SEGUNDA LECTURA

En las comunidades cristianas no deberían ocupar los primeros puestos las excelencias o las eminencias mundanas. Allí el orden social se invierte en forma desconcertante. Una iglesia a imagen y semejanza del protocolo mundano es una caricatura del verdadero proyecto de Cristo.

 

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1,26-31.

Hermanos:

Fijaos en vuestra asamblea, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios.

Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.

Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención.

Y así -como dice la Escritura- el que se gloríe que se gloríe en el Señor.