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FESTIVIDADES DE ISRAEL

MOISES CHAVEZ

 

INTRODUCCION

La presente serie trata de las festividades de Israel, comenzando por la celebración del Shabat o Sábado, que es una festividad semanal, y prosiguiendo a enfocar las celebraciones anuales y desentrañar su apasionante mensaje.

Si las examinamos como es debido, nos daremos cuenta que las festividades bíblicas constituyen hitos de eternidad enclavados en el tiempo. Aun aquellas celebraciones festivas adoptadas de la experiencia agraria de Canaán se revisten de una gloria tal que opaca su origen y las proyecta a la dimensión del espíritu.

 

ATRAPADOS EN LA DIMENSION DEL TIEMPO

El ser humano está estrechamente vinculado con el tiempo. Se podría decir, en cierto sentido determinista, que el hombre está atrapado en el tiempo: Desde que es engendrado en el vientre de su madre el tiempo transcurre para él, hasta que le llega el momento de nacer. Y desde su nacimiento, él mismo empieza a percatarse que el tiempo deja en él huellas imborrables. Algo parecido ocurre con los árboles: Cada anillo de sus troncos representa un ciclo anual.

Es así como el hecho de que hemos sido puestos dentro del Sistema Planetario Solar determina toda nuestra vida material. No podemos escapar del tiempo, salvo en nuestra imaginación, si viajáramos lejos de la órbita de la Tierra a donde los años sean más cortos o más largos; o si fuéramos congelados, para probar, al despertar, haber tenido una victoria insignificante sobre el tiempo.

El transcurso del tiempo en las aventuras cíclicas de los años trae hastío a la vida de los seres humanos que solamente se sienten atrapados en el tiempo y esclavizados en la materia, y que no están liberados en el espíritu. Tal sentido de hastío y vanidad ha sido expresado por el escritor bíblico en los siguientes términos:

"Vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su duro trabajo con que se afana debajo del Sol? Generación va, y generación viene; pero la Tierra siempre permanece. El Sol sale, y el Sol se pone. Vuelve a su lugar y de allí sale de nuevo. El viento sopla hacia el sur y gira hacia el norte; va girando de continuo, y de nuevo vuelve el viento a sus giros. Todos los ríos van al mar, pero el mar no se llena. Al lugar donde los ríos corren, allí vuelven a correr. Todas las cosas son fatigosas, y nadie es capaz de explicarlas. El ojo no se harta de ver, ni el oído de sacia de oír. Lo que fue, eso será; y lo que ha sido hecho, eso se hará. Nada hay nuevo debajo del Sol"

(Eclesiastés 1:2-9).

 

El escape definitivo del tiempo sólo nos llega con la muerte, cuando escapamos de la dimensión del espacio y del tiempo e ingresamos en la dimensión del más allá.

 

 

 

ATISBANDO UN POQUITO DE LA ETERNIDAD

Quizás consciente del anhelo innato del hombre por quedar libre de transcurso cíclico del tiempo es que fue Dios mismo quien instituyó celebraciones festivas en la vida de su pueblo Israel. Instituyó las festividades para abstraerlo o sacarlo eventualmente de la vanidad del tiempo; para relacionar las bendiciones del ciclo agrario con las bendiciones del espíritu; para darle grandes motivos de regocijo y de relax, y para darle a probar un bocadito de eternidad.

En síntesis, Dios instituyó festividades para su pueblo Israel, para que tuviera un refugio en medio del tiempo y se regocijara en su Dios.

 

 

UNA CITA SOLEMNE CON DIOS

Dios estableció para Israel, su pueblo escogido, tiempos especiales de festividades en los que los israelitas habían de regocijarse. Tanto por su origen como por su propósito y la manera en que debían celebrarse, eran llamadas "asambleas sagradas" (hebreo: miqraéi qódesh) y eran también las "fiestas solemnes del Señor" (hebreo: moadéi Adonay) como podemos ver en Levítico 23:4.

En la etimología del segundo de estos términos hebreos que se traduce como "fiesta solemne" o "festividad", d[wm (léase: moéd, se encierra el pensamiento de "cumplir con una cita sagrada". Otras acepciones de la palabra moéd, bastante relacionadas con la idea central, aparecen en el Diccionario de Hebreo Bíblico por Moisés Chávez, y son las siguientes:

a) Lugar acordado de reunión (Josué 8:14)

b) Tiempo fijado, plazo (Exodo 9:5; Daniel 12:7)

c) Acuerdo (Jueces 20:38)

d) Asamblea (Isaías 14:13)

Pero hay algo más significativo en la festividad del Sábado o de cualquier otra festividad bíblica: Ese lapso de tiempo es glorificado al constituir la cita y el encuentro de Dios con su pueblo y la mayor ocasión de regocijo. Las palabras de Isaías 58:13, 14, relativas al Sábado, bien pueden ser extensivas a todas las festividades sabáticas:

"Si apartas tu pie por respeto al Sábado, para no hacer tu capricho en mi día santo; si al Sábado llamas delicia, consagrado al Señor y glorioso; y si lo honras no haciendo según tus propios caminos ni buscando tu propia conveniencia ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en el Señor. Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer de la heredad de tu padre Jacob. Porque la boca del Señor ha hablado" (Isaías 58:13, 14).

 

 

UN ENCUENTRO CON DIOS EN SU SANTUARIO

De manera especial constituyen una cita de Israel con su Dios las fiestas de peregrinación en las cuales los fieles adoradores debían "subir" o viajar a Jerusalem para celebrar la festividad en el santuario. Estas fiestas de peregrinación son las siguientes

a) La fiesta de la Pascua (1-8)

b) La fiesta de Pentecostés (9-12)

c) La fiesta de los Tabernáculos (13-17)

Acerca de estas festividades de peregrinación se dice en Deuteronomio:

"Tres veces al año se presentará todo hombre tuyo delante del Señor tu Dios en el lugar que él haya escogido: En la fiesta de los Matsot, en la fiesta de Pentecostés y en la fiesta de los Tabernáculos. Nadie se presentará delante del Señor con las manos vacías; cada uno lo hará con el presente de su mano, conforme a lo que el Señor tu Dios te haya bendecido" (Deuteronomio 16:16, 17).

Dios hizo citas con su pueblo para encontrarse con ellos en ciertos tiempos fijos y establecidos. Les dio instrucciones precisas respecto a cuándo comparecer delante de él y de cómo observar tales festividades. Todos, inclusive los extranjeros que habitaban con el pueblo de Israel, se alegrarían y reconocerían con gratitud las provisiones beneficiosas del Señor Dios sobre ellos.

 

 

REENCUENTRO CON LA NATURALEZA Y LA HISTORIA

Las festividades de Israel son básicamente las festividades agrarias de Canaán, que fueron adoptadas por los israelitas (Exodo 23:14-17). Las mismas recibieron un significado espiritual e histórico al ser relacionadas con los acontecimientos importantes de la vida de la nación, pero conservaron siempre su carácter agrario.

Observe la interrelación de la naturaleza (acontecimientos del ciclo agrario) y de la historia en las festividades bíblicas, como se expresan Exodo 23:14-17 y otros pasajes de la Torah:

a) La conmemoración de la liberación de Egipto coincide con la celebración cananea de Aviv o comienzo de la primavera. Aviv (mes de la Primavera) parece haber sido el nombre cananeo del mes de Nisán, mes en que se produjo la salida de Egipto. Y la celebración llamada Pascua se lleva a cabo comiendo durante una semana matsót o panes sin levadura, como cuando los israelitas salieron de Egipto (Exodo 34:18).

b) La entrega de la Ley en el Monte Sinaí en Pentecostés coincide con la fiesta de la siega y de los primeros frutos (Exodo 34:22).

c) El recuerdo de la experiencia de Israel, de haber habitado en cabañas en el desierto, coincide con la fiesta de la Cosecha, cuando se ha terminado de recolectar todos los productos de los campos y sobre ellos solamente quedan dispersas aquí y allá humildes cabañas abandonadas que sirvieron para vigilar los sembrados. Esta es la fiesta de las Cabañas o de Tabernáculos, en que las cabañas adquieren asociación histórica con las peregrinaciones de Israel en el desierto, en las cuales Israel tuvo la experiencia de habitar en cabañas (Exodo 34:22; Levítico 23:33-44).

 

 

 

OCASIONES DE REGOCIJO TOTAL

Quizás existe cierto énfasis con relación al regocijo que representan las festividades del Señor en el juego cabalístico del cómputo basado en ciclos de siete. La relación del cómputo final de las festividades de regocijo, victoria y liberación con el número 7 es evidente.

Incluyendo la celebración del día Sábado, que constituye una celebración cada séptimo día, tenemos en la Biblia Hebrea (el Antiguo Testamento) un total de siete festividades de carácter sabático, que son:

1. La celebración del Sábado

2. La fiesta de la Pascua

3. La fiesta de Pentecostés

4. La fiesta de las Trompetas

5. El día de la Expiación

6. La fiesta de los Tabernáculos

7. La fiesta de Purim

Parece que también el criterio del número siete hizo que Moisés respetara la celebración del "séptimo mes", denominándola Jag Teruáh, que literalmente significa "fiesta del estrépito" (estrépito producido con trompetas y con el toque del shofar). Acerca de esta festividad, que es la misma del Año Nuevo o Rosh Ha-Shanáh trataremos con más detalle en la sección respectiva.

De la misma manera existe una celebración especial cada séptimo año (Exodo 23:10-13; Levítico 25:2-7).

Y también el año que seguía al período de 49 años —o sea siete veces siete— era considerado un año festivo llamado Año del Jubileo (Levítico 25:8-55).

 

LAS FESTIVIDADES EN EL CALENDARIO MOSAICO

 

a) Las seis celebraciones levíticas

En el capítulo 23 del libro de Levítico encontramos las seis festividades de origen mosaico, enumeradas según el calendario mosaico:

1. La celebración del Sábado (1-3)

2. La fiesta de la Pascua (4-8)

3. La fiesta de Pentecostés (9-22)

4. La fiesta de las Trompetas (23-25)

5. El día de la Expiación (26-32)

6. La fiesta de los Tabernáculos (33-44)

 

b) Las fiestas sabáticas

Aunque el Sábado no constituye una celebración anual, sino semanal, tiene status de festividad. Es más, es la festividad por excelencia en la fe judía, la festividad que comunicaba sus características sabáticas a las demás fiestas, en el sentido de que en ellas no se debía llevar a cabo ningún trabajo laboral a fin de tener una asamblea sagrada. Por eso las Escrituras se refieren a las demás fiestas de esta lista como "fiestas sabáticas" (hebreo: shabatón). Vea al respecto en Levítico 23:24, de manera especial las referencias a aquellas ocasiones que no constituyen fiestas de peregrinación.

 

c) Las fiestas de peregrinación

Otro documento bíblico, Deuteronomio 16:1-17, solamente nos presenta la lista de tres de las festividades arriba mencionadas, por tener ellas una característica especial en común: Con anticipación a ellas había que "subir" o viajar a Jerusalem. Estas fiestas son:

1) La fiesta de la Pascua

2) La fiesta de Pentecostés

3) La fiesta de Tabernáculos

Por su misma naturaleza, estas son festividades que duran más de un día; dos de ellas (Pascua y Tabernáculos) duran toda una semana.

Durante el peregrinaje a Jerusalem los caminos de Israel se cubrían de caravanas y corzos festivos. Muchos de los Salmos, como los que tienen como inscripción introductoria las palabras "canto de ascenso gradual", parecen haber sido cantados en ciertas fases importantes de dichas peregrinaciones, sobre todo ante la vista de las murallas de la Ciudad Santa.

 

LAS FESTIVIDADES POST-MOSAICAS

A las celebraciones arriba mencionadas se agregaron posteriormente en el Período Bíblico dos fiestas más de carácter sabático. Ellas son:

1. La fiesta de Purim (Ester 9: 16-32)

2. La fiesta de la Dedicación (Juan 10:22)

La primera ha logrado ser incluida en los registros de la Biblia Hebrea, en el libro de Ester. La segunda, más conocida por su nombre hebreo, Janukáh, fue instituida después del Período Bíblico, en los tiempos de los héroes Macabeos. Esta festividad ha sido mencionada en el Evangelio de Juan 10:22.

 

 

OTRAS CELEBRACIONES O FECHAS MEMORIALES

Existen otras celebraciones en la Biblia que no tienen carácter sabático ni constituyen motivo de regocijo, como los días de ayuno o la fecha memorial de la destrucción del Templo (el 9 del mes de Av).

Para completar el ciclo del calendario hebreo también hemos de referirnos a la celebración del 15 del mes de Shvat (hebreo: Tu Bishvát), que es la Fiesta del Arbol, y a Yom Atsmaút, es decir, el Día de la Independencia, cuando el moderno Estado de Israel nace en medio de las naciones del planeta el 5 de Iyar en 1948.

Esperamos de todo corazón que esta serie sobre las Festividades de Israel ha de tener en el lector un poderoso impacto, en los siguientes aspectos:

a) Ha de tener impacto en la formación de una conciencia ecológica.

b) Ha de tener impacto en la formación de una conciencia histórica y en la identificación con los planes que Dios ejecuta en la historia.

c) Ha de tener impacto en la formación espiritual que ha de llevarnos a presentar ante Dios una alabanza auténtica.

 

 

 

EL SHABAT - EL SABADO

 

UNA FESTIVIDAD SEMANAL

El Shabat o Sábado, la festividad principal establecida por Dios, no es una fiesta anual, sino una fiesta semanal, un acontecimiento que divide el tiempo en ciclos de unos pocos días, acordes con las fuezas físicas del hombre, que necesita renovarse para ser feliz y efectivo.

Los ciclos de siete días o semanas han demostrado tener relación con la misma naturaleza humana en interrelación con la naturaleza. Algún intento en el pasado, de introducir las "semanas de diez días" con el propósito de explotar más al trabajador, ha tenido resultados fatales. Los empresarios explotadores se percataron de que la naturaleza del hombre funciona mejor en ciclos semanales. Después de perder soga y cabra, porque el experimento produjo cuantiosas pérdidas, se abandonó las "semanas" de diez días y se volvió a la práctica tradicional que concede respiro o reposo cada séptimo día.

 

 

UNA CATEDRAL EN EL TIEMPO

Es así como en la tradición de Israel el Shabat, el séptimo día de la semana, santifica y llena de gloria la dimensión del tiempo y simultáneamente hace que Israel se renueve cada siete días y se conserve a través de los milenios como un pueblo joven y lleno de vitalidad.

Justamente, el personaje de las caricaturas y de los dibujos animados que representa a Israel en el moderno Estado judío es un niño mataperro o adolescente que calza sandalias y lleva sobre la cabeza una gorra "Tembel". Su aspecto infantil y su sonrisa que combina picardía e ingenuidad contribuyen a contagiar su filosofía de la vida. Su nombre es Amisrael, que significa "Pueblo de Israel".

La institución del Shabat luce todos los indicios de constituir una celebración auténticamente israelita. Los antecendentes seguramente eran el cómputo de los días de cada mes lunar y su división en semanas. Pero antes del Período Mosaico solamente era el último día de la semana, el día séptimo. A partir de la era mosaica dicho día se transforma en el Shabat, el Sábado, como día de reposo del hombre y de Dios (Génesis 2:2, 3; Comparar Exodo 20:8-11).

En el guión de la película "Los Diez Mandamientos", en cuya confesión participaron investigadores y científicos judíos se introduce la teoría de que fuera Moisés quien tuvo la iniciativa de conceder a los esclavos hebreos el séptimo día como día de reposo, y defendió esta iniciativa en presencia del faraón Seti I, teniendo frente a sí a su contrincante, Ramsés, quien argumentaba a favor de una esclavitud sin treguas.

En dicho guión Moisés parece convencer al anciano faraón de que los esclavos serían más eficientes en su dura actividad si se les daba reposo semanal y los intereses de Egipto quedarían a la vez mejor remunerados.

Sin embargo, los documentos bíblicos establecen que la iniciativa del reposo semanal no era de Moisés mismo, sino una sagrada ordenanza de Dios, que Moisés interpretó como escrita en la misma naturaleza humana porque era creación de Dios.

El escritor judío Abraham Heschel ha señalado el hecho de que la institución del Sábado constituye para Israel una gran catedral construida, no en el espacio, como las catedrales de los otrosel secreto de Israel de sobrevivir y de preservarse joven en medio de los demás pueblos que envejecen y decaen juntamente con sus catedrales.

EL MANDAMIENTO DIVINO DEL SABADO

El mandamiento de guardar el Sábado se encuentra en el Decálogo que Moisés recibiera de manos del mismo Dios en el monte Sinaí. El Decálogo o conjunto de diez leyes, resume la voluntad de Dios que consta en el pacto que celebrara con su pueblo Israel en el monte Sinaí, en el Exodo. También enfoca el comportamiento que debía demostrar un pueblo que había sufrido la esclavitud, pero que ahora era completamente libre.

A manera de introducción general a los mandamientos del Decálogo, el texto de Exodo 20 empieza diciendo: "Yo soy el Señor tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud" (versículo 2). Luego, en cuarto lugar, viene el mandamiento concerniente al Sábado, que dice así:

"Acuérdate del día Sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día será Sábado para el Señor tu Dios. No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu animal, ni el forastero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días el Señor hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por eso el Señor bendijo el día del Sábado y lo santificó." (Exodo 20:8-11).

 

A continuación vamos a enfocar algunos aspectos hermenéuticos de este pasaje, los cuales no son adecuadamente enfocados en la instrucción bíblica generalizada.

 

 

1. ¿En qué consiste el reposo de Dios?

La clara hermenéutica de este pasaje nos muestra su identificación con el contenido de Génesis 2:2, 3. Cuando Dios reposa el hombre también debe reposar, o dicho a la inversa, cuando el hombre reposa en el día establecido por Dios, aun Dios reposa. No ocurre que el hombre se va a trabajar, y Dios se queda reposando. Y menos aun, que Dios trabaje mientras el hombre se echa a reposar. Se requiere que en la festividad, es decir, en la cita establecida por Dios (hebreo: moéd) con el ser humano, tanto el hombre como Dios converjan en el mismo pensamiento y en la misma actuación.

Este tipo de reflexión evita las preguntas innecesarias que hacen los teólogos pichones —preguntas zonzas como éstas:

a) Cuántos años duraban los días durante la Creación?

b) Ha vuelto Dios a trabajar, después que descansó en el séptimo día, o aun sigue reposando, si es que su séptimo día dura hasta hoy?

Jesús se refiere a estas preguntas que surgen de una hermenéutica desajustada del Texto Bíblico, y dice en Juan 5:17: "Mi Padre hasta ahora trabaja; también yo trabajo."

2. ¿Es el Sábado una institución de la libertad?

Sí que lo es. Este es el segundo argumento mosaico, después de la identificación de Dios y el hombre en el reposo establecido como parte de la naturaleza creada. El pueblo de Israel está llamado a acordarse del día Sábado, porque así lo ha establecido y así lo demanda el Señor, quien ha sacado a Israel de la esclavitud, donde no había reposo ni tregua.

En la libertad, Israel está llamado a reposar un día a la semana y a reconocer que el principio del reposo semanal beneficia no solamente a los hijos de Israel, sino a sus esclavos y dependientes, y a sus animales —entre las cosas sobre las cuales reclama posesión—, y aun ha de beneficiar a los forasteros o extranjeros que se encuentran habitando en medio de las ciudades israelitas. ¡No existe tal cosa de que el israelita reposa y ocasiona al mismo tiempo que trabaje el "goy", sea cananeo, heteo, egipcio!

El Sábado es una celebración de la naturaleza, pero de una naturaleza creada por un Dios que la ha diseñado para experimentar la verdadera libertad que se nutre de la reflexión en la Persona y en la obra del Creador. Por eso el Sábado es la ocasión para meditar en la Creación de Dios.

 

3. ¿Qué significa santificar el día Sábado?

En Exodo 20:8 se manda "santificar el día Sábado". ¿Qué significa este concepto dentro de la religión de Israel?

El verbo "santificar" proviene de una raiz semítica que significa "apartar", separar de manera radical (hebreo: qadásh). El verbo aparece repetido al final del versículo 11: "Por eso el Señor bendijo el día Sábado y lo santificó."

En este contexto significa que lo distinguió de todos los demás días, no solamente por el aspecto del reposo sino también porque en este día el hombre tiene la oportunidad especial de disfrutar de las bendiciones espirituales de la alegría, de la alabanza al Creador y de la reflexión en la obra divina de la Creación.

¡Qué diferentes son estos conceptos de aquellos propalados por la religión popular sobresaturada de piedad de caramelo, de caras largas y ayunadas, y del masoquismo de quienes sufren del síndrome de la religión!

Yo he conocido personas fuera de la religión judía y que han optado por la celebración del día Sábado, pero que lo celebran dramáticamente mal. Así, por ejemplo, el mandamiento de no encender fuego en el día Sábado lo interpretan como que la voluntad de Dios es que permanezcan a oscuras y que comamos los alimentos fríos. Para ellos, el Sábado es un día de oscuridad y no de luz. Es un capricho de Dios para sumirlos en una tortura semanal. Pero las cosas no deben ser así, a la luz de la Biblia.

El prender fuego era una actividad muy dura en tiempos antiguos, antes de la invención de los fósforos. El esfuerzo para sacar chispas rozando piedras de sílex, o el de mantener el fuego encendido, era toda una especialidad. El mandamiento divino prohibe esta penosa actividad en el Sábado, pero no prohibe beneficiarse del fuego y de la luz encendidos antes de que empiece el Shabat, porque el Shabat es un día de luz, y no de oscuridad.

Entre todos los acontecimientos de la vida de Israel, aun en medio del hacinamiento de los ghettos y de los campos de concentración, el Shabat es un concepto pleno de luz. Se le llama en hebreo "Shabat Or" o "Sábado de Luz", porque la luz es su característica más sobresaliente. Las sinagogas y las casas tienen las luces encendidas día y noche, salvo los dormitorios, donde no se prenden ni se apagan las luces durante el Sábado y donde una creativa medida ha inducido a utilizar focos de una luz tenue que permite descansar y dormir, y también ver. Del mismo modo, Israel se ha provisto de cocinas especiales que mantienen la temperatura caliente de los alimentos preparados con anterioridad al Sábado.

Las ordenanzas bíblicas con respecto al Sábado y la Halajáh o normatividad derivada de los mandamientos bíblicos han perfilado de manera gloriosa la cultura del pueblo de Israel, más que ninguna otra festividad o práctica religiosa.

 

 

CELEBRACION DEL SHABAT EN EL HOGAR

 

1. El saludo especial en el Shabat

Los conceptos que hemos considerado previamente derivan directamente del mandamiento bíblico. Pero existen otros que derivan de otros pasajes de las Escrituras, como el que se expresa en el efusivo saludo sabático Shabat Shalom, que significa "Sábado de Paz". Mientras durante los demás días de la semana el saludo normal es Shalom, en el día Sábado aun la fórmula del saludo es especial: "Shabat Shalom".

 

2. El encendido de las velas festivas

Otros aspectos de la celebración del Sábado en la cultura de Israel tienen que ver con el encendido de las velitas al iniciar la festividad. Este importante ritual está a cargo de la madre.

Las velitas representan a los miembros de la familia, una velita por el papá, otra velita por la mamá y una velita por cada uno de los hijos e hijas. La mandre enciende las velas y pronuncia la bendición:

"Barúj atáh, Adonáy,

Elohéinu, Mélej Ha-Olám,

ashér qidshánu be-mitsvotáv

ve-tsivánu lehadlíq

ner shel Shabát."

"Bendito seas tú, oh Señor,

Dios nuestro, Rey del Universo,

que nos has consagrado con tus mandamientos

y nos has mandado encender

la vela del Shabát."

 

3. La ceremonia de la recepción del Shabát

Luego sigue el culto de Qabalát Shabát o "Recepción del Sábado" en la sinagoga o en el hogar. En ambos emplazamientos, todo es luz intensa, y se recibe la llegada del Sábado con la expectativa con que se recibe la aparición de una novia gloriosamente vestida de blanco, acicalada y embellecida para la gloriosa ocasión nupcial. Una canción típica del Sábado dice:

¡Lejá, dodí, liqrát kaláh;

penéi Shabát neqabeláh!

¡Vayamos, oh amado, hacia la novia;

recibamos al Sábado!

 

4. La cena festiva

Luego, una vez en casa, empieza el banquete del Sábado, donde por más pobre que uno sea, come como rey en lo que respecta a su dignidad humana. Todo brilla, todo está limpio y ordenado. La gente está vestida de gala. La mesa tiene un mantel festivo. La vajilla es especial. Las niñas pequeñas están listas, y hasta sus muñecas están limpias y vestidas de un vestido limpio y especial.

La cena de recepción del Sábado empieza con la bendición o santificación del Sábado, un ritual llamado Qidúsh. Las palabras de la bendición se pronuncian mientras el padre de familia sostiene en sus manos una copa de vino, y dice:

 

Barúj atáh, Adonáy,

Elohéinu, Mélej Ha-Olám,

boré pri ha-gáfen.

Bendito seas tú, oh Señor,

Dios nuestro, Rey del Universo,

Creador del fruto de la vid.

 

Hasta el pan que se usa en el Sábado es especial. Se llama jaláh, y está hecho de flor de harina y tiene la forma trenzada. El padre de familia levanta el pan en sus manos mientras pronuncia la bendición del pan:

Barúj atáh, Adonáy,

Elohéinu, Mélej Ha-Olám,

motsí léjem min ha-árets

Bendito seas tú, oh Señor,

Dios nuestro, Rey del Universo,

que sacas el pan de la tierra.

 

Después de que el padre pronuncia la bendición del pan lo parte y lo reparte a los miembros de la familia. Luego se empieza a comer. El menú es también especial, según las normas del arte culinario judío.

 

 

6. La ceremonia de salida del Sábado

Al finalizar el Sábado hay otra ceremonia llamada Motsaéi Shabát, o "Salida del Sábado", en que se escenifica el apagado de la luz sabática. Consiste en verter un poco de alcohol sobre un plato de loza y encenderlo con un fósforo, hasta el momento en que su luz se extingue, indicando que ha terminado el Sábado y empieza la semana laboral.

 

a) La expectativa de la venida del Mesías

Tras la ceremonia breve de Motsaéi Shabát se entonan canciones como la que expresa la expectativa del retorno del profeta Elías a Israel, anticipando la llegada del Mesías hijo de David. La canción dice así:

Eliáhu Ha-Naví, Eliáhu Ha-Tishví,

Eliáhu Ha-Guiladí,

bimheráh yavó eléinu

im Mashíaj Ben David

Elías el Profeta, Elías el Tisbita

Elías el Galadita,

muy pronto vendrá a nosotros

con el Mesías hijo de David.

 

Nos preguntamos, ¿qué papel juega la expresión de esta expectativa, justamente en la ceremonia de Motsaéi Shabát?

El Sábado funciona como un refugio en el tiempo, y el retorno a la semana constituye un reingreso a la realidad temporal. El Sábado constituye una burbuja de eternidad en medio del tiempo, o como diría Abraham Heschel, una catedral en el tiempo. Pero cuando se retorna al tiempo, se retorna a los anhelos y expectativas, y la mayor de ellas para Israel, es la venida del Mesías a la escena nacional.

Un pueblo sin expectativas es un pueblo sin esperanza, presto a ser asimilado en el tiempo y en el espacio. Este no es el caso de Israel, y la celebración del Shabat tiene como propósito dar expresión a este hecho sobresaliente.

 

b) Recitación del Poema Eshet Jáyil

Tras la ceremonia de Motsaéi Shabat también se recita el poema Eshet Jáyil, o "Elogio de la Mujer Virtuosa", que se encuentra en Proverbios 31:10-31.

¿A qué se debe la inclusión de este poema en el ritual del Sábado?

Constituye un honor reconocido a la mujer, especialmente a la esposa y madre de familia, quien representa el corazón de la actividad y prosperidad económica de la familia y del pueblo de Israel de Sábado a Sábado. Pero no solamente se la recuerda como la persona que va a trabajar duramente en la semana que acaba de empezar, sino como una perla de gran precio que adorna la celebración familiar del Shabat. Por eso se da gracias a Dios por ella, y de manera especial es alabada en la culminación del ritual del Shabát con las siguientes palabras puestas en las manos de su marido y de sus hijos:

"Muchas mujeres han hecho el bien,

pero tú sobrepasas a todas.

Engañosa es la gracia y vana la hermosura;

la mujer que teme al Señor, ella será alabada.

¡Dadle del fruto de sus manos,

y en las puertas de la ciudad alábenla sus hechos!"

(Proverbios 31:29-31)

 

Como observamos, la celebración del Sábado concentra en su renovación semanal los mayores valores del judaísmo y de la vida familiar. La festividad del Sábado es una clara demostración de cómo Dios se preocupa por el bienestar de su pueblo, tanto físico como espiritual.

 

EL POEMA ESHET JAYIL

a Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?

Porque su valor sobrepasa a las perlas.

b Confía en ella el corazón de su marido,

y no carecerá de ganancias.

g Le recompensará con bien y no con mal,

todos los días de su vida.

d Busca lana y lino

y con gusto teje con sus manos.

h Es como un barco mercante

que trae su pan de lejos.

w Se levanta, siendo aun de noche,

y da de comer a su familia__ y su diaria ración a sus criadas.

z Evalúa un campo y lo compra,

y con sus propias manos planta una viña.

x Ciñe su cintura con firmeza

y esfuerza sus brazos.

j Comprueba que es óptima su ganancia,

y su lámpara no se apaga en la noche.

y Su mano aplica a la rueca,

y sus dedos toman el huso.

k Sus manos extiende al pobre,

y tiende sus manos al necesitado.

l No teme por su familia a causa de la nieve,

porque toda su familia está vestida de ropa doble.

m Colchas hace para sí,

y se viste de lino fino y de púrpura.

n Es conocido su marido en las puertas de la ciudad,

cuando se sienta con los gobernantes del país.

s Telas hace y las vende;

y entrega cintas al mercader.

[ Fuerza y honor son su vestidura,

y se ríe de lo porvenir.

p Su boca abre con sabiduría,

y la ley de la misericordia está en su lengua.

c Tiene expectativa la marcha de su casa

y no come pan de ociosidad.

q Se levantan sus hijos

y la llaman "Bienaventurada";

y su marido también la alaba:

r "Muchas mujeres han hecho el bien,

pero tú sobrepasas a todas.

v Un engaño es la gracia y vana la hermosura;

la mujer que teme al Señor, ella será alabada.

t ¡Dadle del fruto de sus manos,

y en las puertas de la ciudad alábenla sus hechos!"

 

 

 

 

ROSH HA-SHANAH

FIESTA DE LAS TROMPETAS

 

LA FIESTA DE LAS TROMPETAS

La festividad bíblica conocida como Fiesta de las Trompetas es una celebración que ocupa un lugar prominente en el calendario hebreo y que se conoce mayormente como Rosh Ha-Shanah, que significa literalmente "comienzo del año". Se trata, pues, del Año Nuevo Judío, que tiene lugar en el primer día del primer mes del calendario hebreo o semítico, el mes de Tishréi, que aproximadamente cae en los primeros días del mes de septiembre.

Sin embargo, cuando acudimos a las fuentes bíblicas en búsqueda de información respecto a esta celebración, el registro de Levítico 23:23-25 puede resultar confuso, ya que allí no se habla del primer mes, sino del séptimo mes, lo cual requiere de una explicación.

Al respecto, debemos decir que el séptimo mes del calendario mosaico, vigente durante el Período Bíblico, es el primer mes del calendario semítico, por lo cual la ubicación de esta celebración en este mes es correcta. Este calendario semítico ha imperado desde antes del Período Bíblico entre todos los pueblos semíticos, incluido el pueblo hebreo, y a su uso ha vuelto Israel después del Período Bíblico.

A continuación traemos textualmente el registro de Levítico que servirá de base para nuestro estudio exegético con motivo de la presente celebración de Rosh Ha-shanáh o Fiesta de las Trompetas:

"El Señor habló a Moisés diciendo: "Habla a los hijos de Israel y diles: ‘El primer día del mes séptimo tendréis una fiesta sabática, una conmemoración con estrépito de trompetas y una asamblea sagrada. No haréis ningún trabajo laboral y presentaréis una ofrenda quemada al Señor.’"

 

 

LA FIESTA DE LAS TROMPETAS Y EL CALENDARIO

No podríamos entender muchas cosas y conceptos relacionados con la celebración de la fiesta de las Trompetas o fiesta del Año Nuevo, sin antes estudiar todo lo que se relaciona con la concepción del calendario, particularmente del calendario lunar del antiguo Israel.

El estudio que sigue sirve para entender los aspectos calendáricos relativos a esta festividad y a todas las demás del calendario judío:

 

1. El calendario lunar y el calendario solar

El cálculo del ciclo anual entre los antiguos pueblos semíticos —Israel incluido— era a base de la observación de las fases de la Luna. El cómputo o suma de los días en el año lunar es ligeramente menor que el de los días del año solar, basado en el tiempo que le toma a la tierra girar alrededor del Sol. Sin embargo, es la relación de la Tierra con el Sol lo que define el fenómeno de las estaciones y delimita con mayor exactitud el ciclo agrario.

Como el cálculo basado en la rotación de la Tierra alrededor del Sol determina con mayor exactitud cada fase del ciclo agrario en la sucesión de años, los antiguos pueblos semíticos se vieron obligados a contar cada cierto número de años trece meses en su año lunar, para volver a coincidir con el cómputo de los días del año solar. Los israelitas hacían esto duplicando el último mes del calendario mosaico, el mes de Adar, en dos: "Adar Alef" y "Adar Bet".

La influencia cultural del cómputo lunar ha sido tan fuerte en los pueblos de la antigüedad que se la palabra "luna" (hebreo: yaréaj) sirvió para designar a cada mes, como se puede verificar en el Calendario de Guezer descubierto en una tablilla de piedra caliza grabada en los tiempos del rey Salomón. Este calendario es un cómputo de los doce meses del año según las diversas actividades agrarias de cada mes.

 

2. El calendario semítico y el calendario mosaico

En el mundo antiguo, en aquellas áreas donde se había arraigado la cultura semítica y la influencia de los imperios de Mesopotamia, existía una manera común de concebir el año en relación con el ciclo agrario anual. Los habitantes de la tierra de Canaán y también los israelitas eran regidos por este mismo sistema común que nosotros denominamos "calendario semítico".

El primer mes del calendario semítico es el mes de Tishréi, que coincide aproximadamente con el mes de Septiembre. En el mes de Tishréi se renueva el ciclo agrario en los países del mundo de la Biblia y en el hemisferio norte en general, con el final del verano y el comienzo del otoño.

El cómputo a partir del mes de Tishréi está en perfecta armonía con la naturaleza de la tierra y con la naturaleza física de los animales y el ser humano. Tishréi y el año nuevo empiezan cuando ha terminado el verano, la última estación del año anterior. Entonces la tierra ve renovarse sus fuerzas para producir de nuevo y el hombre para trabajar y volver al estudio intensivo en las instituciones académicas.

No solamente en Israel ocurre este fenómeno en el mes de Septiembre, sino en todos los países del hemisferio norte del planeta. Si alguna vez ha vivido usted en Estados Unidos o en Europa, se habrá dado cuenta que el año académico empieza en el mes de Septiembre, después de que el verano ha terminado y el ser humano experimenta juntos con la tierra un semejante renacer de su vitalidad.

Sin embargo, el lector inteligente de la Biblia observará de inmediato que el primer mes del año en los registros bíblicos no es Tishréi, sino el mes de Nisán.

¿Qué ha ocurrido?

Moisés fue quien introdujo en el calendario un cambio trascendental: El señaló al séptimo mes del calendario semítico (Nisán o Aviv) como el primer mes del año para Israel, haciendo que el primer mes del calendario semítico (Tishréi) quede convertido en el séptimo mes del calendario mosaico. El registro de este cambio se encuentra en el capítulo 12 del libro de Exodo:

"El Señor habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: ‘Este mes os será el principio de los meses; será para vosotros el primero de los meses del año....’" (Exodo 12:1, 2).

 

La Biblia Reina-Valera Actualizada o RVA incluye una nota de pie de página para la palabra "primero", la cual dice: "Es decir, Nisán, aproximadamente Marzo-Abril." De este modo el mes séptimo del calendario común a los pueblos semíticos se convirtió en Israel en el primer mes a través de todo el Período Bíblico. Israel acató por completo esta disposición mosaica destinada a darle relevancia al evento de la liberación de Israel y la salida de Egipto; no se ha registrado jamás alguna oposición o desacato a la innovación mosaica.

La interrelación entre el calendario semítico y el calendario mosaico es ilustrada por el siguiente cuadro:

CALENDARIO SEMITICO CALENDARIO MOSAICO

1. TISHREI 1. NISAN

2. JESHVAH 2. IYAR

3. KISLEV 3. SIVAN

4. TEVET 4. TAMUZ

5. SHEVAT 5. AV

6. ADAR 6. ELUL

7. NISAN 7. TISHREI

8. IYAR 8. JESHVAN

9. SIVAN 9. KISLEV

10. TAMUZ 10. TEVET

11. AV 11. SHEVAT

12. ELUL 12. ADAR

Sin embargo, Moisés no actuó de ninguna manera en contra de la naturaleza y el hombre, ya que el mes de Nisán coincide también con otro renacer. En la estación de la primavera nacen las flores y se siente renacer el amor. Moisés le dio a este mes mayor profundidad de significación al celebrar el advenimiento de la libertad y la salida de la esclavitud de Egipto.

Después que los judíos fueron desterrados de su territorio y llevados al Cautiverio en Babilonia, el mes de Nisán siguió siendo el primer mes del año judío en importancia, pero el cómputo del calendario semítico volvió a imponerse en la vida del pueblo judío. Hasta el día de hoy, cuando hablamos de "calendario judío o hebreo" no nos referimos al cómputo del calendario mosaico, sino al cómputo calendárico común entre los pueblos semíticos.

 

3. El calendario judío y el calendario cristiano

Como hemos visto, el así llamado "Calendario Judío" no fue originalmente judío, sino el calendario común de los pueblos semíticos.

Tampoco el "Calendario Cristiano" es una institución de la religión cristiana. Sin embargo, conviene que los comparemos a fin de ubicarnos en el tiempo y entendamos mejor este estudio de las festividades de Israel.

El siguiente cuadro nos ilustra la interrelación de los meses del Calendario Judío y el Calendario Cristiano:

1. TISHREI Entre septiembre y octubre

2. JESHVAN Entre octubre y noviembre

3. KISLEV Entre noviembre y diciembre

4. TEVET Entre diciembre y enero

5. SHEVAT Entre enero y febrero

6. ADAR Entre febrero y marzo

7. NISAN Entre marzo y abril

8. IYAR Entre abril y mayo

9. SIVAN Entre mayo y junio

10. TAMUZ Entre junio y julio

11. AV Entre julio y agosto

12. ELUL Entre agosto y septiembre

 

En el resto de esta separata académica vamos a seguir este orden de los meses, tal como se acostumbra en el pueblo de Israel hasta el presente.

 

4. El cómputo de los años en Israel

Diversos pueblos han contado los años de su historia a partir de algún acontecimiento trascendental. Los romanos contaban los años de la era romana a partir de la fundación de la ciudad de Roma. Los cristianos cuentan los años a partir del nacimiento de Jesús. La era judía empieza con el acontecimiento de la creación del mundo, un cómputo convencional basado en los datos cronológicos legendarios del libro de Génesis.

Este año de 1994 coincide con el año 5755 de la era judía. Esta cifra es puramente convencional; no constituye una aseveración categórica con respecto a la antigüedad real del mundo. Se ha llegado a este cómputo siguiendo las cifras que aportan las genealogías del Génesis. Sin embargo, esta cifra convencional no constituye ningún dogma que delimite la comprensión del pueblo judío de la antigüedad de nuestro planeta y de la raza humana. Tal concepción cronológica no ha causado discusión ni conmoción alguna en la mentalidad del judaísmo, como ocurre persistentemente en el seno del cristianismo fundamentalista que enfatiza en el tema del creacionismo.

 

 

LA FIESTA DE LAS TROMPETAS EN EL PERIODO BIBLICO

Todo lo expuesto arriba nos puede hacer entender con facilidad el registro bíblico en el cual se instituye la fiesta de las Trompetas:

"El Señor habló a Moisés diciendo: ‘Habla a los hijos de Israel y diles: El primer día del mes séptimo tendréis una fiesta sabática, una conmemoración con estrépito de trompetas y una asamblea sagrada. No haréis ningún trabajo laboral y presentaréis una ofrenda quemada al Señor’"

(Levítico 23:23-25).

 

Puesto que el séptimo mes del calendario mosaico es el primer mes del calendario semítico en vigencia, es decir, el mes de Tishréi, con este mes empieza el año. Y como la festividad de las Trompetas tiene lugar el primer día del mes de Tishréi, entonces este día constituye el primer día del año. De allí deriva su nombre hebreo —aunque no aparece en la Biblia— de Rosh Ha-shanáh (literalmente, "comienzo del año") o Año Nuevo judío.

1. Carácter sabático de la celebración

La fiesta de las Trompetas es calificada en los registros de Levítico 23:23-25 como una "fiesta sabática" (hebreo: shabatón), porque el día festivo es celebrado a la manera del Sábado, con la cesación de todo trabajo laboral.

El trabajo laboral (hebreo: meléjet avodáh) es una actividad lucrativa en el ámbito socio económico. El adjetivo lo diferencia del trabajo o servicio en el culto, pero no incluye las labores de carácter vital como el aseo personal, la alimentación, la movilidad personal limitada a las estipulaciones relativas al Sábado y las actividades vinculadas con el culto a Dios.

2. Conmemoración con estrépido de trompetas

El nombre de "fiesta de las Trompetas" no aparece exactamente así en los documentos bíblicos. En Números 29:1 se le denomina Yom Teruáh (literalmente: "día del toque con estrépito"). Se interpreta que ello se hacía con trompetas de metal, pero perfectamente pudiera haber ocurrido con shofarot o cuernos de carnero.

Acerca de los detalles del ritual del toque de trompetas en este primer día del año hebreo solamente podemos conjeturar. Los documentos mosaicos no nos dan un registro detallado al respecto, y podría ser que ese tipo de ritual haya sido la modalidad aceptada desde tiempos más antiguos para dar la bienvenida al año nuevo, de la misma manera que se suele dar la bienvenida a un nuevo rey que asume el trono, o a un general que asume el mando como jefe del ejército. Casualmente de esta manera —con estrépito de trompetas— ascendió al trono Joás, como nos narra el registro bíblico:

Y le proclamaron rey. Lo ungieron y le aplaudieron diciendo: "¡Viva el rey!"

Cuando Atalía oyó el bullicio de la escolta y de la gente, se acercó a la gente en la casa del Señor. Y cuando miró, he aquí que el rey estaba de pie junto a la columna, según el protocolo. Los magistrados y los que tocaban las trompetas estaban junto al rey. Todo el pueblo de la tierra se regocijaba y tocaba las trompetas.

 

Sigmund Mowinkel, uno de los más grandes comentaristas de los Salmos según la escuela de la Crítica de Formas, considera que la fiesta de las Trompetas o Festival del Año Nuevo coincidía con la conmemoración del ascenso de los reyes al trono y que el Sitz im Leben o contexto cultural de varios de los Salmos constituye esta misma celebración, concebida también como el entronamiento del Señor como Rey sobre toda la Creación (The Psalms in Israel’s Worship Psalms at the Enthronement Festival of Yahweh, Pág. 107 y siguientes).

Tal sería el contexto de los Salmos 47, 93 y 96, que se caracterizan por contener la proclamación: "¡El Señor reina!" Observe, por ejemplo, la solemnidad que expresa el Salmo 96: 10-13:

Decid entre las naciones:

¡El Señor reina!

Ciertamente ha afirmado el mundo,

y no será conmovido.

Juzgará a los pueblos con rectitud.

¡Alégrense los cielos, y gócese la tierra!

¡Ruja el mar y su plenitud!

¡Regocíjese el campo

y todo lo que hay en él!

Entonces cantarán con júbilo

todos los árboles del bosque

delante del Señor, pues él viene.

Porque él viene para juzgar la tierra.

Juzgará al mundo con justicia

y a los pueblos con su verdad.

 

 

Observe que el verbo "juzgar" que aparece al final de este salmo, no se refiere a otra cosa que a empezar a gobernar, según el sentido del verbo shafat que es paralelo al verbo maláj, "reinar".

 

3. Confesión de confianza ante el nuevo año

El mismo contexto cultural del Festival del Año Nuevo también habría dado origen al Salmo 23, donde el Señor es referido en labios de un creyente israelita como "mi Pastor".

En mi libro Hebreo Bíblico: Texto Programado, en la página 535 me refiero al Salmo 23 con las siguientes palabras: "Si consideramos el Salmo 23 a la luz de las asociaciones de la literatura acádica, la palabra reúm, que equivale a la palabra hebrea roéh, "pastor", es un título del rey."

Antes de proseguir con mi comentario exegético del Salmo 23 expongo en mi obra algunas porciones de la literatura acádica entresacada el texto del Código de Hamurabi, donde este gran rey se llama a sí mismo "el pastor que trae paz" (en acadio: reum mushallimum), "cuyo cetro es recto".

El Salmo 23 sería, entonces, una confesión personal que el creyente israelita hace al principio del año de su plena confianza en la provisión y la presencia divina a lo largo de todos los días del año. Existe evidencia literaria que indica que la expresión con que termina el Salmo 23, órej yamím, podría también ser traducida "muchísimos años", así como también "días sin fin", como aparece en la RVA.

Teniendo en mente la asociación del Salmo 23 con una lectura devocional para el primer día del nuevo año, leamos acontinuación su texto completo:

El Señor es mi pastor;

nada me faltará.

En prados de tiernos pastos

él me hace descansar.

Junto a aguas tranquilas me conduce.

Confortará mi alma

y me guiará por sendas de justicia

por amor de su Nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,

no temeré mal alguno,

porque tú estarás conmigo.

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Preparas mesa delante de mí

en presencia de mis adversarios.

Unges mi cabeza con aceite;

mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia

me seguirán todos los días de mi vida

y en la casa del Señor

moraré por largos años.

4. La asamblea sagrada

El ceremonial con estrépito de trompetas sería presenciado por la multitud del pueblo reunido en asamblea sagrada, es decir en el lugar donde se habría de manifestar de manera especial la presencia del Señor. Al estrépito del shofar, el pueblo en asamblea responde levantando su voz en oración.

Seguramente tal asamblea estaba formada por todos los hombres en edad militar. Por tanto, en tal día quedaba suspendido todo tipo de "trabajo laboral" o económicamente rentable. A esto se debe que a esta celebración también se le llama en los registros de Levítico 23:23-25 "fiesta sabática", por cuanto toda actividad lucrativa quedaba suspendida y solamente se llevaban a cabo las actividades relativas al culto y la celebración.

 

5. La ofrenda al Señor

El registro bíblico en Números 29:1-6 amplía las intrucciones con respecto a la celebración de la fiesta de las Trompetas solamente en el aspecto relativo a la ofrenda al Señor. He aquí el texto bíblico:

"El primer día del mes séptimo tendréis una asamblea sagrada; no haréis ningún trabajo laboral. Este será para vosotros día de tocar las trompetas con estrépito.

Como holocausto de grato olor al Señor ofreceréis un toro, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto. Su ofrenda vegetal será de tres décimas de un efa de harina fina amasada con aceite por el toro, dos décimas por el carnero, y una décima por cada uno de los site corderos; y un macho cabrío como sacrificio por el pecado, para hacer expiación por vosotros, además del holocausto del mes y de su ofrenda vegetal y sus libaciones, que conforme a lo establecido se ofrecen como grato olor, ofrenda quemada al Señor."

(Números 29:1-6)

 

No nos corresponde ampliar los detalles relativos a estas ofrendas. Solamente hemos de llamar la atención del lector a las notas que la RVA incluye para referirse a la cantidad de harina fina que acompañaba a cada víctima para el holocausto. Las notas "a", "b" y "c" que tres décimas de un efa equivalen a 4.4 litros o decímetros cúbicos; dos décimas equivalen a 2.2 decímetros cúbicos, y una décima a 1.8 decímetros cúbicos. Las medidas son dadas en términos de capacidad, no de peso.

Como estos holocaustos presuponen la existencia de un santuario central, es claro que fueron suspendidos cuando fue destruido el templo de Jerusalem, así como los otros tipos de sacrificios que allí se ofrecían. Por tanto, este aspecto de la celebración no está vigente en el culto judío.

 

CELEBRACIONES FESTIVAS EN LA ACTUALIDAD

Una serie de características ha reunido la celebración de la fiesta de las Trompetas, más conocida como Rosh Ha-shanáh. Veamos las más resaltantes:

 

1. La inscripción para un año bueno

Aparte de los registros bíblicos, la fiesta de las Trompetas o Rosh Ha-shanáh es considerada como el comienzo de los diez días que terminan con la celebración del Día de la Expiación o Yom Kipúr, el 10 de Tishréi. A tales días se denomina Yamím Noraím (literalmente: "los días terribles"), caracterizados por una profunda contrición y expectativa acompañada por penitencia y observancia religiosa.

Se cree que en estos días todas las personas han de rendir cuenta a Dios, quien las ha de juzgar y decidir qué ha de suceder con ellos en el año que ha empezado. El anhelo ferviente de todos es ser inscritos en el Libro de la Vida, por lo cual unos a otros se expresan este ferviente deseo: "Le-shanáh továh tikatévu", "¡Que seáis inscritos para un año bueno!" —Así dicen las tarjetas postales que se envía con anticipación a los familiares y amigos con motivo de esta celebración de Rosh Ha-shanáh.

 

2. La celebración en el hogar

La fiesta de Rosh Ha-shanáh empieza en el hogar cuando la madre enciende las velas festivas antes de la hora del ocaso y recita las plegarias para que el bien visite a todos en el hogar.

Después viene la cena festiva que empieza con el Qidush u oración por la bendición de esta celebración. Después de ello toda la familia toma tajadas de manzana, las unta en una fuente con miel, y las lleva a la boca, simbolizando el anhelo porque el nuevo año traiga dulzura a sus vidas.

Todo esto es el aperitivo. ¡Luego viene la cena festiva! Nada amargo o picante habrá en la mesa de Rosh Ha-shanáh, para simbolizar la expectativa por todo lo dulce de la vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

YOM KIPUR

DIA DE LA EXPIACION

 

 

DIA DE LA EXPIACION

El Día de la Expiación ha llegado a constituir la celebración más importante en la vida del pueblo de Israel. En hebreo se le llama Yom Kipur o Yom ha-kipurim (literalmente: "día de la expiación" o "día de las expiaciones"). La palabra kipur deriva de la raíz verbal que significa "cubrir". Se trata de cubrir el pecado o el mal, de modo que no tenga efectos en el individuo y en la comunidad. Observe cómo se concibe que el mal nunca desaparece en el cosmos, pero sus efectos pueden ser cubiertos y neutralizados para quien está en paz con Dios.

El acto de cubrir el mal y ocultarlo era llevado a cabo mediante de una serie de ritos de propiciación que están descritos en Levítico Exodo 3:10; 16:1-34; 23:26-32 y 25:9; Números 29:7-11, y en la Mishnáh, en el tratado de Yoma (cuyo nombre significa "El Día"), que trata del Día de la Expiación. Estos ritos, para ser efectivos han de realizarse de la manera en que han sido prescritos por Dios y acompañados de una sincera contrición manifestada en el arrepentimiento y confesión de los pecados ante Dios y ante los seres humanos.

 

 

EL DIA DE LA EXPIACION Y EL CODIGO DE SANTIDAD

El texto más extenso sobre esta celebración se encuentra en Levítico, en medio de la cuarta sección del libro, denominada "Código de Santidad" (Levítico 11:1-22:33). Allí se encuentra esta larga sección, separando en dos mitades el Código de Santidad. Da la impresión que lo relativo al Día de la Expiación ha sido superpuesto sobre el Código de Santidad para dar a entender su caracter de IMPORTANTE.

No obstante su importancia, la fecha no está indicada en este pasaje, sino en otro. Este hecho nos muestra que lo relativo al Día de la Expiación constituye el aspecto más resaltante de la nación, por cuanto involucra no solamente al individuo sino a toda la nación.

 

 

 

 

 

EL DIA DE LA EXPIACION Y EL AÑO NUEVO

La fecha del día de la Expiación aparece en Levítico 23:27; 25:9 y es el 10 del mes séptimo, el mes de Tishréi, aproximadamente en Setiembre-Octubre.

El hecho de que ocurra diez días después de la celebración del Año Nuevo o Fiesta de las Trompetas, ha sido considerado como que en realidad constituye el año nuevo judío, cuya trascendencia espiritual no se ha querido opacar con la celebración del año nuevo de la manera heredada de los pueblos del Antiguo Medio Oriente. Podría estimarse que la Fiesta de las Trompetas o Rosh Ha-shanáh siguió constituyendo el hito que marca la renovación anual desde el punto de vista cíclico, mientras que Yom Kipur constituye la renovación del espíritu. El hecho de que entre Rosh Ha-Hashanáh y Yom Kipur haya diez días (incluidas las celebraciones) indica que las celebraciones en realidad son el primero y el último día de una sola celebración. Lo que media son días de profunda contrición, conocidos también como yamím noraím o "días terribles", en los cuales la nación toda, de manera corporativa espera con temor y temblor el veredicto de aprobación de Dios y la luz verde hacia un nuevo ciclo de la vida.

También el hecho de que ocurra a tan sólo cinco días de la festividad de Tabernáculos ha sido considerado por Tur Sinai como indicio de que constituía una preparación ritual del santuario ante la peregrinación y la celebración de Tabernáculos. La misma celebración de Tabernáculos constituía un hito que marcaba el comienzo del año agrario. A eso se debe que los escritos bíblicos nos hablan de Tabernáculos como que ocurre a la "salida" o comienzo del año.

Tenemos, pues, en Rosh Ha-shanáh, en Yom Kipur y Sukót o Tabernáculos, tres aspectos de las celebraciones de la renovación del ciclo anual, agrario y espiritual en Israel.

 

EL GRAN DIA DEL PUEBLO DE ISRAEL

Yom Kipur es el gran día anual de ayuno en el Judaísmo. En este día, en los días en que estaba en pie el Templo, el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo para expiar por los pecados de todo el pueblo de Israel.

En el texto griego de Hechos 27:9 se le llama i nistía, "el Ayuno" por antonomasia, y en la Mishnáh se le conoce como el "Gran Día".

El día anual de expiación es el único día de ayuno que está prescrito en la Ley de Moisés, aunque muchos eruditos creen que se desarrolló tardíamente en el Período Post-Exílico. Sea como sea, ha jugado un rol muy influyente en todo el Judaísmo, especialmente en los dos o tres siglos antes del surgimiento del Cristianismo. El intenso relato de este día en el Tratado de Yoma en la Mishnah, demuestra este hecho.

También el Día de la Expiación sobrevivió la destrucción del Templo y el cese de los rituales relacionados con el Lugar Santísimo.

 

EL DIA DE AYUNO NACIONAL

El Día de la Expiación ha sobrevivido como un día solemne de ayuno nacional. Aunque las fuentes bíblicas no mencionan específicamente la palabra "ayuno", esto ha sido derivado de la expresión "os humillaréis a vosotros mismos", o de una manera literal "afligiréis vuestras almas", en Levítico 16:29, 23:27, 29 y Números 29:7.

Estas fuentes parecen sugerir mucho más que la abstinencia del alimento. Se las ha interpretado como una referencia a una abstinencia total que también incluye la bebida, el aseo personal, la unción con aceite, el uso de sandalias y las relaciones sexuales (Yoma 8:1; Comparar: Hebreos 9:10).

Sólo los niños y los enfermos quedan exentos del ayuno, salvo su decisión personal de participar. Aun los ateos participan en el ayuno, aunque lo hagan tan sólo como un deber nacional y cultural. Además infringir el ayuno en un día tan solemne como éste no pasaría desapercibido.

La solemnidad de la celebración paraliza a todos y a todo. Fue así que en 1973 Egipto y Siria, bajo asesoramiento de Rusia escogieron este día para sorprender a Israel con la guerra más trágica de su historia: la Guerra de Yom Kipur. Los hombres y mujeres de la reserva del Ejército de Defensa de Israel fueron convocados mientras se encontraban aun en las sinagogas, en la hora más intensa de ayuno y concentración espiritual.

 

 

UNA FIESTA SABATICA SOLEMNE

El Día de la Expiación también constituía una "fiesta sabática solemne" según Levítico 16:31 y 23:32. Era un día de observación sabática, es decir, un día celebrado a la manera del Sábado, en el sentido de que cesaba toda labor (Números 29:7).

Junto con esta característica en el Día de la Expiación había una asamblea sagrada o miqrá qódesh (Números 29:7). Esto significa una concentración para el culto público en todos los centros de culto.

 

UNA OCASION DE PURIFICACION NACIONAL

Los rituales del Día de la Expiación tenían el propósito de proteger a toda la nación de la ira divina y obtener la protección del Dios santo quien moraba en el Templo en medio de su pueblo. El acto de esparcir sangre y la expulsión del macho cabrío o chivo expiatorio para la expiación tenía el mismo propósito: Limpiar a Israel, a su sacerdocio y a su Templo de la contaminación del pecado.

El día mismo, así como el ayuno, empezaba tras el final del noveno día en la hora del ocaso y duraba hasta el final del décimo día también hacia la hora del ocaso (Levítico 23:32).

Como la figura central de todas estas ceremonias era el sumo sacerdote, su preparación era intensa. Siete días antes del ayuno dejaba su hogar para residir en su apartamento en el Templo (Yoma 8:1). Durante estos días él oficiaba en sacrificio continuo y ensayaba los ritos solemnes que debía oficiar en el Gran Día.

Al empezar el día solemne en la víspera, él comía algo liviano porque debía hacer vigilia toda la noche. Durante la noche otros sacerdotes menores lo mantenían despierto mediante la lectura de textos sagrados. A la mañana, después de bañarse (Levítico 16:4) se vestía de sus vestiduras sacerdotales y ofrecía las ofrendas quemadas según lo estipulado para el día (Números 29:8-11).

Luego se volvía a vestir las vestiduras blancas de lino del penitente (Levítico 16:4) y estaba listo para oficiar en las ceremonias de expiación.

 

 

 

LOS RITUALES DE EXPIACION

Hay tres rituales de expiación:

1. El sacrificio por los sacerdotes

La víctima del sacrificio por Aarón y su familia (Levítico 16:6) era un toro, lo mismo que en la ofrenda personal del sacerdote (Levítico 4:3-11).

El sacerdote se acercaba al animal en el lugar acostumbrado del sacrificio en el área del atrio del Templo (Yoma 3:8). Antes de sacrificarlo, ponía sus manos sobre su cabeza y confesaba sus pecados y los pecados de su familia.

El ritual terminaba con la pronunciación del Nombre Sagrado (el Tetragramaton Sagrado hwhy - YHVH). La pronunciación del mismo sobrevivió en el ritual del Día de la Expiación mucho después de que había ya cesado entre el pueblo en general.

Con el incienso y la sangre del toro sacrificado el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo (Levítico 16:12-14). De acuerdo con la Mishnáh esto hacía en dos fases:

 

a) Primera fase:

Primero, tomaba en su mano derecha los carbones encendidos en el incensario y en su izquierda un recipiente con incienso, y entraba para echar incienso en el santuario a fin de quedar libre del misterio divino (Exodo 33:20). Luego ponía el incensario humeando sobre los extremos del arca (Exodo 25:13, 14). En tiempos posteriores, cuando el arca se había perdido, colocaba el incensario sobre la shetiyáh o piedra de fundación (Yoma 5:2).

 

b) Segunda fase:

Después se retiraba al Lugar Santo para orar, pero brevemente, no sea que el pueblo quedara horrorizado por causa de su demora.

A continuación tomaba la sangre del toro de manos de un ayudante que la removía para prevenir su coagulación, y entraba en el Lugar Santísimo por segunda vez. El rociaba parte de la sangre sobre el kapóret o sede de misericordia una vez, y siete veces él recubría el arca con sangre en la parte frontal, para cubrir la contaminación de los pecados del sacerdote.

Luego volvía al Lugar Santo, ponía el recipiente de la sangre del toro sobre una base, y salía del santuario para llevar a cabo el próximo rito, la expiación por del pueblo.

 

 

2. El sacrificio por el pueblo

El sacrificio para la expiación del pueblo era un macho cabrío escogido por suerte de dos especímenes idénticos presentados en el área del atrio del templo, al norte del altar. Había una urna especial para las dos suertes, una marcada "para el Señor" y la otra "para Azazel".

Estando entre los dos machos cabríos y mirándolos, el sumo sacerdote metía sus dos manos en la urna y sacaba una suerte en cada mano. Luego llevaba las suertes de su mano sobre las cabezas de los machos cabríos mientras pronunciaba la dedicación: "Para el Señor" (pronunciando el Nombre o Tetragramaton Sagrado: hwhy - YHVH). Luego se ataba una cinta roja sobre el otro macho cabrío destinado para Azazel.

El sacerdote sacrificaba el macho cabrío para el Señor, y con su sangre entraba en el santuario por tercera vez para rociar el arca siete veces con el sacrificio del pueblo.

Luego regresaba al Lugar Santo, tomaba la fuente que contenía la sangre del toro y dejaba la que tenía la sangre del macho cabrío. Entonces rociaba el velo hacia el arca siete veces.

Luego, una vez más, hacía lo mismo tomando la sangre del macho cabrío.

Luego combinaba lo que quedaba de sangre en las dos fuentes y procedía a ungir los cuernos del altar del incienso que estaba hecho de oro (Exodo 30:1-10) y que estaba delante del velo. Este altar y el incienso que era quemado sobre él eran un símbolo de las oraciones de Israel.

De esta manera todos los instrumentos del culto del que dependía la relación de Dios con Israel quedaban santificados. El resto de la sangre era sacada y vertida a la base del altar de las ofrendas quemadas.

 

3. El macho cabrío para Azazel

Si los sacrificios del toro y del macho cabrío para el Señor efectuaban la purificación de Israel en lo que respecta a su aparato cúltico, el rito del macho cabrío para Azazel, o chivo expiatorio, servía para quitar la culpa que queda en el pueblo mismo.

Probablemente al principio se consideraba que el chivo expiatorio se convertía en un demonio del desierto cuando era enviado al desierto (Levítico 16:22). Se creía que en el desierto habitaban demonios con forma de machos cabríos. En una cita de Enoc 6:7, 8:1; 13, el nombre Azazel señala al jefe de los ángeles caídos y es sinónimo de Satanás.

La etimología original de Azazel es incierta. La conjetura más respetable es que deriva de las palabras ez ozel, "chivo que desaparece", es decir, que se pierde en el desierto.

Después de la confesión de los pecados en nombre del pueblo, acompañada por la imposición de ambas manos, el sumo sacerdote entregaba el chivo expiatorio a un hombre señalado para conducirlo lejos. La muchedumbre del pueblo participaba en la partida del chivo jalando su lana o escupiéndole y arreándole para que se vaya pronto (Yoma 6:4).

La ruta del chivo y del hombre que lo conducía seguía el curso del torrente del Quedrón en el desierto de Judea. Al final de la ruta, sobre un precipicio, el hombre ataba una cuerda carmesí en el cuello del chivo y lo unía a una roca, y luego empujaba la roca por el precipicio para que el chivo muriera. Una leyenda dice que una cinta carmesí atada en la entrada del santuario se volvía blanca en el momento en que el chivo caía al precipicio y moría, como un símbolo de que el pueblo había quedado libre de sus pecados (Yoma 6:8). Quizás Isaías 1:18 hace alusión a este ritual cuando dice:

"Venid, pues, dice el Señor, y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana."

(Isaías 1:18)

 

Con esto terminaban los ritos del Día de la Expiación. Luego el sumo sacerdote se despojaba de su vestidura de penitente y se vestía de su vestido esplendoroso para ofrecer ofrendas quemadas en el altar. El último rito consistía en entrar de nuevo al Lugar Santísimo para sacar el incensario que había sido dejado allí. Esta era la cuarta y última vez que el sacerdote entraba allí.

El que llevó el macho cabrío al desierto debía lavar su ropa antes de volver al seno de la comunidad.

Entonces el pueblo danzaba y se regocijaba. Las palabras del Salmo 103:12 parecen referirse a este acto ritual:

Tan lejos como está

el oriente del occidente,

así hizo alejar de nosotros

nuestras rebeliones.

 

 

ESPECTATIVA DE UN AÑO DE BENDICION

Sobre esta celebración dijo Rabi Akiba: "¡Cuán afortunados sois, oh pueblo de Israel. ¿Ante quién sois vosotros puros, y quién es el que os purifica? Vuestro Padre que está en los cielos."

Filón describe a esta celebración como un ayuno que era al mismo tiempo un día de fiesta, la mayor de todas las festividades de Israel (Sobre leyes Especiales, II, xxxii).

Se decía que este es el único día en que por tres horas Satán no acusa a Israel ante Dios. Era un día cuando el pacto entre Dios e Israel se confirmaba y se anticipaba la intervención de Dios en el año por delante.

La festividad de Tabernáculos empezaba cinco días después, y el gozo de Tabernáculos era fruto del Día de la expiación.

En su corta oración en el Templo tras haber echado incienso en el Lugar Santísimo, el sumo sacerdote pedía por un año de abundancia y por la venida del Mesías (Guemara 53).

 

 

 

SUKOT — TABERNACULOS

LA FIESTA DE LAS CABAÑAS

 

 

 

LA NOSTALGIA DE SUKOT

Si visitas Israel en los días de la fiesta de Sukót o de las Cabañas, a comienzos de octubre, quedarás impresionado por el cielo cargado de nubes ansiosas de verterse sobre la tierra santa. El aire cargado de una extraña mezcla de tristeza y de felicidad, los componentes químicos de la nostalgia.

Allá es el comienzo del otoño, el momento en que han cesado la diversión y las locas aventuras del verano, y la naturaleza y la gente se disponen a un nuevo comienzo. Tanto la tierra, como la gente, experimentan una energía renovada, algo extraño, porque parecía que el verano se hubiera llevado consigo todas las fuerzas.

En otoño empieza el año. No me refiero al año "loco" que empieza en enero, sin más razón, sino al año "cuerdo" que empieza en el otoño y termina con el verano, y que transcurre a la par del ciclo de la vida o ciclo agrario.

En otoño empieza el ciclo agrario, con siembra y lluvias. En otoño empieza el año escolar, con energía renovada para el estudio, que invita a sembrar en el campo espiritual. No podría ser de otro modo, pues ¿qué sería de los niños si tu-vieran que empezar la escuela en medio del fuego del verano infernal?

Y a la mezcla de tristeza y alegría con que el comienzo del otoño presiona al corazón, se agrega otro ingrediente: La ansiedad y la expectativa. La tierra y la gente ansían y esperan el agua que caerá del cielo. Las lluvias alimentarán a la tierra, y la tierra alimentará a la gente, y la vida se conso-lidará.

Todo este cúmulo de sensaciones y de asociaciones se expresa en las celebraciones de Sukót en Israel, cuya característica más resaltante son las adorables cabañitas que grandes y pequeños construyen en todos los jardines, en los patios, en las azoteas, en las plazas, en las terrazas de los edificios y en los balcones de todas las casas en las ciudades y en el campo.

Estas cabañitas no solamente dan su nombre a la festividad (sukót significa "cabañas"), sino también lo repletan de significado y de inspiración.

¿Cómo es que estas cabañitas construidas con el recurso del amor, del ingenio y de la fantasía infantil repletan de signi-ficado a la festividad?

Es que a pesar de ser tan chiquitas, tan simples y tan frágiles, unifican la experiencia de la vida en el pasado, en el presente, y en el porvenir.

Estas cabañitas hacen recordar que en el pasado, en los días del Exodo, los hijos de Israel fueron tan pobres que no tenían más que una cabañita para protegerse del calor del sol en el día, y del insomnio que produce el resplandor de la luna de noche. Pero también nos hacen recordar que en medio de la desolación y de las privaciones del desierto, Israel contó con la presencia protectora de su Dios, como lo expresan las palabras del Salmo 121:5 y 6:

El Señor es tu protector;

El Señor es tu sombra a tu mano derecha.

El sol no te herirá de día

Ni la luna de noche.

 

Las cabañitas han de ser construidas con toda sencillez, porque la lección más importante para el aspecto práctico de la vida es que pobreza más ingenio más amor produce porvenir y éxito. Y esta lección no debe olvidarse aunque al presente uno esté rodeado de riquezas y comodidades. Nunca hay que olvidar que lo más importante es vivir.

Estas cabañitas también simbolizan el presente, la inter-fase que vincula el pasado y el porvenir, porque pertenecen al ciclo agrario que pasó, pero cuando se acaben de caer al suelo dentro de poco, serán remplazadas por cabañas nuevas desde las cuales se podrá cuidar los frutos deliciosos de la nueva estación.

Aparte de la motivación infantil, tres factores constituyen los ingredientes de las festividades de Israel, y en especial de Sukót:

1. En primer lugar está el factor de la historia, porque un pueblo desligado de su historia deja de ser pueblo. Por eso la fiesta de Sukót nos hace recordar los duros días del Exodo y de la peregrinación en el desierto de Sinaí.

2. En segundo lugar está el factor de las circunstancias específicas del ciclo agrario. Motiva poderosamente la inte-ligencia y la imaginación el hecho de que cada festividad de Israel está inmersa en el aire, en el viento, en la vegetación, en los frutos estacionales, en las actividades agrarias, en las flores, en el canto de las tórtolas y de los pajaritos, en las nubes, en la lluvia, en la nieve, en las vides en flor y en las melodías de amor. Todos estos factores producen la magia de la festividad, que nos planta en el momento presente y contribuye a su propósito educacional. Podríamos decir que Israel no festeja solamente la dulce primavera, sino también las lluvias y la llegada del verano abrasador.

3. Pero todavía existe un factor más, al cual se lo vincula estrechamente con todo lo anterior, y que es el más importante: Es el factor espiritual. Por eso en Sukot también se termina de leer la Toráh, que es la Palabra de Dios, y se empieza a leerla de nuevo en medio del regocijo del pueblo en fiesta. Porque más que las lluvias, y más que la vida misma, la Palabra de Dios renueva la vitalidad.

 

SIGNIFICADO DE SUKOT

El nombre más generalizado en español de la fiesta de Sukót es "Tabernáculos", una palabra arcaica que significa simplemente "cabañitas" o "cabañas pequeñas".

El nombre en hebreo, Sukót, es el plural de la palabra sukáh, "cabaña", y se le da este nombre porque la característica más resaltante de esta festividad son las cabañitas que se construyen en las ciudades y en el campo.

Otro nombre de esta fiesta es jag he-asíf, "fiesta de la cosecha" o "recolección", o simplemente asíf. Esta palabra debe ser explicada, a fin de no ser confundida con la ocasión de la siega. Mientras la siega es en mayo-junio, es decir a comienzos del verano, durante todo el verano tiene lugar la recolección de todos los demás productos del agro, como son las uvas, olivos y demás frutales, y todo otro producto de la tierra. La palabra asíf significa, casualmente, "recolección". Por tanto, la ocasión de la festividad no es la siega, con la cual empieza la cosecha a comienzos del verano, sino la culminación de la cosecha cuando comienza el nuevo ciclo agrario con una nueva siembra.

¿Qué era lo único que se podía ver en los campos ya arados y sembrados en Israel?

Solamente se podía ver aquí y allá unas destartaladas cabañitas que en el año anterior sirvieron para la vigilancia y protección de los campos sembrados, como nos ilustra la referencia de Isaías 1:8 que alude al abandono de Sión: "La hija de Sión ha quedado como una cabaña en una viña, como una choza en un melonar."

EL EFECTO MEMORIAL DE SUKOT

Las fuentes bíblicas claramente revelan que las caracte-rísticas de la celebración de la fiesta de Sukót tienen estrecha relación con una emotiva despedida del ciclo anual pasado y la bienvenida del ciclo anual que acaba de empezar. Muy pronto las cabañas solitarias de los campos cultivados van a desaparecer por sí solas, o van a ser remplazadas por cabañas nuevas, a medida que los campos cultivados se revisten de una nueva producción.

Hay evidencias de que también la fiesta de Sukót, como las demás fiestas judías de carácter agrario, haya sido de origen cananeo, una fiesta agraria de los antiguos habitantes de Canaán. Cuando Israel adoptaba dichas festividades de Canaán, generalmente también las adaptada a su fe monoteísta, revis-tiéndolas de una nueva significación.

Eso habría ocurrido con la fiesta de la cosecha, a la cual se la asoció de modo predominante con el ícono característico del momento, las cabañas solitarias en los campos recientemente arados y cultivados. Pero a las cabañas que construirían para la festividad se las asociaría con las cabañas en que los hijos de Israel habitaron cuando vivieron en el desierto de Sinaí en los días del Exodo: "Para que vuestros descendientes sepan que yo hice habitar a los hijos de Israel en cabañas cuando los saqué de la tierra de Egipto" (Levítico 23:43).

La asociación con el Exodo nos sorprende un poco, ya que generalmente asociamos las peregrinaciones de Israel en el desierto con tiendas para acampar. Pero evidentemente, también eran necesarias las cabañas, tanto para los hijos de Israel como para sus animales, sobre todo cuando pasaban largo tiempo en un determinado lugar.

La asociación con las cabañas no constituiría a simple vista una gran celebración, ya que habitar en cabañas o chozas no era nada placentero. Una cabaña es algo peor que una casita de esteras. Evidentemente Dios quería enseñarle a su pueblo a recordar que alguna vez fueron extranjeros sin tierra, que fueron peregrinos sin rumbo, y que también fueron muy pobres. Aun cuando en la tierra de Canaán o en las principales metrópolis del mundo llegasen a habitar en las más bellas y lujosas residencias y en palacios reales, debían siempre recordar lo que significa ser pobres y que alguna vez en el pasado sus antepasados vivieron humildemente en medio de la pobreza y de la indigencia.

Esta memoria colectiva habría de hacerlos más humanos y sensibles al sufrimiento de los demás. Por eso la sukáh era el punto donde se converge con un corazón sencillo, casi infantil, dispuestos a compartir los alimentos y otras bendiciones, a reflexionar y leer las Escrituras, a desarrollar una filosofía de la vida que aprecia y saca el máximo de provecho de las limitaciones.

Observe un detalle muy importante en el texto de Levítico 23:43: La celebración de Sukót, que para los niños constituye un factor lúdico y la mayor delicia, está destinada "para que vuestros descendientes sepan". En otras palabras, la ocasión era de concentrado valor educativo para las nuevas generaciones.

Son los niños los que mejor pueden apreciar el encanto de meterse dentro de una pequeña sukáh para hacer perdurar el contenido del mensaje educativo del Dios de Israel. Sólo una filosofía de la vida que ancla en la infancia puede ser efectiva para las generaciones.

 

 

COMO ES UNA SUKAH

Existen algunas reglas a seguir para la construcción de una sukáh o cabaña, en la cual se ha de pasar momentos juntos en la fiesta de Sukót. Algunas de las reglas son las siguientes:

 

1. Se debe buscar sencillez

La sukáh tiene que expresar sencillez y pobreza. Se la debe hacer con materiales no rebuscados, sino con lo que está más al alcance de la mano. No se debe utilizar objetos manufacturados; todo en la sukáh debe provenir de la naturaleza.

Básicamente debe tener un sólo compartimento con una estructura de cuatro palos como postes y ramas distribuidas de manera rala, como cobertor.

Se enfatiza que las ramas de la cubierta deben ser puestas de manera rala, pues tienen que dejar pasar los haces de la luz del Sol de día y los haces de la luz de la Luna en la noche.

 

2. Debe expresar creatividad

La sukáh debe expresar ingenio y belleza. Ha de ser decorada con florecillas silvestres y con frutos. Los cuadros alusivos a la festividad deben ser pintados por los niños más pequeños.

Está permitido llevar a la sukáh los juguetes preferidos y los pets o mascotas, como el perrito y el gatito, en los momentos cuando no se meten allí los grandes para participar con los niños en algunas comidas, juegos y lecturas de la Toráh.

 

3. Debe haber orden y limpieza

La construcción y el mantenimiento de la sukáh durante los ocho días festivos es una gran ocasión para enseñar a chicos y grandes el valor del orden y de la limpieza.

La sukáh nos enseña que en medio de la pobreza puede darse expresión a un gran atractivo y dignidad. La idea principal es que no solamente los padres y los amigos nos honren con su presencia, sino que el mismo Dios de Israel se sienta cómodo y honrado en nuestra sukah. No sea que encuentre en ella alguna cosa indecente, y se aparte de ella (Deuteronomio 23:12-14).

 

4. Se debe enfatizar en la seguridad

La sukáh debe ser construida teniendo presente las características de los niños, una de ellas, la de olvidar todo lo que tiene que ver con su seguridad. Tanto el acceso a ella, como la permanencia en su interior deben ser algo seguro. De ninguna manera una sukáh, y las circunstancias de esta bella festividad de Sukót han de convertirse en una trampa o algo que lamentar.

 

5. Puede ser de cualquier tamaño

No existen reglas respecto al tamaño de la sukáh. Puede ser muy pequeña, porque así les gusta más a los niños pequeños, cuyo mundo es pequeño. Sin embargo, no debe ser demasiado pequeña pues se requiere que en los dos primeros días entre la mamá allí para llevar a cabo el encendido de las luces de la festividad: Un número de velitas o de lamparitas de aceite, proporcional al número de los miembros de la familia, así como se acostumbra en la celebración del Shabát o Sábado.

Una sukáh chiquita puede ser una buena opción cuando la familia no tiene un espacio amplio. Si en los días de Sukót uno visita Israel, y de manera especial, Jerusalem, verá muchas cabañitas miniaturas construidas en los balcones y terrazas de las casas y edificios.

Sin embargo, puede ser lo suficientemente grande para que constituya un lugar de reunión también para los grandes, para conversar, comer y pasarla bien.

En ocasiones, varias familias que viven en un condominio construyen una cabaña grande en un patio o en un lugar de parqueo. En los hospitales y escuelas generalmente hay un sitio reservado para la construcción de una sukáh.

Así como se puede construir una sukáh comunal, también se puede construir una suká descomunal, de gran tamaño. Esto hacen a veces los grandes supermarkets, los colegios, las universi-dades. Sin embargo, el tamaño descomunal también debe ir de lado con los requisitos de buen gusto, sencillez, creatividad y estrecho contacto con la naturaleza.

 

OTRAS CARACTERISTICAS DE SUKOT

Aparte de las cabañitas, otra característica impresionante de Sukót son las oraciones pidiendo lluvia, las cuales se llevan a cabo en la sinagoga y en las casas, con el recurso simbólico del lulav y del etrog, de los cuales hablaremos más adelante.

Otra característica son las diversas comidas para la ocasión festiva, que son la delicia de grandes y chicos. Entre dichas comidas destaca el pavo al horno, por lo cual se ha sugerido que quizás la fiesta de Thanksgiving o Acción de Gra-cias en Estados Unidos, llamada popularmente "Turkey Day", pueda haberse originado en las celebraciones de Tabernáculos.

El banquete festivo sigue a las celebraciones en la sina-goga y es precedido por el quidush o bendición del vino y por la bendición del pan de tipo jaláh (pan blanco trenzado).

Como las demás festividades de Israel, Sukót tiene su música especial. Son canciones infantiles cuya letra proviene del texto de las Escrituras, como la del Salmo 96:11, en que se convoca a los cielos y a la tierra a alegrarse y gozarse por el comienzo del ciclo agrario, por la llegada de las lluvias y por la renovación de la vida. La letra de esta canción en hebreo dice:

¡Yismejú ha-shamáyim

ve-taguél ha-árets!

¡Se alegrarán los cielos

y se regocijará la tierra!

 

La letra de otra canción de Sukót dice:

¡Sísu et Yerushaláyim

keílu báah,

keílu báah

qoló adéha!

¡Alegraos con Jerusalem

como si hubiera llegado,

como si hubiera llegado

su voz hasta ella!

 

En esta segunda canción tenemos un juego conceptual, porque la palabra qoló, significa tanto "su voz" (de Dios), como también "su trueno" que anuncia la llegada de las lluvias.

Otra canción de Sukót dice:

¡Ana Elí,

jemdát libí,

húsah na

ve-ál na titalám!

¡Por favor, Dios mío,

delicia de mi corazón,

por favor, apresúrate

y no te desaparezcas!

El pensamiento de fondo es que Dios se muestra y acude al llamado de su pueblo en los truenos y en las lluvias que han de renovar la vida.

Otra canción de Sukót se encuentra en Deuteronomio 16:14, 15, y dice:

¡Ve-samájta be-jaguéja

ve-hayítah aj saméaj!

¡Y regocíjate en tu fiesta

y estarás muy alegre!

EL ULTIMO Y GRAN DIA DE LA FIESTA

El último día de Sukót, el día octavo, el pueblo se reúne en una asamblea festiva que se conoce con el nombre de Shminí Atséret (literalmente: "¡El octavo, asamblea festiva!"). En este día el pueblo da expresión más intensa a sus peticiones por lluvias de parte de Dios. Las lluvias son necesarias para que los campos recién sembrados comiencen a hacer germinar la semilla y se garantice un ciclo agrario de gran fertilidad.

Es más: En este mismo día el pueblo espera anhelante que Dios muestre su buena voluntad haciendo llover profusamente aunque sea por unos segundos. Y el clima en Israel es tan maravilloso que generalmente en ese mismo día cae un chaparrón. Esto experimentamos en Jerusalem cuando un fuerte chubasco dispersó a las multitudes que con danzas y música celebraban el último día de Sukót en el parque Gan Atsmaút. Pasado el susto, se volvieron a concentrar en el parque bailando aun con más intensidad.

 

EL REGOCIJO DE LA TORAH

Con el transcurso del tiempo se agregó un día más a las celebraciones de Sukót. Este día noveno ha sido denominado Simját Torah o "Regocijo de la Torah", porque en este día se acaba de leer los cinco libros de la Torah y se empieza a leerlos de nuevo, haciendo que la lectura de la Palabra de Dios coincida con la duración del ciclo anual de la vida.

Esta culminación y comienzo del ciclo de lectura de la Torah es motivo de gran regocijo, por lo cual se celebra con expresividad, de manera especial en las sinagogas. En ellas se confunden grandes y pequeños bailando alegremente mientras los rollos de la Torah son paseados alrededor de la sala levantados en alto. Los papás acostumbran llevar a sus niños más pequeños al estilo "santo piñuño", es decir, sobre sus hombros, soste-niendo sus manitas mientras se danza en trencito.

De un modo muy especial en Simját Torah se canta la canción jasídica que dice:

¡Sísu ve-simjú

be-Simját Torah,

utnú kavod la Torah!

¡Gozáos y regocijáos

en Simját Torah,

y dad honor a la Torah!

 

FUENTES BIBLICAS ACERCA DE SUKOT

A continuación examinaremos la información complementaria de todas las fuentes bíblicas respecto de la placentera celebración de Sukót o Tabernáculos:

 

1. Exodo 23:14-17

La primera referencia a la fiesta de Tabernáculos la encontramos en Exodo 23:16 que dice: "También guardarás la fiesta de la cosecha, a la salida del año, cuando hayas recogido del campo el fruto de tus labores."

Las palabras de este texto requieren de una explicación:

a) En primer lugar, se le llama aquí a la fiesta de Sukót, "fiesta de la cosecha" (hebreo: asíf), que ya explicamos previamente. No es la estación de la siega del trigo y la cebada, ni de la recolección de los frutos que se realiza a lo largo del verano, sino la culminación de la cosecha de todo producto que quedaba en la tierra del año anterior.

b) En segundo lugar se nos dice que las circunstancias de la festividad son "a la salida del año" (hebreo: tset ha-shanáh). Esta expresión puede confundirnos, pues podemos pensar que "salida del año" significa el final del año. Muy por el contrario, en el idioma de la Biblia significa el principio del año, porque el año es concebido en los pueblos semíticos antiguos como un gigante que parte para su carrera cíclica, como lo hace el Sol (Salmo 19:5).

En realidad, siguiendo el esquema mental de los antiguos habitantes del Medio Oriente, se consideraba la sucesión de las estaciones del año como la repetición de un ciclo o círculo, de la misma manera que un día constituye un círculo que es reco-rrido por el Sol. Decimos que el Sol "sale", y damos a entender que empieza el día, el cual transcurre con la travesía del astro en la bóveda celeste. De igual manera creían los antiguos que el año "sale", es decir, empieza. La "salida del año" es pues el comienzo del ciclo anual. Este concepto podemos ilustrarlo mediante el siguiente diagrama:

 

XXXXXXXXXXXXXXX

 

La cita de Exodo aclara que la fiesta de Sukót ha de ser celebrada, no al comienzo de la cosecha, ni a lo largo de la misma, sino "cuando hayas recogido del campo el fruto de tus labores", es decir, al final de la actividad agraria.

Otro detalle más de la cita de Exodo es que incluye a la fiesta de Sukót entre las tres fiestas de peregrinación a Jerusalem: "Tres veces al año se presentarán todos tus hombres delante del Señor Dios." —Cuando se refiere "presentarse delante del Señor" quiere decir que harán peregrinación al lugar central de culto, que con el transcurso del tiempo llegó a ser Jerusalem.

Las otras dos fiestas de peregrinación son la Pascua (hebreo: Pésaj) y Pentecostés (Hebreo: Shavuót). En la enumeración de estas festividades en Exodo 23: 14-17, Sukót viene en tercer lugar, porque se cuentan en orden cronológico y de importancia. La Pascua cae entre marzo y abril, Pentecostés en junio y Sukót o Tabernáculos en octubre.

 

2. Exodo 34:22

La segunda referencia aparece en Exodo 34:22 que dice: "Celebrarás la fiesta de Pentecostés, es decir, la de las primicias de la siega del trigo, y también la fiesta de la cosecha a la vuelta del año."

Este texto se refiere a las dos festividades que marcan el principio y el final de la cosecha. Pero algunos comentaristas piensan que originalmente parece haber seguido al versículo 18, que dice: "Guardarás la fiesta de los panes sin levadura."

El texto que aparece entre el versículo 18 y el versículo 22 puede haber sido transpuesto por antiguos copistas, mucho antes de que el Texto Consonántico de la Biblia Hebrea tuviera su forma editorial que sirviera de base a la producción del Texto Masorético.

Como vemos, en el libro de Exodo consistentemente se le llama a esta fiesta: "Fiesta de la Cosecha".

 

3. Levítico 23:33-38; 39-43

Este es el pasaje encontramos dos tipos de instrucciones para la celebración de la fiesta: El uso de ramas frescas y la morada en cabañas, pero no se especifica que las ramas frescas fuesen para la construcción de las cabañas. El texto dice así:

El Señor habló a Moisés diciendo: "Habla a los hijos de Israel y diles que el día 15 de este mes séptimo será la fiesta de los Tabernáculos celebrada al Señor durante siete días.

"El primer día habrá asamblea sagrada. No haréis ningún trabajo laboral. Siete días presentaréis una ofrenda quemada al Señor. El octavo día tendréis una asamblea sagrada y presentaréis una ofrenda quemada al Señor. Es asamblea festiva; no haréis ningún trabajo laboral...

"El día 15 del mes séptimo, cuando hayáis almacenado los productos de la tierra, celebraréis la fiesta del Señor durante siete días. El primer día será una fiesta sabática. El primer día tomaréis para vosotros el fruto de árbol hermoso: Ramas de palmera, ramas de árboles frondosos y de sauces de los arroyos; y os regocijaréis delante del Señor vuestro Dios durante siete días...

"Siete días habitaréis en cabañas. Todo natural de Israel habitará en cabañas, para que vuestros descendientes sepan que yo hice habitar a los hijos de Israel en cabañas cuando los saqué de la tierra de Egipto."

 

En este pasaje se enfatiza, no tanto la peregrinación al centro de culto, sino el habitar en cabañitas los siete días que dura la festividad.

El lector observará que en el versículo 40, donde se enumera las cosas que tomarán de los árboles para la cele-bración, existe cierta confusión: Los editores de la Biblia Reina-Valera Actualizada hemos puesto dos puntos (:) después de "fruto de árbol frondoso", tomando esta expresión como genérica que incluye las tres cosas mencionadas a continuación.

Este no ha sido el criterio interpretativo en la tradición judía predominante, la cual ha identificado el "fruto de árbol hermoso" con el etrog o sidra, una especie de limón gigante y algo ovalado. Luego, las "ramas de árboles frondosos" fueron identificados como ramas de mirto.

A partir de esta identificación se ha llegado a desarrollar el bouquet o ramo floral de Sukót llamado en hebreo luláv. El luláv está formado por ramas seleccionadas de mirto y de sauce, las cuales son entretejidas mediante cintas hechas de tiernas hojas de palmera.

El lulav y el etrog son dos objetos decorativos y festivos típicos de la festividad de Sukót. Teniéndolos en las manos se pronuncian las bendiciones y las oraciones pidiendo abundancia de lluvias para el año que acaba de empezar, ya que el mirto y el sauce de los arroyos son plantas que necesitan abundancia de aguas para crecer.

4. Números 29:12-38

En Números 29:12-38, que por razones de espacio no hemos de transcribir, se especifican los detalles de los holocaustos que se sacrificaban en cada uno de los días de Sukót en el centro del culto. Estos detalles eran muy importantes para el desempeño de los sacerdotes y levitas en el Período Bíblico.

Es interesante que estos detalles sobre los sacrificios no aparezcan en el texto de Levítico, que trata casualmente del sistema sacrificial. Más bien, como vimos, en Levítimo aparece el detalle de habitar en cabañas durante los días de la festividad.

5. Deuteronomio 16:13-17

El texto de Deuteronomio 16:13-17 dice:

Celebrarás durante siete días la fiesta de Tabernáculos, cuando hayas recogido la cosecha de tu era y de tu lagar. Regocíjate en tu fiesta, tú con tu hijo, tu hija, tu esclavo, tu esclava, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que estén en tus ciudades.

Siete días celebrarás la fiesta al Señor tu Dios en el lugar que el Señor haya escogido. Porque el Señor tu Dios te habrá bendecido en todos tus frutos y en toda la obra de tus manos, y estarás muy alegre.

Tres veces al año se presentará todo hombre tuyo delante del Señor tu Dios en el lugar que él haya escogido: En la fiesta de los Matsót, en la fiesta de Pentecostés y en la fiesta de los Tabernáculos.

Nadie se presentará delante del Señor con las manos vacías; cada uno lo hará con el presente de su mano, conforme a lo que el Señor tu Dios te haya bendecido.

En este pasaje aparece la referencia a la peregrinación que dura una semana, para que haya tiempo suficiente para el viaje de ida y vuelta a Jerusalem desde todos los rincones del país.

 

6. Nehemías 8:13-18

Las costumbres relativas a la fiesta de Sukót que son descritas en el libro de Nehemías, parecen representar en realidad una tradición más antigua que la que ha derivado de la interpretación tradicional del texto de Levítico, del cual deriva el uso del etrog y del lulav. En Nehemías, las ramas de los árboles simplemente sirven para construir y decorar las cabañitas; y quizás no para hacer con ellas el lulav.

Veamos a continuación el texto de Nehemías 8:13-18:

El segundo día se reunieron con el escriba Esdras los jefes de las casas paternas de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas, para profundizar en las palabras de la Ley. Y hallaron escrito en la Ley que el Señor había mandado por medio de Moisés que los hijos de Israel debían habitar en cabañas en la fiesta del mes séptimo. Entonces informaron y mandaron pregonar en todas sus ciudades y en Jerusalem, diciendo:

—¡Salid al monte y traed ramas de olivo, ramas de olivo silvestre, ramas de mirto, ramas de palmeras y ramas de árboles frondosos, para hacer cabañas, como está escrito!

Entonces el pueblo salió y las trajo. Cada persona hizo cabañas para sí sobre su azotea, en sus patios, en los atrios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas y en la plaza de la puerta de Efraim. Toda la congregación que había vuelto de la cautividad hizo cabañas y habitó en ellas, porque desde los días de José hijo de Nun hasta aquel día, los hijos de Israel no habían hecho tal cosa.

Había una alegría muy grande. Esdras leía día tras día en el libro de la Ley de Dios, desde el primero hasta el último día. Durante siete días celebraron la fiesta, y al octavo día hubo una asamblea festiva, conforme a lo establecido.

 

Con la celebración de Simját Toráh terminan los adorables días de feriado, acumulados al comienzo del año escolar, y que constituyen la delicia de los niños y de los grandes. ¡Qué cosa puede haber mejor que un feriado, sobre todo cuando en el CBI se suman los feriados de Bolivia a los muchos feriados de Israel! Después de Sukót habrá que esperar con nostalgia el próximo Sukót. ¡No existe otra alternati

 

 

 

 

 

JANUKAH

FIESTA DE LA

DEDICACION DEL TEMPLO

 

ORIGENES DE LA FESTIVIDAD

La celebración de la fiesta de Janukáh se remonta a los tiempos posteriores al Período Bíblico, a los días de Judas Macabeo, el libertador del pueblo judío del cruel dominio de la dictadura helenista de los Seléucidas en Siria y de sus secuaces en el territorio de Israel.

La epopeya de la liberación del pueblo judío, de Jerusalem y del Templo es narrada en los dos libros de los Macabeos, que pertenecen a la colección de los libros Deuterocanónicos (1 Macabeos 4:56; 2 Macabeos 10:5) y también en el libro de las Guerras de los Judíos, escrito por el historiador Yoséf Ben Matitiahu o Flavio Josefo, en el Libro XII, Capítulo VII, Sección 7.

En ambas historias se asocia la celebración con la obra de purificación (griego: katharismós) y dedicación o renovacuión (griego: hegkenismós) del templo bajo el liderazgo de Judas Macabeo, en el año 165 antes de Cristo.

ANTECEDENTES BIBLICOS DE LA DEDICACION DEL TEMPLO

En el caso de Janukcáh, otros acontecimientos históricos relacionados con la dedicación del templo también duraron siete días más uno más, un octavo día de gran regocijo.

Veamos a continuación los acontecimientos relacionados del período bíblico:

 

1. La dedicación del templo de Salomón

En la última parte de la narrativa acerca de la dedicación del flamante templo edificado por Salomón, tenemos escrito en 1 Reyes 8:65, 66:

"En aquella ocasión Salomón y todo Israel con él, una gran congregación desde Lebo-hamat hasta el arroyo de Egipto, hicieron fiesta delante del Señor nuestro Dios durante siete días, y otros siete días más, es decir, durante catorce días. Al octavo día despidió al pueblo. Ellos bendijeron al rey y se fueron a sus moradas alegres con el corazón gozoso por toda la bondad que el Señor había hecho a su siervo David y a su pueblo Israel

(1 Reyes 8:65, 66).

La fecha de la dedicación del Templo de Salomón coincide con las celebraciones de la fiesta de las Trompetas y la fiesta de tabernáculos y con la introducción del arca y el tabernáculo de reunión a los recintos del flamante Templo. Dice así en 1 Reyes 8:1, 2: "Entonces Salomón congregó en Jerusalem a los ancianos de Israel... para hacer subir el arca del pacto del Señor desde la Ciudad de David, que es Sión. Y se congregaron ante el rey Salomón todos los hombres de Israel en la fiesta en el mes de Etanim, que es el mes séptimo."

Debido a la ocasión de renovación del año en la festividad de las Trompetas o Rosh Ha-shanáh. Nos inclinamos a pensar que también se escogiera esta ocasión para la dedicación del templo.

 

 

2. La dedicación del templo en los días de Ezequías

Pero Israel descuidó los grandes tesoros puestos en sus manos, entre ellos la significación del Templo para la vida espiritual de la nación. En los días del rey Ezequías fue necesario un retorno al Señor que se hizo manifiesto también en una nueva dedicación del templo. También en esta ocasión las ceremonias y celebraciones duraron siete días más uno, como nos narra en 2 Crónicas 29:17: "Comenzarona purificarlo el primero del mes primero. El octavo día del mismo mes entraron en el pórtico del Señor y purificaron la casa del Señor en ocho días. Y acabaron el día 16 del mes primero." (2 Crónicas 29:17).

Este acontecimiento reproduce, tanto en las fechas o días de la purificación y dedicación del templo como en las celebraciones festivas con la ocasión de la dedicación del templo por el rey Salomón.

Algunos comentaristas consideran que este acontecimiento estableció el plazo para la purificación del templo en ocho días y que la duración de las celebraciones de Janukáh tengan su origen en esta tradición, sin que esto contradiga el detalle sobre el milagro de las luces en Janukáh.

 

LA FIESTA DE LAS LUCES

Sin embargo, las celebraciones de Janukáh no se basan en los antecedentes históricos, por cuanto tienen lugar, no en el mes de Tishréi (como la fiesta de las Trompetas) sino el 25 del mes de Kislev, el tercer mes del calendario judío regular y el noveno del calendario mosaico). El acontecimiento histórico es registrado con toda exactitud en 1 Macabeos 4:54, 2 Macabeos 10:3 y Antigüedades del historiador Yoséf Ben Matitiahu, Libro XII. Capítulo VII, Sección 6.

También la celebración durante ocho días es asociado a partir de una hagadah o leyenda de origen talmúdico al hecho de que con la cantidad de aceite para el encendido de la Menorah en un día, se pudo mantenerla milagrosamente encencida durante ocho días, hasta aque pudiera ser consagrado el aceite para el encendido regular. Este hecho milagroso ha dado origen a la denominación de la fiesta de Janukáh como "la fiesta de las luces".

La fiesta de Janukáh, a pesar de ser de origen post bíblico, constituye una ocasión más de peregrinaje a Jerusalem y al templo. Y justamente, por caer en diciembre y por coincidir con las celebraciones difundidas en el occidente con relación a la Navidad, Janukáh ha adquirido ciertas características festivas de la Navidad, en el sentido de que los niños reciben regalos en esta ocasión.

 

 

 

LA FIESTA DE LA LIBERACION

Sin embargo, la principal característica de la fiesta de Janukáh es la celebración patriótica de una especie de liberación política y religiosa, lo que ubica a Janukáh en el sitial de la Pascua (la liberación de Egipto) y de Yom Atsmaút o Día de la Independencia del moderno Estado de Israel.

La peregrinación al escenario del estallido de la rebelión de los Macabeos en Modiín y las celebraciones alusivas mediante el recuento histórico de la epopeya de la liberación y bellas canciones alusivas, dan a esta grandiosa ocasión su característica principal.

 

 

 

PURIM

LA FIESTA DE

LA REINA ESTER

Purim es una celebración judía de cuya institución se nos narra en el libro de Ester. Existen varios misterios con relación al libro de Ester y a la Fiesta de Purim. En el transcurso de la presente separata enfocaremos algunos de ellos.

EL SIGNIFICADO DE PURIM

La palabra purim (en singular: pur) es de origen persa, y según el Diccionario de Hebreo Bíblico de Moisés Chávez, significa tanto "sorteo" o "suerte", en el sentido de una decisión hecha al azar mediante un sorteo.

¿Quiénes fueron los que realizaron el sorteo del cual nos habla el libro de Ester?

En tal sorteo no participaron, por supuesto, los judíos que vivían en todo el territorio del Imperio Persa, sino sus más crueles detractores, dirigidos por un político genocida llamado Amán. Entonces, ¿por qué tal sorteo llegó a ser recordado por las generaciones por los judíos de todo el mundo?

Quizás conviene empezar a desmadejar el ovillo preguntándonos: ¿Qué es lo que se sometió a sorteo? ¿Lo que Amán y sus cómplices sometieron a sorteo fue diferentes fechas para escoger una de ellas y llevar a cabo en la misma una matanza total de los judíos en todos los territorios del Imnperio Persa. En otras palabras, se trataba de un genocidio organizado de las proporciones del genocidio nazi. Por algo se ha catalogado a Amán comno el Hitler de la historia antigua.

La fecha que salió en el sorteo fue el 14 del mes de Adar. Todo estaba planeado a la perfección para ejecutar semejante atrocidad. Pero el plan falló en una pequeña cosita, que a nadie se le hubiera ocurrido, sólo a Dios. Aunque en realidad Dios no es mencionado para nada en el libro de Ester —lo cual constituye el primero de los grandes misterios que encierra este libro—, ¡allí está Dios!

Con la debida anticipación la Providencia divina había llevado al trono del Imperio Persa, al sitial de esposa legal del rey Ajashverosh o Asuero, a una joven judía, que fue coronada previamente como Miss Persia en el primer concurso de Miss Universo que ha registrado la historia universal.

Amán el genocida no sabía que la reina Ester fuera judía. Pero la reina Ester sí llegó a saber todo lo relativo a los planes de Amán para el 14 de Adar, por medio de un ervicio de espionaje también inadvertido en las altas esferas de la inteligencia persa.

El libro de Ester nos relata cómo funcionó aquel servicio de espionaje, recontra efectivo como el Servicio de Seguridad del moderno Estado de Israel —me refiero al Sherút Bijajón (o abreviano Shin Bet)—. Sólo que en el caso de la historia bíblica, los méritos del plan y de su perfecta ejecución recaen en una sola persona: El genio admirable de Mordejáy o Mardoqueo, de quien hablaremos en detalle más adelante.

 

 

¿UNA FIESTA EN EL MES 13?

Purim cae en el mes de Adar, el último mes del calendario hebreo mosaico. La fiesta de Purim se celebra el 14 y el 15 del mes de Adar, que este año de 19195 coincide con el 16 y 17 de Marso.

Una cosa interesante en cuanto al mes de Adar, aparte de que es el último mes del año hebreo, es que en el presente año (5755 del calendario hebreo, hay trece meses en lugar de doce, y el mes décimo tercero también toma el nombre de Adar. El presente año es un "año preñado" o bisiesto (hebreo: shanáh meubéret), por tanto, tiene Adar Alef y Adar Bet.

Estamos ahora en el mes de Adar Bet. Cuando el año tiene solamente doce meses, de todas maneras la fiesta de Purim cae en el último mes del año, Adar.

 

UNA FESTIVIDAD BIBLICA PERO NO RELIGIOSA

La festividad de Purim dura solamente un día, y está repleta de alegría de principio a fin. Este es un día en que la gente de Israel, por lo regular muy disciplinada, se abandona a la informalidad, las bromas (a veces pesadas), los juegos de azar, los disfraces y las payasadas.

En los nidos y en las escuelas este día no es feriado, pero tampoco es día de clases. Más bien, es un día de teatro jocoso, representaciones caricaturizadas y revolución y media. Los alumnos se convierten en profesores y los profesores en alumnos, lo cual puede ser una buena ocasión para la dulce venganza.

Todas las cosas se ponen "patas arriba".

Pero en medio de este bienaventurado caos, destaca la figura despampanante y enternecida de una reina del linaje de Israel, quien llegó a ser reina del mundo entero y jugó un rol estelar en la liberación y grandeza de su pueblo. Ella misma instituyó la celebración de esta festividad de Purim y constituye el personaje central de las representaciones de teatro infantil en el jardín de la infancia y en las escuelas. Para las niñas de Israel, salir de reina Ester en la fiesta de Purim tiene una significación aun mayor que el sueño de llegar a ser Miss Universo.

Por el contrario, no hay niño ni viejo que quiera prestarse para representar en los sketches al malvado Amán. Y ese es nuestro problema: Hasta este momento en que empieza nuestra Gran Celebración de Purim, no hemos encontrado todavía a nadie que quiera representar a Amán en nuestro Desfile Artístico de los Personajes del libro de Ester. ¡Ojalá a última hora logremos convencer a algún pastor para que salga de Amán!

A nivel de la comunidad judía, este es un día en que se hace intercambio de manjares festivos. Hay fiestas por todos lados, siempre con la característica central de la licencia. Aun los sabios de Israel han dicho que en este día se permite embriagarse, pero sólo hasta el punto de no poder distinguir si Mardoqueo es el que ha de ser vitoreado o Amán el maldecido.

Seguramente debido al carácter carnavalesco de esta festividad, las celebraciones centrales en el moderno Estado de Israel no son llevadas a cabo en Jerusalem, la Ciudad Santa, sino en Tel Aviv, la ciudad del pecado.

Entre tales actividades festivas destacan los juegos licenciosos que forman parte del programa llamado Adloyada (palabra formada por la fusiónde tres palabras hebreas ad, "hasta", lo, "no", y yadá, "saber" o "distinguir"). Está permitido embriagarse hasta no poder distinguir una cosa de otra, como por ejemplo, hasta no poder distinguir entre una mujer y una lora, o entre un ataúd flanqueado de cirios y un queque de cumpleaños con sus velitas festivas.

Es interesante que en Purim no se hace una imagen del malvado Amán, a fin de escenificar su ahorcamiento. La gente de Israel, y en particular los niños, han sido enseñados a no manchar la alegría y el humor con el cultivo de la crueldad contra ninguna persona o pueblo de la raza humana. Sin embargo, Amán se merece que año tras año y por la eternidad su nombre sea escrito en las suelas de los zapatos y que le mastiquen las orejas. Es así que en la fiesta de Purim se preparan unas deliciosas galletitas que se llaman en hebreo oznéi Amán, "orejas de Amán", las cuales son mordidas y masticadas con ganas!

 

LA LECTURA DEL LIBRO DE ESTER EN PURIM

En la sinagoga la celebración empieza con la lectura del libro o Rollo de Ester (hebreo: Meguilát Ester). En este libro de la Biblia se narra con lujo de detalles todo lo que antecedió a la institución de la fiesta de Purim.

Mientras este libro es leído en voz alta por la persona escogida para ello, de entre el público surgen vivas cada vez que se mencionan los nombres de Ester y Mardoqueo, y pifias, silbidos y maldiciones cada vez que se menciona el nombre del detestable genocida Amán. No faltan los que le mientan la madre.

No se sabe quién es el autor del libro de Ester, pero sí podemos afirmar que su obra es una de las piezas más admirables de la literatura universal. Pertenece al género del cuento o novekla corta ysu contenido es historia novelada o novela histórica. Para los fanáticos de la literatura de la intriga, azar complot, espionaje, sexo, ajusticiamientos y liberación, la lectura del libro de Ester debe ser una prioridad.

Aunque el texto del libro de Ester es cronológicamente posterior a los acontecimientos que narra, los mismos pueden ser fechados dentro del reinado del rey Jerjes, a quien en el libro de Ester se le llama Ajashverosh o Asuero. Este rey reinó en Persia entre los años 486-465 antes de Cristo.

 

EL MISTERIO CENTRAL DEL LIBRO:

LA APARENTE AUSENCIA DE DIOS

Aparte de haber introducido en la vida de Israel una festividad que no es religiosa, el libro de Ester tiene muchas rarezas. Por ejemplo, es el único libro de la Biblia donde no aparece el nombre de Dios, lo que ha llevado a ciertos judíos a buscarlo mediante una super-ingeniosa combinación de Cábala y Computación.

Es que Dios sí estaba presente, muy cerca de su pueblo, pero disfrazado y escondido en medio de los enmarañados acontecimientos.

O a lo mejor está entre líneas, entre las palabras o entre las letras del texto del libro, probando la audacia de los que le buscan, como en el juego infantil de las escondidas.

O a lo mejor está por allí, guardando un perfil bajo a la espera de darse a conocer en el momento oportuno al final del acto, para desbaratar todos los planes de los usurpadores dueños del mundo.

La presencia de Dios se hace manifiesta en su providencia. El levantó a un hombre con la inteligencia, el patriotismo y la abnegación as Dios como los tenía Mardoqueo. En este día, cuando están permitidas las apuestas, Mardoqueo fue el hombre por quien Dios apostó.

Dios también predeterminó que Ester llegara al trono de Persia, al lado del rey Jerjes o Ajashverosh. Nadie mejor que ella, quien había sido educada e instruida por Mardoqueo, pudo coronar con tanta gloria el portentoso plan para la liberación del pueblo judío.

Mardoqueo, aunque para la gente de la corte persa en Susa, la capital, era un pobre e ignorado limosnero, en la Biblia se traza su abolengo hasta Simei hijo de Quis, padre del rey Saúl, de la tribu de Benjamín. El hecho de que actuara como limosnero es la única explicación para que haya sido tolerado en las inmediaciones de la puerta del palacio real (Este 2:19-21).

Mardoqueo había adoptado como hija a su primita Ester, hija de su tío Abijáil, porque ella no tenía padre ni madre (Ester 2:7; Comparar 2:15). De esta chica se dice en la Biblia que "era de bella figura y de hermosa apariencia" (Ester 2:7).

Lo del concurso de Miss Universo en que Ester saliera vencedora, no fue llevado a cabo en la manera que supondríamos, como se realiza en nuestros tiempos. Lo que ocurrió fue que los funcionarios reales vieron una bellísima mujer y la tomaron para llevarla al harem del rey. No les importaba, por razones que es de suponer, quién fuera ella o quiénes fueran sus familiares, o si estaba comprometida o si tenía enamorado o a quién amaba. Esta manera de proceder evidentemente era la misma que se seguía en todos los casos. Por lo demás, Ester parecía ser una joven persa cualquiera, nacida con toda probabilidad en Susa.

Fue después de esta selección impersonal que Ester alcanzó notoriedad a causa de su belleza de su inteligencia y de su don de gente. Ascendió a la realeza de un momento a otro, de la manera planeada por los consejeros reales, a fin de tapar un acontecimiento bochornoso que había traído descrédito al rey y a todos sus funcionarios machochauvinistas: La reina Vashti, predecesora de Ester, había osado desobedecer una orden del rey de comparecer en su presencia para ser exhibida en su belleza ante los gobernantes de todos los pueblos (Ester 1:10-14). En Vashti tenemos a la heroína del movimiento de la liberación de la Mujer.

No sabemos qué había ocurrido después con Vashti; si acaso fue recluida para siempre entre las demás mujeres del harem del rey, o acaso se la ejecutó para que sirviera de escarmiento.

En medio de tales circunstancias, darle a Ester el honor de que sus familiares fueran de algún modo honrados de parte del rey era algo que estaba lejos de la cabeza del rey y de sus consejeros, al menos por el momento. Ester misma, aun siendo la reina, no vivía con el rey en el palacio, sino en el Harem Real, y cuando se enteró del infame decreto de Amán, hacía como treinta días que no había sido llamada a comparecer ante la presencia del rey Ajashverosh (Ester 4:11).

Evidentemente, ni bien Ester fue encumbrada tan alto por la dicha real, Mardoqueo desapareció de la escena transformado en un pordiosero que estaba tirado diariamente junto a la puerta exterior del palacio real en Susa. De esta manera no se supo, por el momento, qué relación pudiera tener la bella Ester con el pueblo de Israel. Todo esto obedecía a un plan muy inteligente, y aunque Dios sea el enigma central en el libro de Ester, no lo era para ella ni para Mardoqueo.

FRACASO DE LOS PLANES GENOCIDAS DE AMAN

Como hemos dicho, el libro de Ester es una novela histórica o una historia novelada dentro de las dimensiones de una historia corta de exquisita riqueza literaria. Destacan el complot y en contraespionaje llevados a cabo simultáneamente en medio de grandes y portentosos banquetes en un entorno que aparentemente se volcaba por completo del lado de los intereses y las maquinaciones del malvado Amán.

Mardoqueo y Ester contaban con el apoyo y la colaboración de las damas asignadas para servir a Ester, y de los eunucos que estaban a cargo del Harem Real, de manera especial de Hatac (Ester 4:4-11). Gracias a ellos los planes de Amán fueron desarticulados en sus propias narices. Es impactante el relato del momento cuando Ester se entera de los planes genocidas de Amán, como consta en el libro de Esther:

Hatac regresó e informó a Ester de las palabras de Mardoqueo. Entonces Ester habló a Hatac y le mandó que dijera a Mardoqueo: "Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias del reino saben que para cualquier hombre o mujer que vaya al rey en el patio interior, sihn ser llamado, hay una sola sentencia: Ha de morir, excepto aquel a quien el rey le extienda el cetro de oro, para que viva. Y yo no he sido llamada para ir a la presencia del rey en estos treinta días."

 

Cuando dijeron a Mardoqueo las palabras de Ester, Mardoqueo mandó que respondiesen a Ester:

"No te hagas la ilusión de que porque estás en el palacio del rey, serás la única de todos los judíos que ha de escapar. Si te quedas callada en este tiempo, el alivio y la liberación de los judíos surgirán de otro lugar; pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¡Y quién sabe si para un tiempo como éste has llegado al reino!"

Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo:

"Vé, reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí. No comáis ni bebáis en tres días ni de noche ni de día. Yo también ayunaré con mis damas e iré así al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca." (Ester 4:9-16).

Evidentemente, el autor del libro de Ester, aunque no utiliza el nombre de Dios para nada, lo hace el personaje central, aunque invisible. Por ejemplo, cómo se puede explicar, según los procedimientos propios de la estratagema humana, que justamente mientras Amán planea asesinar a Mardoqueo por el simple hecho de que no se levantaba ni temblaba ante su presencia (Ester 5:9-14), aquella misma noche el rey sufre de insomnio y pide que le lleven las memorias o crónicas y las lean delante de él. En tales crónicas aparece mencionado un hecho heroico de Mardoqueo para salvar la vida del rey, y el rey de repente es movido a recompensarle aunque sea tarde.

Mardoqueo surge a la gloria de la noche a la mañana como un acto de agradecimiento del rey, y es justamente Amán el encargado de ejecutar las órdenes del rey con respecto a su persona, seguro como estaba de que el merecedor de tales honores reales sería, por supuesto, él mismo: Amán.

El autor del libro de Ester, que lamentablemente desconocemos quién sea, nos pinta magistralmente el descalabro de Amán cuando el rey le dice:

Entonces el rey dijo a Amán:

—¡Date prisa, toma la vestidura y el caballo, como has dicho, y haz eso con el judío Mardoqueo que se sienta junto a la puerta real. No omitas nada de todo lo que has dicho.

Entonces Amán tomó la vestidura y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo paseó a caballo por la plaza de la ciudad, proclamando delante de él:

—¡Así se hace con el hombre a quien el rey desea honrar!

(Ester 6:10, 11)

 

Hasta este momento Amán conocía a Mardoqueo como un judío, que aunque pordiosero no se humillaba ni ante Amán ni ante ningún otro ser humano, por el hecho mismo de ser él judío. Pero no sabía que Mardoqueo fuera familiar de la reina Ester, ni menos que Ester fuera judía. Amán se percató de tal relación familiar y étnica muy tarde, en una escena que el autor del libro de Ester narra de manera que contagia suspenso:

Fueron, pues, el rey y Amán a comer con la reina Ester. También este segundo día, mientras bebían el vino, el rey preguntó a Ester:

—Oh reina Ester, ¿cuál es tu petición? Te será concedida. ¿Qué es lo que pides? ¡Hasta la mitad del reino te será concedida!

Entonces la reina Ester respondió y dijo:

—¡Oh rey, si he hallado gracia ante tus ojos, y si al rey le parece bien, que me sea concedida mi vida por mi petición y mi pueblo por mi solicitud! Porque yo y mi pueblo hemos sido vendidos para ser destruidos, muertos y exterminados. Si hubiéramos sido vendidos para ser esclavos y esclavas, yo habría callado, pues tal desgracia no justificaría la molestia al rey...

El rey Asuero preguntó a la reina Ester:

—¿Quién es ése, y donde está el que ha concebido hacer tal cosa?

Y Ester respondió:

—¡El enemigo y adversario es este malvado Amán!

Entonces Amán se llenó de terror en la presencia del rey y de la reina.

(Ester 7:1-6)

 

A continuación, el autor del libro de Ester nos describe vívidamente en una escena parentética la caída de Amán y el triunfo final de Mardoqueo:

El rey se levantó enfurecido, y dejando de beber vino se fue al jardín del palacio. Y Amán se quedó de pie, rogando a la reina por su vida; porque vio que el mal ya estaba decidido para él, de parte del rey.

Cuando el rey regresó del jardín del palacio a la sala donde estaban bebiendo vino, Amán había caído sobre el diván en que estaba Ester. Entonces el rey le dijo:

—¿También ha de violar a la reina, estando yo en la casa?

En cuanto salió la palabra de la boca del rey, le cubrieron la cara a Amán. Entonces Harbona, uno de los eunucos al servicio del rey, dijo:

—He aquí, hay una horca de 50 codos de alto,que Amán ha hecho en su casa para Mardoqueo, quien había hablado bien acerca del rey.

Entonces el rey dijo:

—¡Colgadlo en ella!

Así colgaron a Amán en la horca que él había preparado para Mardoqueo. Y se apaciguó la ira del rey.

(Ester 7:7-10)

 

El autor del libro de Ester nos cuenta que en el mismo día en que fue ahorcado el malvado Amán, Ester le reveló al rey Asuero que Mardoqueo era su primo. De inmediato Mardoqueo fue llevado a la presencia del rey. Lo que ocurrió nos es narrado en muy pocas palabras: "El rey se quitó su anillo que había vuelto a tomar de Amán, y se lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo a cargo de la casa de Amán" (Ester 8:2).

LA INSTITUCION DE LA FIESTA DE PURIM

Tras los acontecimientos que condujeron a la derrota total de Amán y de todos los que participaron en la maquinaria organizativa del genocidio en los días de Ester, vino la institución de la fiesta de Purim, de la cual se nos habla en el libro de Ester 9:16-32:

También el resto de los judíos que estaban en las provincias del reino se congregó para defenderse y así descansar de sus enemigos, y mataron a 75,000 de los que les aborrecían. Pero no echaron mano a sus despojos.

Esto ocurrió el día 13 del mes de Adar. Y el día 14 del mismo mes reposaron y lo hicieron día de banquete y de regocijo. Pero los judíos que estaban en Susa se congregaron el 13 y también el 14 del mismo mes, y el 15 del mes reposaron y lo hicieron día de banquete y de regocijo. Por eso los judíos que viven a campo abier to en las aldeas sin muros, hacen del 14 del mes de Adar un día de alegría, de banquete y de fiesta, y para enviar porciones, cada uno a su vecino.

Mardoqueo escribió estas cosas y envió cartas a todos los judíos que estaban en todas las provincias del rey Asuero, cercanas y lejanas, ordenándoles que celebraran cada año los días 14 y 15 del mes de Adar; porque ehn estos días los judíos tuvieron reposo de sus enemigos. El mes que de tristeza se cambió en alegría, y de duelo en día de fiesta, se les ordenó que lo celebrasen con días de banquete y de regocijo, y para enviar porciones, cada uno a su vecino, y regalos a los necesitados.

Los judíos aceptaron hacer lo que habían comenzado a celebrar y lo que les escribió Mardoqueo, porque Amán hijo de Hamedata, el agageo, enemigo de todos los judíos, había planeado el exterminio de los judíos y había realizado un pur, es decir, un sorteo para confundirlos y acabar con ellos. Pero cuando Ester fue a la presencia del rey, éste declaró por escrito que el perverso plan que concibió contra los judíos recayera sobre su cabeza. Y colgaron a él y a sus hijos en la horca. Por esto llamaron a estos días Purim, debido a la palabra pur.

Entonces por todas las palabras de este documento, por lo que ellos habían visto al respecto y por lo que les había sucedido, los judíos establecieron y se comprometieron a aceptar para ellos mismos, para sus descendientes y para todos los que se hubiesen adherido a ellos, la obligación de no dejar de celebrar estos dos días, según está escrito al respectop, en su respectiva fecha, cada año. Y estos días son recordados y celebrados de generación en generación en todas las familias, provincias y ciudades.

Estos días de Purim no dejarán de celebrarse entre los judíos, ni su memoria cesará entre sus descendientes. La reina Ester hija de Abijail, junto con el judío Mardoqueo, suscribió con plena autoridad confirmando esta segunda carta acerca de Purim.

Mardoqueo envió cartas a todos los judíos, a las 127 provincias del reino de Asuero, con palabras de paz y verdad, para instituir estos días de Purim en sus fechas señaladas, tal como el judío Mardoqueo y la reina Ester habían establecido para ellos, tal como lo habían aceptado para ellos mismos y para sus descendientes, con respecto a sus ayunos y a su clamor. El mandato de Ester confirmó estas cosas acerca de Purim, y fue escrito en un libro.

 

EL CARACTER PROFETICO DEL LIBRO DE ESTER

Hablar del carácter profético del libro de Ester tiene el dejo de otra broma de Purim. Se podría hablar del carácter premonitorio o de una lección de escarmiento, pero, ¿qué puede tener de profético el libro de Ester? Sin embargo, esta es una hipótesis que se ha abierto camino después de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, una nueva escuela de interpretación del libro de Ester se ha abierto camino de manera muy convincente y conmovedora: La interpretación cabalística del libro de Ester.

 

1. Menciones de la ejecución de los hijos de Amán

El principal tema enfocado por la Cábala, que para sus adeptos no es un método eisegético sino auténticamente exegético, tiene que ver con la narrativa acerca de la ejecución de los diez hijos de Amán, pero de manera desconcertante. Existe una falta de coherencia en la narrativa sobre la ejecución de los hijos de Amán, que en realidad constituye un truco más de Purim en el texto bíblico, cuyo propósito es llamar la atención del lector a ciertas características del texto que encierran un enigma. Para descubrir el enima hemos de observar primero las menciones de la ejecución de los hijos de Amán, las cuales, por así decirlo, son repetitivas:

 

a) La primera mención

La primera mención de la ejecución de los diez hijos de Amán aparece en los versículos 9:7-10 que dicen: "Entonces mataron a Parsandata, Dalfón, Aspata, Porata, Adalías, Aridata, Parmasta, Arisai, Ariday y Vaizata, los diez hijos de Amán de Hamedata, el enemigo de los judíos."

Según el contexto de esta cita, esto ocurrió el 13 del mes de Adar.

 

b) La segunda mención

En la segunda mención se confirma el dato que la ejecución de los diez hijos de Amán ocurrió el 13 de Adar. Esta mención aparece en 9:12, donde se cita al rey Asuero en una conversación con la reina Ester el mismo 13 de Adar. Dice el rey: "Si en Susa, la capital, los judíos han matado y destruido a 500 hombres y a los diez hijos de Amán, ¿qué habrán hecho en las otras provincias del rey?"

 

c) La tercera mención

La tercera mención aparece inmediatamente después de las dos menciones anteriores, en 9:13, donde la reina Ester solicita al rey Asuero que se haga al día siguiente, 14 de Adar, lo mismo que se había hecho el 13 de Adar. Estas son las palabras de la reina Ester: "Si al rey le parece bien, concédase también mañana a los judíos en Susa, para que hagan conforme a lo decretado para hoy, y que cuelguen en la hora a los diez hijos de Amán."

Y aquí reside el desconcierto: ¿No es que los diez hijos de Amán ya habían sido ejecutados previamente?

d) La cuarta mención

La cuarta mención deriva de la tercera. El autor del libro de Ester hace en 9:14 un sumario de lo ocurrido de la siguiente manera: "El rey mandó que se hiciera así. El decreto se promulgó en Susa, y colgaron a los diez hijos de Amán. Entonces los judíos que estaban en Susa se congregaron también el día 14 del mes de Adar, y mataron en Susa a 300 hombres. Pero no echaron mano de sus despojos."

 

 

2. Posibles soluciones de la contradicción textual

¿Cuál es la solución a estas aparentes contradicciones que ocurren en un solo capítulo de la Biblia y en las citas seguidas? Se han sugerido las siguientes posibilidades:

a) Primera solución

Los diez hijos de Amán fueron en realidad sentenciados el 13 de Adar, y el mismo día fueron ejecutados en la hora tras confirmar la sentencia por boca del rey Asuero.

La primera mención aporta un cómputo total de lo acontecido el 13 de Adar, sin tomar en cuenta el orden de los acontecimientos dentro del mismo día. La segunda mención parece confirmar este testimonio,

b) Segunda solución

Los diez hijos de Amán fueron ahorcados el 14 de Adar, y tras ellos, el mismo día fueron matados 300 hombres más. Esto parece ser la versión de la tercera y de la cuarta citas.

c) Tercera solución

Los diez hijos de Amán fueron muertos el 13 de Adar, pero el 14 de Adar fueron colgados sus cadáveres. Esto parece muy improbable, pues no habría sido necesario un decreto real para colgar cadáveres. También existen leyes en la Torah acerca del trato debido a los cadáveres, como en el caso de los ahorcados y de los ejecutados en general. De la formulación de las leyes bíblicas se deriva que la ejecución por la hora no debe ser utilizado como exhibición ni escarmiento. El ahorcado debe ser removido del árbol en el transcurso del mismo día, por razones rituales y ecológicas: "Así no contaminaréis la tierra..." (Deuteronomio 21:22, 23).

d) Cuarta solución

La lista de los nombres de los diez hijos de Amán que fueron ahorcados constituye un texto transpuesto a después de 9:6, pero que debió haber estado originalmente después de 9:14.

Con respecto a esta posibilidad hemos de indicar que no existen variantes textuales que den pie a esta solución, como una transposición hecha por error visual de un escriba que transmitió el texto original en una copia hecha temprano en la historia de la transmisión del texto.

e) Quinta solución

La última posibilidad ha sido propuesta por los judíos apegados a los principios hermenéuticos de la Cábala. Según esta postura no existe ninguna contradicción en lo que el texto comunica ni tampoco existe una transposición textual. Lo que existe es una interpolación intencional hecha por el mismo Dios que inspiró al autor del libro de Ester. En cierto sentido, se trata de una especie de truco, un truco más de Purim.

Lo que Dios ha querido lograr al producir semejante interpolación es llamar nuestra atención a la lista de los hombres que aparece en los versículos 9:7-10. ¿Qué podría haber allí, aparte de diez nombres persas?

En la página siguiente, fotocopiada del texto del libro de Ester de la Biblia Reina-Valera Actualizada (RVA), mostramos cómo aparecen las referencias bíblicas y cómo aparece el texto transpuesto o interpolado.

XXXXXXXXXXXX

 

EL JUICIO DE NURENBERG

El 20 de noviembre de 1945 fueron llevados a juicio por las potencias aliadas 22 jefes directivos principales de la guerra provocada por la Alemania nazi, acusados de ejecución planificada de asesinatos masivos, ensañamiento con los prisioneros de guerra y sometimiento de los pueblos a esclavitud hasta el exterminio.

El 1 de noviembre de 1946 se dictó sentencia en Nurenberg y 12 de los jefes militares nazis, directivos de la guerra, fueron condenados a muerte, 7 a prisión, y 3 de ellos fueron declarados inocentes.

De los 12 condenados a muerte, uno lo fue en ausencia. Los 11 restantes fueron: Goering, Ribbentrop, Keitel, Kaltenbrunner, Frank, Rosenberg, Streicher, Sauckel, Jodl, Inquart y Frick. La pena determinada fue la horca.

El 16 de noviembre fue ejecutada la sentencia en un gimnacio de la prisión de Nurenberg, ante los representantes de las naciones aliadas, los magistrados y la prensa mundial. El primero que debía salir al cadalso era Goering, quien era la mano derecha y el asesor de Hitler. Pero él logró suicidarse en su celda ingiriendo cianuro, justo antes de ser llevado al cadalso. De esta manera quedaron 10 condenados a la horca, los cuales fueron en turno sacados al cadalso.

Ocurrieron algunos hechos insólitos cuando se les preguntó por sus nombres y se les permitió decir sus últimas palabras. Por ejemplo, de labios de Streicher la prensa mundial ha recogido las más desconcertantes declaraciones previas a su ejecución. Así, por ejemplo, narra el periódico El Diario de Buenos Aires correspondiente al miércoles 16 de octubre de 1946:

Inmediatamente antes subió al cadalso el primer antisemita del nazismo. Al remplazarse sus esposas por las correas, prorrumpió con el grito de Heil Hitler, cosa que causó sorpresa por lo inesperado. El intérprete entonces le preguntó su nombre, y Streicher contestó: "Ustedes lo saben bien." El intérprete repitió la pregunta y el condenado respondió esta vez: "Julius Streicher".

Los guardias comenzaron a subir los peldaños llevando a Streicher, que dijo entonces: "Y ahora esto está en manos de Dios."

Desde el cadalso Streicher miró con ojos cargados de odio a las autoridades aliadas y a los ocho corresponsales que representaban a la prensa mundial y que se encontraban junto a la pared, detrás de pequeñas mesas, y entonces gritó: "¡Purim Fest 1946!" (Fiesta de Purim 1946)

 

Cuando le colocaron el capuchón negro Streicher dijo: "Estoy con Dios".

El Diario de Buenos Aires anota en paréntesis un dato errado. Dice: "Purim es la fiesta judía que se celebra en el mes de septiembre." Pero como el lector de nuestra obra se ha dado cuenta, Purim se celebra en el mes de Adar, que coincide con marzo del calendario internacional. Este error del articulista del Diario de Buenos Aires, revela que él no era judío, y que no había manipulación judía en la información.

Aparte de esta observación resaltan las menciones a Dios en boca de Stricher, las mismas que interesantemente no aparecen en el texto bíblico de Ester. Aparte de que demuestra que aun los más aferrados antisemitas pueden haber tenido algún contacto con la Biblia y con el Dios de los judíos en el transcurso de sus vidas. Así, por ejemplo, Goering, en la noche anterior a las ejecuciones y a su suicidio dizqué pidió al capellán la ceremonia de la Santa Cena y la bendición de la Iglesia Luterana.

Evidentemente, todos estos generales nazis tenían los chicotes cruzados con respecto a Dios. Aunque la prensa mundial ha registrado indicios de arrepentimiento en uno solo de ellos, Hans Frank, de quien se dice que había dicho en cierta ocasión durante el juicio de Nurenberg: "Mil años pasarán y no se podrá borrar el recuerdo de este pecado de Alemania."

 

LA FIESTA DE PURIM Y EL JUICIO DE NURENBERG

Fueron muy desconcertantes las palabras de Streicher antes de morir: "¡Purim Fest 1946!" (Fiesta de Purim 1946). Es verdad que cuando fue ejecutado no era el mes de Adar, no era Purim, pero Streicher vio relación entre los acontecimientos narrados en el libro de Ester y la fiesta de Purim con la ejecución de diez jefes militares nazis, justamente mediante la horca, un instrumento de ajusticiamiento tan antiguo, cuando se pudiera haber recurrido a la cámara de gas.

Hasta aquí, tal interjección de Streicher no pasaría de ser una simple asociación de ideas que a cualquiera que haya leído la historia del libro de Ester se le hubiera podido ocurrir. Sin embargo, para los adeptos del método de la Cábala, hay algo en el texto del libro de Ester que proféticamente estaba apuntando al desenlace de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, para mostrarnos que de algún modo Dios está presente en medio de los acontecimientos como lo está también escondido en medio del texto del libro de Ester.

En el párrafo de Ester donde se da la lista de los nombres de los diez hijos de Amán que fueron colgados (9:7-9), formando parte de las letras del texto hay tres letras en tamaño reducido que los escribas sin entender por qué las han transmitido fielmente en su tamaño reducido. Estas letras hebreas son la tav (t), la shin (v) y la záyin (z), usadas para indicar el año 5,707 del Calendario Judío, equivalente al año 1946 del calendario internacional, que justamente mencionó Streicher en el cadalso. El cuadro a continuación ilustra mejor este detalle en la lista de los nombres de los diez hijos de Amán que fueron ajusticiados:

XXXXXXXXXXXXX

 

 

La relación entre el texto de Ester y el Juicio de Nurenberg no sería entonces causal, basada en una interjección de odio emitida por una persona antes de morir ahorcado: El año 1946/zvt,el número de los ahorcados, la pena de la horca, el paralelo entre Amán y Hitler, quienes planificaron un genocidio de los judíos a nivel mundial, son realmente sorprendentes.

 

CONCLUSIONES

Del libro de Ester y de la fiesta de Purim derivan circunstancias en extremo jocosas y conclusiones en extremo serias:

1. En primer lugar, Dios sí está presente en la historia universal. No entendemos por qué Dios no evita ciertos acontecimientos trágicos como los evitó en la historia del libro de Ester. Nuestra amarga inquietud quedará intacta, pero téngase también en cuenta que Dios está allí, y que no ha muerto.

2. En segundo lugar, el libro de Ester y la historia de la Segunda Guerra Mundial tienen para nosotros lecciones severas: No nos dejemos jamás arrastrar por las corrientes del antisemitismo. La tragedia de Alemania es la tragedia de todas las iglesias evangélicas, porque allí empezó la Reforma y porque Alemania fue el primer país evangélico en el mundo. El antisemitismo puede entrar a nuestras mentes malinformadas e indolentes, puede entrar a nuestras oraciones amargadas, puede entrar a nuestros sermones irresponsables, puede entrar a nuestras iglesias locales, puede entrar a nuestras denominaciones, puede entrar a nuestros países, puede entrar a nuestro planeta entero.

3. En tercer lugar, hacemos muy bien en participar de esta Gran Celebración de Purim 1995, identificándonos con el pueblo de Israel en su alegría y en su dolor, conscientes de nuestra responsabilidad de recrear un mundo donde exista armonía entre todos los pueblos y todas las razas y donde nunca más vuelvan a producirse genocidios.

4. El corto capítulo 10 con que termina el libro de Ester nos da una importante lección acerca de cómo debemos ser como individuos con relación a nuestro pueblo: "Mardoqueo fue grande entre los judíos y querido por la mayoría de sus hermanos. Procuraba el bienestar de su pueblo y promovía la paz entre todos los de su linaje."

 

PASCUA

CELEBRACION DE LA LIBERTAD

La presente separata ha sido preparada para servir de comentario a la celebración del Séder de Pésaj u Orden de la Pascua. Antes que el texto mismo de la Hagadah de Pésaj es más bien un comentario del mismo. Juntamente con los materiales de la presente serie es de mucha utilidad para el estudio bíblico y el conocimiento de las tradiciones religiosas y culturales del pueblo de Israel. En medio de la vida de la iglesia asediada por prácticas de dudosa procedencia, un vistazo a la Biblia desde el ángulo del pueblo judío es como una gota de agua en el desierto.

Entre las celebraciones de Israel la Pascua es considerada la más importante pues constituye el primer día de independencia del pueblo judío. Celebra el hecho portentoso de que todo un pueblo salga de la esclavitud en un país extranjero a la libertad en su propio territorio: Erets Israel o la Tierra de Israel.

Asimismo la Pascua es la celebración que exige los más prolíficos preparativos y una agenda que tiene que ser cumplida a perfección. Esta agenda es lo que se denomina "Séder de Pésaj" u "orden" o "programa" de la Pascua.

Para que el Séder de Pésaj sea celebrado a perfección se requiere que chicos y grandes tengan cada uno a la mano alrededor de la mesa festiva una especie de manual ilustrado llamado Hagadáh de Pésaj o relato de la Pascua. La Hagadáh de Pésaj es un texto compilado a través de milenios de cultura judía y constituye, al lado de la Biblia, una perla de gran precio para cada judío de manera personal.

EL SIGNIFICADO DE LA PASCUA

La palabra "Pascua" es la forma que adopta en español la palabra hebrea Pésaj, que deriva de la raíz verbal xsp cuyas letras que la conforman se leen: pe-sámej-jet. Esta raíz verbal significa "pasar de largo".

La explicación de esta etimología es evidente en el texto que nos presenta el relato de la primera pascua, que encontramos en Exodo 12:3, 5, 6, 7, 12, 13, que dice así según la Biblia RVA o Reina-Valera Actualizada:

Hablad a toda la congregación de Israel diciendo que el 10 de este mes cada uno tome para sí un cordero en cada casa paterna, un cordero por familia...

El cordero será sin defecto, macho de un año...

Lo habréis de guardar hasta el día 14 de este mes, cuando lo degollará toda la congregación del pueblo del pueblo de Israel al atardeder.

Tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las puertas de las casas en donde lo han de comer...

La misma noche yo pasaré por la tierra de Egipto y heriré de muerte a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de los hombres como del ganado. Así ejecutaré actos justicieros contra todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor.

La sangre os servirá de señal en las casas donde estéis. Yo veré la sangre y en cuanto a vosotros pasaré de largo y cuando castigue la tierra de Egipto, no habrá en vosotros ninguna plaga para destruiros.

Las tres palabras subrayadas, pasaré de largo, en realidad son una sola en hebreo, una sola forma verbal que da origen al sustantivo Pésaj, "Pascua". La palabra pésaj expresa que en el momento en que Dios ejecuta juicio o actos justicieros que involucran muerte, habrá quienes serán "pasados de largo" para que vivan y no mueran junto con los demás.

 

 

 

LA PRINCIPAL CELEBRACION DEL CALENDARIO MOSAICO

La fiesta de la Pascua se celebra durante ocho días en el mes de Nisán y cae a fines de marzo o a comienzos de abril. Excluyendo el Sábado, que es una celebración semanal, la fiesta de la Pascua aparece a la cabeza de las festividades instituidas en el Período Bíblico, las cuales son las siguientes:

1. La celebración del Sábado

2. La fiesta de la Pascua

3. La fiesta de Pentecostés

4. La fiesta de las Trompetas

5. El día de la Expiación

6. La fiesta de Tabernáculos

7. La fiesta de Purim

 

Observe que las festividades bíblicas suman siete, un número que a menudo aparece como factor simbólico en el calendario hebreo. La relación del cómputo de las festividades de liberación y regocijo con el número 7 es evidente, porque también se celebra de una manera especial cada séptimo año (Exodo 23:10-13; Levítico 25:2-7), y el año del Jubileo que sigue al cómputo de 7 x 7, es decir, el año 50.

Información sobre todas estas celebraciones, con excepción de la fiesta de Purim que no es de origen mosaico, encontramos en el capítulo 23 de Levítico. La información acerca de Purim la encontramos en el libro de Ester (ver nuestra separata académica de Purim).

Otro documento bíblico que está en Deuteronomio 16:1-17 solamente nos presenta la lista de tres de las festividades arriba mencionadas por tener ellas en común una característica especial: Con anticipación a tales festividades había que "subir" o viajar a Jerusalem. Dichas festividades son: La Pascua, Pentecostés y Tabernáculos.

NISAN COMO EL PRIMERO DE LOS MESES

Para enfatizar la importancia de la celebración de la Pascua en la legislación mosaica se llegó a considerar el séptimo mes, Nisán, como el primer mes del año hebreo. Israel se diferenció en este particular de los demás pueblos del antiguo Medio Oriente. Este cambio fue celosamente mantenido durante todo el Período Bíblico.

De esta manera, el orden de los meses del año en el Período Bíblico es como sigue:

1. Nisán Entre marzo y abril

2. Iyar Entre abril y mayo

3. Siván Entre mayo y junio

4. Tamuz Entre junio y julio

5. Av Entre julio y agosto

6. Elul Entre agosto y septiembre

7. Tishréi Entre septiembre y octubre

8. Jeshván Entre octubre y noviembre

9. Kislév Entre noviembre y diciembre

10. Tevét Entre diciembre y enero

11. Shevát Entre enero y febrero

12. Adar Entre febrero y marzo

En el cautiverio en Babilonia los judíos se vieron en la necesidad de adaptarse al hecho de que allí y en todos los pueblos del Medio Oriente el primer mes del año era Tishréi, que en el calendario mosaico fue convertido en el séptimo mes. Y aunque en los documentos bíblicos más tardíos siguió en uso el calendario mosaico con Nisán a la cabeza de los meses, en la vida secular se fue imponiendo Tishréi como el comienzo del año, como entre todos los pueblos semíticos. Así es que Tishréi volvió a ser el primer mes del año judío.

 

LA PASCUA: UNA CELEBRACION DE LA LIBERTAD

¿Por qué consideró Moisés la Pascua como la primera y principal fiesta del año? Porque conmemora la salida del pueblo de Israel de Egipto, en donde había sido cruelmente sometido a esclavitud. Para Moisés, pues, el punto de partida para una vida soberana, en armonía con Dios y el cosmos representado por el ciclo anual agrario, era la libertad. El significado central de esta celebración es pues la liberación de un pueblo del yugo de otro pueblo.

Para Israel, que tiene una historia de más de 4,000 años ininterrumpidos, la fiesta de la Pascua es la primera de sus tres celebraciones de independencia nacional y religiosa. Ellas son:

1. La Pascua, que conmemora la liberación de la esclavitud de Egipto.

2. Hanukáh, que conmemora la liberación de la tiranía del helenismo, seguida por una nueva

dedicación del Templo en el año 164 antes de Cristo.

3. Yom Atsmaút, que es el día de la independencia de Israel que conmemora el surgimiento

del moderno estado judío en el 5 del mes de Iyar de 1948.

La Pascua es la festividad más importante de la historia y de la vida del pueblo judío como nación. Su institución y lugar en el calendario judío coincide con la salida de Israel de Egipto ocurrida hace más de 3,200 años, un 14 de Nisán que equivale a fines de marzo o comienzos de abril.

 

CARACTERISTICAS PRINCIPALES DE LA PASCUA

1. Es una celebración de una semana

La celebración de la Pascua dura una semana, lo cual nos dice mucho sobre su importancia. Aparte de la Pascua solamente dos festividades tienen semejante duración: La fiesta de los Tabernáculos y la fiesta de Pentecostés. Sin embargo, la celebración de la Pascua requiere de más preparativos que las otras dos celebraciones.

Solamente el primero y el último día son días no laborables. El resto es laborable, excepto, por supuesto el día Sábado que cae dentro de la semana de la Pascua. Dicho Sábado se reviste de carácter especial y se denomina Shabát Ha-gadól o Gran Sábado.

 

 

2. Es una fiesta de peregrinación

Juntamente con las fiestas de Tabernáculos y Pentecostés, la Pascua es una fiesta de peregrinación de todos los rincones del mundo a la tierra de Israel y de todos los rincones de Israel a Jerusalem. De esta antigua tradición del Período Bíblico ha derivado el énfasis que los judíos ponen de visitar a los familiares, aunque no estén en Israel. Estar en casa para la Pascua, y de manera especial para el Séder de Pésaj es un anhelo fuertemente arraigado.

Todo séder realizado lejos de Israel y de Jerusalem concluye con la promesa cargada de nostalgia y de esperanza: Le-shanáh ha-baáh Birushaláyim, "EL PROXIMO AÑO EN JERUSALEM". Parafraseando esta expresión se expresa el anhelo de celebrar la cena pascual en el lugar donde se centran las inquietudes y anhelos de todo judío: La meta de su peregrinación vital.

3. La fiesta de los Matsót

Otra característica prominente de la Pascua le confiere un nombre alterno: La fiesta de los Matsót o "panes sin levadura". Es que durante los ocho días que dura la Pascua se remplaza el uso del pan común por la matsáh (en plural: matsót) una especie de galletas hechas sin levadura. En algunas Biblias se sigue usando la designación de "panes ázimos" que deriva del griego ázimos (a, "sin" y zymí, "levadura"), es decir, sin levadura.

Aunque el mandamiento de Exodo 12:15 indica que el primer día de Pascua se habría de quitar de las casas cualquier residuo de levadura o de alimentos que hayan tenido contacto con levadura, los hijos de Israel entendieron que esto debe consumarse antes del primer día. El cumplimiento de este mandamiento conlleva una limpieza rigurosa de toda la casa y de todas las cosas, especialmente las de la cocina, que a veces toma toda la semana anterior a la Pascua.

 

4. La fiesta del Cordero Pascual

Juntamente con los matsót, el cordero pascual también constituye una característica principal de la celebración de la Pascua. Desde el primer momento se llegó a llamar pésaj al cordero o víctima pascual.

Efectivamente, una de las cosas que han causado cierta confusión a comentaristas y a traductores de la Biblia es el hecho de que la palabra pésaj en hebreo se usa para referirse a la celebración festiva, y como metonimia histórica también al cordero pascual. La primera vez que aparece con el segundo sentido, de cordero pascual, es casualmente en Exodo 12:11 RVA, que dice: "Lo comeréis apresuradamente: Es la Pascua del Señor." Una traducción más consecuente sería: "Es el cordero pascual del Señor." Así lo ha hecho la RVA en Exodo 12:21: "Sacrificad el cordero pascual" en lugar de "sacrificad la Pascua", como aparece en la Reina-Valera de 1960 y de 1995.

La diferencia entre la Pascua original y las sucesivas es que la sangre del cordero pascual no tenía por qué volver a ser puesta sobre los postes y los dinteles de las puertas de entrada de las casas. Eso se hizo una sola vez para que el ángel de la muerte no golpeara a los primogénitos de los hijos de Israel. En adelante, el cordero pascual sería solamente el alimento del cual participaban todos todos los miembros de la familia en la cena pascual. Llegó a convertirse en un símbolo de unidad, de unión familiar y de la celebración de la libertad.

El cordero pascual debía ser de un año exacto, es decir, debía haber nacido antes de la Pascua del año anterior, el 10 de Nisán, para ser sacrificado el presente año el 14 de Nisán. En el intervalo del 10 al 14 de Nisán el cordero pascual debía ser puesto aparte del rebaño.

La carne del cordero debía ser asada, no sancochada, como en el caso del Kevav, muy difundido en todo el Medio Oriente y que se asa en un eje vertical. Es delicioso, no es como el thimpu.

No sabemos a ciencia cierta cuándo dejó de ser sacrificado el cordero pascual en cada una de las casas en la fiesta de la Pascua. Según algunos investigadores, eso tuvo lugar después que fuera destruido el templo de Dios en Jerusalem por los romanos en el año 70 de la era cristiana.

Es muy probable que el sacrificio del cordero pascual haya cesado en Israel más temprano, cuando se prohibió todo tipo de sacrificios en los santuarios locales o de manera privada, centrando todo acto de sacrificio en Jerusalem.

Con el tiempo solamente un hueso de un cordero de la pierna delantera o zróa fue utilizado en la cena pascual de manera simbólica como un memorial del sacrificio en la primera pascua en tierra de Egipto.

Uno de los principios halájicos derivados de Exodo 12:46 indica que dicho hueso debía ser íntegro, no astillado ni mucho menos cortado, pues el principio bíblico dice: "Tampoco quebraréis ninguno de sus huesos."

 

 

LAS CIRCUNSTANCIAS DE LA LIBERACION

Las circunstancias de la liberación de Israel y su salida de Egipto son expuestas en los últimos capítulos del Génesis y en los primeros capítulos de Exodo.

 

1. Permanencia de los israelitas en Egipto

No es normal que una nación se desarrolle completamente dentro del territorio de otra nación durante 400 años, como ocurrió con Israel dentro de Egipto, y que no reclame derechos naturales de posesión y ciudadanía, o simplemente se asimile entre el resto de la población.

Cuando los israelitas entraron a Egipto eran unas pocas familias. La lista de los israelitas que entraron a Egipto a partir de José se encuentra en Génesis 46:8-27. El cómputo final aparece en el versículo 26: "Todas las personas que fueron con Jacob a Egipto, sus descendientes directos, sin contar las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis" (sin contar a Benjamín y a José y a sus dos hijos, que ya estaban en Egipto).

Los registros históricos parecen indicar que los acontecimientos bíblicos del ingreso de Jacob y sus hijos a Egipto ocurrieron durante el Segundo Intermedio de las dinastías de Egipto, período conocido también como de los Hiksos, alrededor del año 1,600 antes de Cristo.

Al principio los israelitas recibieron atención preferencial en Egipto a causa del sitial de José en la corte del faraón. Se les asignó la buena tierra de Gosén para su establecimiento, y allí se desarrrollaron como un pueblo distanciado del contacto con la cultura y la religión de los egipcios.

2. La esclavitud en los días de Ramsés II

Los israelitas no fueron sometidos a esclavitud, sino solamente en los últimos días de su estadía en Egipto, durante el reinado del faraón Seti I. Y el yugo de la servidumbre se agravó en los días de su sucesor, Ramsés II, quien utilizara mano de obra de esclavos israelitas para construir las ciudades almacenes de Pitón y Ramsés (o Rameses).

El propósito del faraón Ramsés II no solamente era esclavizarlos, sino también limitar el crecimiento de la población de los hijos de Israel mediante un control de natalidad genocida. Esto obedecía a sus temores de que los israelitas se aliaran con los heteos, el imperio rival de los egipcios. Evidentemente, el faraón había sido informado de la afinidad histórica de los israelitas con los heteos, por haber convivido ambos pueblos como enclaves étnicos en la tierra de Canaán.

Este es el trasfondo de la narrativa del primer capítulo de Exodo. El conflicto egipcio-heteo alcanzó su clímax en 1280 antes de Cristo, en la confrontación de las fuerzas de Ram-sés II con los heteos en la batalla de Cades que ha sido registrada a todo color en los murales del Ramseum, en Abu Simbel y en Luksor, en Egipto. Esta confrontación habría ocurrido mientras los israelitas estaban ya en el desierto en su travesía de cuarenta años hacia la Tierra Prometida.

 

3. Surgimiento de Moisés el Libertador

Moisés nace de padres israelitas, de antemano condenado a ser arrojado al río Nilo para morir como todos los niños varones que nacían después del decreto genocida del faraón Seti I. Pero la providencia divina tenía deparado para Moisés un destino más que real.

Mientras la hija del faraón Seti I se bañaba a orillas del Nilo junto con las jóvenes que le acompañaban, divisaron una arquilla de junco calafateada con brea que flotaba sobre las aguas del río. Cuando le fue traída la arquilla ella quedó prendada con la belleza de un niño hebreo que estaba recostado en su interior. Ese niño era Moisés, quien según la tradición judía había nacido como seismesino y a las justas había podido ser escondido por tres meses del riguroso control de natalidad impuesto a los israelitas.

En la Epístola a los Hebreos 11:23 RVA se alaba la fe de los padres de Moisés diciendo:

Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño hermoso y porque no temieron al mandamiento del rey.

Así es como este niño hebreo se salvó de morir y fue llevado a la corte del rey egipcio, donde creció como nieto del faraón Seti I, al lado de Ramsés, quien sucedería en el trono a Seti I como Ramsés II.

De joven Moisés llegó a ser general o gobernador egipcio destacado en la provincia de Canaán, cuyo territorio conocía al milímetro, a pesar de que posteriormente no le fue permitido entrar allí junto con todo su pueblo.

Posteriormente se llegó a conocer su origen hebreo. Entonces Moisés tuvo que salir de Egipto y refugiarse en la península del Sinaí. Allí es donde tuvo su portentoso encuentro con el Dios de sus padres Abraham, Isaac y Jacob. El resultado de este encuentro con Dios fue su comisión divina para libertar a Israel y conducirlo fuera de Egipto a la Tierra Prometida.

También es resultado de aquel encuentro la revelación que Dios le hizo de su nombre: El Tetragramaton Sagrado hwhy. Estos acontecimientos aparecen registradios en el libro de Exodo, en los capítulos 2 y 3.

 

4. Moisés ante la presencia del faraón

El próximo paso fue presentarse ante el faraón de Egipto para pedirle que dejara salir de Egipto a los hijos de Israel. La respuesta del faraón fue un rotundo "no". Moisés prosiguió hasta agotar todos los recursos de una actitud pacífica.

Solamente un hombre respaldado por una firme convicción de su vocación divina podía volver a Egipto y confrontar al faraón reinante, Ramsés II, su compañero de infancia y su rival de juventud.

La historia nos permite darnos cuenta de que era el plan de Dios que Moisés creciera y se familiarizara con la gente de la corte real de Egipto, para poder realizar después gestiones personales en el mismo escenario a favor de su pueblo Israel.

 

5. Las diez plagas contra Egipto

El faraón de Egipto no reconoció el mandato de Dios con respecto a dejar ir al pueblo de Israel. Más bien, endureció su corazón aun más ante cada demostración del poderío del Dios de Israel que sobrepasaba y empequeñecía el poder de los dioses y de los magos de Egipto.

Dios envió diez plagas sobre Egipto para obligar al faraón a dejar ir al pueblo de Israel fuera de Egipto. Ellas son descritas en el libro de Exodo:

I. El agua hecha sangre (7:14-24)

II. Las ranas (7:25-8:15)

III. Los piojos (8:16-19)

IV. Las moscas (8:20-32)

V. La peste o epidemia (9:1-7)

VI. Las úlceras (9:8-12)

VII. El granizo (9:13-35)

VIII. La langosta (10:1-20)

IX. Las tinieblas (10:21-29)

X. La muerte de los primogénitos (12:29-32)

Estas plagas son recordadas en la celebración de la cena pascual humedeciendo la yema del dedo con vino y dejando gotear el líquido que simboliza la sangre de la población egipcia.

Simultáneamente, los participantes de la cena pascual expresan ante cada gota de vino que cae sobre un platillo la exclamación ¡Dayéinu! que significa: "¡Para nosotros, eso hubiera sido suficiente!" De este modo se evalúa el comportamiento de los egipcios como temerario y no sabio.

 

5. La plaga final y definitiva

Las circuntancias de la liberación y la salida de Egipto coinciden con la ejecución de la décima plaga contra el faraón y todos los egipcios: La muerte de los primogénitos de Egipto anunciada previamente por Dios mismo. El relato lo encontramos en Exodo 11:4-7, RVA:

Como a la media noche yo pasaré por el medio de Egipto. Y todo primogénito en la tierra de Egipto morirá, desde el primogénito del faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está detrás del molino, y todo primerizo del ganado. Habrá un gran clamor en toda la tierra de Egipto, como nunca lo hubo ni lo habrá. Pero entre todos los hijos de Israel ni un perro les ladrará, ni a los hombres ni a los animales, para que sepáis que el Señor hace distinción entre los egipcios y los israelitas.

 

6. La presurosa partida de los israelitas

Los israelitas salieron de Egipto aquella misma noche de la muerte de los primogénitos en medio del llanto de toda la población de Egipto porque en cada casa había por lo menos un muerto, tanto de los hombres como de los animales.

Los israelitas salieron de manera apresurada, y un hecho recuerda las circunstancias de premura: No tuvieron tiempo para preparar pan para el camino, o mejor dicho, no tuvieron tiempo para poner levadura a sus masas. A las justas hicieron masas de harina con agua, para preparar lo que en hebreo se llama matsót, y en español panes ázimos o sin levadura.

 

LA PREPARACION PARA LA PASCUA

1. La limpieza general de la casa

No existe otra festividad en la vida del pueblo judío que demande tantos preparativos, los cuales deben terminarse antes de que empiece el primer día de la fiesta con la cena pascual.

Los preparativos se centran en el cumplimiento de la norma u ordenanza de eliminar de las casas todo rastro de levadura, conforme al mandamiento de Exodo 12:15 y 13:7.

El cumplimiento del mandamiento se extiende a limpiar la casa y todos los objetos en ella de todo cuanto haya tenido posible contacto con alguna sustancia que tuviera levadura. Esta limpieza, para ser perfecta, se reviste de carácter ritual, como veremos más adelante.

Desde el punto de vista práctico, los días previos a la Pascua son ocasión para hacer una limpieza general, como solamente es posible una vez en el año. Se debe limpiar a consciencia toda superficie accesible de los muebles, de la cocina, de las paredes, de las ventanas y de todo utensilio.

De manera especial en Israel, la actividad de limpieza en todas las casas se reviste de un carácter festivo, pues en ella participan el papá, la mamá y todos los niños en un ambiente educativo.

La Pascua es también la ocasión para pintar de nuevo la casa, para cambiar de forro a los muebles, y si es posible, para remplazar las cosas viejas por cosas nuevas y flamantes. La Pascua es la ocasión para cambiar de casa, a una casa más grande y más bella. Es ocasión para adquirir ropa nueva para los niños en la medida de las posibilidades económicas, o para adquirir alguna prenda nueva y anhelada para la mamá o alguna corbata de colores primaverales para el papá.

La Pascua impone una perspectiva que sin ser una imposición económica, apunta hacia un constante progreso en la vida. Se podría decir, utilizando eisegéticamente las palabras de 2 Corintios 5:17, que "las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas".

Puesto que la limpieza total y la celebración de la Pascua es anual, se evita, por ejemplo, que se tiren las cosas inservibles y la basura a las azoteas de las casas para que permanezcan allí indefinidamente. O que se guarden en la casa cosas malogradas que no se pueden reparar y que por tanto ya no sirven. Estas cosas solamente obstaculizan el libre movimiento de las personas que viven en la casa e impiden vivir con comodidad y dignidad. Esta perspectiva apunta al constante progreso y a la prosperidad.

Las responsabilidades de limpieza terminan con un ritual educativo que es básicamente un juego infantil. Este juego se llama biúr he-jaméts (eliminación de la levadura) y consiste en lo siguiente: El papá esconde en algún lugar visible de la casa un pequeño pedazo de pan leudado para que los niños pequeños lo busquen. El niño que logra encontrarlo se hace acreedor de un premio especial. Al mismo tiempo se declaran culminados todos los preparativos para la Pascua.

 

2. El simbolismo de la levadura

Conviene advertir al lector contra especulaciones poco edificantes con respecto a la levadura. La levadura es una sustancia ácida. Básicamente es ácido acético que se produce en cierta fase de la fermentación de diversos productos como el mosto o vino nuevo, la cerveza de cebada o de dátiles, etc.

Desde tiempos muy antiguos se descubrió que la levadura tenía la propiedad de "contagiar" o leudar la masa para el pan, extendiéndose o incrementándose la cantidad de levadura y haciendo que el pan, una vez horneado, sea suave.

La levadura, o más exactamente, un poco de masa leudada era mezclada con la masa nueva sin leudar. Al cabo de unas horas, dicha masa leudada impregnaba su levadura a la nueva masa, incrementando la cantidad de ácido acético.

En tiempos más antiguos, cuando aún no se había descubierto la levadura en Egipto o en Mesopotamia, se comía pan no leudado, una simple mezcla de harina o agua. Este pan es duro, por lo cual en Israel se usa un procedimiento para ablandarlo sin levadura. El resultado es la matsá o pan ázimo.

No existe nada de malo o nocivo para la salud en la levadura. A decir verdad, la levadura es buena y se puede usar levadura en todo el año, salvo en los días de la Pascua, y esto por razones puramente memoriales, para recordar detalle por detalle lo que ocurrió cuando los hijos de Israel salieron de Egipto hace 3200 años.

Sin embargo, la característica de la levadura,de incrementar la cantidad de su ácido acético al ser escondida dentro de una masa nueva ha hecho que la levadura adquiera un simbolismo lamentablemente negativo.

La Pascua constituye una celebración de la libertad y sus rituales sirven para impregnar la mente de chicos y grandes con el concepto de la auténtica libertad. En el judaísmo la libertad se vincula con la pureza y la limpieza, en el sentido de que no hay libertad auténtica cuando se tolera "cuerpos extraños" que dificultan su manifestación.

Este concepto se impregna en la mente de los niños judíos mediante la limpieza radical que se hace en el hogar como preparativo para la celebración de la Pascua. De este modo la levadura se convierte en símbolo de todo lo que el hombre esconda consigo u oculte dentro de sí y que estropea la celebración de la libertad.

 

EL SEDER DE LA PASCUA

La ceremonia de la celebración de la cena pascual se conoce con el nombre de Séder de la Pascua. La palabra Séder básicamente significa "orden" o "programa". El desarrollo del Séder de la Pascua es la mejor ocasión para que los niños pequeños pregunten a sus mayores por qué se hace tal o cual cosa a medida que transcurre el tiempo antes de la cena pascual. Al responder adecuadamente a sus preguntas queda garantizada la instrucción de las generaciones.

El Séder se desarrolla con la guía de un libro diseñado con perspectiva didáctica que enfoca de manera especial la presencia y participación de los niños, aun de los más pequeños. Este libro se conoce con el nombre de Hagadáh de la Pascua o "relato de la Pascua". Este libro responde a la demanda de Dios con relación a la actitud de los padres, de contarles a sus hijos todo lo concerniente a sus actos de liberación.

El mandamiento está formulado en Exodo 13:8, 10 RVA, de la siguiente manera:

Aquel día se lo contarás a tu hijo diciendo: "Esto se hace con motivo de lo que el Señor hizo conmigo cuando salí de Egipto...

Por tanto, guardarás esta ordenanza en el tiempo fijado, de año en año.

El libro de la Hagadáh de Pésaj es ilustrado a todo color. Todos los participantes en la cena pascual tienen en sus manos sus respectivos ejemplares de este libro. Está editado teniendo en cuenta prioritariamente a los niños pequeños de la familia. Esto facilita que todos participen ordenadamente en el Séder, tanto en las lecturas, como en las oraciones, en las bendiciones, en los salmos y en los juegos educativos y humorísticos que tienen lugar previo a la cena pascual.

Por lo general las ediciones del libro Hagadáh de Pésaj son muy costosas, por lo cual la presente separata ha sido preparada para atender a las necesidades del público cristiano, con miras a que participen el mayor número posible. Este material incluye muchos detalles para las personas que no están compenetradas con las tradiciones de Israel.

 

 

LOS RITUALES DEL SEDER DE LA PASCUA

La cena pascual no es un acontecimiento común y corriente, pero tiene muchos aspectos comunes con otras festividades de Israel y de manera especial con la celebración del Sábado. Como el primer día de la Pascua empieza con el ocaso del sol, la celebración en la casa empieza con una cena festiva. La mesa está arreglada con un mantel de lujo.

La vajilla que se usa con ocasión de la Pascua es especial e incluye velas festivas, copas para el vino y una bandeja que contiene los elementos simbólicos para la Pascua. Dicha bandeja tiene cuatro compartimentos: Uno para el hueso del cordero pascual, otra para un huevo duro, otro para la salsa del jaróset y otro para las hierbas amargas.

También están dispuestas cuatro copas de vino vacías, más una copa especial que es la copa destinada para el profeta Elías, el invitado de honor en la cena pascual. Esta copa está llena de antemano.

También están dispuestas sobre la mesa tres matsót enteras, cubiertas con una servilleta de lujo, aparte de todo lo demás que se irá sirviendo en la mesa en el momento en que empiece la cena pascual.

El Séder de la Pascua puede ser muy largo, y la cena pascual muchas veces se empieza a servir cerca de la medianoche. A continuación enumeramos los puntos más resaltantes del Séder:

 

 

I. PRIMERA PARTE DEL SEDER:

QIDUSH O CONSAGRACION

Esta parte preliminar se compone de los siguientes rituales:

1. El encendido de las velas de la Pascua

Este ritual es realizado por la mamá. Ella enciende las velas —por lo regular dos— y luego pronuncia la siguiente bendición en hebreo:

Barúj atáh, Adonáy,

Elohéinu, Mélej Ha-olám,

ashér qidshánu

be-mitsvotáv,

ve-tsivánu lehadlíq

ner shel yom tov.

Bendito seas tú, oh Señor,

Dios nuestro, Rey del Universo,

que nos has santificado

con tus mandamientos

y nos has mandado encender

las velas de la festividad.

 

Cuando termina de pronunciar esta bendición prosigue con otra que dice:

Barúj atáh, Adonáy,

Elohéinu, Mélej Ha-olám,

she-hejeyánu,

ve-qimánu

ve-higuiánu la-zmán ha-zeh.

Bendito seas tú, oh Señor,

Dios nuestro, Rey del Universo,

que nos has mantenido con vida

y nos has sostenido

y nos has hecho llegar a este tiempo.

 

Estas dos bendiciones son típicas de toda festividad en Israel, y no son exclusivas para la celebración de la Pascua.

 

2. Consagración de la festividad

En esta parte del ritual llamada Consagración o Santificación de la festividad, el padre de familia que dirige el ritual del Séder toma la primera de las cuatro copas previamente dispuestas llenas sobre la mesa. Esta copa se llama la Copa de la Santificación o de la Consagración.

El que dirige el Séder llena de vino esta copa, y todos los presentes en la mesa pascual hacen lo mismo con las suyas propias que tienen a su lado. Luego él pronuncia esta bendición en hebreo:

Barúj atáh, Adonáy,

Elohéinu, Mélej Ha-olám,

boré pri ha-gáfen.

Bendito seas tú, oh Señor,

Dios nuestro, Rey del Universo,

Creador del fruto de la vid.

 

Entonces todos toman de sus respectivas copas, inclinándose sobre la mesa hacia el lado izquierdo. —Esto es todo lo que sobrevive de la antigua costumbre de participar en un banquete festivo reclinados sobre cojines en un lujoso diván.

 

3. El primer lavado de manos

Entonces un niño pequeño entra en la sala con una vasija, una jarra pequeña con agua y una toalla, y vierte agua sobre las manos del que dirige el Séder. Este lavado ritual hace apta a una persona para dirigir el resto del Séder. Solamente él participa en esta parte del ritual.

 

4. La partición de la matsáh de en medio

El que dirige el Séder prosigue a tomar una matsáh o pan ázimo de en medio de otras dos matsót que han sido puestas de antemano sobre la mesa pascual. Luego lo parte en mitades.

Luego procede a poner una mitad de la matsáh partida entre las dos matsót enteras. La otra mitad ha de ser escondida y buscada por los niños presentes al final de la cena pascual, a fin de que sirva de postre o Afiqomán.

II. SEGUNDA PARTE DEL SEDER:

HAGADAH O EL RELATO DE LA PASCUA

A continuación viene la parte central y más larga del Séder de la Pascua en la cual se hace mediante diversos actos rituales y didácticos y objetos simbólicos el relato de la primera Pascua, es decir, de la salida de los israelitas de Egipto.

1. Exposición de la bandeja de símbolos

El que dirige el Séder levanta la bandeja del Séder, que contiene los elementos simbólicos que sirven al relato, de modo que puedan ser vistos por todos los presentes.

 

2. Lectura de la introduccion de la Hagadáh de Pésaj

A continuación lee en el libro de la Hagadáh de la Pascua la introducción del relato de la Pascua. Esta introducción ha sido escrita en arameo, y tiene que ser leída en arameo. Nosotros solamente proveemos a continuación su traducción al español:

"Este es el pan de aflicción que comieton nuestros padres en la tierra de Egipto. Venid todos vosotros que conocéis lo que es el hambre. Venid y comed, todos los que estáis en necesidad. Venid y participad en la Pascua. Este año lo haremos aquí, pero el próximo año lo haremos en la tierra de Israel. Este año lo haremos como esclavos, pero el próximo como hijos de libertad."

 

Luego el que dirige el Séder coloca de nuevo la bandeja sobre la mesa.

3. Llenado de la Copa de la Hagadáh

Luego procede a llenar la segunda copa, llamada "Copa de la Hagadáh" o del relato de Pascua.

Todos los presentes le imitan en esto agregando vino a sus respectivas copas, pero aún no proceden a beberla. Sólo al final del relato de la Pascua cada uno beberá de su copa.

 

4. Lectura del relato de la liberación

A continuación se procede a leer en el libro de la Hagadáh de la Pascua la historia de la liberación de los israelitas del poder de Egipto.

Esta sección se basa en la narrativa del libro de Exodo, que nosotros hemos comentado en la primera parte de la presente separata.

 

5. El ritual de la unción con la sangre

Tanto el que dirige el Séder como todos los presentes tienen al alcance de sus manos una pequeña bandeja que contiene ramitas de perejil y un pequeño pocillo de agua salada.

El que dirige el Séder toma en sus manos una pequeña ramita de perejil, la levanta en alto y pronuncia la siguiente bendición:

Barúj atáh, Adonáy,

Elohéinu, Mélej Ha-olám,

boré pri ha-adamah

Bendito seas tú, oh Señor,

Dios nuestro, Rey del Universo,

Creador del fruto de la tierra.

El perejil pasa a simbolizar el hisopo con que se untó la sangre del cordero pascual en los postes y dinteles de las puertas de las casas de los israelitas en la tierra de Gosén en Egipto (Exodo 12:22).

El que dirige el Séder procede a tomar una ramita de perejil y lo remoja introduciéndola en el pocillo que contiene agua salada. Esta agua salada representa la sangre del cordero pascual, así como las lágrimas de sufrimiento de los esclavos hebreos en Egipto.

Todos los participantes en el Séder también hacen lo mismo que el que los dirige, y luego las ingieren.

 

6. Explicación de los elementos simbólicos

A continuación el que dirige el Séder procede a explicar el significado de los elementos que han sido puestos sobre la bandeja de Pascua. Cuando él toma en sus manos uno de los elementos, todos alrededor de la mesa señalan dicho elemento. Luego él procede a explicar:

a) Las hierbas amargas

Las hierbas amargas (hebreo: marór) simbolizan la amargura de la esclavitud en Egipto y hacen recordar el forraje y la paja que los esclavos israelitas tuvieron que conseguir para fabricar los adobes para la construcción de las ciudades de Pitón y Ramsés.

Puesto que generalmente se participa de los símbolos ingeriéndolos, estas hierbas amargas simbólicas deben ser verduras comestibles. Generalmente se usan hojas de lechuga o de rábano. Todos los participantes tienen estas verduras en una pequeña fuente a su alcance.

 

b) El barro

El barro, (hebreo; jaróset) que los israelitas tuvieron que pisar continuamente para hacer los adobes para las construcciones del faraón es representado por una pasta licuada hecha de manzanas, nueces y vino.

Todos los participantes tienen una porción de jaróset al alcance de sus manos, y la ingieren con pedazitos de matsáh o impregnando en el jaróset las hierbas amargas.

 

c) El huevo duro

Sobre la bandeja también se ha dispuesto un huevo duro con su cáscara, que por alguna razón representa las torturas de la esclavitud. En Siria, se relata, aun hoy se usan huevos pasados calientes para torturar a la gente, puesto que el huevo concentra gran cantidad de calor por largo tiempo.

d) El hueso de cordero

A continuación, el que dirige el Séder levanta de la bandeja pascual el hueso de cordero, llamado en hebreo zróa, "brazo", por haber sido tomado de la pata delantera del cordero. Cuando él lo levanta ante la vista de los participantes, todos proceden a señalar el hueso.

El hueso del cordero representa el cordero que fue sacrificado en la primera pascua. Antiguamente el plato principal en la cena pascual era el cordero asado, pero hace siglos que ha dejado de sacrificarse el cordero para la pascua. Del cordero pascual solamente queda el hueso como elemento memorial.

 

 

7. La pregunta Mah Nishtanáh

A continuación intervienen los niños de entre los presentes, y a veces también los adultos dando cuatro respuestas a una sola pregunta que hace el que dirige el Séder. La pregunta es: "¿EN QUE ES DIFERENTE ESTA NOCHE DE TODAS LAS DEMAS NOCHES?"

a) Primera respuesta

En que en todas las noches podemos comer pan leudado o pan ázimo. Pero en esta noche todo es matsáh (pan ázimo).

 

b) Segunda respuesta

En que en todas las noches podemos comer todo tipo de verduras, pero en esta noche solamente hierbas amargas.

 

c) Tercera respuesta

En que en todas las noches no sumergimos alimentos ni siquiera una sola vez. Pero en esta noche lo hacemos dos veces.

Esta respuesta se refiere a los rituales de sumergir las ramitas de perejil en el agua salada y las hierbas amargas en el jaróset.

 

d) Cuarta respuesta

En que en todas las noches comemos más o menos sentados derechos. Pero en esta noche todos nosotros comemos recostados sobre cojines.

Esta respuesta subraya el hecho del lujo de la celebración, en que todos, sin que haya perro que valga, actúan como seres libres y dignos de todo honor.

En el Séder de la Pascua, más que en cualquier otra ocasión, los niños tienen la oportunidad de hacer muchas preguntas acerca del significado de todas las cosas que se representan por los rituales. El aspecto de las preguntas y respuestas constituye la clave de la educación y la instrucción hebreas desde tiempos antiguos. El hecho de que los niños intervengan haciendo preguntas con relación a las cosas que ocurren en el Séder de la Pascua, hacen de la celebración algo difierente y especial.

 

8. La canción Mah Nishtanáh

Todas estas cosas han llegado a formar parte del folklore nacional de Israel, así como la canción hebrea en que se se hace la pregunta y se dan las cuatro respuestas. A continuación proveemos la letra de esta canción en hebreo, pero por razones de espacio no traducimos:

¿Mah nishtanáh ha-láilah ha-zéh

mi-kol ha-leilót, mi-kol ha-leilót?

She-ve-jol ha-leilót ánu ojlím jaméts u-matsáh.

Ha-láilah ha-zéh, ha-láilah ha-zéh juló matsáh.

She-ve-jol ha-leilót ánu ojlím sheár yerakót.

Ha-láilah ha-zéh, ha-láilah ha-zéh marór.

She-ve-jol ha-leilót éin ánu matvilín afílu páam eját.

Ha-láilah ha-zéh, ha-láilah ha-zéh shetéi peamím.

She-ve-jol ha-leilót ánu ojlím béin yoshvín

u-béin mesubín.

Ha-láilah ha-zéh, ha-láilah ha-zéh, kulánu mesubín.

9. Los cuatro tipos de discípulos

En el mismo libro de la Hagadáh de la Pascua aparece una enumeración de los cuatro tipos de personas con respecto al método de aprendizaje mediante preguntas y respuestas. Ellos son:

1. El baishán o vergonzoso, que no hace preguntas.

2. El tipésh o baboso, que no sabe hacer preguntas.

3. El rashá o impío, que hace preguntas malintencionadas.

4. El jajám o sabio, que sabe preguntar bien.

 

10. La enumeración de las plagas de Egipto

El relato del Exodo prosigue con la enumeración de las diez plagas contra Egipto, que volvemos a mencionar a continuación:

I. ¡Sangre!

II. ¡Ranas!

III. ¡Piojos!

IV. ¡Moscas!

V. ¡Epidemia!

VI. ¡Ulceras!

VII. ¡Granizo!

VIII. ¡Langostas!

IX. ¡Tinieblas!

X. ¡Muerte de los primogénitos!

 

El que dirige el Séder juntamente con todos los participantes alrededor de la mesa enumeran las plagas al unísono y en voz alta. Ante la mención de cada plaga se humedece la punta del dedo en el vino de la Copa de la Hagadah y se lo hace gotear sobre un platillo. Ante cada gota de vino que cae sobre el platillo se pronuncia en voz alta la palabra ¡Dayéinu!, que significa. "¡A nosotros, esto nos hubiera sido suficiente!"

11. La canción Dayéinu

Luego todos proceden a cantar la canción Dayéinu, que en realidad es un difícil trabalenguas. Se produce la competencia entre todos los presentes, sobre todo entre los niños, o entre los hombres y las mujeres, para ver quién lo puede cantar sin equivocarse. Esta es una parte de humor y risas, que ayuda a despertar a los que se van cansando y quedando dormidos.

El Séder de Pésaj contiene también otras escenas de juego y humor como ésta de la canción Dayéinu.

 

12. Canción Avadím hayínu

A continuación todos cantan la canción Avadím Hayínu, que dice así:

Avadím hayínu, hayínu.

Atáh benéi jorim, benéi jorím

Hemos sido esclavos.

¡Pero ahora somos seres humanos libres!

Tal es el mensaje de un pueblo que no se avergüenza de haber sido esclavos alguna vez. De lo que sí hay que avergonzarse es de haber sido o de ser esclavizadores.

Tal es el mensaje sincero y honesto de un pueblo que se guarda de mitificar su pasado y de enseñar a las generaciones del futuro a vivir con los pies bien plantados sobre la realidad de la tierra.

Pero sobre todo, el relato de la Pascua subraya el hecho de haber sido libertados por la intervención directa de Dios, el Dios de Israel.

 

13. Citas de los sabios de Israel

Luego se procede a recitar citas de los sabios de Israel. Entre ellas han sido incluidas en el libro de la Hagadáh de Pésaj palabras de Rabán Gamliel Ha-zaqén, mejor conocido como Gamaliel.

 

14. Entonación del Salmo 113

El Salmo 113 expresa el mensaje central de la Pascua, que es de libertad con dignidad, con progreso para todos y con la bendición de un hogar donde nadie pueda sentirse solitario. Vamos a citar solamente los versículos 5-9:

¡Quién como el Señor nuestro Dios!

El que mora en lo alto

y se humilla para mirar en el cielo y en la tierra.

Levanta del polvo al pobre,

y al necesitado enaltece desde la basura,

para hacerle sentar con los nobles,

con los nobles de su pueblo.

El hace habitar en familia a la estéril,

feliz deser madre de hijos.

¡Aleluya!

 

15. Entonación del Salmo 114

El Salmo 114 nos habla de una manera muy festiva de los acontecimientos de la salida de los israelitas de Egipto en los días del Exodo.

Vamos a citar solamente las palabras de los versículos 1-4 y 7 y 8:

Cuando Israel salió de Egipto,

la casa (o familia) de Jacob

de un pueblo extranjero,

Judá fue su santuario,

e Israel sun señorío.

El mar lo vio y huyó;

el jordán se volvió atrás.

Los montes brincaron como carneros,

y las colinas como corderitos....

Ante la presencia del Señor tiembla la tierra;

ante la presencia del Dios de Jacob,

quien convirtió la peña en estanque de aguas

y el pedernal en manantial de aguas.

 

16. Se bebe la Copa de la Hagadáh

Al final de esta larga tercera parte del Séder, el relato de la Pascua, se procede a beber la segunda copa o Copa de la Hagadáh, que había sido llenada al comienzo del relato de la Pascua. Antes el que dirige el Séder toma en sus manos la copa, lo levanta y pronuncia la bendición del vino:

Barúj atáh, Adonáy,

Elohéinu, Mélej Ha-Olam

Boré pri ha-gáfen.

Bendito seas tú, oh Señor,

Dios nuestro, Rey del Universo,

Creador del fruto de la vid.

Como se recordará, lo mismo se hizo con la primera copa, llamada en hebreo Qidush y en español: Copa de la Santificación.

A continuación todos juntos beben el contenido de la copa.

 

 

III. TERCERA PARTE:

BERAJAH O BENDICION

 

1. El lavamiento de las manos

Todos los presentes se lavan ritualmente las yemas de los dedos mojándolas en un platillo dispuesto al alcance de cada uno. Este lavamiento es el lavado tradicional de las manos antes de comer, pero se hace ritualmente para no tener que levantarse de la mesa y salir de la salir de la sala de la cena pascual.

Una vez que todos han hecho esto se secan los dedos con una servilleta.

 

2. Bendición de la Matsáh

Luego, el que dirige el Séder procede a pronunciar la bendición de la matsáh, pero antes pronuncia la bendición a Dios que hace quien hace que la tierra produzca los alimentos:

 

Barúj atáh, Adonáy,

Elohéinu, Mélej Ha-olám,

Boré pri ha-adamáh.

Bendito seas tú, oh Señor,

Dios nuestro, Rey del Universo,

Creador del fruto de la tierra.

Luego viene la bendición de la matsáh:

Barúj atáh, Adonáy,

Elohéinu, Mélej Ha-olám,

motsí léjem min ha-árets

 

 

Bendito seas tú, oh Señor,

Dios nuestro, Rey del Universo,

que sacas el pan de la tierra.

 

Tras hacer esto el que dirige el Séder parte una matsáh en pedazos y comparte con todos los presentes.

 

3. Preparación y entrega del bocado

A continuación el que dirige el Séder hace una especie de pequeño sandwich con dos pedazos de matsáh, colocando en medio algo de jaróset o nabo rallado. A este pequeño sandwich se le conoce con el nombre de perusáh o "bocado".

Luego, el que dirige el Séder entrega el bocado a la persona a quien desea honrar de modo especial o a quien aprecia más entre todos los presentes.

4. La cena pascual

Después de un aperitivo formado por tajadas de huevo pasado viene el resto de la cena pascual. Esta cena es variada, y uno de los platos es una sopa con buñuelos hechos de matsáh.

La cena ya no incluye como plato principal el cordero pascual asado, como en los tiempos bíblicos, puesto que el cordero se ha convertido en algo puramente memorial.

 

5. El postre o Afiqomán

Después de la comia los niños buscan el pedazo de la matsáh para el postre o Afiqomán. Si no se lo encontrara, entonces no habría postre. Por tanto esto se reviste de seriedad.

Este juego infantil de buscar y hallar el Afiqomán simboliza que la libertad debe ser buscada constantemente y hallada. Cuando se pierde, debe haber alquien audaz que la encuentre y la convierta en bendición y dicha para todos los demás. Por eso, el niño que encuentra el Afiqomán se hace merecedor de un premio.

Luego, el que dirige el Séder reparte el Afiqomán entre todos los presentes.

 

6. La bendición

La bendición después de la cena pascual incluye varios pasos rituales de profundo significado. Estos son:

 

a) Llenado de la Tercera Copa

A continuación el que dirige el Séder llena la Tercera Copa a la cual se denomina la Copa de la Bendición. Todos los presentes hacen lo mismo con la suya propia, pero ninguno procede a beberla de inmediato.

 

b) Entonación del Salmo 126

El Salmo 126, que es entonado en hebreo empieza con las palabras Be-shuv Adonáy et shivát Tsion. Aunque este salmo se refiere más bien al retorno a Sion de los judíos cautivos en Babilonia, también se aplica su contenido a la conmemoración del Exodo. A continuación citamos solamente los primeros tres versículos:

Cuando el Señor restauró de la cautividad a Sion,

nos parecía que soñábamos.

Entonces nuestra boca se llenó de risa;

y nuestra lengua, de cantos de alegría.

Entonces decían entre las naciones:

"Grandes cosas ha hecho el Señor con éstos."

¡Grandes cosas sha hecho el Señor con nosotros!

c) Bendiciones

A la entonación del Salmo 126 sigue la recitación de varias bendiciones que expresan agradecimiento a Dios por su misericordia como proveedor y sustentador de todo cuanto tiene vida.

 

d) Se bebe la Tercera Copa

Tras las bendiciones de agradecimiento levanta en su mano la Tercera Copa, la Copa de la Bendición, y pronuncia la bendición del vino, como se hizo previamente con las primeras dos copas.

Después de esto, todos beben de sus respectivas copas.

 

e) La Copa de Elías

Al final de esta parte el que dirige el Séder le pide a un niño que abra la puerta de la casa para que entre el profeta Elías y se sieta bienvenido en la casa.

Mientras se mantiene abierta la puerta de la casa a partir de este momento del Séder de Pésaj, todos los niños fijan su mirada en la copa de Elías. Esta no es una de las cuatro copas del Séder de Pésaj. Se trata de una quinta copa, una copa especial que no es bebida por el que dirige el Séder, sino por el mismo profeta Elías en persona.

La Copa de Elías ha estado llena sobre la mesa a lo largo del Séder. Ahora es el momento de prestar atención para ver si acaso el espíritu de Elías toma algo de ella y se nota que el nivel del vino desciende gradualmente.

 

 

IV. CUARTA PARTE:

EL HALEL O ALABANZA

A continuación viene la última parte del Séder, a manera de sobremesa, que abarca los siguientes rituales:

 

1. Llenado de la Cuarta Copa

Al comienzo de esta parte de sobremesa el que dirige el Séder llena la Cuarta Copa (la Copa de la Alabanza) y todos le siguen llenando sus respectivas copas, pero no proceden a beberlas de inmediato.

 

2. Entonación del Salmo 115

Juntamente con los Salmos 113 y 114 que fueron entonados previamente, la serie de Samos del 113 al 118 se conocen en la liturgia judía como el Halel, o la Alabanza.

A continuación citaremos sólo los dos primeros versículos del Salmo 115:

No a nosotros, oh Señor,

no a nosotros,

sino a tu nombre da gloria

por tu misericordia y tu verdad.

¿Por qué han de decir las naciones:

"¿Dónde está su Dios?"

¡Nuestro Dios está en los cielos!

¡Ha hecho todo lo que ha querido!

 

3. Entonación del Salmo 116

De este salmo solamente vamos a citar los versículos 12, 13, 17, 18 y 19:

¿Qué daré al Señor

por todas sus bendiciones para conmigo?

Alzaré la copa de la salvación

e invocaré el nombre del Señor...

Te ofreceré sacrificio de acción de gracias

e invocaré el nombre del Señor

delante de todo su pueblo,

en los atrios de la casa del Señor,

en medio de ti, oh Jerusalem.

¡Aleluya!

 

4. Entonación del Salmo 117

Este corto salmo reproducimos en su totalidad:

¡Alabad al Señor, naciones todas!

¡Pueblos todos, alabadle!

Porque ha engrandecido

sobre nosotros su misericordia

y la verdad del Señor es para siempre.

¡Aleluya!

 

5. Entonación del Salmo 118

Con el Salmo 118 termina el grupo de salmos del Halel:

La piedra que desecharon los edificadores

ha venido a ser la principal del ángulo.

De parte del Señor es esto;

es una maravilla a nuestros ojos.

 

6. La oración Yishtabáj

A continuación viene una oración final en arameo, llamada Yishtabáj, que significa "Sea alabado"

 

7. Se bebe la Cuarta Copa

Finalmente el que dirige el Séder toma en su mano la Cuarta Copa previamente llenada, la levanta en alto y pronuncia la bendición del vino como hizo con las tres copias previamente. Y todos proceden a beber la suya.

 

8. La culminación del Séder

El Séder concluye con una declaración leída por el que lo dirigió. Esta declaración empieza con las siguientes palabras:

"Se ha cumplido con el servicio de la Pascua de acuerdo con todas sus leyes y sus estatutos."

La declaración termina con esta oración:

"Conduce rápidamente hasta Sion con canciones de gozo a los renuevos de la plata que tú has plantado como un pueblo redimido."

Tras estas palabras todos exclaman:

¡EL PROXIMO AÑO EN JERUSALEN!

 

 

SEDER DE LA PASCUA

PRIMERA PARTE: QUIDUSH

1. Encendido de las velas de la festividad

2. Lavado de manos (del que dirige el Séder)

3. Santificación de la Festividad (1ra. Copa)

4. Partición de la Matsá de en medio

SEGUNDA PARTE: HAGADAH

1. Exposición de la bandeja de los símbolos

2. Lectura de la introducción de la Hagadah

3. Llenado de la 2da. Copa

4. Lectura de la Hagadah

5. Unción con la sangre del cordero pascual

6. Explicación de los Símbolos

a) Maror (Rastrojo - Hierbas amargas)

b) Jaróset (barro)

c) Beitsáh (torturas)

d) Zróa (cordero pascual)

7. Preguntas MAH NISHTANAH

8. Canción MAH NISHTANAH

9. Cuatro tipos de discípulos

(Baishán, Tipesh, Rashá, Jajám)

10. Las Diez Plagas de Egipto

(Sangre, Ranas, Piojos, Moscas, Epidemia,

Ulceras, Granizo, Langostas, Tinieblas,

Muerte de los Primogénitos)

11. Canción Dayéynu

12. Canción Avadim Jayínu

13. Citas alusivas de los sabios

14. Salmo 113

15. Salmo 114

16. Se bebe la 2da. Copa

TERCERA PARTE: BERAJAH

A. ANTES DE LA CENA:

1. Lavamiento de manos

2. Bendición de la Matsáh

3. Preparación y entregadel bocado aperitivo

B. LA CENA PASCUAL

C. DESPUES DE LA CENA

1. El Postre o Aficomán

2. Llenado de la 3ra. Copa

3. Salmo 126

4. Se bebe la 3ra. Copa (La Copa de la Bendición)

5. La Copa de Elías

CUARTA PARTE: HALEL

1. Llenado de la 4ta. Copa

2. Salmos 115-118 (Halel)

3. Oración Yishtabáh

4. Se bebe la 4ta. Copa

5. Culminación del Séder

SHAVUOT

PENTECOSTES

CELEBRACION DEL DON DE LA TORAH

Se ha hecho bastante investigación antropológica con respecto a los orígenes y desarrollo de la fiesta de Pentecostés en Israel. El doble carácter del acontecimiento, como fiesta agraria y como celebración de un evento histórico trascendental —el Pacto del Sinaí y el don de la Torah— es el foco de la investigación.

La evidencia que aporta la historia de Israel en el período bíblico indica que el énfasis en el aspecto agrario es mayor que el énfasis histórico. Pero con el transcurso del tiempo, el énfasis histórico cobró mayor trascendencia en el período post bíblico y hasta el día de hoy, por el cual Pentecostés es también reconocido como la "fiesta de la Torah!

El propósito divino al enfocar igualmente el carácter agrario como histórico de la festividad habría sido enseñar al pueblo de Israel que: "No sólo de pan vivirá el hombre, sino que el hombre vivirá de toda palabra que sale de la boca del Señor" (Deuteronomio 8:3).

 

LA FECHA DE PENTECOSTES

Un hecho interesante es que no se da en los registros bíblicos la fecha en que ha de ser celebrada Pentecostés.

¿Por qué no se da en los documentos bíblicos la fecha exacta para Pentecostés, como en el caso de las otras festividades?

Casualmente porque es la única festividad cuya fecha depende de un dato relacionado con otra fiesta. Se indica que la celebración de Pentecostés debe ocurrir el día 50 después del Sábado de la Pascua.

 

1. La interpretación de los saduceos

Los saduceos y los judíos karaítas interpretaron la palabra "Sábado" de manera literal, como que se refiere al Sábado que cae dentro de la celebración de la Pascua, la cual dura una semana. De esta manera, el cómputo de los 50 días se hacía a partir del domingo, con la ceremonia de la ofrenda del manojo de espigas como primicia de la siega (Levítico 23:10) y el día de Pentecostés también caería siempre en domingo.

 

2. La interpretación rabínica

Sin embargo, los dirigentes rabínicos interpretaron que "sábado" era un apelativo referente al primer día de la Pascua, el cual se celebra a la manera del Sábado, cesando de todo trabajo laboral. Esta interpretación tiene suficiente base lingüística, ya que en los documentos bíblicos, las palabras "shabat" y "shabatón" se refieren también a cualquier día que se celebra con cesación del trabajo laboral.

Según este criterio, el "sábado" se refiere al 15 de Nisán, que se celebra con suspensión del trabajo laboral y asamblea sagrada (Levítico 23:15, 16). La ceremonia de la ofrenda del manojo de espigas tiene lugar el 16 de Nisán de manera fija, y es a partir de este día que se cuentan los ciencuenta días hasta Pentecostés, que caería en los primeros días del mes de Siván. Esta manera de decidir la fecha de Pentecostés ha llegado a regir en el judaísmo.

Los registros bíblicos no especifican en qué fecha ocurrió la entrega de la Toráh a Israel. La única referencia bíblica tocante a fechas es muy general. En Exodo 19:1 se nos dice que "en el mes tercero después de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en ese mismo día llegaron al desierto de Sinaí."

El dato parece estar incompleto, ya que falta la indicación del día cuando los israelitas acampados al pie del monte Sinaí pudieron experimentar el encuentro con Dios tres días más tarde, en el día que coincidiría con Pentecostés (Exodo 19:15, 16).

El tercer mes a partir del mes de Nisán , mes de la salida de Israel de Egipto, es Siván, justamente el mes en que cae la fiesta de Pentecostés.

No se nos puede entrar a la cabeza que la nación toda olvidara el día cuando recibió la Torah en el monte Sinaí. Por tanto, hay suficiente base escritural para suponer que dicho acontecimiento histórico ocurrió en el mismo día de Pentecostés.

 

EL CICLO ANUAL ENTRE PASCUA Y PENTECOSTES

Desde el punto de vista agrario, el ciclo abarca el tiempo que transcurre entre la formación de las espigas frescas hasta el día en que los campos ya están listos para la siega.

Desde el punto de vista histórico el ciclo abarca el tiempo que transcurre entre la salida de Egipto y el Pacto de Dios con Israel en el monte Sinaí.

En tiempos posteriores el ciclo llegó a representar los días aciagos de dominación romana, llegando Pentecostés a adquirir significación escatológico apocalíptica como el reencuentro de Israel con su Dios y con la oportunidad de volver a disfrutar del estudio de la Torah libres de los aprietos de la persecución extranjera.

El ciclo es representado por un manojo (hebreo: ómer) que contenía 50 espigas y servía de instrumento nemotécnico para el cómputo. Por eso, la palabra ómer ha adquirido el significado de "cómputo". Así, por ejemplo, una ocasión especial dentro de este cómputo es el día 33 (hebreo: lag, por las letras que lo componen), y la celebración de dicho día se llama Lag Ba-ómer, es decir, el día 33 en el Omer.

 

 

LOS NOMBRES DE LA FESTIVIDAD

En hebreo el nombre de la festividad es Shavuót, palabra que significa "Semanas" (en singular: shavúa, "semana"). Este nombre se refiere al cómputo de siete semanas que transcurren desde la formación de las espigas del trigo hasta el tiempo en que ya pueden ser segadas.

Puesto que siete semanas suman 49 días, y la fiesta de Pentecostés caía al día siguiente, en el día 50, los judíos de habla griega llamaron a esta fiesta Pentekonti (del griego: pentekónta, "cincuenta"), significando "el día cincuenta". De allí deriva el nombre "Pentecostés".

Otros nombres de esta festividad subrayan su carácter agrario y son:

1. Fiesta de la siega (jag he-qatsír)

2. Día de las primicias (yom ha-biqurím)

3. Primicias de todos los fruros (reishít kol pri)

 

1. La fiesta de la siega

Como festividad agraria la fecha de Pentecostés celebra el inicio de la estación de la siega de la cebada primero y del trigo después, aunque el énfasis ritual es puesto en la ofrenda de trigo. Como tal, su nombre más difundido en el período bíblico es jag he-qatsír, "fiesta de la siega" (Exodo 23:16).

Hay suficiente evidencia de que esta era una festividad cananea con la cual los antiguos israelitas se hubieron familiarizado durante el período patriarcal. La fecha señalaba el inicio de la estación de la siega y habría sido celebrada mediante un banquete en el campo, así como se celebraba la celebración del esquilamiento de las ovejas. De los rituales religiosos cananeos no ha quedado rastro, salvo que la divinidad central celebrada en esta ocasión habría sido Dagón, el dios del grano, una divinidad adoptada posteriormente por los filisteos (1 Samuel 5:1-5). En hebreo la palabra genérica para "grano", sea trigo o cebada, es tmbién dagán (Números 18:12).

 

2. Día de las primicias

En Números 28:26 el término yom ha-bikurim, "día de las primicias", se refiere exclusivamente a las primicias del grano, y no a las primicias de los grutos (Comparar Exodo 34:22; Deuteronomio 16:9-12).

Igualmente, el documento de Exodo 23:14-17, donde se mencionan a las tres festividades de peregrinación —Pascua, Pentecostés y Tabernáculos— nos habla de las primicias en aposición con "fiesta de la siega", así: "Guardarás también la fiesta de la siega, de las primicias de lo que hayas sembrado en el campo" (Exodo 23:16).

La RVA no ha traducido con aposición, sino con una "y" copulativa, dando la impresión de que la festividad tiene un doble aspecto agrario que abarca la ofrenda de granos y frutos de los árboles: "Guardarás también la fiesta de la siega y de los primeros frutos de lo que hayas sembrado en el campo."

 

3. Las primicias de todo fruto

No existe evidencia de que los cananeos hayan hecho coincidir con esta celebración el comienzo de la presentación de los primeros frutos de los árboles y las hortalizas. Parece que este aspecto de la festividad de Pentecostés podría ser auténticamente israelita, y no tomado de la cultura cananea.

Tampoco hay evidencia de que los israelitas tuvieran esta práctica durante el período patriarcal, porque los rituales establecen la centralidad del culto y el peregrinaje al centro religioso con el propósito de presentar las primicias de los frutos. Podría haberse realizado en los tiempos del santuraio en Silo, pero la evidencia señala solamente a Jerusalem.

Por tanto, si bien la presentación de las primicias de los frutos llegó a constituir un aspecto de la celebración de Pentecostés, esto podría haber sido secundario y más tardío en el período bíblico debido a la influencia del autor de Deuteronomio.

La referencia a las primicias de todos los frutos, además de las primicias del grano, aparece recién en Deuteronomio 26: 1-11. Aunque en este pasaje no se menciona a la fiesta de Pentecostés, esta referencia ha servido para que en tiempos posteriores las celebraciones de Pentecostés también incluyan ofrendas de los frutos de los árboles y de las hortalizas. El pasaje de Deuteronomio 26:1-10 dice:

Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te da por heredad y hayas tomado posesión de ella y la habites, entonces tomarás de las primicias de todos los frutos que saques de la tierra que el Señor tu Dios te da, las pondrás en una canasta e irás al lugar que el Señor tu Dios haya escogido para hacer habitar allí su nombre. Vendrás al sacerdote que haya en aquellos días y le dirás: "Reconozco hoy ante el Señor tu Dios que yo he entrado en la tierra que el Señor juró a nuestros padres que nos daría."

El sacerdote tomará la canasta de tu mano y la pondrá delante del altar del Señor tu Dios. Entonces hablarás y dirás delante del Señor tu Dios: "Un arameo errante fue mi padre. El descendió a Egipto y vivió allí con unos pocos hombres, y allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos afligieron e impusieron sobre nosotros dura esclavitud. Pero clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz. Vio nuestra aflicción, nuestro trabajo forzado y nuestra opresión, y el Señor nos sacó de Egipto con mano poderosa y brazo extendido, con gran terror, con señales y prodigios. Nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra: Una tierra que fluye leche y miel. Y ahora, oh Señor, aquí traigo las primicias del fruto de la tierra que tú me has dado."

En este pasaje deuteronómico no aparece el término bikurim, "primicias", como en los demás documentos del Pentateuco, sino la expresión reishít, que significa lo mismo, pero que amplía su referencia a todos los frutos de la tierra.

También este pasaje da expresión a una especie de creo o confesión de parte del que trae las primicias. Dicha confesión constituye una síntesis de la historia del pueblo de Israel. Dicha historia está sellada por las evidencias de la gracia y la misericordia de Dios.

Podríamos decir que la fiesta de Pentecostés constituye una especie de Thanksgiving o "Acción de Gracias", fiesta que se celebra en Estados Unidos desde el establecimiento de los primeros peregrinos ingleses en la costa de Massachussets bajo la protección y la providencia divinas. Inclusive la celebración en casa mediante la cena festiva que reúne aun a los familiares distantes y a las personas solitarias que no tienen familia, así como los manjares que se sirven a la mesa (con la excepción del pavo), son bastante similares a esta festividad que constituye uno de los mayores acontecimientos en la vida del pueblo de Estados Unidos.

Después de este ritual en Jerusalem, ya de regreso a casa en los diversos lugares del territorio de Israel, continuaba el regocijo festivo juntamente con los levitas y otros forasteros que vivían en medio de los israelitas (Deuteronomio 26:10, 11).

 

LA FIESTA EN EL MONTE SINAI

Hay una palabra en la Biblia Hebrea que se usa de manera especial para referirse a una festividad religiosa: Es la palabra moéd, que se refiere a una cita en un lugar determinado y en un tiempo establecido de antemano. Esta palabra se ajusta maravillosamente a la celebración de Pentecostés, por cuanto Dios convocó a Israel a salir de Egipto para celebrarle fiesta junto al monte Sinaí. Pentecostés representaría, pues, la mayor cita y encuentro del pueblo de Israel con su Dios.

Esto ha llevado a los sabios de Israel en el período post bíblico a asociar la fecha de la entrega de la Torah con el día de Pentecostés, como nos lo expresa el Talmud, que ha registrado las palabras de Rabi Elazar Ben Pedat: "Pentecostés el el día en que fue dada la Torah" (Pesajim 68b).

También el Libro de Zohar se refiere a los cincuenta días que transcrurren hasta Pentecostés como "los días del cortejo que hace el novio Israel a la novia, la Torah", y declara que "en el tercer mes, Siván, fueron entregadas las Tablas de la Ley" (Yitro 78b).

Como ya hemos dicho, toda la evidencia apunta a que Pentecostés era la ocasión que Dios quería celebrar con su pueblo, una vez libre del dominio de Egipto. A esta ocasión se referiría el Señor cuando le dijo a Moisés: "Cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios en este monte" (Exodo 3:12). Es así que Moisés y Aarón dijeron al faraón: "El Señor, Dios de Israel, dice así: ‘Deja ir a mi pueblo para que me celebre una fiesta en el desierto’" (Exodo 5:1).

Pero nos preguntamos, ¿por qué Dios tendría interés en celebrar una ocasión que tendría significación agraria, en pleno desierto del Sinaí, donde no había ni campos de siega ni árboles frutales?

1. Una explicación es que la ocasión serviría para preparar la mente del pueblo recién salido de Egipto para su nueva vida en una tierra que sería de su propiedad y apta para las actividades agrarias. Mientras eran esclavos en Egipto no podrían ofrecer a Dios los productos de una tierra que no era de ellos. Es más, tampoco podían dedicarse a las actividades agrarias, al menos en los años en que fueron sometidos al trabajo forzado de la construcciones de las ciudades almacenes del faraón Ramsés II.

2. La segunda explicación es que Dios quiso que la llegada del pueblo de Israel al monte Sinaí coincidiera exactamente con la celebración de Pentecostés para que en la Tierra Prometida tuvieran una celebración de doble carácter: Agrario e histórico y espiritual.

El aspecto histórico de la celebración sería el reconocimiento del don de la Torah o la Ley a Israel en el monte Sinaí. Ello les haría tener siempre presente que "no sólo de pan vivirá el hombre, sino que el hombre vivirá de toda palabra que sale de la boca del Señor" (Deuteronomio 8:3).

De esta manera Pentecostés celebraría el inicio de la siega del trigo y la cebada, pero de manera especial celebraría el pacto de Dios con Israel y la entrega de la Torah o la Ley en el monte Sinaí, como dice en Exodo 20:22: "Vosotros habéis visto que desde los cielos he hablado con vosotros."

Sin embargo, a nivel del énfasis popular, la celebración del pacto y la entrega de la Torah a Israel en el monte Sinaí no tuvo relevancia una vez que el pueblo pudo establecerse en la tierra de Canaán, cobrando relevancia, más bien, el carácter agrario de la festividad.

¿Por qué Israel olvidaría el aspecto pactual y de la entrega de la Torah en la celebración de esta festividad?

En primer lugar podría haber ocurrido que al principio sí era recordado este acontecimiento, tanto durante el peregrinaje en el desierto como en los primeros años en la tierra de Canaán. Después el pueblo se olvidó porque no habían en los registros de origen mosaico instrucciones específicas con respecto a este aspecto de la celebración. Los sacrificios estipulados para la ocasión no hacen resaltar el aspecto histórico espiritual de la celebración.

 

 

LAS LECTURAS BIBLICAS DE PENTECOSTES

 

1. La lectura de Exodo 19-20

La costumbre de leer los capítulos 19 y 20 de Exodo en la fiesta de Pentecostés parece haber empezado recién en el año 200 de la era cristiana. Esto no quiere decir necesariamente que no se haya relacionado previamente Pentecostés con la ocasión del Pacto en el Sinaí.

De manera especial adquiere relevancia la recitación de los Diez Mandamientos, que constituyen el Acta del Pacto de Dios con su pueblo Israel al cual ha sacado de Egipto para llevarlo a una tierra que sería su heredad y posesión.

 

2. La lectura del libro de Rut

La costumbre de leer el libro de Rut en la fiesta de Pentecostés —por su asociación con escenas de la siega— bien podría haberse iniciado antes del comienzo de la era cristiana. Rut y Noemí se habrían esforzado para llegar a Belén para la fiesta de Pentecostés. Este hecho deducimos de la siguiente cita: "Así volvió Noemí con su nuera, Rut la moabita. Volvieron de los campos de Moab y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada" (Rut 1:22).

Jutamente, la cebada, que madura antes que el trigo, es un indicador cronológico, aunque no exacto. Pero una mujer como Noemí, que volvía en un estado de indigencia, puede haberse esforzado por llegar para Pentecostés, debido a que en las celebraciones de esta festividad se da cabida en el seno de las familias bien establecidas económicamente a los pobres, huérfanos, viudas, extranjeros y cualquier persona solitaria. De haber sido así, entonces Rut fue a espigar por primera vez al campo de Boaz al día siguiente de Pentecostés, cuando empezaba la siega.

Pero también hay otra razón, de carácter espiritual, para que el libro de Rut haya sido escogido como lectura para Pentecostés: El libro nos habla de la aceptación de Rut de la fe de Israel, y ella viene a representar a Israel y a cualquier pueblo gentílico que acepta la Torah y entra en los compromisos del pacto con el Dios de Israel. En las palabras de Rut, esta decisión tiene esta formulación: "Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios" (Rut 1:16).

 

EL CARACTER PACTUAL DE PENTECOSTES

 

1. El acontecimiento del Pacto de Noé

El libro de Jubileos, que data del período post bíblico, presenta a la fiesta de Pentecostés como una celebración de la siega, pero también lo presenta como la ocasión para la renovación del pacto de Noé (Jubileos 6:1-21).

Es posible que esta referencia al pacto de Noé abrió el camino para su asociación posterior con el pacto de Sinaí, aunque lo contrario podría también haber sido el caso: La interpretación de que Pentecostés fue la ocasión del Pacto en el Sinaí pudo haber conducido a relacionarlo también con el recuerdo del pacto de Noé.

El pacto de Noé tuvo lugar junto a los holocaustos que él ofreció sobre el altar (Génesis 8:20). Los términos de dicho pacto están estipulados en Génesis 8:20-9:17).

Aunque no está especificado el factor del fuego habría confirmado el pacto hecho de Dios con Noé (Génesis 8:20-9:17), ya que las palabras y promesas de dicho pacto fueron pronunciadas por Dios cuando Noé "ofreció holocaustos sobre el altar" y "El Señor percibió el grato olor".

 

2. El acontecimiento del Pacto del Sinaí

Como ya hemos indicado, la referencia más antigua al respecto aparece en el Talmud y es atribuida a Rabi Elazar ben Peat, cerca del año 270 antes de Cristo. Esta referencia dice que "Pentecostés es el día cuando fue dada la Torah" como el acta del Pacto (Pesajim 68b). A partir de entonces se ha abierto paso la celebración de Pentecostés como la fiesta de la Torah.

Pero la Torah no fue dada por intermediarios, sino por la presencia misma de Dios manifestada en fuego sobre el monte Sinaí. Se trata de un acontecijmiento que todos los israelitas presentes vieron y escucharon.

La confirmación del Pacto en el monte Sinaí se hizo por medio del fuego que manifestaba la teofanía o presencia de Dios, como leemos en Exodo 19:17, 18:

"Moisés hizo salir al pueblo del campamento al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en medio de fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera."

Si el carácter pactual de la celebración de Pentecostés nos convence, entonces tendremos en losacontecimientos pactuales un bosquejo de la historia de la redención, cuyos hitos históricos se ordenan de la siguiente manera:

1. El Pacto con Noé constituye un pacto con toda la creación: Con el hombre, con los animales, con la tierra, con la ecología.

2. El Pacto con Abraham constituye un pacto con toda la nación de Israel, los descendientes de Abraham, y se concentra en la concesión de la tierra de Canaán a ellos, la cual deviene en Erets Israel, es decir, la Tierra de Israel.

3. El Pacto del Sinaí constituye un pacto con todo el pueblo de Israel y con cualquier persona de las naciones que acepte con Israel la Torah. Los sabios de Israel subrayaron el hecho de que fue sellado en el desierto de Sinaí, en tierra de nadie (hebreo: érets parjesia), para que no venga algún israelita y diga: "La Torah es solamente para mí" (Ver Mejilta)

 

ASPECTOS DE LA CELEBRACION DE PENTECOSTES

El texto que de manera más amplia nos describe la celebración de Pentecostés durante el Período Bíblico se encuentra en Levítico 23:21:

El Señor habló a Moisés diciendo: "Habla a los hijos de Israel y diles: ‘Cuando hayáis entrado a la tierra que yo os doy y hayáis segado su mies, traeréis al sacerdote un manojo de espigas como primicia de vuestra siega. Este mecerá el manojo delante del Señor, para que seáis aceptados. El sacerdote lo mecerá el día siguiente del sábado. El día que presentéis el manojo, ofreceréis en holocausto al Señor un cordero de un año, sin defecto, con su ofrenda vegetal de dos décimas de harina fina amasada con aceite. Esta es una ofrenda quemada al Señor, de grato olor. Su libación será la cuarta parte de un hin de vino. No comeréis pan ni grano tostado ni grano fresco hasta ese mismo día en que presentéis la ofrenda a vuesto Dios. Esto es un estaturo perpetuo a través de vuestras generaciones, dondequiera que habitéis.

"‘Contaréis siete semanas completas desde la mañana siguiente al sábado, desde el día en que presentasteis el manojo de espigas de la ofrenda mecida. Contaréis cincuenta días hasta la mañana siguiente al séptimo sábado. Entonces presentarís una ofrenda vegetal nueva al Señor. Desde los lugares donde habitéis traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de harina fina, cocidos con levadura, como primicia al Señor. Ofreceréis además un macho cabrío como sacrificio por el pecado y dos cordceros de ujn año como sacrificio de paz. El sacerdote los presentará como ofrenda mecida delante del Señor. Junto con el pan de las primicias, los dos corderos serán cosa agrada al Señor, para el sacerdote. En este mismo día convocaréis una asamblea sagrada; no haréis ningún trabajo laboral. Este es un estaturo perpetuo a través de vuestras generaciones, dondequiera que habitéis..."

 

1. Una fiesta con asamblea sagrada

El status de la fiesta de Pentecostés en el calendario hebreo es muy importante, por cuanto constituye una de las tres fiestas en las cuales se convoca a una asamgblea sagrada, siendo las otras dos la Pascua y Tabernáculos. La palabra atséret, que se traduce en la RVA como "asamblea sagrada" señala la ocasión en que todos los hombres de Israel se presentan delante del Señor (Exodo 23:17; Comparar Levítico 23:36 y Deuteronomio 16:8).

Observe que aparte de lo especificado para los sacrificios y libaciones, destaca el factor de la ofrenda vegetal compuesta de dos panes cocidos con levadura para ofrenda mecida (Levítico 23:17, 18). Con esta ofrenda se completa el ciclo anual que empezó al siguiente día del sábado de la Pascua, día en el cual se presentó un manojo de espigas verdes del mismo campo del cual 50 días más tarde se presentaría el producto convertido ya en hogazas de pan.

 

2. Una fiesta de peregrinación

Debido a la asamblea sagrada de Pentecostés, se estipulaba también su carácter de fiesta de peregrinación. De todos los rincones del país acudían a Jerusalem, tanto los jefes de casas paternas como los miembros de sus familias, incluyendo niños pequeños.

Los peregrinos que así lo deseen pasan la noche de la víspera al aire libre en las inmediaciones del monte Sión, alrededor de fogatas festivas y en medio de las melodías alegres de músicos y cantantes que han acudido trayendo sus instrumentos musicales.

 

3. Presentación de la ofrenda de pan

El ritual de la ofrenda del manojo de espigas frescas al comienzo del cómputo y de las hogazas de pan en la fiesta de Pentecostés constituía un reconocimiento de Dios como que es el dueño de la tierra y la fuente de sus productos. Antes de realizar estos actos rituales no se debía echar mano de los productos de la tierra para el consumo personal como alimento (Levítico 23:14; Comparar con el Tratado de Menajot en la Mishnah, 10:6, 7).

Se acostumbraban llevar por cada familia estos dos panes, en bellas bandejas de oro.

 

4. Presentación de los primeros frutos

Este bello aspecto ha sido añadido a las celebraciones de Pentecostés por el autor del Deuteronomio, y el mismo ha llegado a ser a través de los siglos la característica más resaltante de esta festividad.

Bien temprano en la mañana de Pentecostés se formaban largas filas de gente en las afueras de Jerusalem, dispuestas a entrar a la Ciudad Santa para presentar sus ofrendas vegetales en el templo. Entre ellos habían familias enteras que habían viajado desde lugares distantes y que habían acampado en cartpas especiales en las afueras de la ciudad, alumbrados y abrigados por el fuego de fogatas, y cantando y danzando al son de flautas y liras.

Ellos generalmente traen como ofrendas frutas secas copmo higos, dátiles, uvas pasas yu aceitunas.

A ellos se sumaban luego los que venían de lugares mpás cercanos a Jerusalem, portanto frutas frescas y verduras, de manera especial higos y ciruelas (hebreo: shezifim), que son los frutos que manduran justamente en los días de Penteciostés.

Todas estas ofrendas eran colocadas en cestas especiales en el templo, muchas de ellas decoradas con hilos de plata y de oro.

 

 

OTROS ASPECTOS DE LA CELEBRACION DE PENTECOSTES

Luego de las celebraciones en la sinagoga, que incluyen la lectura del libro de Rut, se pasa a la celebración en las casas. La cena festiva se lleva a cabo con el encendido de las velas, los rituales y bendiciones apropiadas para la consagración o Qidush, y vino de mesa. La cena incluye productos de la leche y de la tierra: Ensaladas de verduras y de frutas con miel. El propósito de todo esto es recordar a cada persona que la Torah es "más dulce que la miel que destila del panal" (Salmo 19:10).

Muy probablemente la asociación de la Torah con la leche y su relación con la cena de Pentecostés estuvieron en la mente del apóstol Pedro cuando escribió: "Desead como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada para que por ella crezcáis para salvación" (1 Pedro 2:2).

Al día siguiente de la víspera y de la cena de Pentecostés los niños en Israel acuden a sus nidos y escuelas llevando cestas con estas ofrendas y adornadas sus cabecitas con coronas de flores. Y tanto sus casas como las escuelas, las sinagogas y otros edificios públicos son decorados con ramas verdes y flores, dando un marco de mucho colorido y alegría a la celebración.

En la sinagoga, cuando ha transcurrido el primer día de Pentecostés, muchos creyentes judíos expresan su cariñpo y amor por la Torah con una vigilia en la cual se pasan leyuendo exctensos capítulos y libros enteros de las Escrituras y de otros libros sagrados, porque como dicen los sabios, "a más Torah, más vida; y a más estudio, más sabiduría."

Como la misma palabra que se traduce "Ley" (hebreo: Torah) significa más exactamente "instrucción", "enseñanza", la ocasión de Pentecostés ha llegado a estar asociada en Israel con la educación. De esta manera en algunas comunidades judías se espera la ocasión de Pentecostés para que en dicho día un niño empiece sus primeras lecciones en la escuela. Esta práctica ha condudido a otra nueva, la de celebrar en Pentecostés los Bar Mitsvas y las Bat Mitsvas (ceremonias de confirmación de los adolescentes en la fe judía).

Actualmente, en las universidades en Israel se ha escogido el día de Pentecostés para celebrar las ceremonias de graduación que cierran con broche de oro largos años de estudio e investigación.

Pero en ningún lugar como en Israel mismo se combinan los aspectos agrarios y espirituales de la celebración de Pentecostés. El carácter predominantemente agrario del moderno Israel ha conducido a añadir un nuevo y pintoresco toque folklórico a las celebraciones: En este tiempo se organiza anualmente el Festival Agrario de Haifa, donde son presentados a la ciudad frutos escogidos y de una varuiedad admirable, sin parangónb en la historia de esta región del mundo.

Para esta celebración las calles de la ciudad son adornadas con guirnaldas de ramas verdes y flores y banderas de Israekl. Por ellas marchan sin fin columnas de niños y adolescentes vestidos de blanco y adornados con flores. Ellos van portando los frutos de la tierra, cantando y haciendo vivas. Todos los corzos terminan en un teatro al aire libre, donde se regala al pueblo con un nutrido programa de diversiones.

 

 

PENTECOSTES Y LA ECOLOGIA BIBLICA

La investigación antropológica hecha con respecto a los orígenes y la historia de la festividad de Pentecost´4es tiene para nosotros las siguientes revelaciones con respecto a la Ecología Bíblica:

 

1. Conciencia de la providencia de Dios

Se trata de una festividad cananea en cuanto a su origen, para celebrar el comienzo de la estación de la siega. Esto nos indica que tiene un origen pre-mosaico. Los sacerdotes y profetas hebreos, sin duda inspirirados por Dios, adoptaron dicha festividad en lugar de asumir una postura iconoclasta, y la convirtieron en una celebración en que participan Dios como Creador y provisor, el hombre como mayordomo y guarda de la tierra, y la tierra misma representada por las primicias de sus productos.

Estamos frente a una sabia provisión, la de apreciar todo lo bueno, todas las causas nobles que puedan existitr aparte de nuestra cultura evangélica e incrementarlas. Es muy ilustrativo el caso de la actitud de los judíos de los Estados Unidosw con respecto a la fiesta de Thanksgiving, una festividad que ellos aman de todo corazón y la celebran juntamente con las demás festividades de Israel. Thanksgiving, o Día de Acción de Gracias es una bella oportunidad para la educación del pueblo, que detrás de las bondades de la tierra hay un Dios provisor "que hace salir su Sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos" (Mateo 5:45).

 

2. Conciencia de formar parte del pacto

No queremos dar la impresión de que entendemos a partir de una cita extra bíblica, como la de Jubileos 6:11-21 que en Pentecostés tuvo lugar el pacto de Noé, sino que Pentecostés es una gran oportunidad para renovar dicho pacto con la naturaleza.

Renovar el pacto de Noé significaría apreciarlo en todas sus implicancias e identificarnos con Noé en cuanto a toda nuestra responsabilidad con respecto a la tierra. Concretamente, debemos identificarnos con la postura del Creador, de no acarrear a la tierra maldición, ni causar la extinción de las especies de animales y plantas, ni a alterar el ciclo natural de las estaciones, ni a convertir el día en noche ni la noche en día (Génesis 8: 21, 22).

Debemos ser conscientes de que el mandato de ser fecundos y llenar la tierra no es dado a seres mecanizados sino a seres responsables (Génesis 9:1). Algunas de las responsabilidades implicadas en este pacto son las siguientes:

a) Debemos ser conscientes de que todas las especies de animales y de plantas son entregadas en nuestras manos, pero Dios ha impuesto factores condicionantes. Dios dice: "Pediré cuentas a todo animal y al hombre" (Génesis 9:5).

b) Debemos tener en suma reverencia la vida del hombre, "porque a imagen de Dios él hizo al hombre" (Génesis 9:6). Y hay que recordar que no se mata solamente a hierro, sino de hambre, de abandono, de hacinamiento, de exposición a contagios y epidemias, y también con la humillación de la dignidad humana.

Con estas responsabilidades condicionantes, ¡pues a reproducirnos y a multiplicarnos en la tierra! (Génesis 9:7).

 

 

 

JUBILEO

AÑO DE LA LIBERTAD

 

El Irael de la Biblia tenía su vida organizada en lapsos pequeños de siete días, o celebraba el advenimiento de cada nuevo año en el mes séptimo, o hacía reposar la tierra cada siete años o celebraba el año del Jubileo al cabo de siete veces siete años —en números redondos, cincuenta—.

Las especificaciones acerca de la celebración del Año del Jubileo aparecen en Levítico 25:8-54. El nombre "Jubileo" aparece en el versículo 10, que dice: "Santificaréis el año cincuenta y pregonaréis en el país libertad para todos sus habitantes. Este año os será de jubileo: Volveréis cada uno a la posesión de su tierra y cada uno de vosotros volverá a su familia." (Levítico 25:10).

A la misma celebración Ezequiel le llama "año de la libertad" (Esequiel 46:17, Ver la nota de la RVA).

En el año del Jubileo no se sembraba ni se cosechaba, quedando la tierra en absoluto reposo, de la misma manera que en el año sabático el séptimo de cada grupo de siete años (Comparar Levítico 25:1-7).

En el año del Jubileo las propiedades volvían a sus dueños originales, de manera que esta institución constituía un medio para salvaguardar la integridad territorial de las tribus de Israel. También servía para hacerles recordar a los israelitas que la tierra pertenece al Señor y que sus "dueños" tribales son los administradores inmediatos y los que la adquirían por medio de la compra no compraban en realidad la tierra, sino el producto y el usufructo de la misma, por lo cual los precios de la venta tenían estrecha relación con el potencial de la tierra para producir en un determinado número de años hasta el próximo Jubileo.

Esto mismo expresa el Señor cuando dice: "La tierra no se venderá a perpetuidad, pues la tierra es mía; porque vosotros sois paramí como forasteros y advenedizos. Por eso en toda la tierra de vuestra posesión otorgaréis el derecho de rescatar la tierra." (Levítico 25:23, 24)

Pero había algo más en el año de Jubileo y era la libertad concedida a los esclavos hebreos que por deudas u otras razones extremas habían capído en la amarga experiencia de la esclavitud. En el año del Jubileo aquellos que lo habían perdido todo --o sus descdenhdientes--, automáticamente recobraban su libertad y sus tierras en Israel (Levítico 25:35-43).

El propósito final de la institución del Jubileo era recordarle al pueblo de Israel estas palabras de su Dios: "Ninguno de vosotros oprima a su prójimo. Más bien, teme a tu Dios, porque yo soy el Señor vuestro Dios. Cumplid, pues, mis estatutos; guardad mis decretos y cumplidlos, y habitaréis seguros en la tierra" (Levítico 25:17, 18).

El nombre "jubileo" proviene del hebreo yobel que significa "carnero" y designa tambiéna un gran cuerno de carnero escogido para hacer de él un shofar --una especie de trompeta--.

El año del Jubileo era introducido mediante el toque del yobel o shofar, de la misma manera que era introducido cada año sabático, o cada año en particular en la celebración del Año Nuevo o fiesta de las Trompetas (Levítico 23:23-25). Debido a su especial relación con las celebraciones del Jubileo, el Shofar ha llegado a ser un símbolo de la libertad y de la insurrección contra el poder de la opresión.

En general, los aspectos normativos del año del Jubileo no tienen aplicación práctica ni en el Israel de hoy, ni en otros pueblos. Sin embargo el impacto de esta celebración se hace sentir hasta en la etimología de varias palabras y conceptos de nuestro propio idioma español. Es así que de la palabra "jubileo" deriva nuestra palabra "júbilo", que significa recocijo personal y colectivo. Y no puede haber júbilo mientras no esté garantizada la libertad del individuo y de la nación en el ejercicio de los derechos humanos.

También deriva de la palabra "jubileo" nuestro verbo "jubilarse" en el sentido de haber cumplido 50 o un número de años establecido por la ley para pasar al reposo --como ocurría con la tierra de los israelitas en el año del jubileo-- y al goce de una mayor libertad individual.

Sin embargo, ni el júbilo ni la jubilación constituyen una realidad viable sin la preparación necesaria ante la perspectiva de un cambio paradigmático generacional.

Tanto el individuo como la colectividad deberían estar en constante preparación para producir cambios paradigmáticos dentro de los límites de cada generación. Los creyentes y las iglesias debemos también tener expectativas a plazos fijos. Por ejemplo, el plazo de cien años es demasiado largo para que los conflictos internacionales queden zanjados. Se debe optar por plazos de máximo 50 años —el promedio de duración de una generación—, de modo que la generación que vio el surgijmiento de los problemas y las guerras también alcance a ver su solución y la paz.

De igual manera, el hecho de que las instituciones que fomentan la libertad individual y nacional —como es de manera especial el caso de las denominaciones evangélicas— alcancen a durar cinduenta años debe ser motivo de gran júbilo y celebraciones que tengan frutos dignos de una auténtica libertad. Así, por ejemplo, la Iglesia "Dios es Amor" en La Paz, Bolivia, ha celebrado su aniversario organizando de manera masiva y sin restricciones un programa de democratización de la educación teológica invitándonos para una serie intensiva de cursos cortos programados y actividad homilética. También hubo banquete, es verdad, pero no todo se redujo a una pollada, o a una anticuchada, o a una cuyada, o a una frijolada, o a una patada a base de pato, o a una picaronada, que finalmente resultan en nada.

También es encomiable la iniciativa de la Sociedad Bíblica Peruana —institución abocada a dar a conocer la verdad de las Escrituras y la libertad en Cristo—, que en 19196 celebrará su Jubileo, cincuenta años de haber sido fundada. Las celebraciones serán muchas, pero la más importante es el Tercer Concurso Bíblico Peruano convocado por esta institución.

No puede haber júbilo sin jubileo, y no puede haber jubileo sin libertad. La expectativa del Jubileo debe consistir en un escrutinio constante con respecto a qué cosas nos vienen esclavizando y qué ataduras se tiene inexorablemente que romper. Esta perspectiva es el legado bíblico de la celebración del año del Jubileo.