6. PABLO DE TARSO, APÓSTOL DE CRISTO


1. Pablo de Tarso, el primero después del único, nació en Tarso de Cilicia hacia el año 10: Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable (Flp 3,5-6; ver Hch 22,1). A caballo entre dos civilizaciones, la judía y la griega (y además, ciudadano romano), Pablo tiene una misión realmente universal.

2. Hacia el año 36 tiene la experiencia de la conversión: lo que era para mí ganancia, lo he juzgado pérdida a causa de Cristo (Flp 3,7). Lo cuenta así: Yendo de camino, estando ya cerca de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente una gran luz venida del cielo; caí al suelo y oí una voz que me decía: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?' Yo respondí: '¿Quién eres, Señor?' Y él a mí: 'Yo soy Jesús a quien tú persigues'. Los que estaban conmigo vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo dije: '¿Qué he de hacer, Señor?' Y el Señor me respondió: 'Levántate y vete a Damasco; allí se te dirá todo lo que está establecido que hagas (Hch 22,6-10).

3. Ananías es el encargado de decir a Pablo lo que debe hacer. Frente a sus miedos, Ananías recibe una palabra del Señor: Es un instrumento de elección para que lleve mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel (9,15). De una forma especial, Pablo es el apóstol de los gentiles. Catorce años después de la experiencia de Damasco, va a la comunidad de Jerusalén y -tomando aparte a los notables- les expone el Evangelio que proclama entre los gentiles para saber si corría o había corrido en vano. Comenta el propio Pablo: Nos tendieron la mano en señal de comunión a mí y a Bernabé, nosotros iríamos hacia los gentiles y ellos a los circuncisos (Ga 2,9). La evangelización de los gentiles debía seguir sin estorbo alguno.

4. Los viajes de Pablo están al servicio de la evangelización. El primero se desarrolla entre los años 45-49: Salamina, Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra, Derbe y Perge (Hch 13-14); controversia en Antioquía de Siria y en Jerusalén, donde el año 49 se celebra el concilio, en el que se reconoce la libertad cristiana y la misión de los gentiles (Hch 15; Ga 2). El segundo se desarrolla entre los años 50-52: Derbe, Listra, Filipos, Tesalónica, Berea, Atenas y Corinto (Hch 15,36-18,22). El tercero se desarrolla entre los años 53-58: recorre las regiones de Galacia y Frigia para fortalecer la fe de los discípulos; llega a Efeso, donde funda la Iglesia; va a Jerusalén, pasando por Macedonia y Acaya; en Jerusalén es detenido, el año 58; es trasladado a Cesarea de Palestina, donde permanece en libertad condicionada hasta el 60 (Hch 21-26); Pablo apela al César (25,11); en Roma está en el otoño del 60, donde permanece dos años, del 61 al 63 (18,23-21,17); proyecta venir a España (Rm 15,24). En Roma pasa el último cautiverio.

5. La misión de Pablo se manifiesta también en sus cartas:

*A los tesalonicenses: evangelizados en el verano del 50; Pablo escribe las dos cartas desde Corinto, donde evangelizó desde finales del 50 a mediados del 52 (ver Hch 18,1-18). Pablo tuvo que salir precipitadamente de Tesalónica; quiere orientar a los hermanos, afrontar los problemas pendientes, completar lo que falta a su fe. Por ejemplo: No queremos que ignoréis, hermanos, la suerte de los difuntos, para que no os aflijáis como aquellos que no tienen esperanza (1 Ts 4,13).

*A los corintios: evangelizados de finales del 50 a mediados del 52; en torno a la pascua del 57 (1 Co 5,7-9; 16,5-9), Pablo escribe la primera carta desde Efeso, donde evangeliza desde el 54 al 57 (Hch 19,1-20,1). Como en otras cartas (2 Co, Ga, Flp, Rm) insiste en la actualidad de la salvación y en la vida de las comunidades: habéis sido enriquecidos en todo...no haya entre vosotros divisiones (1 Co 1,5 y 10). Escribe la segunda carta desde Macedonia, a finales del 57: os escribí en una gran aflicción y angustia de corazón (2 Co 2.4).

*A los gálatas: Pablo recorre la región gálata en el segundo y tercer viaje; la carta es posterior al concilio de Jerusalén; Pablo escribe desde Efeso o Macedonia, hacia el año 57. Es la carta de la libertad cristiana: Vivo, pero no yo, sino que es Cristo quien vive en mí...si por la ley se obtuviera la justificación, entonces hubiese muerto Cristo en vano (Ga 2,20-21).

*A los romanos: en esta comunidad, no fundada por Pablo, hay peligro de ruptura entre judaizantes y gentiles. Pablo ha madurado la solución del problema judaismo-cristianismo con la crisis gálata: Ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado...por la fe en Jesucristo, para todos los que creen (Rm 3,21-11). Escribe desde Corinto, en el invierno del 57-58 (ver Rm 15,22-23).

*A los filipenses: evangelizados por Pablo en el segundo viaje, año 50 (Hch 16,12-40). Pablo está preso, probablemente en Efeso, año 56-57. Les dice: nada hagáis por rivalidad ni por vanagloria, sino con humildad (Flp 2,3).

6. Las cartas de la cautividad ponen de relieve el papel cósmico de Cristo:

*A los colosenses: no evangelizados por el mismo Pablo; Epafras, su representante, venido de Colosas, trae noticias alarmantes; Pablo responde con la carta; está preso, probablemente en Roma (del 61 al 63): Mirad que nadie os esclavice con la vana falacia de una filosofía (Col 2,8).

*A los efesios: evangelizados por Pablo (Hch 19,8-10); la carta, contemporánea de la anterior, debe llegar también a las comunidades vecinas (ver Col 4,16, nota de la Biblia de Jerusalén). Algunos la atribuyen a un discípulo. Dice Pablo: no viváis ya como viven los gentiles...que nadie os engañe con vanas razones (Ef 4,17 y 5,6).

*A Filemón: del mismo período que las anteriores. Filemón es un cristiano de Colosas, dueño de Onésimo. Le dice Pablo: acógele como a mí mismo (v.17), no como a un esclavo.

7. Las cartas pastorales, centradas en la organización de las comunidades, se atribuyen a veces a un discípulo del apóstol.

*A Timoteo: Pablo escribe la primera carta (también la carta a Tito) probablemente en Macedonia, hacia el año 65, en el curso de un viaje a través de Creta, Asia Menor, Macedonia y Grecia: combate el buen combate de la fe (1 Tm 6,12). La segunda carta a Timoteo es el testamento de Pablo. Escribe en Roma, preso; al parecer, poco antes de su martirio: Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo...yo estoy a punto de ser derramado en libación (2 Tm 4,6).

8. La ley romana, aunque respetaba todos los cultos, prohibía que se hiciera proselitismo de costumbres y cultos extranjeros entre los romanos. Pablo es acusado de romper la unidad romana, acusación que mucho más tarde será dirigida contra toda la Iglesia, provocando las grandes persecuciones  del siglo III (ver Hch 17,13-15). Ciertamente, la autoridad romana lleva adelante el proceso, pero no hubiera llegado a tanto sin la envidia de algunos que, siendo falsos hermanos, le denunciaron. Pablo fue eliminado por los judaizantes. No en vano habló de peligros entre falsos hermanos (2 Co 11,26).

9. San Clemente, tercer sucesor de Pedro, dice en su 1ª Carta a los Corintios que Pablo fue asesinado (hacia el año 67) por envidia y rivalidad: Por la envidia y rivalidad mostró Pablo el galardón de la paciencia. Por seis veces fue cargado de cadenas; fue desterrado, apedreado; hecho heraldo de Cristo en Oriente y Occidente, alcanzó la noble fama de su fe.

10. Con la destrucción de Jerusalén y del templo (Vespasiano, año 70), desaparece prácticamente la Iglesia-Madre de Jerusalén. El futuro del cristianismo estaba en lo que vivieron Pablo y los gentiles: ¿qué supone hoy la figura de Pablo?