TEMA 47

LA COMUNICACIÓN EN GRUPO
 

3. ELEMENTOS DE REFLEXIÓN

3.1. Concepto de comunicación

Podemos correr el riesgo de equivocarnos al querer definir la comunicación como tal, ya que hay gran variedad de estudios y teorías sobre la misma. Aquí no pretendemos hacer un estudio exhaustivo.

Por comunicación se entiende normalmente:

- Hacer a otro partícipe de algo.

- Descubrir o manifestar una cosa a alguien.

- Conversar, tratar con alguno de palabra o por escrito.

- Consultar con otros un asunto.

- Expresar los propios pensamientos y sentimientos.

El ser humano, en sí mismo, es comunicación. Esa no es una simple acción de la persona sino una dimensión de la misma. El hombre es causa y resultado de la comunicación.

No sólo la palabra y la imagen, sino toda la conducta humana se convierte en signo de comunicación y tiene valor de mensaje: la actividad y la inactividad, las palabras, los gestos y el mismo silencio. Por tanto, es comunicación el modo de vestir, de comer, de sentarse, de hablar el modo de estructurar una celebración, un saludo o una despedida.

La comunicación, en el mundo animal

Antes de profundizar en la comunicación humana, constatamos que hay algo esencial que se da en el mundo animal. Entre los animales existe una gran variedad de tipos de comunicación, que se produce mediante el oído, el olfato, el tacto o la vista.

Tres son los elementos que entran en juego:

* Reacción estímulo-respuesta. El animal recibe por vía sensitiva una señal que le viene del exterior y reacciona con un tipo de conducta.

* Cambio en los niveles de excitación emocional o estados impulsivos.

* Relación con el medio ambiente, pertenencia a un grupo e integración de los miembros de la especie.

Evolución de la comunicación

Podemos recordar los elementos que en la historia del hombre han ido dando paso a la historia de la comunicación:

* El hombre primitivo recurría a los gestos para comunicarse con sus semejantes .

* Lentamente se fue perfeccionando el lenguaje hablado.

* El dibujo llevó a la escritura. El lenguaje hablado recibió un gran impulso con la invención de la escritura.

* En el siglo XV apareció la imprenta. Las tradiciones orales dejaron paso a las tradiciones escritas.

* En nuestro tiempo hay una proliferación de medios técnicos, electrónicos de comunicación: teléfono, radio, televisión, ordenador, etc., que nos sitúan en la llamada civilización de la imagen.

Comunicación e incomunicación

Hoy, más que nunca, la gente siente que estamos viviendo una progresiva incomunicación en lo humano y espiritual. En una sociedad en la que abundan los medios de comunicación, lo que se ha ganado en cantidad y rapidez parece que se pierde en calidad y profundidad.

La calidad y profundidad de la comunicación no consiste en la abundancia de palabras, sino en la capacidad de escucha y de relación. El saber comunicar es un arte que se aprende, tejiendo los distintos hilos que componen la existencia. Pero eso requiere atención, esfuerzo, constancia.

Es preciso descubrir la importancia del silencio, como lugar fecundo y creativo donde brotan las propias opciones y se posibilita la acogida y aceptación del otro.

3.2. Proceso de comunicación

Nos damos cuenta de que al hablar, a veces, nuestros oyentes entienden cosas distintas de lo que les hemos querido decir. En un grupo, cada persona concede un significado a las palabras y a los hechos, y al expresarlo pone algo de su parte. Por eso, el significado que damos a nuestra experiencia puede quedar alterado por la comunicación. En todo proceso de comunicación se dan los siguientes elementos:

* Emisor. Es la persona que comunica o se comunica.

* Mensaje. Es el contenido que el emisor comunica al receptor. Una cosa es lo que el emisor pretende transmitir y otra lo que, de hecho, transmite. Por eso, es necesario que el mensaje sea expresado de forma clara y comprensible para que llegue al receptor sin interferencias.

* Código. Es el conjunto de signos en que se concreta el mensaje. Ello exige que en la comunicación, y más en el grupo, el emisor y el receptor hablen el mismo lenguaje, estén en la misma onda.

* Canal. Es el medio que se utiliza para la comunicación. En cierto sentido se puede afirmar que el animador es el canal del mensaje: sus palabras, movimientos, gestos, todo su ser, se convierten en canal de comunicación.

* Receptor. Es la persona o grupo de personas que escucha, acoge y recibe el mensaje producido por el emisor. En un grupo, todos sus miembros son emisores y receptores.

* Ruidos. Son las interferencias o perturbaciones que dificultan la comunicación. No se trata sólo de los ruidos físicos, sino también de las dificultades y perturbaciones que entorpecen la comunicación.

* Feed-back. Es algo que se da espontáneamente en toda comunicación. Consiste en la reacción que el receptor envía a emisor, una vez recibido su mensaje. Eso produce un cambio en los sentimientos, palabras y actos del emisor.

Todos los elementos que se acaban de enumerar constituyen un todo dinámico y son inseparables.

3.3. La comunicación en grupo

Hemos visto lo que entendemos por comunicación en general y el proceso en toda comunicación. Ahora hemos de dar un paso más para ahondar en los diversos niveles de comunicación y de las barreras que, de hecho, existen en la relación de grupo.

El grupo facilita de manera espontánea la relación con otras personas. En el grupo, cada uno toma conciencia de la propia vida; en él se aprende a escuchar y a escucharse; se aprende a mirar, porque cada gesto, cada expresión, cada rostro es significativo, es un lenguaje que habla a quien quiera captar el misterio que existe en cada persona; en el grupo se aprende a expresarse, a dar lo más personal, lo más rico que cada uno encierra.

Tareas del animador en un grupo

× Ayudar a tomar conciencia de los deseos y de la respuesta que el grupo puede dar. No basta que unos se oigan a otros, que se entiendan; no basta el roce que supone la vida diaria. Lo importante es que comience una relación, un encuentro entre personas.

× Ayudar a esclarecer las motivaciones personales que mueven a unirse en grupo.

× Capacitar a los jóvenes para leer las necesidades de los demás.

Niveles de comunicación en un grupo

Según se implique cada uno en la comunicación personal con los demás, se dará uno de los siguientes niveles:

× Formal. Es algo superficial, pues se refiere sólo a las funciones que cada uno desempeña.

× Exterior. La comunicación se queda en los aspectos del entorno personal: por ejemplo, el tiempo, los deportes, la política.

× Perceptivo. Cada uno se comunica según percibe al otro.

× Empático. Se viven las experiencias del otro como propias, con una profunda actitud de empatía.

× Existencial. El animador ha de aspirar a este nivel existencial. Sus características más importantes son:

- La soledad. Sólo en la soledad se puede escuchar el propio interior para encontrarse a sí mismo.

- La manifestación. Cada uno se realiza al manifestarse a los demás.

- La lucha. La comunicación no se da si no existe lucha, renuncia a los propios intereses para relacionarse con el otro.

- El desinterés. Sólo llega a comunicarse en profundidad el que vive gratuitamente con y para los otros.

- La igualdad. No se trata de uniformidad, sino de una especie de apropiación de la existencia del otro, pero respetándole y dejándole que sea él mismo.

- El silencio. La unidad interior de la persona sólo se construye con el silencio, que por eso mismo favorece la comunicación con los otros.

La comunicación humana

En resumen, para que la comunicación humana sea auténtica, hace falta:

* Silencio. La comunicación ha de nacer del silencio. Para que alguien pueda decir algo a otro, es necesario que antes lo conciba dentro. * Tiempo. Todo encuentro interpersonal necesita tiempo de maduración, para superar la superficiaidad. 
 
 
 

* Gratuidad. La comunicación hay que recibirla como un regalo.

* Escucha. La actitud de escucha hace que la comunicación sea recíproca y profunda.

3.4. Defensas ante la comunicación

No se llega a una comunicación profunda hasta que uno no se libera de sus propias defensas.

Los miembros del grupo tratan de comunicarse, pero al mismo tiempo tienen reservas en hacerlo.

Hay personas que en el tiempo de la reunión se sienten bloqueadas y hasta imposibilitadas de expresarse. Y, sin embargo, en otras ocasiones se muestran amables y locuaces.

Esos bloqueos suelen ser inconscientes y obedecen a la situación afectiva que los motiva: timidez, reacción ante una palabra o un gesto que desconciertan, etc. Por eso mismo, no hay que dejarse llevar de la primera impresión al tratar con los demás, quedándose con una percepción incompleta de su persona. Para formarse una idea más exacta del otro, hace falta escuchar personalmente lo que él dice de sí mismo.

Causas que provocan los bloqueos

* Tener una imagen no real de sí mismo, provocada por complejos, autosuficiencias, etc.

* Tener una imagen deformada de los demás, no aceptarlos, ponerse a la defensiva, sentirse herido por sus juicios.

* Utilizar un lenguaje inadecuado o no comprensible por el receptor.

Actitudes que se pueden dar en un grupo

* Aislarse de los demás, fingiendo que se quiere actuar en solitario o que no se es entendido por los demás.

* Intentar hacerse el bueno, pero evitando en el fondo toda responsabilidad.

* Mostrar una aparente cordialidad con todos, mas procurando no conceder demasiada confianza.

* Buscar una amistad profunda, esperando que así uno será más valorado, al mostrar su madurez personal.

Factores que influyen en la comunicación

Los factores que influyen y perturban la comunicación varían según las personas. Sin querer ser exhaustivos, se podrían reducir a los tres siguientes:

* Enmascaramiento de la conducta.

× En las relaciones de un grupo, es frecuente que los participantes mantengan una apariencia exterior que no refleja necesariamente sus sentimientos interiores o pensamientos.

× Se utilizan verdades a medias para mantener la imagen que se pretende proyectar. Por ejemplo, uno dice a otro del grupo: <<Me parece que no te aceptas a ti mismo>>. En realidad el que lo dice trata de disimular lo que le pasa a él mismo.

× Es muy fácil engañar con palabras, pero es extremadamente difícil encubrir las verdaderas emociones utilizando signos no verbales.

* Interpretación

× La experiencia dice que unos mismos estímulos son percibidos de diferente modo por cada individuo.

× Cada persona selecciona todo lo que percibe, en base a sus intereses y actitudes. Por ejemplo, una persona insegura puede interpretar como una amenaza un mensaje que en realidad es positivo.

× La voz, las palabras, los gestos, etc. del que habla llegan a ser interpretados de forma positiva por un oyente y de forma negativa por otro.

× Si uno escucha selectivamente, acoge sólo lo que le interesa, y no la totalidad de lo que el otro le quiere decir. Esa actitud es muy corriente y provoca malentendidos. Cuando alguien selecciona de ese modo lo que escucha se cierra a sí mismo la posibilidad de crecimiento y de cambio.

* Falta de atención

× A veces un oyente se anticipa a responder, cuando piensa que ha comprendido lo que su interlocutor le va a decir a continuación. De ese modo, se obstaculiza la acogida del mensaje, porque se centra toda la atención en cómo responder al otro, más que en comprender lo que realmente quiere decir.

× La falta de atención puede ser producida también por el agotamiento mental, por el griterío ambiental, por el entorno físico y otros factores.

× La impaciencia de quien pretende obtener enseguida el resultado impide la atención, porque no da tiempo a que la comunicación se produzca, crezca, se profundice.

Frente a todas las defensas o barreras antes descritas, la función del animador se podría resumir así: él ha de capacitar a cada persona y al grupo a mantener siempre una comunicación positiva.

El grupo es vital, no sólo por las acciones que lleva a cabo sino también por la calidad de la comunicación que provoca. Animar un grupo es ayudarlo a desarrollar una buena comunicación y unas interacciones positivas.

Aunque eso es tarea de todos los miembros del grupo, lo es principalmente del animador; él ha de crear las condiciones para que la comunicación en el grupo resulte siempre positiva.

3.5. Condiciones de la comunicación en grupo

Diversidad y originalidad

Es preciso tener en cuenta y valorar la diversidad y originalidad de cada persona.

No hay dos personas iguales. Es necesario pensar en las condiciones personales en las que se encuentra quien ha de recibir cultura, proyectos, ideales, experiencias religiosas.

Las palabras que cada uno usa tienen una gran carga afectiva de la cual, a veces, ni él mismo es consciente, y desencadenan en los demás reacciones imprevisibles. El animador no es un maestro que dicta un texto y lo hace aprender de memoria, sino alguien que comunica lo que él mismo vive. 
 
 
 

Comunicación y maduración

Hace falta favorecer la disponibilidad a comunicar, ayudando a las personas a madurar en esa actitud.

Optar y favorecer la comunicación es elegir la verdad y la libertad. Es preciso liberarse de los propios prejuicios. Eso es un trabajo difícil, pero sólo de ese modo se logra saltar la barrera que aísla e impide la comunicación. Porque la comunicación sólo es real cuando llega a ser recíproca. La comunicación exige un largo aprendizaje; y comunicando se crece.  
 

Aprendizaje y cambio

La comunicación pide el mantener vivo el deseo de aprender, de cambiar, cuando es preciso, esquemas de pensamiento o modos de vivir. Con frecuencia se tiene miedo al cambio y eso lleva a aferrarse a las propias ideas o modos de vivir, como si fueran los únicos posibles. Sólo existe una verdadera comunicación cuando en todos los miembros del grupo se produce alguna transformación, se abren nuevos horizontes. A esa transformación han de estar abiertos todos los miembros del grupo, también el animador.