COMENTARIOS A LA SEGUNDA LECTURA
Hch 13, 22-26 


1.

Es el primer discurso en que aparece Pablo misionando, mientras los anteriores tenían como actor a Pedro. Pero el contenido principal es el mismo, igual que la elaboración literaria, lo cual indica que son composición de Lucas y no transcripción literal.

Esta elaboración consta sobre todo de reflexiones sobre el A.T. Se trata de una breve síntesis de la historia de la salvación, indicando algunos de sus hitos, para mostrar que en JC culmina toda ella. El Bautista parece sin solución de continuidad respecto a sus antecesores, empalmando con ellos. Es el último eslabón de la acción de Dios para preparar la venida de un Salvador. Por su parte, Jesús es la Palabra de Salvación (13. 26). Juan no apunta hacia sí mismo, sino hacia Cristo, tal como dice la tradición sobre el Bautista. Es uno de los textos donde este personaje es contemplado más explícitamente como figura véterotestamentaria.

Lo realmente importante es la palabra de salvación, el Señor Jesús. Juan está en función del mismo Jesús.

Acción de Dios en la historia por medio de hombres y entrega de estos hombres a la causa de Dios serían las dos lecciones principales de este texto.

F. PASTOR
DABAR 1990, 34


2. /Hch/13/14-43

El largo discurso de Antioquía de Pisidia (13,16-41) representa el tipo de predicación de Pablo ante un auditorio judío, como el llamado discurso del Areópago lo será de ]a predicación a los gentiles. Presenta tres partes claramente diferenciadas por los apóstrofes «hombres de Israel y los que teméis a Dios» (v 16) y «hermanos», que se repite en los vv 26 Y 38. La primera (16-25) es un resumen de la historia de Israel desde los patriarcas hasta las figuras de David y el Bautista, que anuncian a Jesús. Exordio adecuado para captar la atención de los judíos, que encuentra un buen paralelo en el discurso de Esteban (7,1-43). La segunda (26-37) quiere demostrar la mesianidad de Jesús, rechazado por el pueblo, pero avalado por las profecías que se han cumplido en él. El proceso empleado encuentra también buenos paralelos en los discursos de Pedro (2,22- 35; 3,13-26). Por fin, una tercera parte (38-41), más breve y más paulina, proclama una justificación que viene de la fe y no de la ley de Moisés. La reacción de los oyentes parece favorable en principio, pero piden aclaraciones. E invitan a Pablo a hablar de nuevo el sábado siguiente.

El lenguaje directo hace la narración más viva y popular, y a menudo Lucas cede la palabra a los protagonistas de su historia. Los discursos de los Hechos de los Apóstoles abarcan una buena parte del libro. El lector moderno no puede evitar hacerse una pregunta, que lleva a una lectura más sugerente e inteligible: ¿nos ha transmitido Lucas los verdaderos discursos de los protagonistas o más bien debemos pensar que son creaciones literario-teológicas del autor? La respuesta adecuada parece que ha de matizarse y evitar puntos de vista demasiado unilaterales. En general, y de acuerdo con investigaciones dignas de crédito, hoy se tiende a contestar a dicha pregunta de diferente manera que en el pasado. Sin dejar de reflejar el tenor objetivo de la primitiva catequesis a los judíos y a los gentiles, los discursos de los Hechos son en gran parte verdaderas creaciones de Lucas y parecen reflejar más su teología y la de la comunidad de finales del siglo I que la de la Iglesia primitiva y apostólica. Al relatar la historia del pasado, Lucas la estiliza como evangelista muy sensible a los problemas de sus lectores. Por otra parte, esto es una constante de la historia bíblica, donde a menudo la catequesis queda más privilegiada que la información rigurosa. La fidelidad al mensaje pide a los que lo anuncian, hoy no menos que ayer, una búsqueda constante de aculturación.

F. CASAL
LA BIBLIA DIA A DIA
Comentario exegético a las lecturas
de la Liturgia de las Horas
Ediciones CRISTIANDAD.MADRID-1981.Pág. 198 s.

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