SIERVO DE YAHVEH
VocTEO
 

Expresión que traduce el hebreo ebed Yahveh y que se encuentra principalmente en el Libro de la consolación (1s 40-50), para identificar al profeta que da su vida en substitución vicaria por el pueblo.

Dentro del Libro de la consolación se encuentran cuatro trozos de auténtica poesía, llamados «Cantos del Siervo de Yahveh», que pueden sintetizarse de este modo:

a} 1s 42,1 -4: es el canto de la misión del siervo. Éste es presentado a Dios, que le confiere la misión de predicar el «derecho» de Yahveh y de solicitar la fidelidad a la alianza.

b} 1s 49,1-6: es el canto de la respuesta del siervo a la llamada de Yahveh. Se encuentran trozos autobiográficos del profeta y se especifica ulteriormente su misión.

c} 1s 50,4-9a: es el canto de la lamentación del siervo. Apela a la confianza en la justicia de Dios; no teme por ello ni a los flageladores ni a los perseguidores de ningún tipo, ya que tiene la certeza de la fidelidad del Señor.

d} 1s 52,13-53,12: es el canto de la victoria del ebed. Representa quizás el mejor texto por el lirismo de su poesía y por la teología de su contenido. La descripción del sufrimiento del siervo llega a la cumbre de la expresividad: su dolor no es sólo a nivel físico, sino que se extiende al nivel psicológico y moral. Es un sufrimiento «vicario", en sustitución por los demás.

Son varios los problemas ligados a la interpretación de estos cantos: a} ¿Quién es el Siervo de Yahveh? Se ha dado una interpretación en sentido colectivo e individual; en efecto, los textos se dejan interpretar en un sentido o en otro. De todas formas, parece que los cantos expresan la esperanza ideal de Israel y su confianza en el cumplimiento de las promesas del Señor; la concreción en el período posterior al destierro toma la figura del ebed. b} Están, por otra parte, los problemas de índole teológica; es decir, hay que valorar de qué modo fue asumida esta expresión por Jesucristo para explicar su misión.

Muchos textos del evangelio nos dicen que Jesús manifestó preferentemente su misión con la expresión «hijo del hombre», pero añadiéndole las características del sufrimiento y de la muerte, que no son típicas de la imagen de Dn 7 13, sino que provienen más bien de los cantos del Siervo de Yahveh. Habrá que concluir entonces que con estos textos, en los que implícita y explícitamente Jesús recurrió a la figura del Siervo de Yahveh, quiso asumir esta figura como la más coherente para revelar su destino de muerte violenta, ofrecida al Padre por la salvación de todos, es decir, como muerte vicaria.

Posteriormente, la Iglesia primitiva vio que la figura del siervo no era ya la más adecuada para definir a Jesús, pues era preferible utilizar la de «Hijo»; esto explica su abandono progresivo en las cartas de Pablo.

R. Fisichella

Bibl.: R, Fisichella, Cristologia. Títulos cristológicos, en DTF, 237-249; X, Léon-Dufour Jesús y Pablo ante la muerte, Cristiandad, Madrid 1982; H. SchUrmann, ¿Cómo entendió y vivió Jesús su muerte?, Sígueme, Salamanca 1982: C, Wiener, El segundo lsaías, Verbo Divino, Estella 1993.