¿Por qué rezar el Rosario?

Cuentan los antiguos que cuando Santo Domingo de Guzmán empezaba a
desanimarse al ver que en los sitios donde predicaba la gente no se
convertía y la herejía no se alejaba, le pidió a Nuestra Señora le iluminara
algún remedio para conseguir la salvación de aquellas personas y que Ella le
dijo en una visión: "Estos terrenos no producirán frutos de conversión sino
reciben abundante lluvia de oración".

Desde entonces el santo se dedicó a hacer rezar a las gentes el Padre
Nuestro y el Ave María y a recomendarles que pensaran en los misterios de la
Vida, Pasión y Muerte de Jesús. Muy pronto las conversiones fueron muy
numerosas y las gentes de aquellas regiones volvieron a la verdadera
religión.

Hoy por hoy, después de la Santa Misa, el Rosario es quizás la devoción más
practicada por los fieles. Los enemigos de la religión católica
(protestantes, etc.) han dicho y siguen diciendo horrores contra el Santo
Rosario pero los católicos han experimentado y siguen experimentando día por
día los extraordinarios favores divinos que consiguen con esta santa
devoción.

¡Cuántas personas han logrado verse libres de pecados y de malas costumbres
el dedicarse a rezar con devoción el santo Rosario! ¡Cuántos hay que desde
que están rezando el Rosario a la Virgen María han notado como su vida ha
mejorado notoriamente en virtudes y en buenas obras! Son muchísimos los que
por haber rezado con toda fe su Rosario lograron obtener una buena y santa
muerte y ahora gozan para siempre en el cielo.

Ojalá leyéramos algún libro que hable de las maravillas que se consiguen con
el rezo del Santo Rosario. Basta saber que el Rosario ha sido recomendado
por muchos Sumos Pontífices y aprobado por la Iglesia Católica en todo el
mundo, y que a los que lo rezan se les conceden numerosas indulgencias.

Se llama indulgencia la rebaja de castigos que tendríamos que sufrir en la
otra vida por nuestros pecados. La Iglesia Católica con el poder que Jesús
le dio cuando dijo: "Todo lo que desates en la tierra queda desatado en el
cielo", puede conceder a los fieles que por ciertas devociones se les rebaje
parte de los castigos que tendrían que sufrir en el purgatorio.

Así por ejemplo la Santa Iglesia ha determinado que por cada vez que una
persona rece el Santo Rosario gana indulgencia de cinco años, o sea se le
perdona tanta pena, como si hubiera hecho penitencias por cinco años. Y si
lo reza en compañía de otras personas gana diez años de indulgencia cada
vez. Y si lo reza cada día, gana una indulgencia plegaria cada mes, es
decir, se le perdona toda la deuda de penas que tenía que pagar en el
purgatorio.

"Lo maravilloso del Santo Rosario no es la repetición de las avemarías o de
la mesa bien dispuesta que sostiene la imagen de la Virgen, sino la
experiencia de la unidad que se conforma en todo el mundo entero para alabar
y bendecir a Dios por los motivos inmensos de su amor para con la humanidad.
Es una rica costumbre de la piedad popular donde la Santísima Virgen se hace
universal y de mucha importancia para los creyentes. Es la magnífica
oportunidad que tenemos todos de experimentar en la fe ese amor a Dios en
María Santísima, a la cual le había confiado esa misión salvífica. Es el
santo rosario el lugar para reconocer a María Virgen como la Madre del Señor
Jesús y en el plano de la gracia, Madre de todos nosotros. Es a la vez el
reconocimiento de que Dios a través de Ella interviene a favor nuestro.

Es una oración connatural a la gente sencilla que reconoce la elegancia de
Dios para hacer nacer a Jesús, el Salvador del vientre inmaculado de la
Virgen María. Por eso en cada decena de las avemarías se medita el
sufrimiento, la lucha y el triunfo en ese caminar de Jesús por el camino de
la vida, donde la Virgen estuvo presente y actuante para ayudarle a cumplir
su misión salvadora. Mi madre solía decir, que el rosario era tan sagrado
porque en el estaba todo Jesús y toda María. Por eso, hoy en día, se hace
necesario, que el santo rosario ocupe ese espacio tan vivo en los hogares".
(P. Marcelo Rivas Sánchez, Gracias mamá por enseñarme el Santo Rosario)