SERMO  QUINTUS / SERMON QUINTO

 

DE MEDIO ADVENTU ET TRIPLICI INNOVATIONE

 

EL ADVIENTO INTERMEDIO Y LAS TRES RENOVACIONES

 

 

Capítulo 1

 

§ 1

 

    Diximus nuper his, qui deargentaverunt pennas suas, dormiendum inter medios cleros, duos significantes adventus; sed ubi sit dormiendum non diximus.

 

     Acabamos de aludir a aquellos que han plateado sus alas y que duermen entre los dos tesoros, que significan las dos venidas. Pero no hemos dicho nada del lugar en donde duermen.

 

§ 2

 

     Tertius enim quidam adventus est medius inter illos, in quo delectabiliter dormiunt qui eum norunt. Illi enim duo manifesti sunt, sed non iste. In priore quidem in terris visus et cum hominibus conversatus est, quando, sicut  ipse testatur,  et viderunt, et oderunt. In posteriore vero videbit omnis caro salutare Dei nostri, et videbunt in quem transfixerunt.

 

   Precisamente, la tercera venida se encuentra entre las otras dos. En ella duermen plácidamente todos los que la conocen. Las dos venidas referidas las conoce todo el mundo. Esta, no. En la primera, el Señor se manifestó en el mundo, vivió con los hombres cuando lo vieron y lo odiaron, como lo atestigua él mismo. En la última, todos verán la salvación de Dios y contemplarán al que traspasaron.

 

§ 3

 

     Medius occultus est, in quo soli eum in seipsis vident electi, et salvae fiunt animae eorum. In primo ergo venit in carne et infirmitate, in hoc medio in spiritu et virtute, in ultimo in gloria  et maiestate. Per virtutem enim pervenitur ad gloriam, quia Dominus virtutum ipse est Rex gloriae; et item alibi ait i em Propheta: Ut viderem virtutem tuam et gloriam tuam. Adventus siquidem iste medius, via quaedam est per quam a primo veniatur ad ultimum: in primo Christus fuit re emptio nostra, in ultimo  apparebit vita nostra, in isto, ut dormiamus inter medios cleros, requies est et consolatio nostra.

 

  La venida intermedia permanece oculta; en ella, los elegidos sólo lo ven en lo hondo de ellos mismos. Así se salvan. La primera venida es carnal y débil; esta intermedia es espiritual y eficaz; y la postrera, gloriosa y mayestática. Mediante la eficacia de la virtud, se llega a la  lona, porque el Señor de toda eficacia es el mismo Rey de  a gloria. Y, en otro pasaje, el mismo profeta exclama: Para ver tu eficacia y tu gloria. Esta venida intermedia es un camino que enlaza la primera con la última. En la primera, Cristo ha sido nuestro rescate; en la última, se manifestará vida nuestra; en la actual, para que durmamos entre los dos tesoros, Cristo es nuestro descanso y consuelo.

 

Capítulo 2

 

§ 1

 

    Sed ne cui forte inventitia videantur quae de hoc adventu medio dicimus, ipsum audite: Si quis diligit me, inquit, sermones meos servabit et Pater meus diliget eum, et ad eum veniemus. Sed quid est: Si quis diligit me, sermones meos servabit? Legi enim alibi: Qui timet Deum, faciet bona; sed plus aliquid dictum sentio de diligente, quia sermones servabit. Ubi ergo servandi sunt? Haud dubium quin in corde, sicut ait Propheta: In corde meo abscondi eloquia tua, ut non peccem tibi. Sed quomodo in corde servandi? An sufficit sola eos servare memoria? At vero sic servanti dicet Apostolus quoniam scientia inflat. Denique et memoriam facile delet oblivio.

 

     Y para que nadie crea que todo lo que decimos sobre esta segunda venida es pura fantasía, escuchadle a él mismo: Si alguien me ama, guardará mi palabra y vendremos a él. ¿Qué quiere decir: Si alguien me ama, guardará mi palabra? Fíjate en este otro texto: El que teme a Dios obrará el bien. Yo creo que acontece algo importante en el que ama por el hecho de guardar la palabra. Pero ¿dónde la guardo? Sin género de dudas, en el corazón. Como dice el profeta: En mi corazón escondo tus palabras para no pecar contra ti. ¿Cómo se guardan en el corazón? ¿No basta retenerlas en la memoria? A los que se contentan con esto les dice el Apóstol que la ciencia engríe. Además, la memoria tiene sus lagunas.

 

§ 2

 

     Sic serva sermonem Dei, quomodo melius servare potes cibum corporis tui. Nam et ille panis vivus est, et cibus mentis. Panis terrenus, dum in arca est, potest a fure tolli, potest a mure corrodi, potest vetustate corrumpi. Ubi vero comederis illum, quid horum times? Hoc modo custodi verbum Dei: Beati enim qui custodiunt illud. Ergo traiciatur in viscera quaedam animae tuae; transeat in affectiones tuas et in mores tuos. Comede bonum, et delectabitur in crassitudine anima tua. Ne obliviscaris comedere panem tuum, ne exarescet cor tuum, sed adipe et pinguedine repleatur anima tua.

 

  Guarda la Palabra de Dios como si fuese la mejor manera de conservar tus víveres naturales, porque la Palabra de Dios es el pan vivo, el alimento del espíritu. El pan material, mientras queda en el armario, puede ser robado; lo pueden roer los ratones e incluso puede echarse a perder. Pero, si lo hubieres comido, ¿temerías todo esto? Guarda así la Palabra de Dios: Dichosos los que la guardan. Métela en las entrañas de tu alma; que la asimilen tus afectos y tus costumbres. Come a gusto, y tu alma saboreará manjares sustanciosos. No te olvides de comer tu pan. Que no se seque tu corazón, y tu alma se saciará con enjundia y manteca.

 

Capítulo 3

 

§ 1

 

    Si sic verbum Dei servaveris, haud dubium quin ab eo serveris. Veniet enim ad te Filius cum Patre, veniet Propheta magnus, qui renovabit Ierusalem, et ille nova facit omnia. Hoc enim faciet hic adventus, ut sicut  portavimus imaginem terreni, sic portemus et imaginem caelestis. Sicut fuit vetus Adam effusus per totum hominem, et totum occupavit, ita modo totum obtineat Christus, qui totum creavit, totum redemit, totum et glorificabit, quique totum hominem salvum fecit in sabbato. Erat in nobis aliquando vetus homo; praevaricator ille erat in nobis, tam in manu quam in ore et in corde: in manu dupliciter, per facinus et flagitium; in corde quoque per desideria carnis  et desideria gloriae temporalis.

 

    Si guardas así la Palabra de Dios, ella te guardará a ti sin duda alguna. El Hijo vendrá, junto con el Padre, hasta ti; vendrá el gran Profeta que renovará,Jerusalén. Vendrá aquel que todo lo hace nuevo. La eficacia de esta venida consiste en que por lo mismo que somos imagen del hombre terreno, seremos imagen del hombre celestial. Y como el viejo Adán invadió al hombre entero y dominó a la totalidad de la persona humana, del mismo modo Cristo quiere recuperarlo todo, la totalidad de la persona que ha creado, que ha rescatado y que glorificará. Por eso salvó a la humanidad en sábado. Convivimos por algún tiempo con el hombre viejo. Aquel depravado estaba en nosotros, en nuestras manos, en nuestra boca e incluso en el corazón. Estaba en las manos de dos maneras: por las arrogancias y el vituperio. Estaba en el corazón: por los bajos deseos y por los instintos de dominación.

 

§ 2

 

     Nunc autem, si qua nova creatura in ipso, vetera transierunt, et contra facinus in manu, innocentia, contra flagitium in ore  similiter per arrogantiam et detractionem, continentia est. In ore contra arrogantiam, verbum confessionis; contra detractionem, verbum aedificationis, ut recedant vetera de ore nostro. In corde vero contra carnis desideria, caritas; humilitas contra gloriam temporalem. Et vide si non in his tribus Christum Dei Verbum recipiant singuli electorum, quibus dictum est: Pone me signaculum super brachium tuum, signum super cor tuum, et alibi: Prope est verbum in ore tuo, et in corde tuo,

 

  Pero ahora existe en él una humanidad nueva; lo viejo ya ha pasado; se alza la inocencia contra los atentados que se perpetran con las manos; la continencia se alza frente a as desvergüenzas. En tus labios, la palabra de confesión se enfrenta a la arrogancia. La palabra de edificación se alza contra el vituperio para que se aleje todo lo viejo de nuestra vida. Y, en el corazón, la caridad sale al paso de los bajos deseos, mientras la humildad se opone a los instintos de dominación. Fíjate cómo con estas tres actitudes cada uno de los elegidos recibe a Cristo, el Verbo de Dios. De ellos se ha escrito: Grábame como sello en tu brazo, como un sello en tu corazón. Y en otra parte: A tu alcance está la palabra, en tus labios y en tu corazón.