VIRTUD
VocTEO
 

Es un hábito operativo que santo Tomás define como "buena cualidad de la mente, por la que se vive rectamente y de la que nadie puede servirse para el mal». La actitud o el hábito contrario es el vicio. En las virtudes podemos distinguir: a) virtudes naturales. que se adquieren con la repetición constante de actos buenos, Y se dividen en dianoéticas o intelectuales Y morales; b) virtudes cardinales, qué son la prudencia, la justicia, la fortaleza Y la templanza; c) virtudes sobrenaturales, que son hábitos infusos por Dios en las facultades humanas junto con la gracia santificante que se infunde en la esencia del alma mediante el bautismo. La doctrina común pone también entre estas virtudes a las cardinales, que perfeccionan y elevan a las adquiridas por el esfuerzo humano. Sin embargo, las principales virtudes infusas siguen siendo las teologales, ya que tienen a Dios como objeto formal, mientras que las cardinales tienden a un bien finito. Las teologales son la fe, la esperanza y la caridad. Esta última es considerada como la reina de todas las demás virtudes, según afirma san Pablo (1 Cor 13). La caridad está íntimamente relacionada con la gracia santificante y se pierde con el pecado, mientras que la fe y la esperanza pueden permanecer en el pecador sin la gracia Y la caridad. En el momento de la infusión de la gracia santificante se infunden también los dones del Espíritu Santo.

G. Bove

Bibl.: A, de Sutter, Virtud, en DE, 600-607. G, Germán Suárez, La vida teologal, Madrid 1962; J. Pieper, Las virtudes fundamentales, Rialp, Madrid 1976; Ch. Bernard, teología espiritual, Atenas, Madrid 1994, 141-171.