Autor: P. Felipe Santos,
SDB
Fuente: Catholic.net
¿Estás salvado?
El P. Felipe Santos habla de la adhesión a Cristo y la certeza de salvación que representa la confianza en Jesús ante sus promesas.
“Al ladrón
arrepentido en la cruz, Jesús le dijo: Hoy estarás conmigo en el paraíso" Lc
23,43
Numerosas personas de confesión cristiana declaran
su adhesión a Cristo. Pero cuando se aborda el tema de la salvación , hay un
gran silencio. No tienen ninguna certeza y terminan por responder: "Oh, no
puedo permitirme una tal afirmación:"
Tener un Salvador y no
estar seguro de salvarse! ¡Qué extraña paradoja, no?
El Evangelio no evidencia una fe superficial que
descanse en sensaciones o emociones. Nuestros sentimientos nos pueden
traicionar pero jamás la fe que proviene de la Palabra de Dios.
La fe se funda en las afirmaciones de la Biblia. La
emoción de una reunión, de una decisión puede desaparecer, pero ninguna de
las afirmaciones de las Escrituras desaparecerá nunca. Soy salvado, no
porque me sienta salvado, sino porque mi fe en Cristo encuentra la
respuesta. El dice: "El que crea en el Hijo tiene la vida eterna; y el que
no cree no la tendrá, sino que la cólera de Dios está con él" (Jn 3,36) La
promesas de Dios son “sí” y “amén”.
He aquí una historia de esta verdad: un niño estaba
en un avión que entró en las turbulencias. Una azafata se sentó a su lado.
Se sorprendió por la calma del niño y le preguntó para saber por qué no
tenía miedo. Y el niño respondió:"No tengo nada que temer, mi padre es el
comandante a bordo y es él quien nos dirige".
Así, la fe es una seguridad firme, una confirmación
interior de las cosas que se espera ver que se realizan en el exterior. El
Señor no promete una travesía fácil, pero nos asegura una llegada a buen
puerto.
UNA ACCIÓN PARA HOY
Aprieta la Biblia en tu corazón. Es tu pasaporte
para el cielo. Tu nueva identidad está inscrita en él. Tu salvación está
sellada en las promesas divinas. Jesús te ha hecho justo y santo, te ha
librado y purificado de tus pecados con su sangre preciosa. Colabora con tus
buenas obras. En el nombre de Jesús, amén.