LOS SACRAMENTARIOS

El Sacramentario era un libro litúrgico que contenía los textos que habían de ser recitados por el obispo o por el presbítero en la celebración de la Misa y de los Sacramentos. Los Sacramentarios se reducen fundamentalmente a tres: Veronense o Leoniano, Gelasiano y Gregoriano.

–El Veronense en realidad no fue un Sacramentario, sino una colección de fórmulas litúrgicas sumamente venerables, pues se remontan a los primeros siglos de la Iglesia Romana.

Se llama Veronense porque su único ejemplar se encuentra en la Biblioteca Capitular de Verona (Italia). Y se le llama también Leoniano, porque el que lo descubrió y publicó en el año 1735, José Bianchini, lo atribuyó al Papa San León Magno (+ 461). Esta atribución no es cierta, aunque ese Sacramentario sí podría contener textos compuestos por el mismo San León. Está incompleto. Le faltan los tres primeros meses del año. La fecha del manuscrito que lo contiene está comprendida entre los años 600 y 625, aunque la fecha de composición se remonta a algunos años antes, entre el año 561 al 574.

–El Gelasiano fue publicado por el cardenal Tommasi el año 1680, según un manuscrito del siglo VIII, que se encuentra en la Biblioteca Vaticana y procede de la abadía benedictina de San Dionisio de París. Es un verdadero Sacramentario y se usó como tal. Se le atribuyó al Papa San Gelasio I (+496), pero la fecha de composición pudiera ser el año 750.

Su origen ofrece muchas incógnitas y los eruditos investigan apasionadamente sobre el mismo. Hay muchas recensiones de él: como el de Angulema, San Galo, etc.

–El Gregoriano, atribuido al Papa San Gregorio Magno (+604), es también un verdadero Sacramentario y se utilizó en las celebraciones litúrgicas. Es el más extendido de los tres, pues existen varios grupos de códices del mismo, entre los que sobresale el de Cambrai, de 811-812. Su historia se puede remontar tanto a la primera mitad como a la segunda del siglo VII, aunque también existen otros manuscritos del siglo IX y posteriores. Uno de los más célebres es el de Padua. A este Sacramentario se le añadió en la época carolingia un Suplemento, redactado por San Benito de Aniano, según la opinión más segura.

De todos estos Sacramentarios hay ediciones modernas realizadas por el benemérito benedictino de María Lach, Dom C. L. Molhberg.