REFLEXIONES

 

1. MIEDO/SEGURIDAD 

Tal como están las cosas me parece que hay ciertos peligros que a todos, de una manera o de otra, nos amenazan. Ante todo, el miedo: la vida está cada día mas difícil, el futuro no se ve claro, la gente se siente amenazada de muchas maneras. De ahí que casi todo el mundo busca seguridad y protección; pero, como eso no se encuentra en las instituciones civiles y profanas, cada día es mayor el número de personas que buscan en la religión la seguridad que no encuentran en otros sitios. Ahora bien, cuando el instinto básico que nos empuja hacia lo religioso es el deseo de seguridad, la significación de la fe nos resulta prácticamente incomprensible, porque el dinamismo característico de los creyentes no es la seguridad, sino la fidelidad.

J. M. CASTILLO
MISIÓN ABIERTA
ENERO 1981, Pág. 95s


2. ORA/POSTOLADO

Todos sabemos que un auténtico hablar de Jesús sólo es fruto del hablar con Jesús, de creer en él como triunfador de la muerte y Señor de la existencia, de experimentar en nosotros la evidencia de su amor salvador y de la fuerza que nos infunde.


3. MONICIÓN ENTRADA.

Mucho han cambiado las cosas en estos últimos tiempos. Andamos confundidos, desconcertados, sin saber a qué atenernos. Hemos perdido la seguridad. Pero no habremos perdido la fe, si seguimos confiando en el Señor, en cuyo nombre nos reunimos. No es el miedo lo que nos recluye en el templo, sino la esperanza la que nos invade. Pues creemos que Jesús murió y resucitó. Eso es lo que nos anima. Eso es lo que celebramos en la eucaristía. Que el pan y el vino, el cuerpo y la sangre de Jesús, nos mantengan firmes en la fe y sostengan nuestra marcha y nuestra esperanza a pesar de todo.

EUCARISTÍA 1981/38


4. MONICIÓN DE DESPEDIDA.

Si creemos en Jesús resucitado, si el Evangelio no es un cuento para nosotros, si el Señor vive y no es un fantasma, ¿por qué tenemos miedo?, ¿por qué somos derrotistas? Y si no tenemos miedo, ¿por qué nos preocupa tanto la seguridad y apenas somos capaces de arriesgar nada por los demás y por la causa de Xto? Así no hay quien nos crea.

EUCARISTÍA 1981/38


5.

¿Quién nos ha dicho a nosotros que la vida cristiana es tranquilidad? La fe no ahorra a nadie las dificultades y los problemas, aunque ayuda al creyente a superarlas. Es así, afrontando los problemas y superándolos con fe, como damos testimonio en el mundo de la resurrección de Jesús.

EUCARISTÍA 1978/37


6. FE/V/SENTIDO.

¿Tiene sentido la vida? Parece claro que si la vida ha de tener algún sentido, su sentido no puede venir de la vida, sino de un absoluto. (...) Una cosa parece clara. La fe sigue siendo la razón suprema de la existencia. No se puede vivir sin fe. La fe es lo que da consistencia a la biografía y a la historia, la que puede poner calma en este mar de zozobra, la que puede sacar adelante la vida y la causa del hombre. La fe se presenta así como la única posibilidad de salvación. La fe, religiosa o filosófica, la fe que se propugna o la que se impugna, la fe que se tiene o se cree tener o se dice que se tiene, incluso la fe que se dice no tener, pero que se busca desesperadamente.

Y es que la fe es lo único que puede dar razón de la vida y, por tanto, también de la muerte.

EUCARISTÍA 1978/37


7. DESEO/BUSQUEDA. LA CERTIDUMBRE SIN LA BÚSQUEDA SOLO PUEDE SER AFECTADA.

La pobreza de la fe y el miedo a vivir, unidos, insinúan bajo mano el arma más odiosa de la debilidad cristiana: la impostura de los bienpensantes. (...) La verdad es para ellos una cosa aprendida, dentro de los límites estrictos de la tranquilidad y la utilidad. Les irrita que pueda ser enfocada como riesgo.

Quieren la certidumbre, que les sienta bien y el triunfo público de la fe, que les tranquiliza. Aman también ese poco de fe adormecida que les queda porque la fe siempre es amable, y ellos no son unos monstruos. Pero la certidumbre, sin la búsqueda, sólo puede ser afectada, el triunfo sin el testimonio, sólo forzado.

He ahí cómo aparece esa abreviatura perezosa, ese estado de impostura, crónico y diluido, que hará decir en medios no cristianos: el microbio cristiano sólo sabe vivir en el aire aislado.

E. MOUNIER
EL AFRONTAMIENTO CRISTIANO
BARCELONA 1962/Pág. 97 s.


8. FE/PURIFICACION: LA IGLESIA SE LIBERA A GOLPES DE ATEÍSMO DE LA SUJECIÓN INVOLUNTARIA A LA RELIGIOSIDAD AMBIENTE, DE LA VOLUNTAD DE DOMINACIÓN. SEGURIDAD. 

Dios ofrece a la iglesia una ocasión única. Después de veinte siglos de tanteos y ensayos, la iglesia se libera, bajo los golpes del ateísmo, de la sujeción involuntaria a la religiosidad ambiente, de la voluntad política y económica de dominación. Ella se había alienado; por fin se va a encontrar con más plenitud que otras veces la compañera exclusiva del Salvador en un mundo que pide a gritos socorro. Ella puede abandonar las orillas que le fueron tan familiares en los tiempos de su infancia y de su adolescencia y lanzarse a alta mar para responder a la llamada desesperada de la humanidad.

EL EVANGELIO Y EL ATEO
MAROVA/MADRID 1968/189


9.

A. Camus había diagnosticado que el nuestro es el siglo del miedo. Hemos de reconocer que de esta infección no están, ni mucho menos, inmunes los cristianos.

FE/SEGURIDAD: Preferimos la seguridad. Hemos colocado a la prudencia en el vértice de todos los valores. Procuramos buscar los sitios donde sea menos la fatiga y donde estemos al abrigo de los golpes. No nos gusta el aire libre. Hemos perdido la costumbre de amar la libertad. Hombres que tienen miedo del salto: en eso nos hemos convertido -dice Mounier. Todos pasan y nosotros nos quedamos en la orilla de los abismos del porvenir.

ALESSANDRO PRONZATO
EVANGELIOS MOLESTOS
Ed. Sígueme, Salamanca 1969.Pág. 176