Catequesis sobre la Eucaristía
Autor: Arquidiócesis de Guadalajara
Fuente: Catholic.net
 

 

TEMA 16

El culto a la Eucaristía fuera de la Misa



OBJETIVO


Conocer y profundizar en las distintas formas y manifestaciones del culto Eucarístico fuera de la Misa.

NOTAS PEDAGOGICAS

Tener una actitud de fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Disponibilidad para entregarnos al hermano y buscar la comun-unión.

Muchas personas no han hecho oración ante el Sagrario. Por eso conviene que la celebración, si es posible, se haga frente al Sagrario.

VEAMOS


“Para realizar una obra tan grande, Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. Está presente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona del ministro, ‘ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que entonces se ofreció en la cruz’ (Concilio de Trento, ses. 22), sea sobre todo bajo las especies eucarísticas. Está presente con su fuerza en los sacramentos, de modo que, cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza. Está presente en su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es El quien habla. Está presente, por último, cuando la Iglesia suplica y canta salmos, el mismo que prometió: ‘Donde dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos’ (Mt l8, 20)” (SC 7).


- ¿Conoces algunas formas de la presencia de Cristo en la Iglesia?
- ¿Cuál de estas presencias conocías más?
- ¿Cuáles no conocías?
- ¿Has participado en una exposición del Santísimo Sacramento o en una Procesión Eucarística?
- ¿Qué recuerdas de esos momentos?

PENSEMOS

El culto a la Eucaristía

“En la Liturgia de la Misa expresamos nuestra fe en la presencia real de Cristo bajo las especies del pan y del vino, entre otras maneras, arrodillándonos o inclinándonos profundamente en señal de adoración al Señor. ‘La Iglesia católica ha dado y continúa dando este culto de adoración, que se debe al sacramento de la Eucaristía no solamente durante la Misa, sino también fuera de su celebración, conservando con el mayor cuidado las hostias consagradas, presentándolas a los fieles para que las veneren con solemnidad, llevándolas en procesión’ (MF 65)” (CIC 1378).

“El sagrario (tabernáculo) estaba primeramente destinado a guardar dignamente la Eucaristía para que pudiera ser llevada a los enfermos y ausentes fuera de la Misa. Por la profundización de la fe en la presencia real de Cristo en su Eucaristía, la Iglesia tomó conciencia del sentido de adoración silenciosa del Señor presente bajo las especies eucarísticas. Por eso, el sagrario debe estar colocado en un lugar particularmente digno de la Iglesia; debe estar construido de tal forma que subraye y manifieste la verdad de la presencia real de Cristo en el Santo Sacramento” (CIC 1379).

Los fines de la reserva de la Eucaristía fuera de la Misa

El primer fin de la reserva de las sagradas especies fuera de la Misa es la administración del viático. El fin secundario es la distribución de la comunión fuera de la Misa y la adoración a nuestro Señor Jesucristo presente en el Sacramento.

Cuando se adora a Cristo, presente en el Sacramento, hay que tener en cuenta que esta presencia tiene su origen en el Sacrificio Eucarístico y tiende a la comunión sacramental o espiritual.

OTRAS FORMAS DE CULTO A LA EUCARISTIA

Exposición de la santísima Eucaristía

“La exposición de la Santísima Eucaristía, sea en el copón, sea en la custodia, lleva a los fieles a reconocer en ella la maravillosa presencia de Cristo y les invita a la unión del corazón con él que culmina en la comunión sacramental. Así promueve adecuadamente el culto en espíritu y en verdad que le es debido” (RC 82).

Templos expiatorios


Son templos en los que permanentemente se tiene la exposición del Santísimo.

Oración ante el Sagrario

Aunque podamos orar en todas partes, hay lugares especiales que impulsan y sostienen mejor la oración; uno de ellos es la cercanía física a la Sagrada Eucaristía reservada en el Sagrario. Ahí se pueden hacer las “visitas al santísimo Sacramento”.

La bendición con el Santísimo

Desde hace tiempo se acostumbraba bendecir a los fieles, trazando la señal de la cruz, con reliquias de los santos y con mayor razón con el Santísimo Sacramento. Esto conjunta la bendición “ascendente” de alabanza, adoración y acción de gracias con la bendición “descendente” de súplica.

Procesiones eucarísticas

“El pueblo cristiano da testimonio público de fe y piedad religiosa hacia el Santísimo Sacramento con las procesiones en que se lleva la Eucaristía por las calles con solemnidad” (RC 101).

La finalidad de las procesiones eucarísticas es prolongar y hacer accesible al mayor número de fieles la veneración al Santísimo Sacramento. Por eso hay “Estaciones” o “Paradas”, donde se hace un alto especial para alabarlo y donde se puede dar la bendición con el Santísimo.

Desde la antigüedad estas procesiones se hacían con motivo de la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, pero pueden hacerse también por otros motivos.

Congresos eucarísticos


Son una manifestación especial del culto Eucarístico y un signo eclesial de fe y caridad. Los Congresos Eucarísticos se realizan a distintos niveles: internacionales, nacionales, diocesanos y parroquiales.

“El culto a la Eucaristía fuera de la Misa nos ayuda a darnos cuenta de que el mismo Señor Resucitado que se nos da como alimento en la celebración, nos está presente las veinticuatro horas del día, comunicándonos su fuerza y su vida: él es en verdad el ‘Emmanuel’, el Dios-con-nosotros.

El ritual citado de 1974 enumera, motiva y regula en su capítulo tercero las ‘varias formas de culto’: la exposición breve y la más prolongada, las procesiones, los congresos eucarísticos, etc. Subrayando siempre que estas formas de culto deben proceder de la celebración y conducir a ella, y que en nuestra espiritualidad debemos llegar a una síntesis fructuosa entre ambos aspectos: la celebración y el culto” (J. ALDAZABAL, Vocabulario Básico de Liturgia, CPL, Barcelona 1994, p. 112).

ACTUEMOS


Con la persona que está a tu derecha comenta las siguientes preguntas para llegar a un compromiso concreto:

1. ¿Qué hacer para dar a conocer el tema de hoy en la familia, en el ambiente donde trabajo?

2. ¿Cómo fomentar el culto a la Eucaristía en sus diversas formas en la comunidad parroquial?

CELEBREMOS

Realizar esta celebración preferentemente en torno al Sagrario; si no es posible, preparar un altar con algún símbolo Eucarístico.

Guía: Hermanos, nos reunimos en torno al Sagrario donde se encuentra Cristo, el Señor, presente, vivo, atento a escucharnos y a hablarnos de algo muy importante para nosotros. Escuchemos una parte de la carta que el Papa Juan Pablo II envía al Obispo de Lieja con ocasión del 750ºaniversario de la fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo (28 de mayo 1996).

Lector: “Los fieles, cuando adoran a Cristo presente en el sacramento, recuerden que esta presencia proviene del sacrificio y ordena a la Comunión al mismo tiempo sacramental y espiritual” (EM 50).

“Exhorto, pues, a los cristianos a visitar regularmente a Cristo presente en el Santísimo Sacramento del altar, porque todos estamos llamados a estar de modo permanente en la presencia de Dios, gracias al que se quedará con nosotros hasta el fin de los tiempos.

En la contemplación, los cristianos perciben con mayor profundidad que el Misterio Pascual está en el centro de toda la vida cristiana. Este camino los lleva a unirse más intensamente al Misterio Pascual y a hacer del Sacrificio Eucarístico, don perfecto, el centro de su vida, según su vocación específica, en cuanto que confiere al pueblo cristiano una dignidad incomparable (ver Pablo VI, MF 67).

En efecto, con el don de la Eucaristía, somos acogidos por Cristo, recibimos su perdón, nos alimentamos con su Palabra y con su Pan y somos por lo mismo enviados en misión al mundo; cada uno es llamado así a dar testimonio de lo que ha recibido y a hacer lo mismo con sus hermanos.

Los fieles refuerzan su esperanza descubriendo que, con Cristo, el sufrimiento y la desesperación pueden ser transfigurados, puesto que con El hemos pasado ya de la muerte a la vida. Por lo tanto, cuando ofrecen al Maestro de la Historia su vida, su trabajo y toda la creación, entonces sus días son iluminados”.

Guía: Meditemos un momento lo que el Papa nos ha dicho...

Guía: Cantemos:

Qué bueno es el pan que Tú nos das

Qué bueno es el pan que Tú nos das
regalo de tu amor Jesús
Qué bueno es el pan que Tú nos das
el pan sabroso que eres Tú

Guía: Terminemos nuestra celebración con la ORACIÓN DEL CONGRESO EUCARÍSTICO NACIONAL

Dios, Padre de misericordia y fuente de vida, tú nos llamas de todo el mundo para celebrar con fervor renovado el gran misterio de la Eucaristía, memorial perenne de la Pascua de tu Hijo.

Al entrar en el tercer milenio, agradecidos por la salvación que hemos recibido, confiados te pedimos: haz que participando del único Pan y del único Cáliz, seamos un solo cuerpo en Cristo, y vivamos de la vida divina que él nos ha adquirido al precio de su Sangre.

Vivificados por su Santo Espíritu, anunciaremos al mundo las maravillas de tu amor. Por Jesucristo, tu Hijo, nacido de María Virgen, que es Dios y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

Amén.