P. Juan Rivas, L.C.

FE Y EVANGELIO

En estos "folletos" encontrarás las preguntas más típicas que los hermanos separados realizan a los católicos y las respuestas claras, convincentes y razonables que todo católico debe saber.

¿QUIÉN FUNDÓ TU IGLESIA?

¿QUÉ DICE LA BIBLIA DE MARÍA?

¡ IMÁGENES SÍ, ÍDOLOS NO !

LOS SIETE SACRAMENTOS

¿SÁBADO O DOMINGO?

JESUCRISTO ÚNICO SALVADOR

¿QUÉ SIGNIFICA LA CRUZ?

POR QUÉ SOY CATÓLICO

EL ROSARIO Y LA BIBLIA

YO SOY EL PAN DE VIDA

CÓMO DIALOGAR CON LOS HERMANOS SEPARADOS

¿PUEDE UN HOMBRE PERDONAR LOS PECADOS?

¿DEBEMOS BAUTIZAR LOS NIÑOS?

¿Por qué los Sacerdotes no se casan?

FE Y EVANGELIO

¿Conoces la Biblia?

"Yo soy Jahveh tu Dios... No tendrás otros dioses extraños delante de mí. No te harás para ti, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos o abajo de la tierra, o en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni les servirás porque yo soy Jahveh tu Dios".Deuteronomio 5, 6-9

¿CONOCES LA BIBLIA?

¿CÓMO DEBES LEER LA SAGRADA ESCRITURA?

"La Biblia revela al alma, la verdadera sabiduría. Transporta el espíritu al cielo. Vivifica en el corazón la alabanza. Aparta al hombre de los deseos del mundo. Deja en la mente un único pensamiento: el de la otra vida.

La lectura frecuente de la Biblia nos hace obrar por amor a Dios. Nos mueve a la ardua labor de la virtud. Nos pone de manifiesto el auxilio providencial de Dios, la fortaleza de los justos, la bondad divina, la excelencia de su recompensa.

Nos invita a imitar a los siervos de Dios. Nos da fuerzas para la batalla de la santidad. Renueva nuestra fe en las promesas divinas.

La Biblia es la consoladora de los tristes, puerto seguro y tranquilo, fortaleza inexpugnable, torre inconmovible, impenetrable armadura, serenidad de espíritu, verdad indestructible, alegra perdurable".

"Es preciso, pues, que leamos con la máxima atención la Biblia. Si lo hacemos obtendremos la verdadera ciencia.

Al que con piedad y fe recorra los Santos Libros... el Seor que baja a nuestros corazones, iluminar su espíritu. Expandir sobre su alma rayos de luz, descubriéndole cosas ocultas y enseñándole todo cuanto ignora. El quiere ser nuestro Maestro: 'A nadie llamáis Maestro vuestro' ".

S. Juan Crisóstomo. (La asidua lectura de la Biblia).

Es útil el saber citas de memoria, pero si no pones en práctica las enseñanzas que contienen de nada te sirve.

Jesucristo dijo: "Escudriñad las Escrituras". (Juan 5,39.) ¿Y que significa esto sino que es necesario llegar, mediante un estudio profundo, a comprender su verdadero sentido?

La misma Biblia nos dice cómo. Recuerda el pasaje del eunuco de la reina de Etiopía.

"Mientras viajaba en coche, iba ocupado en la santa lectura". Lee: Hechos 8, 26-39.

1. La lea con celo y ardor.

Considera su mérito de no dejar la lectura ni siquiera en el camino, ni siquiera en el coche con ruedas de madera, por un camino de piedras.

2. Tena muchas excusas para no hacerlo.

El eunuco no era cristiano, ni judo, y además era rico; todo esto le daba justificación para ser negligente. Sin embargo, no se excusa como nosotros: "no tengo tiempo", "no entiendo".

3. Dios le ayuda.

Antes de concederle su gracia, Dios espera a que el eunuco haya hecho todo cuanto de l depende.

Dios te ayuda a ti también, pero t tienes que hacer primero lo que te corresponde: adquirir la Biblia, leerla, estudiarla.

4. Le manda un apóstol.

Con la sola Biblia no pudo entender todo. Dios poda haberle enviado su Espíritu. Claro que s! Pero el hecho es que no lo hizo, para enseñarnos a nosotros que es necesario un maestro autorizado. Dios le ayuda a penetrar las Escrituras mediante un maestro de la Iglesia: el diácono Felipe. Lee: Lucas 10,16.

La misma Escritura nos enseña que la Iglesia primitiva no era la Iglesia de la sola Biblia sino la Iglesia de los maestros: "acudan asiduamente a las enseñanzas de los apóstoles". Lee: Hechos 2,42. Si hay enseñanza, tiene que haber maestros; y si hay maestros, debemos aceptar su magisterio.

¿QUÉ ENSEÑA LA IGLESIA DE LA BIBLIA?

La Iglesia considera como suprema norma de su fe la Escritura unida a la Tradición, ya que, inspirada por Dios y escrita de una vez para siempre, nos transmite inmutablemente la palabra del mismo Dios.

Es tan grande el poder y la fuerza de la palabra de Dios, que constituye el sustento y vigor de la Iglesia, firmeza de la fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual. Lee: Documentos del Concilio: "Dei Verbum" No. 21.

La Iglesia no añade nada a la Escritura, sino que crece en la comprensión de las palabras. Estudia: "Dei Verbum" No. 8. Pero tampoco saca de la Escritura todo lo revelado, porque lo revelado abarca tanto lo transmitido por carta, la Biblia, como lo de viva voz, la Tradición. Lee: 1Corintios 11,23; y 2 Tesalonicenses 2,15.

"Los libros inspirados enseñan la verdad. Sin embargo, la fe cristiana no es una 'religión del Libro'. El Cristianismo es la religión de la "Palabra" de Dios, 'no de un verbo escrito y mudo, sino del Verbo encarnado y vivo". CIC = Catecismo de la Iglesia Católica n.108.

El Concilio recomienda insistentemente a todos los fieles la lectura asidua de la Escritura para que adquieran la suprema ciencia de Jesucristo. Lee: Filipenses 3,8.

LA RESPUESTA CATÓLICA

1. Es necesario un Magisterio que nos explique la Biblia.

Todos los cristianos creemos que la Biblia dice la verdad. Nadie niega eso, pero esa verdad no es clara y evidente para todos.

La Biblia lo dice. El eunuco no era ningún ignorante, tenía la Biblia en la mano y la escudriñaba como Jesús lo haba mandado. Sin embargo, cuando Felipe le pregunta: "¿Comprendes lo que lees?" El responde: "¿Cómo voy a entender si nadie me lo explica?"

La experiencia lo demuestra. Los fundamentalistas bíblicos afirman: la Biblia dice la verdad. Pero el caso es que ellos mismos no se pueden poner de acuerdo en cuál es esa verdad. Si la conocieran no estarían divididos en multitud de iglesias.

2. Es necesaria la luz de Cristo.

Para comprender lo escrito en un libro no basta saber leer, es necesaria la luz. De la misma manera, para entender la Biblia se necesita que Cristo por medio de su Espíritu nos ilumine. Lee: CIC 108.

Esto se ve claro en el pasaje de los discípulos de Emaús. Cuando ellos quisieron interpretar las escrituras según su propio entender se fueron alejando desilusionados, pero cuando Cristo les abría la inteligencia, regresaron con gozo a la comunidad, a la Iglesia de Cristo. Lee: Lucas 24, 33 y 45.

Cristo no nos deja la Biblia para inventar o discutir la fe, por el contrario, nos di la fe de la Iglesia para entender la Biblia. CIC 113-114.

3. La Biblia no estuvo muda 2,000 años.

Todos los cristianos creemos que Dios nos habla por medio de la Biblia. Si esto es verdad, y no estuvo muda y silenciosa durante 2,000 años, algo debía haber dicho a los que la tuvieron en la mano antes que nosotros y, por tanto, antes de dar nuestra interpretación, deberíamos de consultar lo que la Biblia dijo a los que la estudiaron antes que nosotros.

La Biblia no se escribió la semana pasada, y citarla como si tú fueras el primero que la entiende es arrogancia.

Más aún, si lo que te dice la Biblia hoy a ti, contradice o niega lo que la Biblia dijo ayer, una de dos, o la Biblia dice mentiras o te estás equivocado.

Precisamente por eso los que predican opiniones que cambian, y no verdades que permanecen, rechazan el Magisterio que está para conservar, exponer y custodiar esas verdades, válidas para todos los hombres de todos los tiempos. Lee: CIC 86.

Pero entonces, ¿cómo es que hay muchas enseñanzas católicas que no están en la Biblia?

La primera razón es que no basta saber leer para entender. ¿Cómo quieres entender en una semana lo que a la Iglesia le costó 2,000 años de meditación y estudio? Dei Verbum n. 8.

La segunda razón es que nosotros aceptamos todo lo que la Tradición Apostólica nos ha transmitido, no sólo por escrito sino también de palabra. Lee: 1 Tesalonicences 2,5. Estudia: CIC 80 ss.

La Escritura habla en un lenguaje que cada hombre puede entender. Hasta los niños y los iletrados entienden el Sermón de la Montaña, el mandamiento del amor al prójimo, la parábola del hijo pródigo. La Biblia para aplicarla a mi vida y para hablar con Dios está al alcance de todos. Lee: CIC 104. Pero "el oficio de interpretar ha sido encomendado únicamente al Magisterio" CIC 85 ss.

Poca Biblia aleja de la Iglesia, mucha Biblia acerca a ella.

Scott Hann era un pastor presbiteriano, profesor de Sagradas Escrituras. Su amor a la Biblia era tan grande como su antipatía por la Iglesia Católica. Un da, uno de sus estudiantes le preguntó: "¿Dónde enseña la Biblia el principio protestante de la sola Biblia?" Scott di las conocidas citas de 2 Timoteo 3, 15 y 1 Tesalonicences 2,13. A la primera cita el estudiante replicó que lo que ahí se dice es que la Biblia tiene autoridad, pero no que es la única autoridad; y a la segunda, que San Pablo se refiere a lo que l ha predicado y no a lo escrito. Aunque el maestro no aceptó en ese momento la réplica del alumno, su amor a la verdad le hizo reflexionar y estudiar más a fondo la Escritura. Tiempo después se convirtió a la fe Católica.

ORACIÓN

"Señor Jesús, haz que la lectura de la Biblia sea luz para mis pasos, pan para mi alma, sal que dé sazón a mi vida y me lleve a ser fermento de vida cristiana y apóstol intrépido de tu palabra".

¿Es Jahveh el Nombre de Dios?

1. La historia lo prueba. La escritura hebrea no tenía vocales, el nombre de Dios se escriba con cuatro consonantes: YHWH (tetragrama sagrado). Los judos, por respeto nunca pronunciaban el nombre de Dios. Mucho tiempo después de Cristo los copistas masoretas añadieron a este tetragrama las vocales de la palabra Adonai, cuya combinación da la palabra: Yahowah, de la que, según la gramática hebrea, se deriva: Jhowah. Por tanto "Jehova" es un barbarismo del nombre de Dios : "El que es", Lee: Exodo 3, 14.

2. La Escritura lo enseña: "El Nombre que está sobre todo nombre" pertenece a Jesús. Compara: Filipenses 2, 9-10 con Isaías 45, 23.

3. El Testigo nos lo manifiesta. Cristo el verdadero Testigo. Lee: Apoc. 1, 5 Nos revela que el nombre de Dios es Padre santo. Lee: Juan 17, 6 y 17, 11.

4. La lógica lo intuye. ¿Por qué ni Cristo ni sus apóstoles usaron jamás el nombre de "Jehová"?

Te voy a explicar porqué:

- ¿Cómo se llama tu padre?
Dirás: "Carlos", "Pedro", "Juan"...
- ¿Y acaso llamas tú a tu padre por su nombre: "Sr. Carlos", "Sr. Pedro"?, ¿O le dices simplemente: papá, padre?
- Le llamo: "padre".

¡Exacto! Los miembros de la familia no llaman al padre por su nombre, sino los extraños. Por eso Jesucristo, su Hijo, nunca llamó" a Dios: "Jehová" sino lo llamó: "Padre", y a nosotros los cristianos, a los que somos su hermanos nos enseña a llamarle: "Padre, Padre Nuestro" Lee: Mateo 6, 8-9.

Dios no necesita nombre, porque el nombre es para distinguir a unos de otros, pero Dios es uno solo.

Cristo es Verdadero Hombre

Los testigos de Jehová dan muchas argumentos para "probar" que Cristo no es igual a Dios: "El Padre es mayor que yo", "Ni el hijo del hombre sabe, sino sólo el Padre", etc. Todo esto no prueba que Cristo no sea Dios, sino que es verdadero hombre y en cuanto hombre, es inferior al Padre, ignora muchas cosas, sufre, padece y muere como todo ser humano; porque Cristo es Dios y hombre verdadero. Lee: Catecismo Iglesia Católica (CIC) págs.457-460 .

Cristo es Verdadero Dios

Quien niegue que Cristo sea Dios igual a Dios Todopoderoso, no es cristiano, se aparta de la fe y pone en peligro su salvación.

Según los Testigos, Cristo es un ser divino pero no Dios y para ello citan:"El cuál siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios" (Filipenses 2, 6). Pero de lo que Cristo se despojó, no fue de su naturaleza divina, sino de la gloria que merecía como Dios (Mateo 17, 2), al tomar la forma del siervo y presentarse ante el mundo como un hombre cualquiera. Lee: Juan 17, 5.

1. La lógica lo intuye.

El hijo de un león es otro león de la misma naturaleza de su padre, el hijo de un hombre es otro hombre de la misma naturaleza. El Hijo de Dios "engendrado, no creado" debe ser "de la misma naturaleza del Padre". Si el Padre es Dios también el Hijo es Dios, por eso Jesús y sólo Él llama a Dios "mi Padre". Lee: Jn 5,18.

2. Cristo lo demuestra.

Sólo Dios puede perdonar los pecados

(Isaías 1, 18), si Cristo perdona los pecados en su propio nombre quiere decir que Él es Dios. Lee: Marcos 2, 7 y C.I.C. pág 589.

3. La Escritura lo revela.

"Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo darás culto". Lee: Lucas 4, 8. Los ángeles rechazan que se les adore (Apocalipsis 22, 8). Bernabé y Pablo rechazan el ser venerados como dioses (Hechos 14, 11-15).

A Cristo, en cambio, le adoran los Reyes Magos (Mateo 2, 11);,las mujeres (Mateo 28, 9); sus discípulos: "Y al verle le adoraron, sin embargo algunos dudaron" ¿Serían Testigos? (Mateo 28, 17). Pablo indica:"Al nombre de Jesús toda rodilla se doble, en los cielos, en la tierra en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo es "Señor", (Filipenses. 2, 11). Y el mismo Dios manda: "Adórenle todos los ángeles de Dios". Lee: Hebreos 1, 6. Si los testigos no quieren creer ni a la Biblia, ni a San Pablo, ni a Dios ¿por qué nosotros les tenemos que creer a ellos?