Cómo desmotivar al adolescente

(Nuevas maneras de enseñar al niño a odiar la literatura)

 

Carmen Lomas – Yolanda Castañeda

 

Para un adolescente no es fácil descubrir la soledad compartida que un libro le puede ofrecer. No le es fácil conseguir un clima interior y exterior para vivir cada palabra del texto en calma y gozo... y, encima, a veces se lo ponemos más difícil.

 

  1. PRESENTANDO EL LIBRO COMO UNA ALTERNATIVA A LA TV

"Lee en lugar de mirar la televisión"

 

"Que no te vea leer viendo la televisión"

 

Todos los adolescentes saben que la televisión no es "una estupidez". La encuentran divertida, amena y útil. No es bueno quitar una distracción, una ocupación placentera, para imponer otra: es el modo de echar sobre ésta una sombra de fastidio y de castigo. Pero es verdad que la gran diversidad de fuentes de información y entretenimiento en las propias casas (videos, ordenadores, etc.) no facilitan ni potencian el gusto por la lectura.

 

  1. CULPANDO AL JOVEN

Hay muchas casas en las que jamás entra un libro, hay muchos licenciados sin biblioteca, hay muchos padres que no leen ni el periódico y después se sorprenden de que sus hijos sean como ellos.

 

  1. TRANSFORMANDO EL LIBRO EN INSTRUMENTO DE TORTURA

Esto se consigue cuando nos servimos de él como un medio académico más y exigimos ejercicios de lenguaje: resúmenes, aprender de memoria, descripciones, análisis, etc. Todos estos trabajos dificultan el gusto por la lectura, quita al libro todo su interés y toda su capacidad de conmover.

 

  1. PRESENTANDO EL LIBRO COMO ALTERNATIVA A LOS COMICS

"Te tiraré todos los tebeos si no te veo leer”

 

No hay una relación de causa-efecto entre la pasión por los cómics y la ausencia de interés por las buenas lecturas. Ese interés debe nacer allá donde las raíces de los cómics no llegan.

 

  1. NO OFRECIENDO UNA ELECCIÓN SUFICIENTE

Hay que dar también al adolescente un amplio abanico de posibilidades: hemos de tener muy presentes sus gustos y sus intereses. Cuando lea libros, lo hará porque busca donde comparar sus sentimientos y preguntas, no porque sepa que es bueno o importante.

 

  1. PONIENDO COMPARACIONES

"Cuando yo tenía tus años me había leído ... libros"

 

No se puede pedir a los jóvenes que prefieran nuestro pasado, un pasado que no es suyo. Y si ese pasado consiste en unos libros, se ha creado una razón para que el adolescente, en cuanto pueda, se aleje de los libros.

 

  1. ORDENANDO LEER

Lo mismo que a un árbol no se le ordena que florezca, no debemos obligar a nadie a leer. Si realizamos la acción de leer por la fuerza, la desnudamos de su fuerza recreadora y pierde su atractivo. El amor por la lectura no es una técnica que se aprenda por imposición, es algo más interior y está ligado a la vida.

 

  1. INTENTANDO QUITAR TODAS LAS DISTRACCIONES

"Estos chicos tienen demasiadas distracciones"

 

Un mayor número de distracciones y de libros es posible. No depende del número ni de la calidad de los pasatiempos que tengan nuestros hijos, sino del lugar que el libro ocupe en la vida del país, de la sociedad, de la familia y del colegio.