Judíos
DJN
 

El término tiene muchos significados. Con él se designó, en los libros preexílicos, a los habitantes de la tribu de Judá. (2 Re 16, 6; 25, 25; Jer 32, 14; 34, 9; 40, 11; 43, 9) o del territorio de Judea (Neh 1, 2; 3, 33; 4, 6; Est 2, 5; 3, 4; 5, 13).

En el tiempo posterior al destierro designa a los habitantes de la provincia romana de Siria, que comprendía Jerusalén y alrededores. A partir de entonces el vocablo tiene un significado político-étnico. Y éste es el que prevalece tanto en el judaísmo palestinense como en el helenístico.

Nuestro interés se centra en el uso que hace Jesús de dicho término. La expresión "rey de los judíos", referida a la raza judía (Mt 2, 2; 27, 11; Mc 15, 2; Lc 23, 3; Jn 4, 9. 22), es cambiada por ellos por "rey de Israel" (Mt 27, 42; Mc 15, 32; Lc 23, 35). En el evangelio de San Juan tiene un sentido peyorativo, los incrédulos, enemigos de Jesucristo (Jn 2, 18-20; 6, 41; 10, 31). En los sinópticos sólo aparece cuatro veces y siempre para indicar a los habitantes de un pueblo, es decir, en sentido étnico: habla de sus costumbres, del encargo que el Centurión hizo a algunos judíos de relieve para que fuesen a Jesús a pedirle la curación de su siervo. Esta forma de hablar de ellos nos hace pensar que el evangelio se dirigía a lectores y oyentes gentiles.

Este significado étnico adquiere en el evangelio de Juan, con mucha frecuencia, una carga teológica. Se refiere a los dirigentes judíos en cuanto que rechazaron a Jesús y siguieron la misma trayectoria con sus discípulos, incluso judíos, y con todos aquellos que demostrasen una simpatía al movimiento suscitado por Jesús. Hay unos judíos que tienen miedo a otros judíos. Los causantes del miedo son los dirigentes; los amedrentados son el pueblo, todos aquellos que no se ajustasen a las normas del sanedrín o del parlamento supremo. Así ocurrió con los padres del ciego de nacimiento, que eran cristianos o simpatizantes del movimiento de Jesús (Jn 9, 22).

A lo largo de la historia de la Iglesia esta carga teológica de enemistad se extendió a toda la etnia judía como tal, sin la necesaria distinción entre dirigentes y pueblo. Así surgió el calificativo de "deicida" aplicado al pueblo judío. Pero el pueblo como tal no tuvo arte ni parte en el proceso de Jesús. Se le implica en el mismo con la idea de hacerle partícipe en la responsabilidad del sanedrín. Los judíos, como pueblo, fueron mucho menos culpables de la muerte de Jesús que los griegos, como pueblo, de la de Sócrates. La Iglesia, a última hora, así lo ha reconocido. -> excomunión; pueblo; instituciones; grupos; contexto.

Felipe E Ramos