24

Job:
Rebeldías sinceras contra Dios

 

CATEQUISTA-AUDIO   - TEMA EN PPS


Texto: Job 7,15-21; 42,2-6

Palabra central: REBELDÍA

 


1. Leer los textos hasta poderlos resumir.

2. Marco histórico de los textos

Aunque la niñez y juventud es época de alegrías e ilusiones, también con frecuencia nos encontramos con fuertes rebeldías y protestas.

Uno de los puntos conflictivos suele ser el de la fe en Dios. Con demasiada frecuencia escuchan los jóvenes que sus padres y educadores recurren a la amenaza del castigo divino para frenarles en sus ímpetus juveniles. No aceptan las imágenes de un dios demasiado controlador, enemigo y contrincante de su felicidad. Ni a un Dios contrario a todo lo que sea sexo, libertad o creatividad. O un Dios viejo, al que no le gusta nada nuevo. O el Dios opuesto a todo avance moderno...

Los problemas de fe se agravan cuando nos tocan desgracias, fracasos, humillaciones, enfermedades... Y no falta entonces quien nos diga que Dios nos está probando... En estos casos las rebeldías contra Dios pueden ser mucho más fuertes. Hasta que nos sentimos tentados de rechazar la fe en Dios como algo absurdo, que nos impide crecer como personas.

Así sintió también Job. En medio de terribles dolores, sus amigos le repiten machaconamente que sus sufrimientos son castigo de Dios. Y él siente una rebeldía terrible contra ese Dios. Le acusa de injusto, le pide que se aleje de él y le deje tranquilo. Piensa que a Dios se le ha escapado el mundo de las manos. Pero con toda sinceridad le cuenta a Dios mismo todas sus rebeldías, y aun sus insultos.

Hasta que poco a poco se va dando cuenta de las falsedades que encierra la idea de Dios que le han transmitido sus antepasados. Se le va aclarando qué no es Dios. Y así, lentamente, va entendiendo que Dios es otra cosa muy distinta a lo que pensaba antes. No acaba de comprenderlo; pero acepta el misterio de Dios, que es muy superior a sus entendederas, y le da un voto de confianza. Se aclara un poco dónde no está Dios; y deja una ancha ventana abierta por la que pueda recibir las maravillas y la grandeza de la novedad de Dios...

Al final del libro Dios reconoce que le ha gustado la sinceridad y la búsqueda de su amigo Job, y, en cambio, se muestra enojado contra los que tanto lo querían defender hablando de su justicia y sus castigos (42,7-8).

Nosotros también tenemos que darnos cuenta que es posible que nuestras rebeldías en contra de Dios pueden ser legítimas, pues quizás no son directamente contra la realidad de Dios, sino en contra de las falsas imágenes de Dios que nos tradicionalmente nos han presentado.

3. Dialogar sobre el ejemplo de Job

a)     ¿Cuántas veces hemos sentido rebeldías en contra de ciertas imágenes castigadoras de Dios que nos presentan nuestros mayores?

b)     ¿Qué es lo que no nos gusta del Dios que a veces nos predican? ¿Dios castigador, enemigo de nuestra creatividad y nuestra felicidad...?

c)     ¿Por qué será que a Dios le gustan las rebeldías de Job, pero le desagradan las defensas que le hacen los tres “entendidos?

d)     Hagamos un credo al revés: en qué dioses no creemos.

e)     Intentemos construir un nuevo credo sobre Dios. ¿Qué podemos intuir acerca de las maravillas y la grandeza de Dios? ¿Le damos un voto de confianza, aunque por ahora no lo podamos entender del todo?

4. Orar el mensaje:

·         Perdón, Señor Dios, porque nos pasamos la vida echándote la culpa de todo lo malo que nos pasa.

·         Ayúdanos a rechazar tus rostros falsos y a andar siempre buscando tu verdad.

·         Gracias, Señor, porque entiendes la verdad de nuestras rebeldías.

·         Bien sé yo que ni Defensor vive, y que él hablará el último. Job 19,25

·         Yo me podré de pie dentro de mi piel y en mi propia carne veré a Dios.

·         Reconozco que lo puedes todo y que eres capaz de realizar todos tus proyectos. Job 42,2

5. Como final, podríamos cantar, si sabemos, una canción de protesta, pensando en cuáles de esas protestas estaría de acuerdo Dios.

Si algún catequista quiere profundizar en el tema del sufrimiento, podría ver Fe y Dolor, de JL Caravias.