VALENTINIANOS
VocTEO
 

El gnosticismo, debido a su origen sincretista, no constituyó nunca un movimiento homogéneo y bien compaginado, sino que desde el comienzo constó de escuelas o sectas diferenciadas entre sí por el culto que practicaban, por su organización y por su doctrina. Por otra parte, dentro de estas mismas escuelas teológicas se produjeron a veces notables cambios que alteraron la connotación original.

Este fenómeno es el que se produjo con uno de los grupos gnósticos más importantes, el de los valentinianos, llamados así por ser Valentín el fundador de la secta. De origen egipcio, vivió en Roma entre los años 136 y 165.

Los pocos fragmentos que poseemos de sus escritos son insuficientes para reconstruir su doctrina, que sufrió no pocas remodelaciones por obra de sus discípulos.

La secta de Valentín se dividió en dos escuelas: la itálica, que es la que conocemos, que tuvo como exponentes más notables a Tolomeo, Heracleón y Florino; y la oriental, menos conocida, a la que pertenecían Teodoto y Marcos el Mago, que actúa en la Galia a mediados del siglo II.

Gracias a las informaciones directas de estos gnósticos y a las que nos presentan heresiólogos como Ireneo, Hipólito, Tertuliano, Clemente Alejandrino, Orígenes y Epifanio, es posible trazar los rasgos característicos del sistema valentiniano:

a} El mundo divino o pleroma se compone de 30 eones o parejas (syzygias), de las que las cuatro primeras son las principales y constituyen la 09dóada. La unidad entre los miembros de las parejas o syzygías se presenta a los hombres espirituales o gnósticos como el modelo de la unidad rota por el pecado y simbolizada por la separación sexual de Eva a partir de Adán.

Por eso a los espirituales se les ha asignado la misión de unirse con su propia pareja celestial (ángel).

b} El origen del pecado se remonta a Sophía, el eón último más imperfecto del pleroma que, por culpa suya, provocó la degradación del elemento divino en el mundo. Así pues, el orden material debería su origen a la degradación de un ser divino. Consiguientemente, el mal del mundo para los valentinianos no puede reducirse al pecado de Adán, sino a un pecado consumado dentro de la divinidad. En la base de estas teorías se descubre la ley del ejemplarismo inverso que consiste en proyectar la realidad terrena al mundo celestial. De aquí habría partido la culpa y el mal. En una palabra, los gnósticos parten de su historia personal que proyectan en el mundo superior.

c} Como consecuencia del pecado de Sophía viene la distribución de la humanidad en tres categorías de personas : hílicos (materiales), psíquicos (animales) y gnósticos (espirituales). Solamente estos últimos tienen un elemento espiritual que anhela la separación de la materia para volver a su lugar de origen, el pleroma.

d} Tras el proceso de degradación provocado por Sophía viene el proceso de redención que culmina en la bajada del Logos al mundo (no se habla de encarnación, ya que los valentinianos son docetas). Le compete al Salvador iluminar a los gnósticos en el «descubrimiento" de su realidad divina. Con la muerte, el elemento divino presente en el gnóstico se reintegrará al pleroma; también a los psíquicos se les ha reservado una salvación inferior, extrapleromática, mientras que los hombres materiales caerán en una disolución total.

L. Padovese

Bibl.: c, Giannotto, Valentín gnóstico, en DPAC, 11, 2173-2174, A. Orbe, Introducción a la teología de los siglos II y III Universidad Gregoriana BAC, Roma Madrid 1987