La María de los musulmanes

 

Margarita Rodríguez
BBC Mundo

En los días en que los cristianos se preparan para celebrar el nacimiento de Jesús, tal vez muy pocos sepan que la Virgen María es también una figura clave en la religión que agrupa al mayor número de personas en el planeta, el Islam.

Muchas musulmanas ven en la Virgen María un ejemplo a seguir por su dedicación a Dios y miles de ellas se llaman Maryam en su honor.

Tan importante es la madre de Jesús para el Islam que una sura o capítulo del Corán lleva su nombre: Maryam (María en árabe).

De los 114 capítulos que componen el Corán, el libro sagrado de los musulmanes, la sura 19 es la única que lleva el nombre de una mujer.

"Cuando mencionamos el nombre de María añadimos la frase: 'la paz esté con ella'. María es una mujer sumamente respetada por los musulmanes y quien no la honre no puede considerarse musulmán", le dijo a BBC Mundo Ahmad Mahir Sabik, director de la organización Muslim Welfare House (Casa de asistencia para el musulmán), con sede en Londres.

Según los musulmanes, seis siglos después del nacimiento de Jesús, Dios le reveló el Corán al profeta Mahoma por medio del ángel Gabriel, el mismo que, según el cristianismo y el Islam, le anunció a María que estaba embarazada.

Más que un nombre

Literatura especializada en el Islam señala que en el Corán, María es nombrada más veces que cualquier miembro de la familia del profeta Mahoma. De hecho, su nombre aparece 34 veces en el Corán.

El catolicismo, la segunda religión con mayor cantidad de seguidores en el mundo, reconoce la admiración del Islam por María.

"Para los musulmanes, la Virgen María también tiene su importancia, ellos la respetan y la honran", le dijo a BBC Mundo el padre Jesús Pérez, líder de la Capellanía Latinoamericana de Londres.

Una mujer inmaculada

De acuerdo con Mahir Sabik, la trascendencia de María en el Islam radica principalmente en el hecho de que fue la madre de Jesús (Isa en árabe).

Para los musulmanes, Jesús fue -como Abraham, Moisés, Mahoma- un mensajero de Dios.

El Islam, al igual que el cristianismo, cree que la concepción de Jesús fue un milagro.

En la sura de la Familia de Imrán se encuentra el relato en el que se le anuncia "la buena nueva" a María, la revelación de que será la madre de quien el texto denomina el "Ungido".

La respuesta de María aparece en el verso 47:

"¡Señor mío! ¿Cómo voy a tener un hijo si ningún hombre me ha tocado?"

Más adelante, en la sura de Los profetas, se enfatiza la castidad de María: "Y aquella que conservo su virginidad (Maryam), insuflamos en ella parte de Nuestro espíritu e hicimos de ella y de su hijo un signo para todos los mundos".

Fortaleza en la soledad

Pese a que ambas religiones comparten su admiración por María, existen diferencias cruciales en la historia de la madre de Jesús.

A diferencia del cristianismo, en el Islam no existe José, quien según la Biblia era el esposo de María. De hecho, para los musulmanes la madre de Jesús no estaba casada cuando quedó embarazada.

 

Como explica Mahir Sabik, María decidió alejarse de su familia y de su comunidad para dar a luz completamente sola bajo la sombra de una palmera.

El Corán relata el nacimiento de Jesús en los versos que van del 22 al 25 de la sura María:

"Así pues lo concibió y se retiró a un lugar apartado. Y le sobrevino el parto junto al tronco de la palmera. Dijo: '¡Ojalá hubiera muerto antes de esto, desapareciendo en el olvido!'

Y la llamó desde abajo: 'No te entristezcas, tu Señor ha puesto un arroyo a tus pies'.

'Sacude hacia ti el tronco de la palmera y caerán dátiles maduros y frescos'".

Y la llamó desde abajo: 'No te entristezcas, tu Señor ha puesto un arroyo a tus pies'.

'Sacude hacia ti el tronco de la palmera y caerán dátiles maduros y frescos'".

La valentía de una mujer

Pese a que en la historia del Islam existen muchas mujeres a quienes las musulmanas admiran (como las esposas e hijas de Mahoma), María representa un modelo a seguir para muchas de ellas, según le dijo a BBC Mundo, Asmaa Rezki, una joven musulmana que trabaja en la mezquita londinense de Finsbury Park.

"María fue escogida por Dios, entre todas las mujeres del mundo, para ser la madre de uno de sus profetas. Ella es un símbolo de pureza y un ejemplo de sometimiento a Dios", dijo Rezki.

La madre de Jesús también es un ejemplo de paciencia y de valentía para los musulmanes, pues de regreso a su comunidad, María fue cuestionada como se lee en los versos de la sura María.

"Y llegó a su gente llevándolo en sus brazos y dijeron: '¡Maryam! Has traído algo muy grave.

¡Hermana de Aarón! Tu padre no ha sido un hombre de mal ni tu madre una fornicadora'.

¡Hermana de Aarón! Tu padre no ha sido un hombre de mal ni tu madre una fornicadora'.

De acuerdo con el Corán, Jesús habló siendo un recién nacido: "Yo soy el siervo de Allah. Él me ha dado el libro y me ha hecho profeta".

Sin venerar

Una de las principales discrepancias entre el Islam y el catolicismo se hace absolutamente clara en la interpretación que hace cada religión de María y de su hijo.

"Para los católicos, la Virgen María es la madre de Dios, ya que Cristo es Dios hecho hombre y Cristo nació de María", le dijo a BBC Mundo el sacerdote Pérez.

Para los musulmanes, por su parte, Jesús no es Dios y, por ende, María no es la madre de Dios.

sús, la paz esté con él, fue el hijo de María y no de Dios", le enfatizó a BBC Mundo Muhammadali Ibrahim Bokhari, supervisor general de la Asociación de la liga mundial musulmana, desde Caracas.

"Creemos que Jesús fue un siervo de Dios, igual que creemos que su madre fue una santa sierva de Dios. Ninguno de los dos son socios de Dios en la administración del universo", acotó.

En el Islam, ni María ni Jesús son vistos como intercesores ante Dios. Fueron seres humanos a quienes -de acuerdo con esta religión- no se les reza ni se les pide nada.

"Nosotros creemos que el único que puede beneficiarnos, en esta vida y en la próxima, es Alá. Entonces ¿por qué deberíamos venerar a alguien más si Alá es quien lo puede todo? (...) María no puede ayudarnos", señaló Mahir Sabik.

Imágenes

Las representaciones de las diferentes advocaciones de María son una constante tanto en los templos cristianos como en las casas, los vehículos, las billeteras y las prendas de muchos de sus feligreses.

La Iglesia Católica sostiene que la oración que sus fieles dirigen a María no es adoración a la imagen de la madre de Jesús. Enfatiza, además, que las súplicas hechas a María buscan su intermediación ante Dios, que según el Misterio de la Santa Trinidad, se hizo hombre en Jesús.

El Islam, por su parte, es reacio a que los profetas sean representados a través de imágenes de cualquier tipo. En las mezquitas, por ejemplo, no existen imágenes de personas. En sus paredes hay versos del Corán en caligrafía árabe.

La corriente sunita del Islam considera que también es ofensivo representar a María. Sin embargo, muchos chiitas se muestran más flexibles ante las imágenes de los líderes del Islam.

De hecho, una película iraní llamada Maryam al-Muqaddash (La honorable santa María) recrea los versos del Corán que relatan la historia de María, quien es interpretada por una joven actriz.

Un puente

Pese a que muchas partes de América Latina son consideradas regiones devotas a María, la interpretación que se tiene de ella en otras religiones no ha sido ampliamente propagada.

"En nuestras charlas y conferencias (en América Latina) hablamos sobre María, pero sabemos que es un tema que va a necesitar mucho tiempo para ser difundido. El amor que tenemos por María y por Jesús es lo que encamina a mucha gente hacia el Islam, es lo que hace que muchos católicos y protestantes se conviertan", concluyó Ibrahim Bokhari desde Venezuela.

En una época en que los líderes espirituales del mundo apuestan por un diálogo interreligioso ¿podría María ser un puente de entendimiento entre el cristianismo y el Islam?.

Algunos, como el padre Jesús Pérez, son optimistas.

"Teniendo ambas (religiones) a María como una figura histórica, como la madre de Jesús, puede ser que María influya tanto en ellos (musulmanes) como en nosotros para que podamos vivir ese plan de Dios: hacer que el mundo sea mejor".