SEGUNDA PARTE

ACTITUDES RESPECTO DE LAS REALIDADES DEMOGRÁFICAS

Capítulo I

CONTROL DE LA POBLACIÓN Y DESARROLLO

24. La mención de los índices de evolución demográfica a menudo desencadena vivas reacciones; se presentan cifras globales que expresan la relación entre crecimiento demográfico y natalidad. Según este tipo de reflexión, el control de la natalidad sería la condición indispensable y previa al «desarrollo duradero» de los países pobres. Se entiende por «desarrollo duradero» un desarrollo en el que los diferentes factores (alimentación, salud, educación, tecnologías, población, ambiente, etc.) que se hallan en juego, estén armonizados para evitar desequilibrios de crecimiento y pérdida de recursos. Son las naciones desarrolladas quienes definen para los demás países, lo que, según su punto de vista, es «desarrollo duradero». Esto explica el que algunos de los países ricos y las grandes organizaciones internacionales estén de verdad dispuestos a ayudar económicamente a estos países, pero con una condición: que acepten programas de control sistemático de su natalidad.

Los que reaccionan así, generalmente no han asimilado la lógica de los mecanismos demográficos y, más concretamente, el fenómeno de auto-regulación constatada en las cifras. Ignoran o infraestiman, por tanto, la importancia de los descensos de la tasa de natalidad que se constata en los países en vías de desarrollo e igualmente la disminución demográfica de los países industrializados.

25. Es difícil encontrar en la historia el ejemplo de un país con tendencia prolongada (más de veinticinco años) de la disminución de su población y que, a su vez, gozara de un desarrollo económico sustancial. Incluso se ha demostrado que el crecimiento demográfico con frecuencia ha precedido al crecimiento económico. La Iglesia, atenta a las lecciones de la historia, expresadas en algunos hechos recientes, no puede aceptar que se tome a las poblaciones más pobres como «víctimas expiatorias» del subdesarrollo. La Iglesia considera esta posición especialmente inoportuna cuando se contempla a los países sumidos en graves dificultades económicas, precisamente cuando tienen una densidad demográfica baja y abundantes recursos explotables. Por otra parte, la Iglesia no puede desconocer las evoluciones demográficas negativas de los países industrializados, justamente porque los efectos de dichas evoluciones no pueden ser neutros. Al mismo tiempo, la Iglesia desea entablar un diálogo constructivo con los que siguen convencidos de la necesidad de realizar un control imperativo de población, y con los Gobiernos e Instituciones que se ocupan de políticas de la población, ya que existen problemas demográficos reales, si bien frecuentemente son vistos desde una óptica equivocada y se proponen soluciones depravadas para resolverlos.

26. Conviene indicar ahora los métodos principales de quienes proclaman la limitación del crecimiento de la población y ven en ella una de las primeras condiciones del desarrollo económico y social. Enumerando estos métodos, pondremos una especial atención al problema del aborto.

Capítulo II

MÉTODOS DE CONTROL DE LA POBLACIÓN

27. Es de todos un hecho conocido la existencia de una amplia red internacional de organizaciones bien financiadas, con el objetivo de reducir la población. Dichas organizaciones comparten, en medidas diversas, una óptica parecida y preconizan políticas antinatalistas. Algunas de estas organizaciones con frecuencia actúan en conexión con compañías que preparan, producen y distribuyen sustancias y dispositivos contraceptivos (por ej., el «dispositivo intra-uterino» DIU) o aconsejan la esterilización e incluso el aborto. Dichas organizaciones promueven, divulgan y con frecuencia aplican, métodos muy variados para reducir la población.

28. El Santo Padre ha denunciado estas «campañas sistemáticas contra la natalidad» (21). Algunas campañas están organizadas y financiadas por organizaciones internacionales (públicas o privadas), dirigidas con frecuencia por los Gobiernos. Estas campañas, frecuentemente, se llevan a cabo invocando la salud y el bienestar de la mujer y se destinan a los jóvenes bajo forma de programas de educación sexual antinatalista. Conviene destacar de paso que entre los factores que controlan la demografía hay uno, en diversos países, que no por ser indirecto es menos importante: la falta de vivienda adecuada para las familias. En todo caso, los métodos elaborados para controlar directamente los nacimientos son actualmente los medios principales en curso en el control demográfico.

Abordaremos aquí principalmente los métodos recientemente desarrollados, haciendo notar que los métodos «tradicionales» (mecánicos, coitus interruptus, p.e.) siguen empleándose todavía hoy abundantemente. Todos estos métodos artificiales plantean problemas éticos importantes sobre cuanto concierne a la vida humana y sobre los derechos de la persona y de la familia.

1. Contracepción hormonal

29. La contracepción hormonal figura entre los métodos modernos de limitación de la población, difundidos en gran escala a nivel internacional. Algunas relaciones preparadas por organizaciones internacionales publican periódicamente estadísticas sobre el número de mujeres que realizan este tipo de contracepción. Otras relaciones dan a conocer asimismo las iniciativas de ciertas organizaciones para estimular y financiar investigaciones sobre estos productos y divulgarlos ampliamente.

30. En algunas aplicaciones recientes, la contracepción hormonal plantea problemas nuevos. En efecto, se sabe que la píldora de la primera generación -estroprogestativa- tiene efecto esencialmente anticonceptivo: hace imposible la concepción al bloquear la liberación del óvulo. Ahora bien, entre las píldoras presentadas hoy como contraceptivas, las hay que producen efectos diversos según el caso (22). Así, la píldora actúa sea impidiendo la concepción sea impidiendo la anidación del óvulo ya fecundado, es decir, de un individuo de la especie humana. En este último caso y no obstante los eufemismos acostumbrados en estas materias, dichas píldoras provocan el aborto del óvulo fecundado. La mujer que utiliza una píldora de este tipo o algún otro método nuevo de contracepción hormonal (23), nunca tiene la posibilidad de saber exactamente qué está ocurriendo, ni si en concreto se aborta.

2. Esterilización

31. Otro método de control demográfico es la esterilización femenina y masculina, que está también muy promocionada en numerosos países. El modo de propagar la esterilización plantea cuestiones graves sobre los derechos del hombre y el respeto de la persona. Tales cuestiones se refieren especialmente a la honradez y calidad de la información dada acerca de la esterilización y sus consecuencias, así como al grado de consentimiento lúcido y libre obtenido de tales personas. La cuestión de la competencia del consentimiento se plantea con frecuencia cuando las personas poseen un nivel educativo poco elevado. Como en otros casos, también aquí se recurre al eufemismo; por ejemplo, a propósito de la ligadura de las trompas se hablará de «contracepción quirúrgica voluntaria femenina».

En el plano moral, al ser una supresión deliberada de la función procreativa, la esterilización no sólo viola la dignidad humana sino que incluso suprime toda debida responsabilidad en el terreno de la sexualidad y la procreación. Los programas de esterilización han provocado muchas fuertes protestas, con repercusiones políticas directas en ciertos casos. De hecho, por ser habitualmente irreversible, la esterilización quirúrgica, a largo término, puede tener efectos demográficos más netos que la misma contracepción o el aborto.

3. Aborto

32. No obstante ciertos desmentidos, el aborto (quirúrgico y farmacológico) se presenta abierta o veladamente como método de control de la población. Esta tendencia se observa incluso en instituciones que en sus orígenes no habían incluido en sus programas el aborto. Puede uno preguntarse en qué medida se ha puesto en práctica después de la Conferencia Internacional de Méjico sobre la Población, la Recomendación aprobada por dicha Conferencia que rechazaba el aborto como método de control demográfico.

33. La Recomendación 18 de dicha Conferencia dice: «No se ahorrará esfuerzo alguno por disminuir la enfermedad y mortalidad maternas». Y, a propósito de la salud de la mujer, precisa: «Se invita instantemente a los Gobiernos (...) a tomar las medidas oportunas para ayudar a la mujer a evitar el aborto, que en ningún caso se ha de aconsejar como método de planificación familiar; y, en la medida de lo posible, a tratar con humanidad a las mujeres que han practicado el aborto y proporcionarles servicios de asesoramiento» (24).

34. Esta Recomendación fue aceptada por la asamblea de las naciones que participaban en la Conferencia. Se dirigía a los Gobiernos, algunos de los cuales destinan fondos a organizaciones de control de la población. Sin embargo, las actividades e investigaciones efectuadas por cuenta de dichas organizaciones prueban que en la práctica no se aplica la Recomendación 18. Muchas de estas organizaciones preconizan, al menos de facto, el aborto entre los métodos de planificación familiar.

35. En las sociedades desarrolladas, algunas mujeres consideran el aborto una solución de emergencia en caso de haber fracasado la contracepción. En los países en vías de desarrollo se tiende a facilitar el recurso al aborto en cuanto método eficaz de control demográfico, sobre todo entre los estratos más pobres de la población.

36. Además de los diversos métodos quirúrgicos, se han elaborado métodos químicos para provocar el aborto. Podemos mencionar las vacunas anti-embarazo (25), inyecciones a base de progestativos como la Depo-Provera o el Noristerat (26), las prostaglandinas, la administración de altas dosis de ostroprogestativos (llamada comúnmente la píldora del día siguiente) y también la píldora abortiva RU486 preparada por el Laboratorio Roussel-Uclaff, filial de Hoechst. Además, en el contexto del aborto precoz, puede incluirse el dispositivo intrauterino (esterilete).

4. Infanticidio

37. Y, finalmente, hay que recordar que en ciertos países se sigue practicando el infanticidio a fin de controlar la población. Las niñas suelen ser con más frecuencia las víctimas inocentes.


21. Juan Pablo II, Sollicitudo Rei Socialis, 25; AAS 89 (1988), p. 543.

22. 1) Modifican la estructura del mucus cervical haciéndolo impenetrable a los esperma- tozoides. 2) Modifican la movilidad de la trompa de Falopio, impidiendo el paso del huevo fecundado de la trompa a la cavidad uterina. 3) Alteran el desenvolvimiento normal del endometrio, de modo que no sea apto para la implantación del embrión. Estos dos últimos efectos son abortivos y prevalecen cuando la píldora estroprogestativa no llega a bloquear la ovulación y, por tanto, a funcionar como contraceptivo.

23. Además de la píldora estroprogestativa, hay en el comercio otros productos hormonales llamados intencionalmente contraceptivos. En realidad actúan impidiendo la continuación del embarazo, que concluye con el aborto. Se trata de píldoras o sustancias inyectables o implantables (como el Norplant, p.e.) que alteran el endometrio y la movilidad de las trompas, sin bloquear la ovulación y, por tanto, actúan como abortivos. Dichas sustancias pueden administrarse a la mujer continuamente o en el caso de relaciones que se consideran fecundas («la píldora del día siguiente»).

24. Relación de la Conferencia Internacional sobre la Población 1984, op. cit., Recomen- dación 18, pp. 21 y 22. En el texto francés falta la frase siguiente: «en ningún caso debe estimularse como método de planificación familiar».

25. Vacunas anti-hcg o anti-gonadotropina coriónica humana.

26. Depo-Provera (Acetato de Médroxyprogesterona); Noristerat (Enanthate de Noresti- terona).