VOLUNTARIO / INVOLUNTARIO
VocTEO
 

Esta distinción no coincide con el uso corriente de las palabras. Por tanto, es necesario dar una explicación sistemática. Lo querido es todo lo que es objeto de la voluntad, lo que se quiere y se desea; pero no siempre lo que es objeto de la voluntad es efecto suyo, no siempre procede de esta voluntad. Se puede querer y desear la muerte de un enemigo; pero si muere de muerte natural, esto es querido pero no es un efecto de la voluntad. Lo voluntario es tanto objeto como efecto de la voluntad; es aquello de lo que uno tiene conciencia de que lo quiere y que procede de esta voluntad, independientemente del hecho de que la voluntad esté condicionada internamente o no. Sólo cuando el acto que procede de la voluntad procede también en virtud y bajo el dominio de esta voluntad, es decir, sin ninguna constricción interna o externa, se puede hablar de un acto libre. Todo acto libre es ciertamente voluntario, pero no todo acto voluntario es también libre. Esta diferencia entre acto voluntario y acto libre fue advertida va por santo Tomás (cf. 5. Th. 1-11, quet, a. 1, ad 1). En cuanto al acto voluntario, puede subdividirse todavía: según la simplicidad de la tendencia, en voluntario absoluto (perfecto) o simple y en voluntario relativo o limitado (imperfecto); según la eficacia volitiva, en actual o virtual o habitual; según la finalidad, en directo o indirecto; según el efecto, en voluntario positivo (acción) o negativo (omisión). Por otra parte, del acto voluntario se distingue el acto involuntario, que es una acción del hombre, pero que no procede directamente de su voluntad; más aún, que en sentido estricto va contra la disposición habitual de esta voluntad. De esta manera, el acto involuntario es distinto del no-voluntario, que aunque no procede la voluntad está en sintonía con ella, y por tanto es algo querido.

C Golser

Bibl.: Voluntario en DF 11, 919-922; F BOckle, Moral fundamental, Cristiandad Madrid 1980; M. Vidal, Moral de actitudes, 1, pS, Madrid 1981.