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Daniel,
eterno joven,
fiel siempre
a Dios

 

 

CATEQUISTA-AUDIO   - TEMA EN PPS


Texto: Dan 6,2-24

Palabra central: FIDELIDAD A DIOS

 


1. Leer el texto y contarlo brevemente.

2. Marco histórico del texto

Al comienzo del siglo II antes de Cristo, los judíos sufren una cruel opresión por parte de los emperadores sirios. La gente está desanimada. Pero existe una corriente que insiste en que la presencia de Dios en medio de su pueblo les debe animar a resistir y luchar.

Un autor clandestino escribe un libro enigmático en el que el protagonista es un joven llamado Daniel, que vive a lo largo de varios imperios, manteniéndose siempre joven, gracias a su fidelidad heroica a la Alianza con Yavé. Él, y sus jóvenes compañeros, a partir de su fe, se muestran inteligentes, bien preparados, competentes, sagaces, siempre superiores a sus opresores.

Este libro, escrito en el género literario llamado apocalíptico, sirvió para mantener en alto la moral del pueblo perseguido. Es un libro de protesta, resistencia y esperanza.

Daniel y sus compañeros Ananías, Misael y Azarías simbolizan al pueblo honrado, sencillo, valiente, lindo y sabio. Ellos se mantienen fieles a sus costumbres y no aceptan las de los poderosos del imperio, con lo que se vuelven más fuertes y sabios que sus enemigos (1,8-17).

Daniel sabe ver que el tiránico emperador Antíoco IV es duro y fuerte, de oro y plata por arriba, pero sus pies son de barro (2,31-36). Por eso una piedrita bien lanzada, que le destruya los pies, echará por tierra todo aquel esplendor.

En cambio el pueblo fiel a sí mismo y a Dios, aunque parezca débil, se mantiene eternamente joven, vivo e inteligente. Las autoridades habían ordenado que todos adoraran la estatua de oro del imperio (3,5-6), pero Daniel y sus compañeros se niegan a someterse, y por ello son condenados al horno de fuego (3,14-24) y más tarde al foso de los leones (6,17-23), pero de los dos los salva Dios, pues habían puesto en él todas sus esperanzas. El rey, esclavo de sus estructuras, no les puede salvar, aun teniendo buena voluntad; pero Yavé sí.

Son hermosos los himnos de alabanza que cantan estos jóvenes al sentirse librados por Dios de las manos de sus opresores. Podremos rezar algo de ellos al final de la catequesis.

Quizás el pasaje más simbólico y atractivo de este libro es el de los leones. Otra cita interesante, según los casos, sería la de Susana (13).

3. Dialogar sobre el texto

a)     ¿Existen jóvenes entre nosotros que se mantienen buena gente, a pesar de las muchas tentaciones del ambiente? ¿Contemos algún testimonio concreto?

b)     ¿Tenemos la experiencia de que manteniéndonos fieles a Dios somos más felices?

c)     ¿Hemos sentido a veces cómo la ayuda de Dios nos ha sacado de problemas graves?

d)     ¿Nos esforzamos en ser siempre competentes, mejores que los que nos oprimen?

e)     ¿Entendemos que la fidelidad a Dios nos puede mantener siempre en actitudes jóvenes? ¿En qué consistiría? ¿Cómo conseguirla?

4. Orar el mensaje: Bendigamos a Dios repitiendo algunas estrofas del cántico de victoria de Daniel y sus amigos (3,52-90)

·         Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres.

·         Alábenlo estrellas del cielo y animales de la tierra.

·         Hijos de los hombres, alábenlo eternamente

·         Espíritus de los justos, alábenlo para siempre.

·         Santos y humildes de corazón, bendigan a Señor.

·         Jóvenes, bendigamos al Señor, porque nos libra de las garras de los leones y de las llamas de muerte.

·         Demos gracias al Señor porque es bueno y su misericordia es eterna.

5. Nos despedimos con un canto de alegría.