Pobre

névnc, [penes] pobre

1 Penes, de la misma raíz que KOVOQ [pónos], carga, designa en griego (desde Jenofonte) al hombre que no

puede vivir de su propia fortuna o de su patrimonio, sino que ha de trabajar Así pues, el penes, a diferencia del

ma)x°S [ptóchós], no es el menesteroso o el necesitado, sino el que sólo es pobre relativamente (contrario nXoimoQ

[plousios] -> riqueza), en la legislación de Solón esta denominación se aplica a los obreros y a los pequeños

colonos, es decir, al estrato inferior de la democracia Las fronteras de la riqueza se desdibujan, como ocurre hoy

entre nosotros a la hora de diferenciar entre la vida acomodada, el bienestar y la abundancia.

Desde antiguo se ha considerado la segundad adquirida a través de la riqueza o de las propiedades como la

mejor garantía para una vida virtuosa, mientras que en la %£via [penía], pobreza se veía un terreno abonado para

todas las faltas morales (como aparece todavía en Platón, Leg XI, 919b) Pero, a más tardar desde Sócrates, esta

concepción es considerada como insuficiente y se es consciente de que la penia puede fomentar el deseo de

instrucción (cf Diogenes en Estobeo, Ecl V, 783 s) y conducir de este modo a la virtud, que es el verdadero ideal de

la vida Mediante el arte del bastarse-a-si-mismo (amipuEía [autárkeía] -> bastar), la vida en la pobreza puede

llegar a ser rica y libre (Plutarco) No se atribuye a la pobreza ningún valor religioso propiamente dicho

II 1 La versión de los LXX, en la que penes aparece ca 50 veces y el sinónimo mvi%pÓQ [pemchrós] 3, sólo

ha empleado 6 veces la palabra para sustituir a ras, que corresponde en grado máximo al significado griego

fundamental del vocablo (2 Sam 12, 1.3 4; Eclo 4, 14, 5, 7, Sal 81, 3); pero, por lo general, penes designa a los

oprimidos y marginados desde el punto de vista económico y jurídico y en este caso reemplaza 29 veces a 'ebyón (15

veces en los salmos, p. ej 72,413; 86,1; 109, 31, en un sentido aún más perfilado en Am 2,6; 4,1; 5,12,8,4 6, Ez 18,

12), 12 veces a 'ani(p ej Sal 9,13 19; 72,12, Dt 24,14 s) y 9 a dal (p ej 1 Sam 2,8). Dado que todas estas palabras se

traducen también por ptóchós (cf. mfra II, 1) —sobre todo 'am y dal, pero también 11 veces 'ebyón—, queda

evidentemente desdibujada la distinción clara que se hace en el ámbito griego entre el que está necesitado de

limosna (ptóchós) y el que se ve obligado a trabajar y posee escasos bienes (penes), Este hecho parece tener su

fundamento en la relativa identidad de significado de los equivalentes hebreos, pero su causa mas profunda hay

que buscarla en la concepción israelítica de la propiedad y del orden social en general, en la que durante mucho

tiempo la pobreza sólo podía fundarse en la injusticia y, por consiguiente, en las faltas de la comunidad y en la

desobediencia a Dios.

2 A partir de aquí se distinguen dos líneas fundamentales en la evolución de la palabra En el uso del termino

penes, el judaismo ligado al helenismo va claramente en la linea de I, como lo muestra la ausencia del termino

ptóchós en Filón, el cual, en contraposición a los LXX, incluso llega a traducir 'ara por penes en Lv 19,10 y 23, 22,

en lugar de hacerlo por ptóchós. Con ello se emplea en todo caso el vocablo menos escandaloso, más presentable

dentro de los que significan pobre y de ese modo la Biblia se hace más comprensible para la mentalidad griega,

pero también se le priva, al vocablo, de un matiz fundamental

III El NT, en cambio, siguiendo la línea hebrea y veterotestamentaria, aunque sin

emplear con preferencia el mismo vocablo que los LXX, se ha decidido claramente por

-> nxmxóc, [ptóchós] para designar, no solamente la situación del hombre en su entorno,

sino, de un modo especial, su situación ante Dios, ante el cual ha de presentarse

desprovisto de todo. Pénés sólo se encuentra en 2 Cor 9, 9 y es una cita del Sal 112, 9;

cuando aquí se dice que el que teme a Dios «da a los pobres», esto, si tenemos en cuenta el

significado del hebreo 'ebyón, alude claramente a los necesitados. Penichrós sólo aparece

en Le 21, 2, en donde se dice de la viuda que echa su ofrenda que es «muy pobre» (en

cambio, el paralelo Me 12, 42 utiliza el término %x(ojr\ [ptóche]).

L. Coenen

381 (névtiQ) Pobre

ntcoxó? [ptochos] pobre, nxmx&óco [ptocheuo] ser pobre, mendigar; nxtoxeía. [ptocheia]

pobreza

1 1 Ptochos pertenece a la familia de nxn- [pte], acurrucado nxi}aaco [ptésso], asustarse, nxwcoco [ptosso],

acurrucarse, rncímarse, humiííarse con temor, nxmi [ptox], tímido, encogido Literariamente se utiliza a partir de

Homero (s VIII a C) y designa la situación de dependencia social absoluta mendicante, mendigo, necesitado,

pordiosero, pobre Sustantivado, el vocablo se usa aun con mas frecuencia que como adjetivo, puede ir unido a ivtjp

[aner] y tiene el significado de mendigo El termino contrario, que a menudo aparece en conexión con el es plousios,

«rico», «hacendado» En el griego profano el sentido figurado mas próximo es miserable, necesitado, mezquino,

tacaño incapaz de dar nada (solo a partir de Dionisio de Halicarnaso, s I a C) Los derivados mas importantes

son ptocheuo mendigar, llevar vida de mendigo, ser mendigo, ser pobre ptocheia la actividad del mendigo, el

mendigar, la mendicidad, la pobreza

2 En el ámbito griego primitivo la pobreza no es considerada como algo deseable desde el punto de vista

religioso, ni otorga una cuahficacion especial delante de la divinidad, ni sitúa a aquellos que la sufren bajo la

especial protección de los dioses La beneficencia, sobre todo para con los que han quedado empobrecidos por

reveses de fortuna, es»-practicada como una virtud por aquellos que poseen bienes de fortuna, ya que esto es

provechoso para la sociedad, pero en cambio no tiene valor desde el punto de vista etico-religioso Tampoco existe

ninguna asistencia publica especial en favor de los pobres En la filosofía griega postenor la pobreza es

. considerada, en parte, como una condición favorable para la practica de la virtud El ideal mas elevado de la vida

es obrar virtuosamente en medio de la pobreza, superando todos los condicionamientos materiales de la vida

II 1 En la versión de los LXX ptochos (ca 100 veces) reemplaza a los 5 equivalentes hebreos siguientes (de

a] hasta d] casi sinónimo de -• 7i£vr;g [penes])

a) 37 veces a 'ani, en cuyo significado etimológico (raíz 'andh responder) resuena todavía la comprensión

dinámica del concepto Designa al hombre que, en cada situación y con respecto d una persona concreta con la que

se esta en relación (el «partner»), esta obligado a dar una respuesta el subordinado, el vasallo Cuando se trata de

una relación de dependencia económica se añade expresamente b) o c) (cf mfra) Cuando se prescinde de esta

relación tiene el significado genérico de humilde, misero, debü, que casi siempre es sinónimo de pobre, desposeído

(sobre todo en el pentateuco) Que la causa de esta pobreza esta en la carencia de bienes patrimoniales o en el

atropello y no en las propias faltas, lo muestra el hecho de que su contrario no es la riqueza, sino la violencia A

partir de aquí resulta también comprensible el que Yahve el juez de Israel proteja a estos pobres (cf infi-a 2 y 3) y al

que ellos confien y pongan su esperanza únicamente en el Cf también -> humildad (izpwg [pravs] IIJ

b) 22 veces a dal, sobre todo en las profecías de Amos, en Sal y en Prov Dal significa débil en sentido material,

y luego designa la situación social de la clase inferior sobre todo, del pueblo, que es pobre, desdichado, insignificante

c) 11 veces a ebyón, que se aproxima mucho al significado usual de ptochos y designa al que pide limosna, al

mendigo También tiene el significado genérico de (muy) pobre, vagabundo La expresión 'am vf ebyon expresa

—espec en Sal— la actitud del que ora ante Dios (7 veces, p ej Sal 35,10, 86,1 LXX nxwxoq KOÜ rtevtjc, [ptochos

kai penes] L desdichado y pobre) «El orante es vasallo ('ani) de Dios y por eso adopta ante el una actitud

suplicante ('ebyon)» (Bammel, 889) Cf la conocida frase de Lutero «la verdad es que somos mendigos»

d) 11 veces a ral, que se utiliza exclusivamente en un sentido económico-social pobre, necesitado, indigente (a

veces se traduce también por penes d 2 Sam 12,3), es uno de los vocablos predilectos de la literatura sapiencial, en

Prov aparece con mucha frecuencia en contraposición a «rico» (p ej Prov 13, 8, 14, 20)

e) En los escritos tardíos del AT el vocablo misken y sus derivados el subordinado, el inferior (cf también Ex 1,

11, literalmente las ciudades de los trabajos forzados = ciudades granero), que incluso hoy son utilizados por los

mendigos orientales para denominarse a si mismos, han reemplazado a am, al atenuarse su significado Pero solo

en Eclo 30, 14 se traduce misken por ptochos y en Dt 8, 9 (redaccional) el sustantivo derivado miskemut, indigencia

por ptocheia

Partiendo del contenido de los equivalentes hebreos, ptochos ha ampliado su significado en los LXX, sobre

todo en el sentido económico-social y religioso

2 Puesto que Israel es y continua siendo la tierra de Yahve, no debe existir en su pueblo una pobreza

duradera Por eso el libro de la alianza (Ex 20,22-23,19) nos presenta el siguiente programa que, si bien raras veces

ha sido puesto en practica, ha conservado siempre su vigencia en Israel

a) El israelita que, como consecuencia de sus apuros económicos, se ha visto obligado a venderse como

esclavo, deberá recobrar su libertad en el año sabático (Ex 21, 2)

b) En el año sabático, el año en que se deja la tierra baldía, el producto de la misma pertenece a los pobres (Ex

23, 10 s)

c) La explotación y la opresión de los pobres esta prohibida (Ex 22, 22-26)

d) Tampoco deben pisotearse los derechos del pobre (Ex 23, 6 ss) El mismo Yahve se proclama a si mismo

protector de los pobres (Ex 22, 27 b) y recuerda a Israel su acción liberadora en favor de el, que puso fin a su

situación de dependencia en Egipto (Ex 22, 21 23, 9)

Pobre (mwxóq) 382

3 Con motivo del transito de una economía primitiva, basada en el canje de mercancías, a una economía mas

avanzada, basada en el patrón pecuniario, transito que tuvo lugar en la época de los reyes, muchos agricultores

pasaron a depender, en el aspecto financiero, de la población urbana El empobrecimiento de amplias capas del

pueblo se convirtió en un seno problema social, pero también religioso (violación de la ley de Dios) De aquí que

los profetas, sobre todo los mas antiguos, Amos (2, 7, 4, 1, 5,11, 8, 4), Isaías (3,14 s, 5, 8 s, 10, 2) y Miqueas (2, 2, 3,

2 ss), luchen en nombre de Dios contra la injusticia social, contra la explotación de los campesinos y en favor de los

pobres, y amenacen con el juicio de Dios a los responsables de ello, a los ricos

Solo a partir de esta situación histórica se explica el uso del concepto de pobre, desdichado, en los salmos pobre

es el que padece injusticia, y es pobre porque otros han menospreciado la ley de Dios, poíeso, en cuanto humilde y

desamparado, se vuelve en oración hacia Dios, pero no solo como si se tratase de cuestión personal, sino

plenamente consciente de que, en ultimo extremo, se trata de un asunto de Dios Asi, de la autoidentificacion del

que ora con el pobre a lo largo de generaciones, tanto en las lamentaciones como en los cantos de acción de gracias

(Sal 25,16,40,18,69,30,86,1,109,22), se ha derivado paulatinamente el uso especifico déla palabra «pobre» como

autodenommacion de todos aquellos que, en un caso de extrema necesidad, se vuelven a Dios en busca de ayuda

Dios es alabado como protector de los pobres (Sal 72 2 4 12 ss, 132,15 y passim), que hace justicia a los oprimidos

contra sus enemigos (Sal 9, 10, 35, 37, 74, 140)

Finalmente, Dt esboza un programa de reformas sociales, que se inspira en el fuero vigente en la época del

desierto y según parece solo pudo ser aplicado durante un decenio Contiene disposiciones que se orientan

propiamente a la protección de los pobres (Dt 15, 1-18, 24,14 ss y passim, aquí no aparece ciertamente ptochos y,

por lo general, se usa la palabra «hermano» como termino técnico para designar a los miembros pobres del

pueblo)

Desde el exilio, Ezequiel ve el derrumbamiento del remo que aun resta como un castigo de Yahve por las

injusticias cometidas con los pobres y los desvalidos (Ez 22, 29)

La calamidad del exilio hizo que durante algún tiempo los conceptos de «pobre» y «desvalido» se convirtiesen

en una autodenommacion colectiva del pueblo Asi, hay una serie de promesas escatologicas llenas de esperanza

que emplean estos términos al hablar del futuro del pueblo (Is 29, 19, 41 17, 49, 13 51 21 s, 54, 22 ss, 61 1 ss)

De una densidad religiosa mucho menor son los testimonios de la literatura sapiencial sobre los pobres, que

poseen muchos matices y son muy diferentes entre si, van desde la interpretación de la pobreza como una falta

personal (Prov 6,6-11,23,21) y el temor ante ella (Eclo 40,28) hasta un elogio del pobre y una exhortación a aliviar

su situación (Eclo 10, 30, Prov 14, 31)

4 Todas las características de las afirmaciones veterotestamentanas sobre los pobres vuelven a encontrarse

en el judaismo tardío, tanto en relación con la pobreza material y su alivio como en lo que se reliere a su

espiritualización y a su orientación religiosa Son dignos de mención los siguientes puntos

a) La beneficencia espontanea, que se practica con un carácter ritual en todo el judaismo de la diaspora

palestinense Se da una importancia especial a la practica de las obras de candad (dar de comer al hambriento,

vestir al desnudo) entre los fariseos, los esemos y los grupos judeo-helenisticos de Jerusalen (cf también St -B IV,

536-558 sobre «la beneficencia privada en el judaismo antiguo»)

b) La perfecta organización de la asistencia oficial a los pobres en las comunidades de la sinagoga, que llega

hasta la instalación de hospicios, tanto mas cuanto que no se puede constatar en ella la menor tendencia a

desarrollar un programa de nivelación social Esta organización tiene su raíz en los preceptos éticos del AT y se

hizo posible por la recaudación de fondos procedentes del tributo al templo y —después de la destrucción de

Jerusalen— de la limosna publica semanal (-+ servicio, SKXKOVEW [diakoneo] II, 2, cf Taanith 24a) También el

pobre estaba obligado a participar en ella (Scheq 1, 7, 2, 5) en virtud de su equiparación con los demás en el plano

religioso (cf St -B II, 46), aunque el mismo era el principal beneficiario de la asistencia privada y de la que procedía

de la sinagoga Los sacerdotes pobres, asi como los levitas, extranjeros, viudas y huérfanos eran ademas los

beneficiarios de los diezmos que se entregaban cada 3 años (cf Dt 14, 29, 26, 12), que fueron establecidos

posteriormente y que después del año 70 incluso adquirieron una mayor importancia

5 En cuanto a la valoración religiosa de la pobreza, existen grandes diferencias

a) Asi, en los apócrifos, espec en SalSl, se reserva el predicado «pobre» a aquellos hombres a quienes alcanza

la salvación divina, y que, por tanto, se identifican con los justos Por otra parte, esta denominación alude casi

siempre a una miseria material opresiva y al martirio

b) La comunidad «de los pobres» de Qumran (según lQpHab 12, 3 6 10, 1 QpPs 37 II, 10, cf 1QM 14, 7, se

trata de un autodenommacion, como mas tarde lo fue de la comunidad primitiva, el salmista de Qumran a menudo

dice de si, que es «pobre y desvalido»), hace de la renuncia a los propios bienes una regla de vida y, en espera de la

salvación escatologica, establece una bien organizada comunidad de bienes En sus escritos, la comunidad

polemiza contra el sacerdocio que explota a los pobres

c) Finalmente, la teología rabmica dominante niega a la pobreza todo valor teológico y llega a veces a

considerar la pobreza material como una consecuencia de que se es pobre en el conocimiento y cumplimiento de la

Tora (cf bNed 41a, cf en contraposición con esto la 1 a bienaventuranza en Mt, cf infra III, 2b) Esto llevo a una

actitud de arrogancia ante los pobres En total oposición con esta linea se sitúa la escatologia popular, que es

plenamente consciente «de que es a los pobres a quienes primero alcanzara la misericordia divina» (Bammel, 902),

de todos modos, sigue existiendo el peligro de idealizar la pobreza en si misma

383 (mcoxóg) Pobre

III 1. En el NT el término ptochós, pobre, se encuentra 34 veces; la mayor

frecuencia se halla en los evangelios (24), espec. en Le (10 veces, de las cuales 6 en los

pasajes específicamente lucanos); ptocheía, pobreza, aparece en 3 ocasiones y ptocheúó, ser

pobre, sólo en 2 Cor 8, 9.

2. a) Los pasajes de Me y sus paralelos emplean ptochós en sentido propio. Al rico

que quería heredar la vida eterna, Jesús le da la siguiente respuesta: «Vete a vender lo que

tienes y dáselo a los pobres» (Me 10,17 ss; Le 18,18 ss). Mt 19, 21 atenúa esta exigencia

(cf. Bornháuser, loe. cit.); no obstante, considera su cumplimiento como una condición

necesaria para la perfección. En Me 12,41 ss par Jesús dice que la ofrenda (aparentemente

insignificante) de la viuda pobre, que tiene derecho a ser socorrida, supera con mucho

los donativos de los ricos. Sólo en el contexto del relato de la pasión indica Jesús, en las

palabras de Me 14,7 par, que la limosna ha de pasar a segundo plano en un momento en

el que, a los que están con Jesús, se les ofrece la última oportunidad de darle una prueba

de amor, incluso con derroche, antes de ser entregado a la muerte.

b) Mt y Le reproducen en común las afirmaciones de Jesús sobre los pobres en su

- respuesta a la pregunta del Bautista (Mt 11, 5) y en la 1.a bienaventuranza (Mt 5, 3; Le 6,

20), en donde la cuestión de si la forma original es la de Le o la de Mt es tan problemática

como la de si estas palabras han sido tomadas de la tradición judía. Hay muchos

elementos que inclinan a pensar que el texto más breve, el de Le, es el original, pero que la

forma directa en que éste está redactado es secundaria.

En ambos pasajes, «pobre» no tiene un sentido social genérico. La redacción

ampliada de Mt (mcoxoi xa> nveó^iaxi [ptóchoí tó pneúmati] = pobres que lo son de

corazón = los que eligen ser pobres [NB]) designa a aquél que acepta voluntariamente

su pobreza como conforme a la voluntad de Dios, y anhela la plenitud del Espíritu santo

como auxilio decisivo prometido por Jesús (-» humildad). En Le las bienaventuranzas

fundamentalmente se reducen más a la pobreza (los pobres, los que lloran, los que

padecen hambre, los que son aborrecidos por los hombres; las bienaventuranzas van

seguidas de los ayes o amenazas contra los ricos (Le 6, 24-26). Mediante el empleo de la

2.a persona («vosotros, los pobres») nos muestra Le con claridad que la 1.a bienaventuranza

apunta a la pobreza que está implicada en el seguimiento de Jesús: pues el que cree

en el Hijo ve cumplidas todas las promesas que Dios ha hecho a los pobres y a los que

sufren, a los desdichados y a los humillados (p. ej. Is 57,15; 61,1), a los que lloran (Sal 126,

5 s) y a los que padecen hambre (Is 49, 10; Ez 34, 29). En idéntico sentido, Jesús es

proclamado también en Mt 11, 5 par (cita de Is 61, 1) como el que viene a cumplir los

anhelos de salvación de la antigua alianza. Su acción culmina en la liberación de los

pobres.

c) Le ha situado programáticamente esta cita de Is al principio de la predicación de

Jesús (4,18). En él, el desarrollo de este leitmotiv va unido a una acérrima polémica contra

los ricos (Le 6,24 ss; -> riqueza). Así, según el testimonio de este evangelio (14,7 ss), Jesús

exhorta a un anfitrión a invitar al banquete a los pobres y a aquéllos que no pueden

invitarle a su vez y promete a quien esto haga la recompensa escatologica (14,13 s); en la

parábola de la gran cena los pobres son también los primeros invitados que sustituyen a

los que no han acudido (14, 21).

Lázaro, cuyo nombre significa literalmente «Dios ayuda», es el prototipo del pobre

acogido por Dios (16, 20.22), mientras que el rico (cuyo nombre no se cita) que no tuvo

piedad de él lo es del condenado por Dios (cf. 12,13-21). Y cuando Zaqueo, después de su

conversión, da la mitad de su hacienda a los pobres (19, 8), expresa con ello su acción de

gracias por la solidaridad salvífica de Jesús con los extraviados.

Pobre (nxwxóc) 384

3 El término pobre lo emplea Pablo raras veces y de la siguiente manera:

a) En el contexto de la colecta en favor de la comunidad primitiva de Jerusalén,

recoge lo que probablemente es la autodenominación de ellos en la frase «los pobres de

Jerusalén» (en Rom 15, 26 se añade x&v iyicov [ton hagion], Gal 2, 10)

b) A los poderes cósmicos reverenciados por los gentiles les resta todo valor al

aplicarles el epíteto de «pobres»

c) En 2 Cor 6, 10 el término, unido a la antítesis «que enriquecen a muchos»,

caracteriza la paradójica situación del ministerio apostólico (queda roto el esquema

estoico que ha sido asumido, cf Bammel, 909, 227)

d) El verbo (que sólo aparece en 2 Cor 8, 9; en sentido dinámico hacerse pobre,

aoristo ingresivo) y el adjetivo se utilizan para traer a la memoria el autoanonadamiento

de Jesucristo en favor de los hombres (cf. 2 Cor 5,19 ss, Flp 2, 7 ss, pero también 2 Cor 6.

10; 8, 2, en donde se afirma algo semejante de los apóstoles o de la comunidad) Los

conceptos opuestos, ser rico y hacerse rico, designan aquí la comunión con el Padre

abandonada por Jesús y vuelta a recuperar para sí mismo y para los hombres Esta

rememoración dogmática lleva consigo consecuencias éticas: 8, 7 s 14 s

4. Santiago ataca duramente la actitud arrogante de los ricos en público y en la

asamblea de la comunidad (2, 2 s, 6 s), y lucha para que se preste a los pobres la misma

consideración que a los ricos. Argumenta esto diciendo que Dios ha escogido a los pobres

según el mundo (v 5) y afirma que el que no tenga misericordia en este mundo tampoco

encontrará misericordia en el juicio final (v 13, cf Mt 25, 31-46)

5. En las epístolas del Ap los términos antitéticos pobre-rico expresa en 2, 9

(Esmirna) y 3, 17 (Laodicea) la contraposición entre los criterios del Señor glorificado

(1,9 ss) y los criterios humanos, basados en la autovaloración El pasaje de l"? 6 describe

cómo todas las clases sociales y económicas, ricos y pobres, sucumben a la atracción de la

bestia del abismo

H-H Esser

PARA LA PRAXIS PASTORAL

Dios está del lado de los pobres y de los necesitados El que no se comporta con ellos

como es debido o los atrepella tiene al mismo Dios en contra suya. Desde que Dios ha

asumido voluntariamente en Cristo la pobreza de los hombres, el hombre necesitado es la

medida de todas las cosas. En el prójimo que padece hambre, el Señor glorificado nos

ofrece la oportunidad inconmensurable de encontrarle a el mismo en su humildad. Por

eso la cuestión decisiva es si nosotros salimos airosos de este encuentro. Pero aun en caso

afirmativo, nuestra entrega a los pobres, de cualquier índole que sea, no hemos de

considerarla en modo alguno como un mérito que Cristo habría de estimar en cuanto tal

Pues, a través de esta autovaloración nos encumbraríamos nosotros mismos a una

riqueza espiritual condenable Todo lo que hacemos acontece mas bien como una

respuesta agradecida a la entrega previa y fundamental de Jesús a nosotros, que

permanece siempre nueva y gratuita. En el mejor de los casos, no hacemos sino saldar

una deuda.

No obstante, delante de Dios la pobreza no es tampoco una cualidad positiva en sí

misma, sólo lo es en la medida en que esta situada bajo la promesa de la cercanía y

solidaridad de Dios en Cristo Por eso el mensaje de la sagrada Escritura no lleva consigo

ningún programa social perfecto para la remoción definitiva de la miseria humana en la

tierra; pero mantiene siempre despierto el impulso para percatarse de los pobres, tanto de

los que están próximos a nosotros como de los que están lejos, y para acercarnos a ellos

con ánimo de auxiliarles.

En el dar limosna (-• misericordia; -> servicio, SiaKOvéco [diakonéo] II) existe el

peligro de atender al que lo necesita sólo en el plano material, en lugar de prestarle ayuda

a todos los niveles.

La colecta de la comunidad cristiana, en cuanto que forma parte de todo culto a Dios,

sitúa en su verdadera dimensión el servicio colectivo de la cristiandad a los pobres. El

servicio caritativo público de la iglesia debe ser pensado y orientado de un modo

adecuado y en nuestra era tecnificada no puede funcionar sin una buena dosis de

organización; por otra parte, esta organización ha de ser al mismo tiempo lo suficientemente

flexible; si no puede renunciar a una planificación concreta, tampoco puede dejar

de ser consciente de la provisionalidad de los respectivos programas. El que quiera llevar

a cabo este servicio debe, por tanto, estar dispuesto a sacrificar viejas formas de

organización (que quizá han sido válidas en el pasado), cuando así lo exijan las nuevas

tareas que plantea la asistencia a los pobres.

La disposición a asumir la propia pobreza y a aliviar y mitigar la pobreza de los otros,

en una palabra, a estar del lado de los pobres, continúa siendo el punto en que se pone a

prueba la credibilidad de la iglesia de Cristo ante el mundo. Cf. también -» humildad;

-> riqueza; -> servicio.

H.-H. Esser

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