COMENTARIOS A LA PRIMERA LECTURA OPTATIVA
Is 40, 1-5.9-11

1.

Para estas Notas exegéticas tenemos en cuenta las lecturas optativas del ciclo C, que figuran en la última edición del 'Leccionario C" y en el "Misal de la comunidad ".

Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres

Leemos el inicio del libro del Segundo Isaías, el profeta an6nimo que anuncia a los exiliados de Babilonia el retorno a la patria. El día de Navidad, en la misa del día, ya leíamos un oráculo de contenido y estilo muy similares. En el texto se distinguen cuatro pasos:

1. Anuncio inicial: llega el momento del consuelo para el pueblo afligido, y Dios lo hace saber. El Dios del Segundo Isaías es, por encima de todo, el Dios que quiere consolar y restaurar a su pueblo.

2. Desde Babilonia, se dirige un mensaje a la ciudad de Jerusalén, que aquí toma la figura de una mujer sola y abandonada. A esta Jerusalén abandonada, a la ciudad destruida en la que no vive nadie, le han de llegar las palabras amorosas: Ya está, ya ha terminado tu abandono, Dios te ha perdonado.

3. Se describe, con tonos gloriosos, un hecho histórico que se prevé que ocurrirá bien pronto: los exiliados dejarán Babilonia, atravesarán el desierto, y llegarán a Jerusalén. El camino (¡que ciertamente no debía ser fácil!) es presentado como un paseo lleno de facilidades. Y es que espiritualmente es así: es un camino guiado por Dios, un camino en el que Dios se mostrará glorioso, fuerte para liberar a su pueblo.

4. El profeta imagina el final del recorrido, y vuelve a anunciar a Jerusalén la gran noticia esperada: ¡ya ha llegado el momento anhelado! Es Dios quien conduce la caravana, como un guerrero victorioso. Pero su fuerza guerrera se muestra en la ternura del pastor, que vela especialmente por los débiles del rebaño.

La gloria del Señor que se mostrará ante todo el mundo en la salvación de su pueblo, la Buena Noticia esperada que se manifestará para Israel en el retorno del exilio, ahora se hace realidad plena y verdaderamente universal en Jesús que inicia su misión.

J. LLIGADAS
MISA DOMINICAL 1995, 1