RECEPCIÓN
VocTEO
 

Este término se deriva del latín receptio, que significa acogida. Su significado se articula en tres ámbitos: teológico, eclesiológico y canónico-jurídico.

En el primer aspecto equivale de hecho a creer en el Evangelio y es sinónimo de fe. Trasladado al terreno eclesiológico, el término recepción podría indicar «el proceso por el que un cuerpo eclesial hace suya en la verdad una determinación que no se ha dado él mismo, reconociendo de este modo en la medida declarada una regla que conviene a su vida» (Congar). En este sentido un acto de «recepción» sería la formación del canon de las Escrituras. En un sentido canónico-jurídico la recepción es un consenso a modo de juicio de una instancia de la Iglesia a una determinación que otros han puesto en acto.

El término «recepción» se ha empleado también en el diálogo ecuménico. En la ortodoxia el tema de la recepción ha desempeñado un papel importante en la versión eslavófila defendida por A. S. Komiakov, pero hoy está también presente en otras formas más moderadas. Finalmente, se habla hoy de recepción respecto a una aceptación más profunda del concilio Vaticano II: en este contexto, el término incluye el empleo de criterios adecuados con vistas a una correcta hermenéutica o interpretación de la doctrina conciliar del mismo.

M. Semeraro

Bibl.: Y. .Congar, La recepción como realidad eclesiológica, en Concilium 77 ( 1972) 57-86; W Kasper, Teología e Iglesia, Herder, Barcelona 1989; G, Alberigo - J. P Jossua, La recepción del Vaticano II Cnstiandad, Madrid 1987.