COMENTARIOS A LA SEGUNDA LECTURA
Rm 11. 33-36

 

1. D/TRASCENDENCIA

Dios es un misterio insondable que nos sobrepasa, a pesar de que al mismo tiempo nos penetra por todas partes.. "¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!". "Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros" (/Is/55/09). ¿Quien no ha experimentado, alguna vez, la grandeza de Dios? Jesús la expresa también así, en respuesta al joven que le había llamado "Maestro bueno": "¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios" (Mc/10/18). La grandeza de Dios es, por tanto, también una grandeza de bondad: a su lado nadie es realmente bueno. Este sentido de la admiración y el respeto es sanamente saludable. No podemos reclamarnos de Dios, como si lo tuviésemos al alcance de la mano y lo conociésemos.

Acerquémonos a él con respeto. Pongámonos en la escuela de Dios:

"A Dios nadie lo ha visto jamás: El Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer" (Jn 1. 18). "Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Quien me ha visto a mí ha visto al Padre" (Jn 14. 6/9).

J. TOTOSAUS
MISA DOMINICAL 1987/16


2. D/ADORACIÓN/ADMIRACIÓN  

Estos vv. finales del tema tratado en los tres capítulos precedentes son como la reacción ante lo expuesto. No son doctrinales, porque no siempre en la Biblia hay un mensaje ideológico o conceptual, sino son más un ejemplo de reacción humana ante Dios. Para que aprendamos a reaccionar también así Realmente es un acto de adoración, de reconocimiento y aceptación de la forma de proceder de Dios. Un proceder muy suyo, de justificar a quien no lo merece, al lejano. Modo de proceder muy diferente del humano, incomprensible desde nuestras categorías comerciales, que solemos también aplicar a Dios. Pero se nos escapa. No vemos por qué habría de salvar a Israel ni al pecador, pero lo aceptamos agradecidos, porque también nosotros somos Israel y pecadores. Esto sería importante. No considerarse fuera del plan de Dios expuesto antes, como espectadores de Israel y su historia, no concernidos por ella. Porque, aparte de la vinculación histórica nuestra con los judíos (vg.: Jesús era miembro de este pueblo, y María, y los apóstoles, etc), su historia es la nuestra como veíamos anteriormente. Por lo tanto, damos gracias y reconocemos un plan de Dios que nos afecta.

También es acto de contemplación, de sobrecogimiento y de glorificación. Uno mira y admira. Pero también agradece y glorifica, se mete dentro de ese plan de Dios y se siente contento de estar allí. Da gloria a Dios y con eso mismo entra dentro de ella y participa. Deberíamos ejercitarnos en esta actitud religiosa.

FEDERICO PASTOR
DABAR 1990/43


3. P/PLAN: DIOS PERMITE A CADA HOMBRE PASAR POR EL PECADO CON EL FIN DE EXPERIMENTAR LA VANIDAD DE SU VOLUNTAD PROPIA.

La historia de la Humanidad se le presenta a Pablo como una carrera entre judíos y paganos. Unos fueron los primeros en obedecer, pero después desobedecen; los otros, que empezaron por desobedecer, terminaron obedeciendo (vv. 30-31;cf. /Mt/21/28-32). Pero, dominando este ir y venir y dando la clave de todo ello está la misericordia de Dios (v. 32), que permite a cada hombre pasar por el pecado con el fin de experimentar la vanidad de su voluntad propia y abrirse a la gracia del amor divino, única salida posible a la situación en que estaba envuelto el hombre.

MAERTENS-FRISQUE
NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA V
MAROVA MADRID 1969.Pág. 296


4.

Continuamos aquí la lectura del domingo anterior, tomada de la carta de Pablo a los romanos. En todo este capítulo 11, Pablo ha desarrollado su pensamiento en torno al problema de la desobediencia de Israel al evangelio de Jesucristo. Ya hemos visto cómo espera que un día, al final de los tiempos, también alcancen misericordia los judíos que, por no aceptar el universalismo de la salvación, se han excluido de ella. Pues Dios ha querido encerrarnos a todos, judíos y gentiles, en la desobediencia, para tener de todos los pueblos una misma misericordia. Pablo concluye este capítulo y este tema alabando una misma misericordia y la generosidad de Dios, la insondable misericordia divina. Por unos caminos inescrutables, Dios conducirá a Israel a la salvación prometida. Y esto es motivo de admiración y de alabanza para el creyente.

Para trazar sus planes, Dios no ha pedido a nadie consejo; por eso nadie conoce sus pensamientos, y sus caminos son inescrutables. El misterio de la salvación está por encima de toda sabiduría humana, excede todo conocimiento humano.

Dios tampoco ha recibido ayuda de nadie para realizar sus planes de salvación; por eso nadie puede exigirle una recompensa. De ahí que sea insondable su generosidad, pues da antes de recibir nada y salva simplemente porque quiere y es bueno. La salvación es un misterio que excede también todas las exigencias de la humana voluntad. Dios está por encima del conocimiento y de la voluntad humana; es un misterio de gracia.

En la historia de la salvación Dios es el que tiene la iniciativa y el señor de los acontecimientos, hasta conseguir lo que se propone. Todo el universo se mueve según el designio y la divina misericordia. Así que es preciso dar a Dios todo el honor y toda la gloria por los siglos de los siglos.

EUCARISTÍA 1987/41


5.

-Todo es de él, por él y para él (Rm 11, 33-36)

San Pablo nos ofrece un bellísimo modelo de oración de acción de gracias. Anteriormente ha desarrollado todo lo que Dios ha hecho por los judíos y los paganos. Si todos han sido arrojados en el pecado, él los libera y los renueva para que se manifieste el amor de Cristo.

Ante esta actitud de Dios, nos vemos llevados a reconocer la profundidad de su sabiduría y de su ciencia. El amor de Dios es para nosotros como un abismo, hasta el punto de que resulta imposible valorarlo en toda su profundidad y su naturaleza.

La riqueza de Dios es uno de los temas predilectos de Pablo, que nos pone en guardia contra lo que podría ser menosprecio de la riqueza de la bondad de Dios (Rm 2, 4). Jesús nos ha colmado de todo tipo de riquezas: la de la palabra y todas las de la ciencia (1 Co 1, 5). Es preciso anunciar esta riqueza a los paganos (Ef 3, 8). Nunca estamos en situación de abandonar, porque, en la medida de su riqueza, Dios atiende a nuestras necesidades (Flp 4, 19). El misterio de la salvación, oculto en Dios desde todos los tiempos, ha sido desvelado. Dios ha querido que los paganos conozcan la riqueza de la gloria de este misterio (Col 1, 27). La Palabra de Cristo permanece en nosotros en toda su riqueza (Col 3, 16). Esta riqueza de Dios es una posesión destinada a expandirse en nosotros. Del mismo modo, la sabiduría de Dios es un abismo y a veces se nos presenta como una locura (1 Co 1, 25). Esta sabiduría de Dios es, en definitiva, el mismo Jesucristo. Es en él en quien están escondidos los tesoros de la sabiduría (Col 2, 3). Igualmente están escondidos en él todos los tesoros de la ciencia; porque todo lo que se aplica a Dios se encuentra en Cristo.

El pasaje finaliza con una breve doxología:

Todo es de él,
por él
y para él.

En su carta a los Colosenses leemos una doxología parecida, Pablo tiene suficiente talento para reunir en unas cuantas palabras la riqueza de una teología que debe ser orada y nos revela el estilo de oración que debía ser de su agrado:

Porque en él fueron creadas todas las cosas...
todo fue creado por él y para él.
El existe con anterioridad a todo
y todo tiene en él su consistencia (Col 1, 16-17).

ADRIEN NOCENT
EL AÑO LITURGICO: CELEBRAR A JC 6
TIEMPO ORDINARIO: DOMINGOS 9-21
SAL TERRAE SANTANDER 1979.Pág. 163