Mensaje a la Familia

Catolicismo y Religiosidad Popular

Por Padre Bruno R. Mauricci

 

Una vez alguien me dijo, "Padre, yo soy muy católico". ¿De veras?, le pregunté. "Si padrecito, fijese, no voy a misa pero creo en todos los santos, y en diciembre voy a las mañanitas de la Virgen. Además llevo el escapulario de la Virgen del Carmen, no me lo quito nunca." El que me decia ésto era un hombre alcohólico, que sé bien no trabaja, golpea a su mujer y maltrata a sus hijos. ¿Muy católico? ¿Cuá1es son sus criterios para considerarse muy católico? Aunque este es un ejemplo un poco exagerado de la vida real, es cierto. Hay quienes sin experimentar "conversión personal" y sin tener una vida de acuerdo al Evangelio se consideran católicos cristianos. Recuerdo hace muchos años en el norte de mi país, Perú, algo que me chocó y sorprendió. Un grupo de ladrones "devotos" de San Dimas, el buen ladrón, haciendo su novena de misas para que el santo les "ayudara" en su trabajo. No, no estaban prometiendo a Dios que dejarian de robar. Si no más bien le pedían a Dios por medio del santo que Ies fttera bien en su "oficio". ¿Es ésto catolicismo? ¿Es esto lo que enseña la Iglesia católica? Por cierto no. La Iglesia católica nunca ha enseñado que emborracharse, pegar a su mujer o robar sea bueno. O que estos vicios puedan ser tolerados y aceptados por tratarse de una persona "religiosa". Si, una cosa es vivir la Religión y otra cosa es ser "religioso" o practicar ciertas costumbres religiosas.

Es que debemos siempre distinguir lo que es la Religion Católica y lo que es la "Religiosidad Popular". La Religión Católica estã representada por la Iglesia Católica, que es la Institución oficial, con sus pastores y con una doctrina que contiene las verdades fundamentales de nuestra fe, con una enseñanza moral y social y con una practica litórgica aprobada. La religiosidad popular es en cambio el modo en que el pueblo sencillo practica su fe dentro de lo que entiende y siente. Debido a un pobre conocimiento de la fe católica muchas veces en sus expresiones prefieren aquellos elementos religiosos que son menos importantes o secundarios. Por ejemplo, se prefiere la práctica de rezos y novenas en lugar de frecuentar los Sacramentos; las devociones a los santos en vez de tener un mejor conocimiento de Cristo y del Evangelio; las bendiciones con agua bendita para protegerse del mal en vez de llevar una vida correcta y sin vicios, etc. O a veces permiten que elementos paganos tengan preponderancia en sus expresiones de fe como ocurre en la curandería, santería, brujería, etc, donde la superstición, la magia, y el espiritismo "usurpan" el lugar de Dios.

La religiosidad popular es, en un sentido positivo, una forma de inculturación del Evangelio que la Iglesia acepta pero busca purificar pues contiene elementos que son incompatibles con el mismo Evangelio. Es una síntesis peculiar entre la fe cristiana suscitada por in evangelización y las culturas propias de los pueblos evangelizados o también entre el cristianismo y las religiones indigenas, naturales, practicadas por los nativos del continente americano. La Iglesia ve con respeto esta "religiosidad popular" pues reconoce en ella muchos "elementos positivos" religiosos y humanos, pero también ve los "elementos negativos" religiosos o humanos que hay que purificar para que sea una auténtica expresión de fe cristiana y no una deformación de ella.

Para algunos antropólogos, la religiosidad popular, tipica de los pueblos latinoamericanos, es simplemente una forma de práctica religiosa que busca una relación con Dios más sencilla (no intelectualista o dogmática), más directa (sin mediadores, requisitos o condiciones), y más rentable (es decir, la satisfacción de deseos de utilidad).

Creo que sus observaciones tienen mucho de verdad no en cuanto la Religiosidad Popular sea una "reacción" a una religión oficial, institucional dificil, sino más bien en cuanto este modo de "ser religioso" es más simple, sin mayores complicaciones ni compromisos. Es mucho más facil rezar un rosario o prender una veladora a la Virgen que tratar de entender el Evangelio o entender el misterio de la Encarnación. Muchos prefieren una estampita religiosa con una oración a emprender la tarea de leer la Biblia. Muchos prefieren incluso ir a una curandera o bruja que ir a confesarse con un sacerdote y prometer a Dios cambiar de vida. En algun sentido es como "hacerse su propia religión" de acuerdo a sus gustos y conveniencias, escogiendo de la Religión Católica y de otras fuentes lo que uno quiere. Muchas veces ésto no se hace con mala intención, sino imitando a los demás, siguiendo a la cultura.

Creo que la Religiosidad Popular Hispana tiene elementos positivos que hay que rescatar y promover en el modo de vivir nuestra Religión Católica En primer lugar existe "la intuición", como una superación del racionalismo que puede haber en el catolicismo ofcial. La teologia católica a veces puede ser muy dificil de entender para la gente sencilla, que busca más aprender algo práctico para sus vidas. "Lo simbólico"; para el hispano todo entra por la vista y el use de colores e imágenes le ayuda a comunicarse con Dios. Muchas veces las iglesias de los anglos, casi desnudas de imágenes cortan la inspiración. Lo "vivencial" o "experimental"; el pueblo hispano busca "sentir" "experimentar" a Dios de alguna manera en sus vidas. Lo "festivo"; es tal vez la caracteristica más grande de nuestra cultura hispana. Lo "comunitario"; es su ámbito principal. La religiosidad popular es capaz de congregar multitudes. Ciertamente no se puede vivir la fe a solas, se apaga la llama. Estos elementos en la mayoria de los casos siempre están presentes en las celebraciones litúrgicas en español de la Iglesia y hacen una gran diferencia en nuestras comunidades católicas de Las Vegas. Per mencionar la celebraciín de La Virgen de Guadalupe es una maravillosa oportunidad para el pueblo hispano de sentirse Iglesia, de sentir que "pertenecen" a este redil, en un ambiente de fiesta y colorido.

La religiosidad popular del "pueblo", es pues una gran oportunidad de "evngelizar". Los obispos latinoamericanos decian en Puebla, "Como toda la Iglesia, la religión del pueblo debe ser evangelizada siempre de nuevo. En America Latina, después de 500 añios de la predicación del Evangelio y del bautismo masivo de sus habitantes, esta evangelización ha de apelar a la "memoria cristiana" de nuestros pueblos". (Pueb1a #457)

Sabiendo ya lo que es Religiosidad Popular, como una expresión no oficial del Catolicismo podemos preguntarnos ¿qué es el catolicismo auténtico?

En primer lugar el Catolicismo es una Tradición Cristiana, una comunidad de creyentes que enfatiza la universalidad de la Iglesia y de su Fe y al mismo tiempo reconoce al obispo de Roma, el Papa, como "el signo perpetuo y fuente visible y fundamento de la unidad de los obispos y de la multitud de los fieles" (Constitución dogniática de la Iglesia). Hay otros cristianos que también se llaman "católicos" pero no están en plena comunión con nosotros, como los católicos anglicanos o los católicos ortodoxos, ellos poseerian diversos grados de catolicidad pero no todos. En plena comunión con nosotros existen ocho Tradiciones Cristianas: La Armenia, la Bizantina, La Copta., La Etíope, La Caldea, La Maronita, La Romana (la nuestra), y La Siria. Normalmente hablamos de los católicos de Rito Bizantino, Copto, etc. Nosotros somos los de Rito Romano.

¿Cuál es la vida de un católico? Normalmente un católico ordinario experimenta la realidad del Catolicismo desde el bautismo hasta la muerte. Siendo el Catolicismo una religion sacramental, la vida de un católico está fundamentalmente enmarcada en la recepción de los Sacramentos. Los sacramentos: Bautismo, Confirmación, Eucaristia, Reconciliación, Unción de enfermos, Orden Sacerdotal y Matrimonio, corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano. Así dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual. La mayoria de los católicos somos bautizados en la "infancia", normalmente a las pocas semanas o meses de haber nacido. Durante nuestra niñez recibimos la instrucción rudimentaria en nuestra fe por medio de nuestros padres, quienes con sus enseñanzas prácticas (oraciones, bendición de los alimentos, rezo del Rosario, uso de simbolos cristianos y la asistencia a Misa), van inculcando en nosotros la fe. Cuando ya tenemos uso de razón (a partir de los 7 años), empezamos la larga preparación catequética en la Parroquia para recibir los sacrainentos de la Reconciliación (confesión) y la Eucaristía (Comunión). Lo ideal es que los padres estén muy comprometidos en esta preparación de sus hijos, ayudándoles a comprender las lecciones, a aprender las oraciones y vivir la vida cristiana. Algunos somos enviados a escuelas católicas, otros a escuelas públicas, en cualquiera de los casos nuestra. iniciación en la vida cristiana continua, especialmente con la comunión frecuente y la confesión en los tiempos penitenciales (Adviento y Cuaresma) y la participación en la vida de la Parroquia, nuestra "familia grande". Aprender a amar su parroquia como el lugar natural donde nos encontramos los que compartimos la misma fe y compromiso cristiano es importantisimo en el Catolicismo. Aquí en los Estados Unidos, entre los doce y dieciséis años se recibe el sacramento de la Confirmación (quince años en la diócesis de Las Vegas). Es una oportunidad grande para volver a catequizar a los hijos que ahora ya son adolescentes y empiezan a mirar la vida de un modo diferente y son muy vulnerables a las influencias buenas y malas de la sociedad en que vivimos.