1.- LOS CREYENTES EN JESUS

Hecho

Estaba visitando a unos amigos, en un barrio periférico de la ciudad, al salir del callejón donde viven, me dirigí a la calle donde pasan los conchos para volver a mi casa. Mientras esperaba vi un colmadito que se llamaba “La buena Fe”. Me puse a pensar en el letrero. En lo pequeño y grande de la fe; en las doñas que lo visitan a diario para comprar los víveres; mi pensamiento voló sobre muchas cosas... Hay gentes de buena fe, que no engañan, que creen en lo bueno del otro, lo que hace lo hace bien, que creen en Jesucristo...  Así estaba yo cuando oí el frenazo de unas gomas: era el autobus que se paraba para que yo subiera. Mi pensamiento cambió y me dejé invadir por la musica y la conversación que mantenía el chofer con los pasajeros.

1. ¿Qué pensó nuestro amigo en la espera del autobús

2. ¿Qué es tener fe?

3. ¿Qué es creer en alguien o en algo?

 

Palabras con peso

Hechos 2,42‑47

Comentario

La fe tiene que ver mucho con la libertad. Una persona libre es aquella que se compromete en aquello que cree. ¿En qué o en quién se cree?. En Abraham (Gn 12 ss) tenemos un vivo ejemplo de  fe. Dios le llama y se manifiesta, Abraham le descubre, se fía de El, responde con su fe. La manifestación de Dios llega a su culmen en Jesucristo. El es, para el creyente cristiano, el origen y el fundamento de la fe. Pero esto tiene un proceso. ¿Cuál es?

 

El punto de partida es el testimonio que Dios da  de sí mismo en Jesucristo. Nuestra fe es Jesucristo, con la fuerza del Espíritu Santo, la misión que el Padre le encomendó de salvar a los hombres, Creer en Jesús es creer en Dios y en su misterio. Por eso la fe cristiana gira en torno a Jesús. Pero este proceso tiene unas dimensiones:

 

 

COMPROMISO

Todas estas dimensiones son una unidad, están relacionadas entre sí ya que la fe afecta a toda la persona.

Para la reflexión

 

1.  ¿Qué clase de creyentes somos?

2.  ¿Cómo vivimos las dimensiones de la fe? (ver cuadro)

3.  ¿A qué nos compromete?

 

En blanco y negro

Domingo, hombre creyente en Dios y en las maravillas que hace con cada uno de nosotros, quiso habilitar un campo de trabajo, donde todos y cada uno de los cristianos puedan sentirse realizados anunciando el Evangelio.  Por eso diseña la Orden de Predicadores, reservando un espacio para la vida contemplativa,  para la vida consagrada, para el sacerdocio, y para los laicos.  Una Orden, donde todos nosotros, desde nuestro lugar de trabajo podamos identificarnos con ella y construir el Reino. Todas esas formas vividas desde cuatro dimensiones: el estudio, la oración, la predicación y la compasión.

 

Celebración

Padre: me pongo en tus manos.

Haz de mí lo que quieras.

sea lo que sea,

te doy las gracias.

Estoy dispuesto a todo.

Lo acepto todo,

con tal que tu plan vaya adelante

en todas tus criaturas y en mí.

Ilumina mi vida con la luz de Jesús.

No vino a ser servido,

vino a servir.

Que mi vida sea como la de El: servir

Grano de trigo que muere en el surco del mundo.

Que sea así de verdad, Padre

Te confío mi vida.

Te la doy.

Condúceme.

Envíame aquel Espíritu que movía a Jesús.

Me pongo en tus manos,

enteramente,

sin reservas,

con una confianza absoluta

porque Tú eres...

MI PADRE

 

2.- ..QUE VIVEN EN COMUNIDAD

Hecho

El trafico no dejaba avanzar ni medio metro al autobus. Nos habíamos detenido justo enfrente de una construcción. Los trabajadores, estaban echando el techo. Desde un camión, unos vaciaban a paletadas el concreto a una carretilla. Dos hombres se turnaban yendo y viniendo con ella. La volcaban y un grupo de tres, iba lanzando la masa hasta el primer nivel del andamio. Allí otros dos la lanzaba al segundo nivel, donde la recogían en otras carretillas y la iban extendiendo por toda la superficie de lo que sería el techo... Era una coordinación perfecta. Si uno se retrasaba, todo el grupo se retrasaba. Si uno sólo quería hacerlo le hubiese llevado muchísimo tiempo y trabajo... Me quedé mirándoles un largo rato. Anthony Santos sonando en la radio me volvió a la realidad “Hija mía, no te lleves de ilusiones...”

¿Por qué será que necesitamos vivir en comunidad, vivir juntos?  ¿De dónde le viene a las personas esta necesidad de vivir con otras?  ¿Por qué no podemos vivir solos?

Palabras con peso

Hechos 4, 32‑37

Comentario

La respuesta a estas preguntas, está en la misma forma de ser Dios. El Dios de los cristianos, no es un ser solitario, sino que es una comunidad, una Trinidad, tres personas.  Si los seres humanos somos imagen suya, es por eso que sentimos una necesidad muy profunda de no vivir solos, de  comunidad.

Pero en la Biblia vemos que la humanidad muchas veces olvidó esto. Adán y Eva buscaron sólo su egoísmo, Caín olvidó a su hermano, en Babel la comunidad dejó paso a la confusión. Pero de igual forma a lo largo de la historia de la salvación, Dios fue invitando a su pueblo una y otra vez a que no perdieran de vista este aspecto: Jer 31,31.

En la plenitud de los tiempos, Dios envió a su propio Hijo (Hebreos 1,2). Desde el principio de su vida su preocupación fué formar un grupo (Mc 3,14). Cuando habla del Reino de Dios, lo hace hablando del compartir, del amar, del celebrar... Su entrega en la cruz fue para formar un nuevo pueblo (1 Pe 2,9‑10) Cuando Jesús muere, “entrega su Espíritu” a Dios y lo “transmite” a su Iglesia (Jn 19,30). En Hechos 2, 13, vemos cómo por la fuerza del Espíritu, lo que en Babel fue confusión y división, en Pentecostés es anuncio de Jesús, comunión y unión.

Desde entonces, los seguidores de Jesús resucitado tienen en el libro de los Hechos una guía de cómo el Señor quiere que seamos y vivamos (Hech 2,4246):

a)      oyentes de la Palabra de Cristo

b)      comunidad de oración, especialmente en la E u c a r i s t í a

·        “sacramento de nuestra fe”

c)      que comparten todo y viven la comunión fraterna

d)      seguidores al servicio de una misión

e)      comunidad que suscita admiración y que convoca a otros

 

Para la reflexión

1.  Cada uno comenta lo que más le ha llamado la atención del tema (frase, cita bíblica, etc.)

2.  Revisar cada uno nuestro estilo de vivir; ¿tiene más de egoista o de comunitario?

3.  A partir del modelo que nos presenta Hch 2,42, miremos a nuestro grupo y veamos concretamente qué pasos como grupo podemos dar hacia esas 5 características presentadas.

 

En blanco y negro

De las Constituciones de la Orden de Predicadores:

“Lo primero para lo que nos congregamos en comunidad es para

vivir unánimes en casa, teniendo una sola alma y un solo

corazón en Dios.”

Celebración

1.  Uno del grupo resume en forma de oración lo tratado

2.  Quien quiera da gracias o da testimonio por lo que el Espíritu de Jesús resucitado le ha ayudado para vivir más solidariamente

3.  Padre Nuestro

4.  Canto: “De dos en dos”

 


 

3.- COMUNIDAD QUE JESUS ENVIA

Hecho

 

Nosotros por el bautismo  hemos recibido un regalo de Dios: ser hijos suyos, ser hijos de Dios. Pero el bautismo no es como una varita mágica, que se da una vez y ya somos buenos cristianos para siempre sin importar lo que hagamos durante toda la vida. Dependiendo de cómo vivamos ese bautismo, vamos a ser hijos buenos y fieles o hijos “que niegan la raza” (como se suele decir en el  Cibao cuando un hijo no sigue las huellas de sus padres). Negamos la raza, cuando no asumimos continuar la implantación del Reino en el mundo.

Como bautizados recibimos una misión, ser discípulos: “Por eso, vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles todo lo que yo les he encomendado” (Mt 28,19‑20).

Pero además de esto, en el acto del bautismo se nos encomienda otra misión: se nos unge con el óleo para que seamos miembros de Cristo, sacerdote, profeta y rey.

1.  ¿Qué es ser cristianos para nosotros?

2.  ¿Tiene alguna relación nuestro bautismo con lo que es ser cristiano?

3.  ¿El ser cristiano tiene algo que ver con una determinada forma de vida, con lo que hagamos o dejamos de hacer?

4.  ¿Somos bautizados para que haya más número de gente en la Iglesia Católica o tiene algún objetivo?  (Recordar la primera comunidad de apóstoles).

Palabras con peso

Marcos 16,14‑18

Comentario

La misión de Jesús en el mundo fue el anuncio de la Buena Nueva (=Evangelio).  Esto lo hizo denunciando los males de aquella sociedad, tales como eran la marginación de los enfermos, las viudas, los niños, etc. y pidiendo justicia para aquellos que no tenían voz. Aquella situación es muy similar a la que estamos viviendo hoy. 

¿Qué haría Jesús (hombre consecuente, fiel a su proyecto) si se encarnara hoy de nuevo en el mundo? Como persona consecuente haría lo mismo que hizo en aquel entonces; pero como sabía que no podría estar para siempre con nosotros en la tierra, funda la Iglesia a la cual encomienda la misión de continuar su labor y para lo cual le infunde su Espíritu. Con tal encargo, la Iglesia, a través del bautismo da a sus miembros la misión de la instauración de ese reino de amor y de justicia. Por tanto, la Iglesia no es sino la institución fundada por Jesús con la finalidad de que continuara su obra; misión que recae sobre todo cristiano que se adhiere a ella. 

Cuando nos incorporamos a la Iglesia por el bautismo, recibimos el don (=regalo) de ser hijos de Dios; pero además de eso comenzamos a formar parte de la Iglesia católica, apostólica y romana, para la cual cada uno debemos ser sacerdote, profeta y rey. Por ser  miembros de esta Iglesia apostólica,  nos toca la misión de los apóstoles: dar testimonio de Jesús resucitado, de su vida y de su obra. Por ser profetas, debemos fijarnos en cuál fue la acción de Jesús, prototipo del profetismo (Profeta es aquel que anuncia lo bueno y denuncia lo malo). Por ser reyes, tenemos que cuidar de que la persona humana y la vida humana sea el mayor valor que hay en el mundo. 

Los apóstoles fueron los primeros ejemplos de este modo de vida. Pablo, por ejemplo, caminando cruzó el continente europeo tratando de ser fiel a ese encargo de Jesús de extender la Buena Nueva y ese reino de amor y justicia. Todos ellos dieron su vida hasta la muerte (ofrendaron su vida = fueron sacerdotes).  Ser Cristiano es un reto en este mundo si se quiere ser consecuente.

Para la reflexión

1.  ¿Qué tiene  que ver la misión de la Iglesia con la vida de Jesús?

2.  ¿Cuál fue la misión de Jesús en su tiempo y cuál hubiera sido en un mundo como éste?

3.  ¿Si somos cristianos y miembros de esta Iglesia fundada por Jesús, nos afecta en algo su misión?

 

En blanco y negro

De las Constituciones de la Orden de Predicadores: La Orden existe “para que, mediante el seguimiento de Cristo, nos perfeccionemos en el amor de Dios y del prójimo, nos consagramos totalmente a Dios y nos entregamos de una manera nueva a la Iglesia universal, dedicándonos por entero a la evangelización íntegra de la Palabra de Dios”

Celebración

1.  Alguien hace un resumen en forma de oración de todo lo hablado en el grupo

2.  Se lee Mateo 25,31‑45

3.  Espontáneamente se hacen peticiones, alabanzas, etc.  por lo descubierto en el tema

4.  Padre Nuestro

5.  Canto: “No soy digno de Tí”

 

Fuente MJD Rep. DominicanaPentecostés