RUT
VocTEO
 

El título de este libro se debe al nombre de su protagonista. En el canon judío el libro forma parte de los «Escritos» y es la primera de las cinco megillot (los cinco rollos), según el orden en que dichos rollos se leen en la liturgia judía. En los Setenta, en la vulgata y en las traducciones modernas el libro de Rut figura detrás de los Jueces, debido a las palabras con que comienza: «En el tiempo en que gobernaban los jueces...» Los cuatro capítulos de esta obra hablan de una carestía que obligó al hebreo Elimélec de Belén a emigrar al sur, hacia Moab, junto con su esposa Noemí y dos de sus hijos. Muerto el padre, los hijos se casaron con dos moabitas, Orfá y Rut. Pronto murieron también los dos hijos y Noemí decidió volver a Belén, Rut se empeña en seguirla, por afecto (c. 1). En Belén es el tiempo de la cosecha de cebada y Rut va a espigar a los campos de Booz, pariente de Elimélec, que ordena a sus segadores que dejen caer las espigas para que las recoja Rut (c. 2). Noemí informa a Rut de que Booz es su pariente, con derecho de rescate. y encuentra la manera de hacer que Booz se case con su nuera, cuando éste pasaba la noche en el campo descansando. Rut sigue el consejo de su suegra, se introduce bajo la manta de Booz y el hombre acepta la elocuente propuesta de matrimonio, pero informa a Rut de que hay otro que tiene derecho de rescate por encima de él (c. 3). Al día siguiente, al amanecer, Booz convence a este pariente más próximo de que renuncie a Rut y se declara dispuesto a casarse con la joven. Luego se lleva a Rut a su casa, contrayendo con ella, según había proyectado Noemí, un matrimonio según las leves del levirato. Rut es madre de un hijo, que es adoptado por Noemí (4,1-17).

En 4,18-22 se nos da una genealogía de David que, a través de Jesé, Obed y Booz, se remonta hasta Farés, hijo de Judá (cE. Gn 38). Es un documento aparte, añadido aquí para relacionar a la familia de David con esta historia, con los lugares, los tiempos y los personajes que nos presenta. Esta deliciosa leyenda popular, ambientada en el período de los Jueces y en los escenarios de Belén y Moab, quizás se narró inicialmente de forma poética. Siguen siendo altamente poéticos el timbre del relato y las figuras de los protagonistas: Nóemí, Rut y Booz. Pero en su forma actual, el libro de Rut figura como parte de la historia de la familia davídica y, en cuanto tal, es un momento de la amplia historia de la salvación: la misma Rut es introducida en la línea de los grandes protagonistas de esta historia, como se deduce de la técnica formal empleada a lo largo del relato. El autor, un artista considerado entre los más brillantes de la literatura bíblica, utiliza magistralmente en estas páginas la convención literaria, evocando la escena típica del noviazgo y la del matrimonio e insertando así heroína en la serie de las escenas típicas de noviazgo del Pentateuco (Rut como Rebeca; Rut como Raquel). Rut tiene además una relación con Abrahán y con los comienzos de la empresa patriarcal: «Has dejado a tu padre, a tu madre y tu patria, para venir a un pueblo que no conocías antes» (cf. Gn 12, 1 : Sal de tu patria y del lugar donde has nacido y de la casa de tu padre...»).

Rut es además la «extranjera» llamada a formar parte del pueblo elegido: concentra en sí el tipo del extranjero y de la viuda, incluso en los aspectos interiores de simplicidad, de humildad, de deseo de conversión, de fidelidad, de apertura a la ayuda de Dios y de sus semejantes.

V . Gatti

Bibl.: L, Moraldi, Rut, en NDTB, 1707-1709 G, Sloyan, Rut y Tobías, Mensajero Sal Terrae, Bilbao Santander 1970; G, E, Wood, Rut en Comentario bíblico San Jerónimo AT 11, Cristiandad. Madrid 1971. 679-695