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Jesús
tuvo tentaciones
como las nuestras

 

 

 

Lucas 4, 1-13:

Tentaciones de Jesús

 

CATEQUISTA-AUDIO   -   TEMA EN PPS

1. PRESENTACIÓN DEL TEMA

Jesús tuvo tentaciones igual que nosotros, sólo que a él no le hicieron caer en ningún pecado (Hebreos 4,15). Hemos visto que la dinámica de la encarnación le llevaba a Jesús a sufrir lo mismo que nosotros para poder comprendernos mejor y animarnos así a que nos acerquemos a Dios con toda confianza.

Tendría, como nosotros, tentaciones sexuales, pero era tan grande su respeto y su amor a sí mismo y a los demás, que nunca llegó a cometer nada que le deshonrara. Pero lo sexual no era tema obsesivo en él. Sus verdaderas tentaciones, que son también las nuestras, iban más en la dirección del consumismo materialista, el orgullo y el poder autoritario. El evangelio de hoy nos habla de estas tres tentaciones.

“Haz que estas piedras se conviertan en pan”. Todos necesitamos comer, pero lo malo es la obsesión por acaparar cada vez más objetos materiales, sin preocuparnos por crecer como personas. Lo importante no es “tener cosas”, sino “ser gente”. Las propagandas consumistas son voces tentadoras que nos deslumbran y nos tientan para llenarnos de objetos, haciéndonos creer que así valemos más ante los demás. Por ejemplo: necesito tener “celular” o tal marca de championes porque todos los usan y si no los tengo me despreciarán los compañeros.

La otra tentación que sufrimos todos es la de tener poder para mandar y poner a todo el mundo a nuestro servicio, pero para ello hay que adorar a la maldad. El poder y el dinero son dones de Dios que debemos poner al servicio de los demás. El pecado es usarlos sólo para mis intereses egoístas, aprovechándome de los demás. Nosotros también podemos tener tentaciones de ser mandones, aunque sea en nuestro pequeño círculo…

En la cumbre de las tentaciones está el orgullo. Dejar a todo el mundo con la boca abierta, aparentando ser lo que no se es. A veces “actuamos” sólo para que nos vean, para presumir, pero no porque nos sale de dentro, con deseos de ayudar. La tentación de ser pura “fachada”, sin tener nada de valor dentro, el querer deslumbrar a los demás por cosas sin importancia, es una tentación que nos mete a diario el demonio de la propaganda.

Estas tres tentaciones son el resumen de todas las demás: la del consumismo, la del poder y la del orgullo. Las tentaciones sexuales son parte de ellas.

2. ORACIÓN INICIAL

Después de la presentación inicial, comenzamos nuestro diálogo rezando juntos la oración que nos enseñó el mismo Jesús: Padre nuestro.

3. LECTURA DEL EVANGELIO

Lucas 4, 1-13: Tentaciones de Jesús.

4. DIÁLOGO COMUNITARIO

Ver:

a)      Intentemos aclarar las tentaciones que tuvo Jesús entendiendo su lenguaje simbólico.

b)     ¿Qué tentaciones semejantes sufrimos también nosotros? Esforcémonos en poner ejemplos de las tentaciones que sufrimos nosotros ahora.

Pensar:

a)      ¿Es malo tener tentaciones? ¿Qué significan las tentaciones? ¿Qué es lo que es malo?

b)     ¿Por qué Jesús sufrió tentaciones? ¿Qué nos enseña él?

c)      ¿Contamos con Jesús para poder vencer nuestras tentaciones?

Actuar:

a)      ¿Podemos hacer algo para sufrir menos tentaciones?

b)     ¿Cómo podrá ser más fácil vencer las tentaciones?

c)      ¿Es posible crear entre nosotros un ambiente mejor, en el que tengamos menos tentaciones y sea más fácil vencerlas? Procurar llegar a algún compromiso concreto.

5. ORACIÓN COMUNITARIA

·         Creemos que Jesús sufrió tentaciones muy parecidas a las nuestras.

·         Creemos que por eso Jesús nos puede comprender a fondo.

·         Creemos que todos, con la ayuda de Jesús, podemos superar nuestras tentaciones.

·         Perdón porque malgastamos la plata en cosas inútiles.

·         Perdón porque nos gusta mandar, abusando de los demás.

·         Perdón porque a veces actuamos sólo por orgullo, para que nos vean.

·         Gracias, Jesús, por el amor con que comprendes nuestras tentaciones y caídas.

·         Gracias por la mano amiga que nos tiendes cuando caemos.

·         Gracias por la fuerza interior que nos comunicas.

6. EVALUACIÓN

¿Hemos sido sinceros en esta reunión? ¿Se dijo todo lo que había que decir?

¿Qué es lo nuevo que hemos aprendido en este tema?

7. CANTO PARA TERMINAR

     Cantemos una canción en la que imploremos la misericordia de Dios.