicación racional.
-
Comunicación emotiva, profunda.
a) La comunicación informativa: se
da siempre que la información que se
hace
de manera convencional, fría, en la que sólo se dice "lo que ha
sucedido". Simplemente se informa de lo que se ha hecho, visto, oído o
realizado. Gráficamente se dice que es una comunicación "tipo
telediario", que informa y nada más. Nunca sabemos lo que lo transmitido
supone para quien lee la noticia o para quién la ha creado.
Aquí
predomina, lo convencional, lo cotidiano, rutinario, lo externo.
b) La comunicación racional: se da siempre que al tiempo que se
transmite datos o hechos se comunican algunas consideraciones de tipo
especulativo, reflexivo o intelectual al hilo de la noticia dada. Encierra un
cierto contenido formativo, o manipulativo, ya que al transmitir el hecho se
pretende, en alguna medida, actuar sobre el otro.
c) La comunicación emotiva y profunda: es aquella en la que , al
tiempo que se dan datos se transmiten sentimientos, afectos, emociones, estados
de ánimo, del que comunica. Hay por ello, una cierta manifestación de la
intimidad personal que se desvela a propósito de aquello que se relata o dice.
Es una comunicación autorreveladora del sí mismo. No sólo da uno noticias o
datos ; se da uno - de algún modo- a sí mismo.
Hay que advertir que este nivel de comunicación adopta muchas veces el
lenguaje no verbal ya descrito.
III.-
Perspectivas de la comunicación.
Existen
dos perspectivas principales desde las que se puede acercar uno al tema de la
comunicación, y que están tras las diversas conceptualizaciones de la misma.
Pudiendo así establecerse:
a)
La perspectiva mecanicista:
Los que miran desde esta perspectiva, piensan que comunicarse es, ante
todo, enviar un mensaje que desde una fuente de información debe llegar a un
receptor. Piensan también que el mensaje llegará de una manera o de otra
dependiendo en gran medida del canal o vía de comunicación que recorra. Así
cuando dos hablan, lo que sucede es que uno de ellos (fuente) envía a otro
(receptor), un mensaje a través de un canal (palabras, un escrito, gestos,
etc..). Claro que para que haya una buena transmisión deberá usar un código
de señales que el otro pueda desentrañar y entender (decodificar), y deberá
procurar que en el ambiente no se den demasiados estorbos a una buena recepción(que
no haya ruidos)
Codifica mensaje
Codifica respuesta
Fuente
Ruido
Receptor
Descodifica
Descodifica mensaje
Como se ve, los que defienden que éstos son los elementos importantes en
la comunicación, piensan que una comunicación es buena si es de "alta
fidelidad". Es decir, si el mensaje que yo quiero comunicar llega muy nítido
al otro. Es una perspectiva que se preocupa mucho de buscar qué ruidos pueden
estorbar desde afuera al hecho de que yo sea entendido, y a que entienda, a la
vez, la respuesta de mi interlocutor. Cuida mucho de determinar qué canal es el
adecuado para cada ocasión, y qué lenguaje es el más pertinente. En realidad
los especialistas en comunicación de masas suelen estar muy al tanto de todas
estas cosas para perfeccionar su trabajo, para hacer más efectiva la
propaganda, para llegar con sus discursos a más personas, para lograr ser
entendidos y escuchados cada vez mejor.
b)
La perspectiva social:
Los que contemplan la comunicación más como un "encuentro"
entre personas que como un intercambio de mensajes, piensan que encontrarse
verdaderamente con otro es algo más misterioso y menos exacto que lo dicho
hasta ahora. En su opinión, en cada mensaje que lanzamos estamos presentes cada
uno de nosotros en su totalidad. Y lo importante no es que tú entiendas lo que
yo te digo, sino que me entiendas A MI. Por eso, puestos a representar lo que
quiere decir comunicarse en un esquema como el anterior, tendremos que hacerlo
de la siguiente manera:
YO
TU
FILTROS
Me expreso / te interpreto
Te expresas / me interpretas
Tu y Yo, presentes en un mundo lleno de muchos pequeños o grandes
mensajes, y siendo a nuestra vez un manojo de mensajes cada uno para el otro,
queremos llegar a encontrarnos. Para lograrlo no es precisamente al ruido de los
estorbos exteriores al que tenemos que vencer. La gran dificultad está en los
muchos filtros que nos envuelven, nos disfrazan, y no nos dejan aparecer de
forma transparente ante nuestro compañero de viaje. El caballo de batalla de la
comunicación no está en que nuestros mensajes estén bien formulados, o en que
encuentren el canal adecuado, sino en que Tu y Yo logremos que todas las capas
de prejuicios, de defensa, o de miedos, que enmascaran lo que somos, sirvan para
expresarnos más que para ocultarnos. Porque comunicarse bien con otro es el que
se comunica bien consigo mismo.
IV.-
Los filtros de la comunicación.
Los principales filtros que siempre están presentes de una u otra manera
en la comunicación son los siguientes:
a)
La imagen propia:
Todos tenemos una imagen de nosotros mismos, un concepto propio que hemos
ido elaborando a lo largo de los años, debido, en gran parte, a las opiniones
de las personas que nos han tratado a lo largo de la vida. Esta imagen nos da
identidad, y con ella la seguridad de saber qué pueden los demás esperar de
nosotros y cómo podemos responderles. Por eso tendemos con tanta fuerza a
mantener nuestra propia imagen inalterada, y por eso lo que la amenaza se vive
como un peligro importante. Cuántas veces el hecho de mantener la imagen propia
nos lleva a seleccionar bien lo que mostramos y ocultamos, el cómo aparecemos y
cómo nos expresamos. En verdad la propia imagen, de forma más o menos
consciente, es el mayor filtro de nuestra comunicación.
b)La imagen que tenemos del otro:
Nadie aparece ante mí de forma neutral o totalmente improvisada. Mi
experiencia me hace verle, ya desde el primer momento, como superior o inferior,
como cerrado o abierto, y yo me adapto espontaneamente a esta persona concreta.
c)La definición de la situación:
Es vital aclarar cómo llamamos a una situación porque, aun sin proponérnoslo,
tiene un nombre que está condicionando el tono, la profundidad, el contenido de
toda nuestra relación. Y quizá, si no tenemos la misma definición, se pueden
estar generando solamente incomprensiones y desencuentros.
d)Sentimientos, motivos o cultos (lo no verbal y el "arco de
distorsión"):
Es muy claro cómo influyen, en la selección de lo que
mostramos, nuestros sentimientos y motivos más profundos. En realidad, en
cualquier manifestación que hacemos, además de decir eso que queremos decir,
estamos manifestando necesidades personales e impulsos ocultos, sentimientos que
nos inundan en ese momento, y que quizá ni advertimos en nosotros.
Por eso se ha hablado de que, siempre que hablamos, montamos lo que se
llama "arco de distorsión" que es la distancia que se da entre
lo que yo te digo conscientemente, y lo que te digo de mí aún sin querer
hacerlo.
Te quiero comunicar algo concreto
Tu
quizá lo recibas
YO
ARCO
Te comunico otra cosa mía aún
sin querer
Tu recibes
esto
Sin duda
Yo siempre comunico algo más de lo que pretendo. A menudo este
"otro" mensaje, que transmito de forma no verbal, por medio de gestos,
tono de voz, posturas, sudor en mi frente..., distorsiona mucho mi encuentro
contigo, y crea en ti una perplejidad y un no entender. Es lo que sucede cuando
yo te digo que no te preocupes, que estoy tranquilo, con una voz quebrada por la
emoción. O cuando alguien habla muy autoritariamente de democracia. Se suele
decir que solamente se comunica bien aquel que logra "cerrar" sus
arcos de distorsión, y llega a eliminar la duplicidad en lo que dice y lo que
es.
V.-
Los sistemas de comunicación.
Es un aspecto que afecta a los tipos y niveles aludidos, y que siguiendo
el esquema que ha adaptado P. SCHILLER, sobre ideas de W.F. HILL, clasifica:
I
II
Convencional
Directivo
Sociable
Persuasivo
Cotidiano
Condescendiente
Rutinario
Cerrado
III
IV
Especulativo
Abierto
Intelectual
Auto-revelador
Reflexivo
Auto-responsable
Serio, pero seguro
Serio, con riesgo.
Las características de cada uno de estos cuatro sistemas son las
siguientes:
I: En este sistema de comunicación lo que sucede es que la relación que
se establece para manejar realidades es superficial en la que nadie entra en los
sentimientos de los demás.
Por decirlo de un modo gráfico, se tocan cosas, pero no se tocan nada
los sentimientos.
II: Hay un diálogo manipulativo, ya que se busca por muchos
procedimientos que el otro haga lo que uno pretende.
No se asoma uno a los sentimientos de los otros, sino que se contemplan
los que a uno le agradan y en función de ello se toman decisiones que afectan a
los demás.
III: Hay una posibilidad de apertura, de confidencias, aunque sea en un
nivel cargado de intelectualidad y de factores racionales. Hay, no obstante, un
mayor respeto por los otros, aunque persista el temor a entrar en el mundo de
los sentimientos. Se habla, se razona, se dan explicaciones, se busca la razón
lógica, fría y un tanto calculada de lo que se dice, se hace, se transmite.
Hay un intento de acercamiento, aunque muy tímido. Se abre una puerta
hacia lo confidencial, pero fácilmente queda bloqueada por el peso de lo
racional.
IV: Es el tipo de comunicación más positiva. Hay apertura y compromiso
de lo que cada uno tiene dentro de sí mismo. Se revela y manifiesta algo del
interior, se compromete al expresar sentimientos.
Hay un verdadero contacto con el sentimiento de los otros desde la
profundidad y el riesgo de expresar los sentimientos propios. Se respeta el
mundo emotivo de los demás.
Domingo Delgado
Peralta
Orientador, Terapeuta y Mediador Familiar..