Tú que buscas el perdón de los hombres y la misericordia de Dios... Tú que
con anhelo buscas la justicia y la paz para devolver a los hombres su propia
dignidad... Tú que, en las noches oscuras de tus días, buscas
desesperadamente una luz... Tú que, frente a toda forma de opresión y
violencia, proclamas que todos tienen derecho a ser hombres libres... Tú que,
sediento de una reconciliación entre los hombres, buscas la forma de amarlos
hasta el fin de tu existencia para que la comunión con Dios sea una realidad...
¿lo sabes?: lo esencial es acoger a Cristo, ese niño que nace en ti a cada
instante de tu vida...

Adviento. Espera llena de ansiedad, largo invierno antes de la primavera,
días de misterio, noche de contemplación. ¿Sabrás esperarle cada mañana
para descubrir con él el sendero que te conducirá a vivir en una Iglesia al fin
reconciliada?

Adviento. Alguien llama a la puerta de nuestro corazón: un extranjero, un
desconocido, un peregrino llamado "¡Hijo de Dios!" (Lucas 1, 35),
¡hermano de los hombres! Sus labios no gritan, tan sólo murmuran a los
cuatro vientos el amor de Dios Padre y sus designios para el hombre: "¡Paz!
¡Paz a vosotros! ¡Paz al que está cerca! ¡Paz al que está lejos! ¡Paz a los
hombres de buena voluntad!" (Isaías 57, 19).

Tu, "Enmanuel, Dios-con-nosotros" (Mateo 1, 23), tú nos visitas en los
momentos de dolor y de alegría, en medio del desarrollo técnico y la miseria
humana, cuando desesperados nos resignamos y cuando encontramos la
esperanza, cuando vivimos en paz o cuando nos matamos en una guerra...

Tú vienes a nuestro encuentro a cada instante y nos pides tan solo una cosa:
que seamos como niños, que te amemos sin fronteras ni condiciones... Tú
llegas siempre sin prevenir, y sin jamás imponerte nos amas hasta el extremo:
alegría para los que esperan contra toda esperanza, confianza para los que se
encuentran perdidos en medio del mar de la incertidumbre:... y el júbilo se
convierte en alabanza.

Esperarte es: prepararnos para la fiesta, la fiesta de los pobres, la fiesta de
una oración simple y gratuita, la fiesta de la vida entregada al servicio de los
hombres. Esperarte es caminar con los ojos bien abiertos, tanteando en la
oscuridad y las tinieblas, hasta sentir sobre nuestros hombros la seguridad de
tu brazo. Esperarte es saber buscar la paz para ser signo de unidad, y
perdonar para vivir en tu misericordia. Esperarte es buscar en el silencio y la
soledad, en los campos floridos y los áridos desiertos, y encontrar la
frescura de tu ausente presencia, la fragilidad de tu silencio lleno de
palabras.

Vivir con Él es siempre buscar al hombre. Si te olvidaras del hombre te
olvidarías de Dios. ¿Cómo podrías reconocerle si no? ¿Te comprometerás a
luchar a lo largo de toda tu vida para intentar reconocerlo en los rostros,
vacíos de toda expresión, de los hombres que lo tienen todo, así como en los
rostros serenos de aquellos que no tienen nada que perder? ¿Te
comprometerías a reconocerle en los rostros de los pacifistas así como en
los de los que eligen el camino de la violencia?

Caminar con Él es darle el tiempo necesario para que te tome por la mano y
te guíe. ¿Te abandonarás, con la confianza de un niño, en el corazón de tu
Hermano? Para seguirle, he aquí un camino: dejarlo todo, tomar la cruz y
seguirle... (Cfr Marcos 8, 34); perdonar y amar sin medidas ni intereses...;
caminar con el espíritu de las Bienaventuranzas...; ser peregrino, portador de
una buena noticia, que no te pertenece y por tanto no puedes esconder: "¡Nos
ha nacido un Salvador Cristo que es Señor! (Lucas 2, 11). ¡Gloria a Dios
en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!"
(Lucas 2, 14)
.

EL RINCÓN DE LA MEDITACIÓN
 
 
Noche de Contemplación
Mikel Pereira
"Preparad en el desierto un camino
al Señor, allanad en la estepa una
calzada para nuestro Dios"
Isaías 40, 3

"Brotará un renuevo en el tronco de
Jesé, un vástago florecerá de su raíz.
Sobre él se posará el Espíritu del
Señor: espíritu de inteligencia y
sabiduría, espíritu de consejo y valor,
espíritu de conocimiento y temor del
Señor"
Isaías 11, 1-3