EVANGELIO
Las comunidades cristianas no deben estar excesivamente cerradas sobre sí mismas, preocupándose exclusivamente de sus miembros. Deben estar abiertas a los de fuera, a los que no pertenecen al propio círculo. El narcisismo es el cáncer de la Iglesia, que por definición debe ser misionera.
El hombre de corazón es el que sabe perdonar, reconciliar y reconciliarse con su prójimo; es el que tiene los mismos sentimientos y la misma intensidad de amor hacia los cercanos y hacia los lejanos.
La intimidad no se ha de vivir individualmente, como una privatización de la existencia. No debe impedirnos salir de nosotros mismos y de nuestra casa. Nos debe impulsar a hacer compartir el calor familiar con todos.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 15,3-7.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos y letrados esta parábola:
-Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
-¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido.
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
