SEGUNDA LECTURA

La predicación del Evangelio no es un sermón neutral, que pueda satisfacer a todos; sino una denuncia, clara y definida, de las desigualdades económicas y sociales que dividen artificialmente a la humanidad en clases sociales y económicas.


 

Lectura de la carta del Apóstol Santiago 5,1-6.

Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado.

Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego.

¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!

El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos.

Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza.