DISCULPA-PERDÓN
Si camino por la calle y de pronto
tropiezo, pierdo el equilibrio e involuntariamente arrojo al suelo a un
transeúnte, lo que procede es pedirle una disculpa. Si la víctima de mi
accidente se da cuenta de que mi acción ha sido, en efecto, involuntaria, me
dis-culpará, es decir, reconocerá que no fui culpable. En cambio, si ese
mismo transeúnte, al llegar a su casa, insulta a su esposa, no bastará con que
posteriormente solicite ser dis- culpado: deberá pedir perdón, porque ha
sido culpable de la ofensa cometida. Por tanto, se disculpa al inocente y
se perdona al culpable.