Talentos, Parábola de los
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La parábola de los talentos referida por Mateo (25,14-30) es gemela de la que nos ofrece Lucas sobre las minas (Lc 19,12-27). Las dos proceden de la fuente Q. La finalidad fundamental de ambas es inculcar la responsabilidad de los cristianos y su forma de vida antes de que seanllamados al último encuentro con el Hijo del hombre. Cada evangelista ha reelaborado la parábola procedente de la fuente Q. No deben olvidarse, sin embargo, las referencias o vestigios sobre la necesidad de la vigilancia que son denominador común de la enseñanza de Jesús y de la Iglesia (Mc 13,34). Las dos parábolas son el desarrollo de la tesis siguiente: al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado (Mc 4,35; la forma pasiva de la expresión indica que es Dios el autor de la acción).

Originariamente, en labios de Jesús, fue un reproche al estancamiento religioso; un ataque al fundamentalismo saduceo, sobre todo, y el atrincheramiento ante los postulados del pasado, que se opone a la evolución impuesta por el ritmo de la vida. Así lo hace suponer la expresión "les entregó", "me entregaste", repetida dos veces (vv. 14.20.23), que pertenece al argot de la "tradición". La parábola es, pues, plenamente actual. Mateo la elaboró desde la necesidad de inculcar la vigilancia ante el retraso de la parusía Después de "mucho" tiempo, volvió el amo (v. 19). No debe decaer la fidelidad ni el esfuerzo exigidos a sus "siervos" en su trabajo, por la tardanza en la venida de su Señor. El volverá y retribuirá a cada uno según su trabajo y fidelidad. Esta venida última, para cada creyente, tiene lugar el día de su muerte, en el momento de su último encuentro con el Señor en este mundo.

El reparto desigual que un hombre rico hace de sus talentos entre sus siervos pretendía ante todo, así lo cuenta la parábola, hacer que su capital fructificase en manos de sus criados. Para ello tiene en cuenta su capacidad de trabajo y su habilidad para negociar. Los dos primeros siervos de la parábola duplican el capital inicial que les había sido confiado. No se nos dice cómo. Sencillamente porque no interesa para la lección de la parábola. El verbo "ganar" se aplica en el lenguaje de la época a la permanencia esforzada de los convertidos. El capital entregado a cada uno difiere en Mateo. A uno le encomienda cinco talentos, a otro dos y al tercero uno. Una cantidad enorme, equivalente al salario que se podía ganar en ciento cincuenta años, en sesenta o en treinta, respectivamente.

Mateo pasa inmediatamente de la comparación a su significado. El reconocimiento de la habilidad desplegada y del premio proporcionado recibido es típicamente mateano. La recompensa descrita en la parábola implica, significa claramente la vida eterna, una clara referencia a la realidad religiosa. Entra en el gozo de tu Señor. Este premio concedido a los siervos fieles, y precisamente por su fidelidad laboriosa a las consignas de su señor, significa claramente la vida eterna, el reino de Dios (Rom 14,17). El calificativo "fiel" es sinónimo de "digno de confianza", "arriesgado" y también "creyente".

El que así habla debe ser necesariamente el Hijo del hombre en su actitud de juez. Y únicamente por tratarse de realidades sobrenaturales los talentos duplicados se consideran como poco. El tercer siervo deja improductivo el capital de su señor. Y arguye, además, de una manera insolente buscando así disculparse. No se ha atrevido a correr el riesgo. El talento no ha fructificado en sus manos, pero se lo devuelve íntegro. El Señor le responde duramente. Le ha defraudado. También él conocía el riesgo, pero contaba con la diligencia fiel y laboriosa de su siervo. Su holgazanería es la causa última de que eltalento que le había sido confiado haya quedado improductivo.

A continuación encontramos dos incongruencias en la parábola: el señor manda, sin decir a quién, que le quiten el talento y se lo entreguen al que tiene diez. Por otra parte, la parábola supone que los dos siervos primeros han entregado ya los talentos a su señor. Son dos rasgos parabólicos que intentan poner de relieve, en primer lugar, la condenación del siervo inútil, precisamente por su holgazanería y, además, la norma de retribución seguida por el Juez divino: al que tiene se le dará y abundará, pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Es la norma de acción indicada otras veces por Jesús de Nazaret (Mt 13,12; Mc 4,25), que fue colocada por el evangelista en este lugar como resumen de la lección parabólica. El significado de la parábola tiene una validez permanente. —>minas; parábolas.

Felipe F. Ramos