En la tierra de Israel hay dos lagos, llamados mar de Galilea y mar Muerto, y un rio famoso, el Jordán. Ambos lagos deben su origen al río , pero el de Galilea tiene una cualidad notable, y es que cada gota de agua que recibe es la misma que deja salir para fertilizar otros campos. Sabe que debe su vida al río y que sin él pronto desaparecería , pero también sabe que su máxima gloria esta en dejar pasar el agua para que otros se beneficien.

Por el contrario, el mar Muerto, absorbe todo el agua que le llega y no deja salir ni una sola gota. Allí no hay vida , está tan muerto como indica su nombre.

Que nos dice esto sobre la vida Cristiana? Cristo dijo: " El que cree en mí, como dice la Escritura , de su interior correrán ríos de agua viva." (San Juan 7,38). Cristo es en nosotros como el río Jordán, una corriente de agua vivicante que nos renueva constantemente. Pero al igual que el lago de Galilea, debemos compartir sus beneficios después de habernos saciado..

Nuestro Dios nos concede un río de bendiciones para que tengamos vida en abundante, nos dio a su Hijo, nos da su Espíritu, nos dio los sacramentos: El bautismo, la Eucaristía, La confesión, el matrimonio, nos regala abundante agua en su palabra "La Biblia" nos ha dado la Iglesia, etc. Pero también nos pone la condición de COMPARTIRLO, de lo contrario, nos podemos transformar en el mar Muerto, que sabe RECIBIR, pero nunca ha experimentado el gozo de compartir.

" En esto hemos conocido lo que es amor: en que El dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos. (1ra Juan 3,16) Amen.