Gerasa
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Durante el período neolítico, durante el séptimo milenio antes de Cristo y en la primera edad de Bronce (es decir, en el periodo cananeo) el lugar denominado Gerasa estaba inhabitado.

El origen de Gerasa parece ser semítico, así lo testifica su primera ocupación, aunque la primera mención de la ciudad aparece durante el período helenístico, cuando fue llamada "Antioquía" sobre la ribera de Chrysorrohas, indicando que el asentamiento helenístico fue establecido bajo la dinastía seleúcida. Esta dinastía fue fundada por Antioco IV, pero una leyenda griega atribuye su establecimiento a Alejandro Magno.

La jurisdicción de la ciudad se extendía al sur más allá del Yabok, por el norte al otro lado del río Yabis, por el oeste cerca de Negev y por el este con el desierto.

Durante el final del reino seleúcida, el centro de Gerasa estaba gobernado por Zenón y Teodoro, los gobernantes de Filadelfia (Amán), hasta que fue conquistada por Alejandro Janneo. Así permaneció en poder de los asmoneos, hasta el tiempo de Pompeyo. Después una comunidad de judíos comenzó a vivir en la ciudad y mantenía relaciones de amistad con sus habitantes.

Bajo Roma el papel importante de la autonomía de la ciudad de Gerasa fue incrementando, especialmente después de la conquista del reino nabateo por Trajano (105 d. C.) y la organización de la provincia de Arabia.

Es bajo el emperador Adriano, que visita la ciudad en el 129/130, cuando Gerasa comienza a crecer, a desarrollarse y posee espléndidas edificaciones.

En tiempo de Caracalla, en la tercera centuria, le fue conferido el título de colonia romana.

La antigua Gerasa era una de las diez ciudades que formaban la Decápolis. Gerasa, la moderna Jerash, difícilmente puede ser el lugar de la historia del milagro (Mc 5, lss) porque está a 37 millas al Sureste del mar de Galilea, demasiado para una carrera de cerdos. Gadara, que ha sido identificada con la moderna Um Qeis, está también lejos, 5 millas al Sureste del mar. Esto deja Gergesa, la moderna El Koursi, sobre la ribera Este del mar como la única posibilidad razonable, si alguna creencia se da a las declaraciones geográficas de los evangelios.

Gerasa, como tal, no aparece en el Nuevo Testamento, sino solamente "la región de los gadarenos" en el evangelio de San Mateo (Mt 8, 28); mientras que los otros evangelios sinópticos San Marcos y San Lucas (Mc 5, 1; Lc 8, 26. 37) hablan de "la región de los gerasenos".

La localización de Gerasa fue un problema hasta el año 1895 en que se estudió arqueológicamente. Posteriormente durante los años 1928 y 1934 se desarrollan excavaciones sistemáticas. Porque la derivación del nombre a partir de ge'rontej (veteranos) de Alejandro Magno que habrían sido asentados allí es una mera especulación etimológica. Otra cosa es que ciertamente la ciudad fue fundada como una ciudad griega por Alejandro Magno. La fundación está atestiguada por una moneda de la ciudad que corresponde al reinado de Cómmodo y sobre todo por la existencia en la misma ciudad de una imagen de Perdicas. Este hecho sugiere que dicha ciudad fue fundada por el emperador griego, sobre todo porque es sobre la estatua de Perdicas donde aparece la moneda con la inscripción: "Alejandro de los macedonios fundador de Gerasa".

La ciudad existía en el siglo II a C. y es mencionada por primera vez en un contexto narrativo durante el reinado de Alejandro Janneo quien la conquista al final de su reinado, como ya hemos indicado.

El Nuevo Testamento presenta tres pasajes en que aparece la región en la que Jesús se encuentra a dos endemoniados (Mt 8, 28) y donde él exorciza a los demonios a los que permite entrar a una piara de alrededor de 2.000 cerdos que se arrojan desde lo alto del precipicio, hasta el mar y se ahogan (Lc 8, 26; Mc 5, 1). El evangelista San Marcos hace uso de una designación semítica "tierra de los extranjeros", en hebreo: gerustm, como el nombre de una región entera. Pudiera ser que la ciudad de la Decápolis presupuesta en el evangelio de San Marcos fuera Hippos (Mc 5, 14. 20). El "país de los gadarenos" del evangelio de San Mateo (Mt 8, 2834) se funda para dar el nombre de la capital regional, Gadara. Si la lectura "país de los gergasenos" en el evangelio de San Lucas (Lc 8, 2639) es original, esto refleja quizás el nombre semítico para Hippos. Y también se puede referir a los girgasitas, que, según algunos pasajes veterotestamentarios (Dt 3, 14; Jos 12, 5 LX(), estaban asentados en esta zona.

No obstante, el problema no es geográfico, sino de crítica textual, porque los manuscritos presentan tres variantes: gerasenos, gadarenos, gergesenos. Los gerasenos son los naturales de Gerasa, los gedarenos naturales de Gádara y los gergesenos naturales de Gérgesa. De una parte, sabemos el poco interés del evangelista San Marcos por la geografía y la topografía. De otra, Jesús llega a la región de los gerasenos, y allí encuentra al endemoniado. El evangelista se refiere a la región que está al lado este del mar de la Galilea.

Según la crítica textual "gadarenos" es probablemente la influencia dudosa al paralelo de Mt 8, 28. Pero decidir entre "gerasenos" y "gergesenos" tiene mucha más dificultad. Esta última variante textual no se encuentra en el texto original y se debe a un intento de identificar el lugar donde se desarrolla la historia del endemoniado. Orígenes conoce un lugar al este del lago, cerca de Kurse, en la desembocadura del Wadi es-Samak. A unos dos kms. al sur, un acantilado de unos cuarenta y cuatro metros del altura se adentra unos cuarenta metros en el lago. Orígenes relaciona la orilla oriental con los girgasitas (Gn 10, 16).

Una mayoría de los críticos prefiere la lectura "gerasenos" sobre la base de una evidencia externa superior y la probabilidad de "gadarenos" es una asimilación escriba) para que prevalezca el texto de San Mateo (Mt 8, 28) y "gergesenos" es una corrección, quizás propuesta originalmente por Orígenes. -> Galilea.

BIBL. — E. SCHÜRER, Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús, II, Madrid 1985, 206-214; G. ScHILLE, rrpaaTlvoc, en: H. BALz - G. SCHNEIOER, Diccionario Exegético del Nuevo Testamento, 1, Salamanca 1996, 737-738; G. CAMPS, Gerasa, Gerasenos, en: A. DÍEZ MACHO - S. BARTINA, Enciclopedia de la Biblia, III, Barcelona 1962, 858-862; ENCICLOPEDIA JUDAICA, vol. 7 Fra- Ha, Jerusalem, Israel, 432-434.

Antonio Llamas