Autor: P. Antonio
Rivero LC
Fuente: Catholic.net
23a. sesión. Introducción a los Santos Evangelios
Los cuatro evangelios son narraciones de la vida de Jesús y de sus palabras.
INTRODUCCIÓN A LOS SANTOS EVANGELIOS
I. OBJETIVO DOCTRINAL: Conocer a grandes rasgos las principales
nociones de los Santos Evangelios.
II. OBJETIVO VIVENCIAL: Familiarizarnos con los Santos Evangelios, para
tratar de meditarlos, vivirlos y transmitirlos.
III. TESIS: Los cuatro evangelios son narraciones de la vida de Jesús y
de sus palabras, reflexionadas, vividas y celebradas en la fe de las primeras
comunidades cristianas. Las cuatro narraciones, por una parte, tienen muchas
cosas en común; y, por otra, hay diferencias que completan, complementan y
enriquecen dichas narraciones. Cada uno, inspirado por el Espíritu Santo, ha
querido transmitirnos su propia experiencia y sus recuerdos, para provocar y
aumentar la fe de quienes los lean. Sólo desde la fe y con la fe deben ser
leídos para comprenderlos.
IV. EXPLICACIÓN DE LA TESIS:
1. Significado de Evangelio
El significado originario es “Buena Nueva”. Se trata de la Buena Nueva de la
Salvación en Cristo Jesús.
“Los cuatro Evangelios narran fielmente lo que Jesús, el Hijo de Dios,
viviendo entre los hombres hizo y enseñó realmente hasta el día de la
Ascensión. Después de este día, los apóstoles comunicaron a sus oyentes esos
dichos y hechos con la mayor comprensión que les daban la resurrección
gloriosa de Cristo y la enseñanzas del Espíritu de la Verdad. Los autores
sagrados compusieron los cuatro Evangelios escogiendo datos de la tradición
oral o escrita, reduciéndolos a síntesis, adaptándolos a la situación de las
diversas iglesias, conservando siempre el estilo de la proclamación: así nos
transmitieron datos auténticos y genuinos acerca de Jesús; sacándolos de su
memoria o del testimonio de los que asistieron desde el principio o fueron
ministros de la Palabra, los escribieron para que conozcamos la verdad de los
que nos enseñaban” (Concilio Vaticano II, Dei Verbum, número
19).
Antes de ser escrito, el Evangelio fue mensaje transmitido oralmente; antes de
ser libro, fue palabra.
Los apóstoles y primeros discípulos expresaban con la palabra “Evangelio” no
sólo el Mensaje de Jesús, sino también los rasgos más importantes de su vida,
y de modo especial su muerte y resurrección. El núcleo del Evangelio era Jesús
resucitado. Anunciaban un nuevo talante de vida de los hombres. Y de hecho los
que aceptaron este Evangelio, los que creyeron en él, organizaron sus vidas
con un estilo nuevo, que fue calificado muy pronto como “cristiano”, porque
eran los seguidores de Cristo.
En estos grupos o comunidades cristianas, los “testigos oculares”, los que
habían vivido con Jesús, exponían sus experiencias, transmitían las enseñanzas
de Jesús y evocaban su presencia entre ellos con celebraciones litúrgicas.
Estas tradiciones se comunicaban a otros grupos: se reflexionaba sobre ellas y
se interpretaban en el marco de las situaciones específicas por las que cada
comunidad atravesaba. Pronto las comunidades tuvieron necesidad de fijar estas
tradiciones por escrito, como ya explicamos en el capítulo anterior.
2. Autores de los Evangelios
Los cuatro Evangelios, tal como los tenemos hoy, nacieron sin nombre del autor
entre los años 70-90. Hacia el 125 se reunieron en una colección. Quizá en
este momento se les puso el título que tienen hoy: “Evangelio según Mateo,
Marcos, Lucas, Juan”.
La tradición afirma que estos escritos surgieron en el entorno de ciertas
comunidades: Marcos, en la de Roma; Mateo, en la de Antioquía (Siria); Lucas,
en unas comunidades compuestas mayoritariamente por no judíos (Grecia, Siria o
Roma), y Juan, en las de Palestina, o en las de Asia.
3. Los evangelios sinópticos: origen y formación
Los tres primeros se llaman sinópticos (yuxtapuestos), porque
tienen muchas coincidencias y se pueden leer disponiendo el texto en columnas
paralelas:
Mateo 26, 26
Mientras cenaban, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo
dio a sus discípulos: Tomad y comed, esto es mi cuerpo.
Marcos 14,22
Durante la cena, Jesús tomó pan, dio la bendición, lo partió, se lo dio y
dijo: Tomad, esto es mi cuerpo.
Lucas 22,19
Después tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Esto es mi
cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.
Sobre el problema sinóptico diremos lo siguiente:
a) Muchas partes son comunes a los tres evangelistas: comienzo en
Galilea, misión en Galilea, subida a Jerusalén y pasión, muerte y resurrección
del Señor.
b) Algunas partes son comunes sólo a dos evangelistas: Jesús en
Cafarnaún (Mc 1, 22-23 y Lc 4, 31-41), curación de la cananea (Mc 7, 24-30 y
Mt 15, 21-28) y exigencias del maestro (Mt y Lc).
c) Algunos hechos y palabras aparecen sólo en uno de los tres: La
oración en común (Mt), Marta y María (Lc), el hijo pródigo (Lc).
De todo esto concluimos:
a) Los tres tuvieron a disposición algunas fuentes comunes, las
adaptaron a sus comunidades.
b) Los tres presentan a Jesucristo con algunos rasgos particulares:
Para Mateo, Jesús aparece como el Maestro, el Señor, el Mesías, por tanto
tiempo esperado. Para Lucas, Jesús es el Salvador misericordioso, que acoge a
todos los hombres. Para Marcos, Jesús es el Hijo de Dios.
c) Los tres ponen de manifiesto las características de sus comunidades:
La de Mateo eran cristianos judíos; Marcos habla a gente de origen pagano;
Lucas tiene una perspectiva universalista.
4. Evangelios apócrifos
En el siglo II aparecieron unos Evangelios llamados “apócrifos” (ocultos) por
oposición a los “canónicos”. Intentaban cubrir las lagunas que los cuatro
Evangelios tenían de la vida de Jesús, sobre todo de su infancia. Las
comunidades cristianas no los admitieron como auténticos. Aunque se atribuían
a un apóstol o a un personaje relacionado con Jesús, la Iglesia no los ha
reconocido como palabra de Dios. Son narraciones legendarias con una mezcla de
buena voluntad y de fantasía, aunque tengan muchos datos correctos. Han tenido
bastante influjo en devociones y fiestas populares, así como en el arte
religioso.
5. Simbología de los cuatro evangelistas
Los cuatro evangelistas se representaron con las figuras de los cuatro
vivientes de Ezequiel (1,5) y Apocalipsis (4,6): hombre, león, toro y águila.
La interpretación más admitida es la que hizo san Jerónimo, basándose en los
comienzos de los mismos evangelios:
a) Hombre: Mateo, porque empieza con la genealogía humana de
Cristo.
b) León: Marcos, porque empieza con la voz poderosa del Bautista
en el desierto, donde habitaban los leones.
c) Toro: Lucas, porque empieza con el sacrificio de Zacarías en
el templo, donde se sacrificaban toros.
d) Águila: Juan, porque en el prólogo se remonta como en un alto
vuelo de un águila, hasta la preexistencia de Jesús en el seno del Padre.
6. ¿Por qué hay diferencias entre los cuatro Evangelios?
Estos son los motivos:
a) Cada uno de los evangelistas narra los hechos sobre Jesús según su
experiencia y sensibilidad personal.
b) Cada evangelista arregló todo el material de la vida de Jesús según
el objetivo que se proponía al escribir su “Evangelio”, y según los
destinatarios al que era dirigido.
c) Cada evangelista se sintió totalmente libre frente a los pormenores
históricos o geográficos. A ellos no les interesaba mucho si un milagro fue
antes o después, o si esa enseñanza la dijo en uno u otro lugar. Lo importante
para ellos era mantener vivo el recuerdo del mensaje y de la persona de Jesús.
V. CONCLUSIÓN: Los Evangelios son un conjunto de documentos sobre la fe
de los primeros cristianos, que dan su experiencia viva de Cristo. No se trata
de narraciones ordenadas y pensadas como un “ensayo” moderno. Han nacido de la
fe, fueron escritos por creyentes y para creyentes, con el solo objetivo de
despertar la fe en Jesús Salvador.
ORACIÓN: Señor, dame fe para descubrir tu presencia detrás de cada
página de los Evangelios. Que asimile tus enseñanzas, las medite, las viva y
las transmita. Amén.
TEMA DE DISCUSIÓN EN EL FORO
1. ¿Por qué existen diferencias entre los cuatro Evangelios?
2. ¿Alguna vez lees y meditas algunos versículos del Evangelio? Ojalá que en
estos días que quedan del Adviento y en Navidad, escuches, a través de la
Palabra de Dios, cómo fue el Nacimiento de Jesús.