Decálogo de la madurez y de la salud psíquica
Bernabé Tierno
Diez requisitos que muestran que una persona es madura en lo mental,
psíquico y afectivo
En la cultura
occidental, una persona es madura en el plano de lo mental, psíquico y
afectivo en la medida en que haya logrado un buen nivel en los siguientes
pasos:
-
Actitud flexible,
serena y tolerante ante las nuevas situaciones y circunstancias y
capacidad de cambiar cuando sea lo más razonable y conveniente
-
Ser “uno mismo” y
tener criterio firme y claro ante las personas, situaciones y cosas,
pero sin tozudez y con buena disposición para admitir los propios
errores.
-
Capacidad para pensar
y obrar con absoluta independencia y aceptar la realidad por dura que
sea, con presencia de ánimo y sin recurrir a lamentaciones inútiles ni a
escenas melodramáticas.
-
Semblante y aspecto
exterior ecuánime y gozoso, irradiando alegría y felicidad, sintiéndose
un ser privilegiado de la vida aunque sólo sea por vivir y no perder el
sentido del humor.
-
Aceptación de sí mismo
en todos los aspectos; alto nivel de autoestima y autoamor; capacidad
para perdonarse a sí mismo y perdonar. Buen amigo de sí y de los demás.
Disfruta de relaciones afectuosas, emocionales y altruistas con sus
semejantes.
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Capacidad para
disfrutar de todo en cualquier momento y lugar y de las cosas más
corrientes y sencillas, pero día a día, minuto a minuto.
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Gran amplitud de
conciencia, generosidad, preocupación por el prójimo, por sus
necesidades y carencias. Deseo de sentirse útil y permanente actitud de
servicio para la sociedad en que vive.
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Estar bien dotado para
tolerar ciertas dosis de soledad y desamparo y bien entrenado para
superar dificultades, problemas y frustraciones sin dejarse abatir por
el desaliento.
-
Capacidad de empatía,
de ver las cosas desde la óptica de la persona que tiene delante,
teniendo en cuenta las circunstancias que le impulsan a obrar de esta o
aquélla manera.
Finalmente, todo
persona madura tiene un proyecto de vida que le autorrealiza y le
proporciona verdadera felicidad y satisfacciones. Tal proyecto es
diseñado teniendo como referencia una escala de valores morales, dando
prioridad al respeto, la honradez, la solidaridad, la tolerancia y el
objetivo de pasar por la vida haciendo el bien en lo posible.
Este decálogo fue entregado por el Dr. Bernabé
Tierno a los asistentes del II Congreso Internacional Educación y Familia
(2-4 de diciembre 2004, en al Universidad Católica San Antonio de Murcia)
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