LONDRES, lunes 8 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Cinco obispos anglicanos de la Iglesia de Inglaterra han anunciado este lunes su renuncia al ministerio en esa Iglesia y su resolución de unirse a un ordinariato personal para anglicanos en plena comunión con la Iglesia católica.
La constitución apostólica "Anglicanorum Coetibus", publicada hace un año, abrió el camino para que comunidades anglicanas puedan entrar la Iglesia católica a través del establecimiento de ordinariatos personales, con características parecidas a las de una diócesis no territorial, una nueva estructura canónica.
De
este modo, podrán reconocer el primado del Papa, manteniendo elementos propios
de su tradición litúrgica y espiritual.
Entre los obispos anglicanos del Reino Unido que han anunciado su renuncia se
encuentran Andrew Burnham, obispo de Ebbsfleet, Keith Newton, obispo de
Richborough, y John Broadhurst, obispo de Fulham. Estos tres prelados eran
familiarmente conocidos como "obispos volantes", pues atendían espiritualmente
a los fieles de diferentes diócesis anglicanas que no han aceptado la
ordenación de mujeres como sacerdotes.
Asimismo se ha anunciado la renuncia de otros dos obispos, Edwin Barnes,
antiguo pastor anglicano de Richborough, y el obispo auxiliar retirado David
Silk de Exeter.
El comunicado firmado por los cinco obispos explica que todos ellos han
seguido durante años el proceso de diálogo entre anglicanos y la Iglesia
católica, emprendido tras el Concilio Vaticano II, "con oración y profundo
anhelo".
"Hemos quedado consternados, en los últimos treinta años, al ver que
anglicanos y católicos se separaban cada vez más en algunas cuestiones de vida
diaria, en particular
al ver distintas decisiones en asuntos de fe y disciplina en el anglicanismo que, creemos, son incompatibles con la vocación histórica del anglicanismo y la tradición de dos mil años de la Iglesia".
Explican que para ellos "Anglicanorum Coetibus" ha sido una respuesta a los anglicanos que buscan la unidad con Roma: "con los ordinariatos, se establecen estructuras canónicas por medio de las cuales podremos llevar nuestra experiencia de discipulado cristiano a la comunión plena con la Iglesia católica que abarca todo el mundo y todas las épocas".
"Se trata tanto de una respuesta generosa de la Santa Sede a quienes han pedido ayuda, así como un nuevo y valiente instrumento ecuménico para la búsqueda de la unidad de los cristianos, unidad por la que Cristo mismo oró antes de su pasión y muerte. Se trata de una unidad que, creemos, es posible sólo en la comunión eucarística con el sucesor de San Pedro".
Los cinco aseguran que "como obispos, hemos cuidado de todos, de los que comparten nuestra posición y de aquellos que han tomado una postura diferente. Ahora hemos llegado al momento en el que debemos declarar formalmente nuestra posición e invitar a otros a unirse a nuestro camino. Por lo tanto, cesará inmediatamente nuestro ministerio episcopal público, renunciando a nuestras responsabilidades pastorales en la Iglesia de Inglaterra. Esto tendrá efecto a partir del 31 de diciembre de 2010. Buscamos unirnos a un ordinariato cuando éste sea creado".
Los prelados agradecen a la Iglesia anglicana de Inglaterra todo lo que "ha significado para nosotros y todo lo que nos ha dado en estos años, y esperamos mantener una relación cercana y cálida, orando y trabajando juntos por la venida del Reino de Dios".
Respuesta anglicana
En
respuesta al anuncio, el primado de la Comunión Anglicana, el arzobispo Rowan
Williams de Canterbury publicó un comunicado este lunes en el que aceptaba con
"pesar" las renuncias de los obispos, "que han decidido que su futuro en el
ministerio cristiano pasa por las nuevas estructuras propuestas por el
Vaticano".
"Les
deseamos lo mejor en el nuevo paso de su servicio a la Iglesia", añadió,
agradeciéndoles "su fiel labor pastoral en la Iglesia de Inglaterra durante
muchos años".
La
asociación internacional de anglicanos que se oponen a la ordenación de
mujeres como sacerdotes u obispos, "Forward in Faith", ha asegurado a los
obispos que han presentado su renuncia "el amor, las oraciones y el apoyo de
todos sus miembros y su agradecimiento por el ministerio que han desempeñado a
su servicio".
"Asimismo aseguramos al arzobispo de Canterbury y al obispo de Londres
nuestras oraciones, mientras tratamos de discernir cómo serán reemplazadas las
sedes vacantes de Ebbsfleet, Richborough y Fulham", añaden.
Respuesta católica
Monseñor Alan Hopes, obispo auxiliar de Westminster, la sede católica de la capital británica, ha acogido positivamente la decisión en un comunicado emitido en nombre de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales. El episcopado católico, reveló, "está viendo cómo establecer el ordinariato" y asegura "la cálida bienvenida que extendemos a todos los que quieran formar parte de él".
Los prelados católicos de Inglaterra y Gales han convocado una reunión sobre
este tema y tras su celebración podrán ofrecer mayor información.
Hasta el momento no se ha creado ningún ordinariato para anglicanos que entran en comunión plena con la Iglesia católica, si bien comunidades anglicanas del Reino Unido, Estados Unidos, Australia y Canadá han manifestado su intención de unirse a la Iglesia católica.
Por su parte, el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, confirmó hoy que la Santa Sede está estudiando la constitución del ordinariato, según las normas establecidas por la constitución apostólica "Anglicanorum coetibus" y que "las eventuales decisiones serán comunicadas en el momento oportuno"
Explicación de un protagonista
El mes pasado, el obispo anglicano John Broadhurst de Fulham ya había
anunciado su intención de presentar su renuncia en un encuentro de "Forward in
Faith International", asociación de la que es presidente. En su anunció,
mencionó numerosos motivos, entre los cuales, el más importante es la
ordenación de mujeres. Seguirá formando parte de "Forward in Faith
International", pues no forma parte de la Iglesia de Inglaterra.
ZENIT ha hablado con el obispo Broadhurst por teléfono, quien ha revelado que su decisión ha sido tomada tras un discernimiento en la oración, y que ha pensado en su unión a la Iglesia católica durante 45 años.
Ante la pregunta de si mantendrá un ministerio activo en la Iglesia católica, el obispo Broadhurst respondió: "Haré lo que el Papa quiera y permita. Como sacerdote tengo una responsabilidad, y si se me permite, seguiré desempeñándola".
El obispo reveló a ZENIT que otros anglicanos están pensando en dar este paso de unidad con Roma, "de todos modos cada uno tiene que tomar su propia decisión. Esta decisión es solo mía".
Por Karna Swanson, con la contribución de Hugh J. McNichol